Cada tarde, Daisuke y Kanako acuden a la panadería del señor Uchida para disfrutar de un melonpan. A diferencia de los demás niños de su edad, sus conversaciones giran en torno a una inquietud ¿por qué los adultos a su alrededor parecen haber perdido la alegría de vivir? Determinados a mantener su felicidad intacta, hacen una no dejar que las dificultades del camino hacia la adultez les apaguen la sonrisa ni les separen.
A lo largo de los años, la panadería del señor Uchida será testigo de su lucha contra las pruebas de la vida moderna, que amenazan con alejarlos de sus sueños. En su tercera y más entrañable historia, el autor de Tokio bajo el monzón y Okinawa explora cómo preservar la felicidad en la gran ciudad, donde los desafíos cotidianos intentan robar la alegría de sus diminutos habitantes.
David Carlos Tur García (Ibiza, 1990) vive en Tokio desde 2017. A los once años, su padre le regaló una videocámara, despertando su afición por la grabación de cortometrajes. De todo el complejo proceso, su parte favorita siempre había sido la escritura del guion, aunque esta siempre se veía limitada por el presupuesto de la realización. En 2020, durante la pandemia, le surgió una pregunta: ¿Por qué no probar a escribir una historia sin las ataduras de la posterior grabación? Así empezó a esbozar su primera novela: Tokio bajo el monzón. La buena aceptación de esta lo llevó a concebir las siguientes: Okinawa y Melonpan. Pronto se dio cuenta de que en la escritura había encontrado no solo un espacio para desarrollar su creatividad, sino también un lugar sosegado donde encontrarse consigo mismo. Padre de familia, sueña con poder abandonar su trabajo y dedicarse plenamente a su mujer, a su pequeño y a la escritura.
Cuando eran niños, la panadería del señor Uchida era un refugio para Daisuke y Kanako. En la tienda de este tierno señor pasaban las horas, se contaban confidencias y compartían sus problemas. Sin embargo, más allá de lo cómodos que se sentían para ser ellos mismos, lo que más disfrutaban del lugar era pasar un momento agradable comiendo melonpan. Los días pasan, mientras Daisuke y Kanako se cuestionan la vida adulta, ya que esta no parece tan agradable como la niñez, por lo que se prometen no ser igual de infelices como parecen ser los adultos que los rodean, aunque esto conlleve huir de la ajetreada e inagotable Tokio. Sin embargo, conforme van creciendo descubrirán que la vida no siempre sigue los pasos del camino que uno fija para ella, y que, por regla general, todo sale al revés de como se planeó.
A estas alturas no es una sorpresa si digo que me declaro fan absoluto de los libros que escribe David C. Tur García, con un tono sincero y agradable, muy parecido al que tanto adoro en muchas de mis autoras japonesas favoritas, las historias del autor son cálidas y tiernas, de esas que te hacen sentir como si estuvieras dando un paseo por un lugar bonito, por un sitio donde siempre te sientes como en casa. Las obras del autor siempre me sumergen en esa atmósfera confortable, llevándome a un lugar seguro del que sé que solo saldrán cosas buenas.
Sus personajes se ven inmersos en la búsqueda de algo, a veces de un amor, otras veces de una mejor vida o simplemente los mueve el deseo de encontrarse a sí mismos. “Melonpan” mantiene esa parte agradable, pero se siente diferente a las novelas anteriores del autor. Si tuviera que compararlas diría que es la más tierna y a la vez la más cruda de las tres que por ahora he leído. Tiene ese extraño y acertado equilibrio entre la ternura de sus personajes y como estos se relacionan, pero el autor también se permite mostrar lo más duro de la vida y lo peor del ser humano. En las anteriores obras del autor los acontecimientos tenían lugar en un espacio de tiempo más reducido, en cambio, con “Melonpan” podremos observar como pasan los años por la vida de Daisuke y de Kanako, como sus sueños se van transformando y como la parte menos amable de la vida también les atrapa.
Me gusta como el autor habla de la muerte, de la depresión y de la tristeza, y desde el lugar en que lo hace, ya que las muestra, su protagonista convive con todas, pero no se relame en la penuria, y esto hace que no se pierda el tono de la historia. Sus personajes también me han gustado mucho, a veces estaba de acuerdo con sus acciones, otras no, pero se sentían de verdad, lograba empatizar con ellos. Ha conseguido incuso que odie mucho a uno de ellos, y es la primera vez que me pasa con una de sus historias. El final me ha parecido perfecto.
La prosa de David tiene ese algo especial que te hace imaginarte perfectamente los lugares que te describe, hasta el punto de querer estar allí, incluso de visualizarte recorriendo esos paisajes de los que te habla. Siempre que pienso en mi eterno viaje pendiente a Japón, tengo claro los destinos que quiero conocer, pero cuando leí Okinawa, también del autor, añadí dicha isla al listado y ahora no tengo más remedio que añadir Nagano, lugar donde sucede gran parte de la acción.
Disfruto mucho de la prosa del autor, sencilla y bonita, muy propia de los autores japoneses, que huyen de recargar su escritura, algo que siempre me ha atrapado de la literatura japonesa. También comparte con estos el gusto por la belleza de la naturaleza, por darle voz a los lugares que aparecen, convirtiéndolos en un personaje más de la historia. Los japoneses tiene esa actitud hacia la belleza y el entorno que no encuentro en la literatura occidental y que, claramente, David ha aprendido de ellos. Me cuesta mucho elegir una favorita entre su obra, pero ahora mismo me debato entre “Okinawa” y “Melonpan”, pero aún tengo que reflexionar un poco más para señalar ganadora.
Por último, me gustaría recomendar encarecidamente a Tur a todo el mundo, y especialmente si te gusta la literatura japonesa, porque te vas a encontrar con historias bonitas, llenas de luz, de las que siempre te dejan una sonrisa al finalizarlas. Eso sí, advierto que, para mí, es esencial leer las obras del autor por orden de publicación, ya que sus historias tienen un universo compartido muy especial, y ciertos detalles perderían fuerza o sentido si se leen las obras en otro orden o, al menos, eso siento yo, que soy un maniático del orden y no puedo remediarlo. Pronto me pondré con la cuarta obra del autor, la cual pinta la más diferente del mismo hasta la fecha. Me da la sensación que mi relación literaria con David va a ser larga, muy larga.
¨No recuerdo cuando me di cuenta que Melonpan significaba pan de melon. Era muy obvio, claro, pero a veces a los niños les cuesta relacionar conceptos. Mi sorpresa fue aun mayor cuando descubrí que dentro de un melonpan no había ni una pizca de melón. Se llama así porque tiene, simple y llanamente, forma de melón¨.
Daisuke y Kanako son dos niños que siempre van a comer su melonpan a la panaderia del señor Uchida, ahí se dan cuenta que los adultos que los rodean no son felices y por eso ellos se prometen que no van a ser así cuando sean grandes.
Vamos a ver la vida a través de los ojos de Daisuke, cómo disfruta de lo que lo rodea sobre todo cuando está cerca de Kanako, son niños soñadores que pronto por cosas de la vida esos sueños que tanto ansían por cumplir no van a ser mas que una parada en una estacion a la que nunca terminan de llegar.
La vida no es fácil y él lo sabe, a medida que va creciendo se va encontrando más y más dificultades y a pesar de ello va encontrando forma de enfrentarlas.
Esta historia es sobre la amistad, el dolor, la soledad, la idealización y el sentirse totalmente perdido.
Amé mucho está historia, también la resiliencia de Daisuke y como se esmeró por cumplir por las cosas que quería aunque no siempre daba el resultado que deseaba.
También la forma en que empiezan a cambiar las vidas de ambos, lo realista que es el estar rodeado de gente y que esta cambie tu manera de ser o de pensar, para bien o para mal. El separarte de tus amigos porque al final las metas han cambiado y ya no coinciden.
David tiene una forma de escribir muy limpia, muy tranquila y muy, muy bonita, me ha hecho sentir muchas cosas en el corazón, de hecho hubieron un par de veces que se me salieron las lágrimas.
Realmente disfruté de esta lectura me ha hecho pensar un montón, yo también he estado como Daisuke y quizá lo siga estando porque sigo sin saber a qué es a lo que me quiero dedicar pero si sé exactamente que es lo que NO quiero.
Este es un libro que recorre la vida de Daisuke desde la infancia hasta la adultez. Durante su niñez y adolescencia la historia resulta interesante, pero en la adultez todo va en picada. Siento que hay varios aspectos inverosímiles, en parte porque el autor no se explaya lo suficiente. Por ejemplo, el hecho de que su padre pase prácticamente toda su vida internado en una clínica de calidad por depresión, sin ningún tipo de avance. Mmmm, permitime dudar.
Daisuke, además, es un personaje bastante soso. Se enoja con todos porque toman iniciativas que él nunca pudo. No reacciona ni actúa: todo se mueve a su alrededor mientras él permanece inmóvil.
Y Kanako, aunque aparece mencionada en la sinopsis y se la presenta como alguien importante en la vida de Daisuke, solo aparece al principio y al final del libro. Se sabe muy poco de ella.
En fin, hubo aspectos interesantes y momentos lindos, pero otros dejaron mucho que desear.
Precioso. Como siempre y en su línea. No exagero cuando digo que es de mis escritores favoritos y que con cada obra se supera un poco más. Me ha encantado.
Otra de esas historias que te dejan el corazón calentito y a la que se puede volver una y otra vez, siempre que se desee encontrar palabras tranquilas que te endulcen un pelín los días :).
Si la portada es preciosa,más son sus páginas y lo que ellas te enseñan. Adoro como escribe este autor,con un sosiego y armonía muy cuidadas. Con sus palabras y la imaginación del lector va haciendo que te adentres en cada palabra,cada lugar,cada olor o sabor y eso se te queda grabado a fuego. Es un libro corto pero muy largo en sabiduría. Y esconde un regalo para el alma y para el año que viene! Enhorabuena David,todo un descubrimiento.
Una lectura sencilla y agradable sin sorpresas ni giros.. Una evolución de sus personajes desde la niñez hasta la madurez en un ambiente normal . Se lee fácil. Es la segunda que leo de este autor y es un estilo correcto el que tiene en sus historias.
9,5/10 - Creo que he leído este libro en el momento idóneo, debería ser un must para personas jóvenes que han idealizado la vida adulta y luego se siguen sintiendo infelices a pesar de haber obtenido aquello por lo que tanto se esforzaron. Ha sido un viaje muy reconfortante y alentador para todos aquellos que como yo apreciamos tanto nuestra vida en el campo como en la gran ciudad, y es que, aunque siempre tengas una favorita siempre echarás de menos alguna parte de la contraria.
Da igual donde estés lo importante es como de bien acompañado te sientes ya sea en lo personal o en lo laborar (mejor ambas), si tienes personas que te aprecian por lo que eres y como eres da igual si estás en medio del bosque que en pleno corazón de Tokyo. La rueda de la que intenta escapar Daisuke es algo muy real y de lo que gente como yo también quiere escapar, se ha normalizado el tener que ser CEO de tu propia empresa, tener que trabajar 12h al día para ganar ingentes cantidades de dinero que luego acabas gastando en cosas que no nos darán la felicidad que buscamos desesperadamente.
Me alegro mucho de que Daisuke haya tenido un final feliz, me da esperanza de que por muy perdido/a que estés en algún momento mejora y darle las gracias a las personas como el señor Uchida que aunque no seamos familia de sangre siempre nos han tratado como un hijo/a y han intentado sacar aunque sea un poco ese peso que llevamos sobre los hombros y hacernos ver luz al final del túnel.
Para finalizar me gustaría destacar la escritura de David, ha sido clara y especialmente bonita, llena de sentimientos que transmite con gran exactitud, descripciones absolutamente preciosas, casi mágicas que me han hecho disfrutar enormemente este libro.
4.5 en realidad. Ha sido mi primer contacto con el autor, pero no será, ni por asomo, el último. Desde ya me declaro fan de su pluma y sus historias. Melonpan no sólo es una novela preciosa por fuera, sino también por dentro. De lectura sencilla y ágil, seguimos la vida de Daisuke a lo largo de los años. Desde esa juventud soñadora e inocente hasta su adultez y todo lo que ello implica. La he disfrutado muchísimo ❤ he sentido la ilusión propia de los jóvenes cuando sueñan con su futuro, pero también esa insatisfacción de la vida adulta. Me he emocionado con los personajes y he sentido sus desilusiones como si fueran mías. Me ha encantado la ambientación, desde esos viajes en tren hasta el Japón más rural y tradicional. Una novela cotidiana, de la vida misma, con un buen ritmo que, si le dáis la oportunidad, no os dejará indiferentes 🥰
Daisuke es el personaje principal. Donde a medida que va creciendo, va sintiendo y padeciendo de una forma descrita tan personal, que hace que su mensaje se vuelva universal.
David, el creador, te transporta a Japón con una naturaleza especial, logra un sentir a “pertenecer”, impactante.
Es realmente bonito leer a este autor, sus novelas consiguen envolverme de un forma mágica. Me he leído las 3 que ya ha publicado y estoy muy expectante por conocer Nakamoto el año que viene.
Que belleza de libro, hace unos días recibí desde España este libro de manos del autor David C Tur García (@davidtur90 ) , y nunca imaginé que fuera una historia tan entrañable y bella. Antes de dar mi reseña, agradezco a David la confianza por compartirme esta belleza de obra , la cual, tiene elementos muy significativos.
Pero bueno ahora sí vamos con la reseña, la historia nos relata la vida de Daisuke, y Kanako, dos niños que conforme pasa el tiempo se convertirán en adultos, pero el punto aquí es que estos dos niños tienen un deseo que es escapar de la vida de la ciudad y refugiarse o más bien vivir en el campo, una premisa muy sencilla quizá, pero detrás de esto los dos personajes viven una vida de crecimiento adulta y una serie de cambios que les lleva por la vida. Además todo esto está aderezado por la panadería del señor Uchida, que será pieza fundamental en el desarrollo de la trama de Daisuke. Este hombre mayor hace panes deliciosos y su panadería es un exito en la localidad, lo que también nos muestra el amor a su oficio.
No quiero revelar detalles de la trama, pero en si, es una lectura que debe leerse detenidamente, es disfrutable, ver el desarrollo sobretodo de Daisuke (es el narrador) en la historia a lo largo de las dos partes en las que se divide la historia, el mensaje es claro de luchar por los sueños y encontrar tu sentido de pertenencia en el mundo adulto, además la voz del personaje del Señor Uchida será clave como aquel personaje consejero que también nos permite entrar más en este historia profunda y simple.
Está es la tercer novela de David y creo aquí conjunta todos los elementos para hacer una historia entrañable y significativa, la trama y cada uno de los treinta capitulos nos deja una pregunta sobre la vida de los personajes y quizá sobre nosotros mismos de hacia donde vamos, si somos felices con lo que hacemos, etc. Este es un libro que debe ser conocido por todos y como siempre lo digo " es un apapacho al corazon".
Es una historia muy bonita. Vemos como el protagonista va creciendo, desde la niñez hasta ser adulto. Lo veremos enfrentarse al primer amor, también a los cambios abruptos en su familia y al ingreso a la universidad. Este libro nos recuerda que crecer puede ser un proceso solitario, y la búsqueda por una estabilidad económica nos puede llevar a perder el camino de lo que queremos, e inclusive a alejarnos de quien realmente queremos. Sin embargo, nunca es tarde para retomar el camino, para buscar a esas personas que nos hacen bien, volvernos a reunir y comer un buen “melonpan”. Este libro contiene una historia muy linda, que me llegó al corazón. Realmente se los recomiendo!!
Es un libro entrañable y tranquilo, con un personaje principal que a pesar de vivir momentos muy difíciles en su vida sigue tratando de encontrar su camino y no tachando a la gente como mala, sino simplemente entendiendo sus motivaciones. Sigue el ritmo de muchos libros japoneses donde se narra la vida de inicio a fin de los protagonistas, casi como una película pero enseñando y dejando disfrutar al lector que no se necesitan giros gigantes en la trama y momentos de tensión máxima para que una historia sea buena.
Para mí, fue la historia que necesitaba y espero leer más del autor.
Un 5/5 de principio a fin. Me enamoré de la escritura de David C. Tur García con La rama seca del cerezo y casi me desenamoro del todo con Tokyo bajo el Monzón... Pero decidí darle una oportunidad a Melonpan y no me arrepiento.
Daisuke, Kanako y el entrañable señor Uchida llegan un poquito más a tu corazón con cada pagina que lees. Necesitaba este final porque por un momento llegué a pensar que Daisuke y Kanako, quienes se habían prometido una amistad inquebrantable y una vida juntos lejos del esclavo ajetreo de la gran ciudad, no volverían a encontrarse. Melonpan es una caricia al alma ❤️
Hace menos de una semana leí esta historia. Esta es la tercera que leo del autor (también su tercera novela publicada) y he de decir que me ha encantado. Tokio bajo el monzón y ésta son mis favoritas y los guiños que hace a sus otras novelas, por llamarlos de alguna manera, me encantan.
Aquí encontramos una historia de crecimiento, un personaje protagonista que vamos conociendo desde que es un adolescente y con el que vivimos situaciones dolorosas, también le vemos apostar por su futuro y tirar para adelante.
Encontramos personajes que, personalmente, me han encantado, como es el señor Uchida, que ha despertado toda mi ternura.
Me ha gustado mucho ver una evolución en David como escritor. En esta historia he visto más desarrollo, me ha enganchado más y es justo lo que necesitaba ahora mismo porque es una trama en la que me ha sido fácil sentirme dentro y empatizar con los personajes.
Ojalá seguir disfrutando mucho tiempo de las historias de David, que según cuenta al final del libro, tiene intención de publicar una novela al año 😍
Este libro es precioso, y el mensaje que aborda con respecto a la felicidad y los caminos que escogemos en la vida lo hacen una lectura perfecta para esta época del año…como un melonpan, me dejo con una dulce sensación al terminar de leerlo.
Me la pasé muy bien leyendo esta novela: fue como beber un té medicinal. En varios momentos Daisuke me recordó a los protagonistas de las novelas de Haruki Murakami, y me alegra que Daisuke haya tenido una resolución feliz.
Empieza bien y la parte de su infancia es bonita e interesante por todo el contexto japonés. Luego empieza a meter muchos elementos que no tienen relación ni demasiado interés. Y acaba como ya era previsible