Oscar Fingal O'Fflahertie Wills Wilde was an Irish poet and playwright. After writing in different forms throughout the 1880s, he became one of the most popular playwrights in London in the early 1890s. He is best remembered for his epigrams and plays, his novel The Picture of Dorian Gray, and his criminal conviction for gross indecency for homosexual acts. Wilde's parents were Anglo-Irish intellectuals in Dublin. In his youth, Wilde learned to speak fluent French and German. At university, he read Greats; he demonstrated himself to be an exceptional classicist, first at Trinity College Dublin, then at Magdalen College, Oxford. He became associated with the emerging philosophy of aestheticism, led by two of his tutors, Walter Pater and John Ruskin. After university, Wilde moved to London into fashionable cultural and social circles. Wilde tried his hand at various literary activities: he wrote a play, published a book of poems, lectured in the United States and Canada on "The English Renaissance" in art and interior decoration, and then returned to London where he lectured on his American travels and wrote reviews for various periodicals. Known for his biting wit, flamboyant dress and glittering conversational skill, Wilde became one of the best-known personalities of his day. At the turn of the 1890s, he refined his ideas about the supremacy of art in a series of dialogues and essays, and incorporated themes of decadence, duplicity, and beauty into what would be his only novel, The Picture of Dorian Gray (1890). Wilde returned to drama, writing Salome (1891) in French while in Paris, but it was refused a licence for England due to an absolute prohibition on the portrayal of Biblical subjects on the English stage. Undiscouraged, Wilde produced four society comedies in the early 1890s, which made him one of the most successful playwrights of late-Victorian London. At the height of his fame and success, while An Ideal Husband (1895) and The Importance of Being Earnest (1895) were still being performed in London, Wilde issued a civil writ against John Sholto Douglas, the 9th Marquess of Queensberry for criminal libel. The Marquess was the father of Wilde's lover, Lord Alfred Douglas. The libel hearings unearthed evidence that caused Wilde to drop his charges and led to his own arrest and criminal prosecution for gross indecency with other males. The jury was unable to reach a verdict and so a retrial was ordered. In the second trial Wilde was convicted and sentenced to two years' hard labour, the maximum penalty, and was jailed from 1895 to 1897. During his last year in prison he wrote De Profundis (published posthumously in abridged form in 1905), a long letter that discusses his spiritual journey through his trials and is a dark counterpoint to his earlier philosophy of pleasure. On the day of his release, he caught the overnight steamer to France, never to return to Britain or Ireland. In France and Italy, he wrote his last work, The Ballad of Reading Gaol (1898), a long poem commemorating the harsh rhythms of prison life.
En una fiesta de la alta sociedad londinense, un hombre que practica la quiromancia al leerle la mano a Lord Arthur le dice a este que próximamente va a cometer un crimen. Muy consternado, porque Arthur está prometido, y no se piensa casar con el riesgo de humillar a su futura esposa, decide cometer el crimen antes de la boda.
Está una relectura de este cuento lleno de sátira y locura que me gusta mucho, en una hermosa edición de Nórdica con muy buenas ilustraciones.
Premisa: En una fiesta Lord Arthur Savile se encuentra con un quiromante de lo más prestigioso, que cómo no, hace su trabajo y lee su mano con tremendo resultado. De hecho, prefiero no revelarlo a la primera y tras gran persistencia del interesado, descubre que en su destino está el cometer un crimen. A partir de aquí, comienza la aventura.
Opinión: Qué gran experiencia es leer a Oscar Wilde. Yo particularmente he leído pocas obras suyas, pero al menos las que han caído en mis manos siempre me han proporcionado un disfrute mayúsculo y contundente, eso sí, en diferentes géneros y con diversos matices. Lo que ensalza todavía más la gran labor de este autor.
En este caso nos proporciona un relato maravillosamente construido, con un tono tragicómico muy característico. En él podemos experimentar la tremenda angustia que siente el protagonista al ver venir un destino aciago del que sólo quiere escapar, aunque sabe que su llegada es tan inevitable como incierta es su temporalidad. Y por otro lado es imposible no reírse con las circunstancias tan rocambolescas que nuestro querido Lord va construyendo y no parar de sonreír con los embrollos que teje página tras página.
Podemos quedarnos con la superficie y sería maravilloso, no necesita más, pero también se puede profundizar, porque el texto da para ello, y eso que es un relato. Si buceas un poco encuentras una crítica a la naturaleza del ser humano, a la sociedad basada en las apariencias y en el interés individual, a la autodeterminación que creemos no elegida pero en el fondo escogemos a diario en todas nuestras pequeñas decisiones.
Y todo esto en unas escasas ochenta páginas bellísimamente ilustradas y en una edición cuidadísima. Vaya experiencia más embriagadora que te proporciona, de las que te arreglan el día y le ponen un lazo. La única pega que se le puede poner es que se hace excesivamente corto. Por otro lado también puedo decir que seguramente si fuese más largo perdería parte de su encanto. Pero cuando un personaje te encandila tanto y te lo pasas bien acompañándole, es inevitable querer al menos un poquito más.
Sí, cuando experimento esto al leer un libro se me abren un montón de posibilidades, sobre todo si el autor es tan prolífico como Oscar Wilde. Una ingente cantidad de historias por descubrir que tengo la certeza de que, como mínimo, me van a gustar. Eso sí, solo puedo afirmar que me falta vida tanto como me sobra apetito lector. Maldita sea.
Una lectura sencilla, breve y magnífica para esta época. Si buscas una historia sobre un crimen con un poco de misterio y las típicas vibes de dark academia y terror victorianio, este libro es exactamente lo que estás buscando.
Además, las ilustraciones de Paco Alcazar son una auténtica delicia. Encajan perfectamente con la estética de la historia y le dan un toque aún más especial a la pluma de Oscar Wilde.
EL CRIMEN DE LORD ARTHUR SAVILE, escrito por Oscar Wilde en 1891 y publicado, en una bonita y nueva edición ilustrada, por Nórdica Libros en agosto de 2024. Ilustrado por Pablo Alcázar. Unas ilustraciones que aportan mucho a la historia y la hacen mucho más atractiva y atrayente. Es una novela corta que invita a la reflexión, relatada en la época victoriana donde se desarrolla la acción y ofrece una lectura con un texto muy ingenioso. Relatado en tercera persona, pero visto desde el punto de vista de nuestro protagonista, encontramos un relato breve con mucho humor, ironía, inteligencia y reflexión sobre como, en un instante de tu vida, puede cambiar por completo tu futuro. Es un libro tan corto que es muy fácil de leer, con una prosa ligera y que invita a acabártelo en un mismo día, porque no podrás dejar de leer. Los personajes son increíbles, muy bien desarrollados por la poca longitud de la obra, sobre todo nuestro personaje principal, pero el resto de personajes también están muy bien descritos y hacen que la historia sea buena y de calidad. Una pequeña crítica a la sociedad de la época, con sus creencias y sus supersticiones, creando unas expectativas al personaje de la historia que cambiaran por completo la forma de ver su vida, hasta llegar al punto de plantearse hacer cosas que él nunca habría imaginado. Una historia totalmente retorcida y brillante Recomiendo muchísimo que leáis esta novela corta de Oscar Wilde, la he disfrutado muchísimo.
Gracias a Nórdica libros por el envío del ejemplar.
¿Conocías esta historia de Oscar Wilde? ¿Has leído al autor?
“La duquesa era un serio caso de estudio psicológico. Descubrió muy pronto en la vida la importante verdad de que nada se parece tanto a la inocencia como una indiscreción” . . Oscar Wilde siempre estará en mi top de autores, y eso es una verdad indiscutible, porque cuando llego a él siempre lo hago con la seguridad de que voy a salir bien parada de la lectura. Por eso cuando salió esta edición ilustrada de Nórdica, tuve que lanzarme a ella.
En medio de una fiesta de lady Windermere, su quiromancista realiza una demostración con varias personalidades de la fiesta, entre ellas Lord Arthur Savile.
Así arranca este breve relato de Wilde, en el que encontramos todos sus elementos seguros: el humor, las situaciones inverosímiles, la crítica a la clase alta y un puntito de irreverencia en la historia. Para mí estos son los elementos que caracterizan a Wilde en la gran mayoría de sus escritos (que he leído) y que identifican su obra.
En apenas 80 páginas, Wilde es capaz de hacer esto de forma ágil, elegante y sin caer en clichés y estereotipos. Y es que si algo caracteriza los relatos de Wilde es que se desprende de lo superfluo para acercar al público las cuestiones de la época que creía indispensable poner de manifiesto, entre ellas, la superficialidad e hipocresía de las altas clases londinenses.
Oscar Wilde vivió en plena época victoriana, en una sociedad caracterizada por el puritanismo y la doble moral. Esta sociedad le encumbró mientras miraba hacia otro lado cuando ya era sobradamente conocida su homosexualidad; pero también acabó con su carrera cuando dejó de ser útil y aceptable, o cuando su orientación sexual supuso una transgresión de alguna línea roja.
La historia de Wilde tiene un fondo tan dramático como sus tragicomedias. Y es que terminó muriendo solo, arruinado y alcohólico en París, después de haber pasado dos años en prisión, condenado a trabajos forzados por esa misma sociedad que aplaudía su talento literario.
Excelente relato sobre el poder del destino donde disfrutamos de chispeantes diálogos y afilados retratos de los personajes mezclando con maestría humor y drama.
“¿Qué clase de felicidad tendrían por delante, cuando en cualquier momento podría ser llamado a concretar la horrible profecía escrita en su mano?”.
En una fiesta de la alta sociedad londinense organizada por Lady Windermere, el protagonista del relato, Lord Arthur Savile, conoce al quiromántico Septimus R. Podgers, quien asegura poder leer el destino de los allí presentes únicamente leyendo la palma de sus manos. Tras leer la mano de Savile y ver lo que allí está escrito, palidece. y sólo a regañadientes le revela la verdad a Lord Arthur: el noble está destinado a cometer un as3sinato.
Cuando se trata de un relato corto, es conveniente no explicar demasiadas cosas de la trama porque es fácil hacer spoiler, así que yo me detengo aquí y os animo a que leáis ‘El crimen de Lord Arthur Savile’, de Oscar Wilde. Porque con lo que queda por explicar os vais a sorprender, vais a reír y vais a disfrutar de una pequeña joya de humor negro.
Leyendo esta pequeña joya, el lector puede comprobar la gran destreza de Wilde en el arte de narrar cuentos. Su estilo es impecable, sencillo pero a la vez elegante, y está cargado de ironía y de una gran crítica social a la burguesía de su época. A pesar de su corta extensión, Wilde es capaz de volcar sobre el papel sus grandes dotes como dramaturgo, en unos diálogos brillantes e ingeniosos, y como narrador en unas descripciones ricas e inmersivas. El segundo capítulo, que describe su paseo por la noche londinense de camino a su domicilio, es sencillamente inolvidable. “¡Un Londres libre de los pecados de la noche y del humo del día, una urbe pálida y espectral, una desolada ciudad de tumbas! Se preguntaba qué pensarían de ella, si sabrían algo de su esplendor y de su ignominia, de sus feroces y ardientes alegrías,de su horrenda hambre, de todo lo que construye y destruye entre el amanecer y el ocaso”. Lo dicho: no se puede escribir mejor.
En sus apenas 80 páginas, en ‘El crimen de Lord Savile’ degustamos a pequeños sorbos un drama de época, una comedia de situación, una novelita de misterio y una buena dosis de farsa y absurdo, hasta llegar a un final con un giro sorprendente y que nos dejará reflexionando. Si yo me lo he pasado bien leyéndolo, no quiero ni imaginar lo que tuvo que disfrutar Wilde escribiendo una historia como esta. Entre sus páginas se puede escuchar a Wilde reírse a carcajadas de la alta sociedad londinense, a la que tanto detestaba. De sus fiestas, sus conversaciones banales, su frivolidad y sus supersticiones. Es una pequeña gran joya, que sirve perfectamente como puerta de entrada a la literatura de Wilde si todavía no conocéis al autor. Yo os animo a hacerlo, y especialmente en esta bellísima edición de Nórdica ilustrada por Pablo Alcázar.
Me encontré este relato bicheando en Ebiblio y me llamó la atención. Leí "El retrato de Dorian Gray" allá por el Paleolítico 🤣 y decidí cogerlo a ver qué me encontraba.
En una fiesta de la alta sociedad inglesa, un quiromántico se dedica a leer las líneas de la mano a algunos de los invitados, por orden de Lady Windemere y deja a Lord Arthur Saville un augurio que se siente obligado a hacer realidad lo quebl llevará a vivir ciertas situaciones un tanto surrealistas.
Wilde hace aquí una crítica muy mordaz a la aristocracia inglesa del siglo XIX y para ello emplea un estimo irónico que me ha gustado mucho. El planteamiento de la historia es muy original , con unos personajes muy peculiares y he disfrutado de su lectura a pesar de la brevedad del relato.
Esta edición de Nórdica Libros viene con ilustraciones y creo que es una buena opción si lo queréis leer en papel porque en digital no se aprecia tanto .
Un libro cortito para intercalar entre lecturas más densas y disfrutar de la calidad literaria de Sr. Wilde .
Segunda lectura de El crimen de Lord Arthur Savile, esta vez en español. Este cuento es una parodia de las novelas detectivescas tan en boga en la época en que este relato fue escrito.
Con su humor y fina ironía habitual, Wilde nos hace una crítica de la sociedad victoriana, de su superficialidad y su sentido del deber, subvirtiendo el orden establecido. El asesino es el héroe y la víctima es el villano. El crimen trae la tranquilidad a la mente del asesino por su deber cumplido, que le permite seguir con su vida felizmente.
Hay unos intentos chapuceros por parte del protagonista en su intento de cumplir con su tarea y finalmente se liberará de ella a través de la persona que de alguna manera se la impuso. De alguna manera cada uno recibe lo que se merece, aunque para ello se invierta el sentido del bien y del mal y el castigo que ello conlleva.
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Una preciosa edición con unas ocheta paginas de las que muchas sin ilustraciones que me han gustado mucho. Es una historia muy curiosos sobre Lord Arthur.
¿Está el destino predeterminado? ¿El destino está escrito en las estrellas o se muestra en las líneas de tu mano? La alta sociedad en una de sus fiestas hay un seños que lee las manos. En jna de ellas pues se pone hacerlo a las señoras, alguna nonles gudts nonpor el futuro sinonppr lonque oregona del pasado de cada una es un cotilleo tremeno. Entonces una de las invitadas el le dice a Lord Arthur que se la lea. El deja hacer pero le nota algo en su rotro y lo hace finalmente en privado. Le dice que va a cometer un crimen y en vez de tomarlo como una noticia terrible se lo toma como un deber. Se pone a ello además esta prometido y quiere hacerlo antes para asi no tener esa obligación y teber la conciencia tranquila.
Un relato muy divertido y satírico. Una critica a la alta sociedad Londinense de la epoca.
Una amiga me dijo, una comedia sobre la moral, así que aquí os dejo la frase, que razón no le falta. Un magnifico cuento de la ironía moral, nuestro personaje aborda el crimen como una obligación. ¡Feliz lectura!