Llamamos «malismo» al antiintuitivo mecanismo propagandístico que consiste en la ostentación pública de acciones o deseos tradicionalmente reprobables con la finalidad de conseguir un beneficio social, electoral o comercial.
Quizás sea en política donde el desarrollo de este fenómeno asentado en la última década en Occidente resulta más llamativo. Una representante pública entiende la destrucción de las infraviviendas de las personas sin hogar como un acto autopromocional. Otra aumenta su aceptación popular tras calificar de «mantenidos subvencionados» a los desfavorecidos afectados por una pandemia. Un alcalde se jacta de que no hará nada en absoluto por aquellos estudiantes y trabajadores que no pueden acceder a una vivienda digna en la ciudad que él gestiona. El insultar a alguna minoría o mostrarse contrario de forma muy agresiva a consensos de mínimos como la justicia social o la Agenda 2030 es hoy en día tendencia en la propaganda política.
Pero el malismo está también muy presente en cualquier forma de comunicación a pequeña o gran escala. Una compañía aérea se mofa en sus redes sociales de las quejas de sus propios clientes. Los bares de moda ostentan nombres canallitas. En los concursos de televisión son bien recibidas las figuras de poder que humillan a sus concursantes. El nuevo cristianismo neopentecostal que triunfa en nuestros barrios no es ya una supuesta religión de amor sino una de declarado odio al diferente. Soldados sionistas difunden con orgullo pruebas audiovisuales de sus propios crímenes de guerra.
Lo malote ha dejado de ser solo un sistema ingenioso para vender el producto musical de un grupo de jóvenes punks de barrio o un vídeojuego gamberro. Es ahora una eficiente fórmula publicitaria dominante que, además, no se dirige ya contra los poderosos, sino que es una herramienta común utilizada por estos.
Acertadísima radiografía. No te va a contar nada que no sepas ya, pero te va a hacer un buen repaso y te va a dar una visión global de todo el mal que nos rodea. Un repaso magnífico y necesario para no olvidar cosas importantes en plena aceleración mediática.
En este librito están, como no podía ser de otra forma, Isabel Díaz Ayuso y Donald Trump. Salen Íker Jiménez, Llados, Federico Jiménez Losantos, Milei, el rey emérito y el estado genocida de Israel. Pero también están el CEO de Ryanair, la red de iglesias-secta neopentecostales y Masterchef. Nada que añadir salvo un agradecimiento al autor por bautizar y retratar este desagradable fenómeno ubicuo en la sociedad actual.
No se ha dejado a ni uno!! Aquí ha pillado hasta al CM de Ryanair.
Los que seguimos a Mauro Entrialgo estamos bastante familiarizados con el término «malismo» (aka la ostentación del mal como propaganda), pero da gustito leer esta recopilación con la que no sabes muy bien si reír o llorar.
Un libro necesario para ver la deriva que está tomando nuestra sociedad e intentar desmarcarse de todo ese "malismo" del que con muy buen tino el autor describe como el aplauso a las malas acciones.
La deriva d'internet en els últims anys és una qüestió que m'amarga, i llegir esten llibre sobre el tema m'ha encantat. M'ha agradat molt l'anàlisi i els exemples que utilitza. Interessant, d'actualitat i fàcil de llegir.
Crec que en la vida m'havia llegit un llibre tan tan d'actualitat, parla de coses d'actualitat política que passaren fa uns 2-3 mesos. Dona cosa i tot de com de recent eren alguns capítols.
“La derecha ha logrado mejorar sus representaciones locales y regionales con una campaña rastrera que ha conseguido escamotear de la conversación política los problemas específicos de cada territorio por una fullera batalla cultura centrada en cuestiones estatales”.
Un librito que analiza la realidad de forma brillante. Gracioso y terrorífico a la vez. Con conceptos que pasarán al imaginario colectivo, como regres, nazis del misterio o el propio malismo.
Un ensayo corto y al pie que describe con bastante exactitud un fenómeno preocupante. Es todo bastante dramático pero el libro está escrito de tal forma que te tienes que reír. Nos iremos a la mierda, pero escuchando a auténticos fantoches.
A pesar de, como señala el autor, no proponer ninguna solución a ella, este libro desgrana, a mí parecer, de una forma muy amena y sencilla de leer, una problemática cada vez más generalizada en el momento actual: el mal al prójimo como mecanismo de rédito (económico, político, mediático...). Creo honestamente que hacen falta más lecturas en esta línea, que traten de combatir el discurso tan popular en la actualidad del rédito individual por encima de todo lo demás
Malismo: La ostentación del mal como propaganda es un ensayo de Mauro Entrialgo que analiza cómo la provocación y la exhibición pública de acciones reprobables se han convertido en herramientas para obtener beneficios sociales, electorales o comerciales. El autor destaca que este fenómeno es especialmente evidente en la política occidental de la última década, donde figuras públicas aumentan su popularidad mediante declaraciones o acciones polémicas que, en otros tiempos, habrían sido censuradas.
Entrialgo observa que la carencia de remordimientos y la exaltación de maldades han entrado en la política, destacando ejemplos como Andrea Fabra y Begoña Villacís. El autor señala que el malismo se ha convertido en una práctica pública y permitida, fomentada en algunas subculturas ya través de la posverdad en redes sociales.
Además, el ensayo aborda cómo el «malismo» se ha infiltrado en otros ámbitos de la sociedad, como la cultura popular, los medios de comunicación y las redes sociales, donde la crueldad y el mal comportamiento son recompensados con mayor visibilidad. Entrialgo destaca que este fenómeno es evidente en la promoción de tuits maliciosos que generan más interacción y, por tanto, más tiempo en la plataforma.
Como si las tiras del Jueves de Ángel Sefija se hubiesen graduado a literatura de mayores, sin dibujitos; Entrialgo hace un repaso de la actualidad (con algún referente histórico) explorando el alcance de la Mezquindad y elogio de lo Ruín que parece dominar nuestra vida pública. De criticar el "buenismo" de unos hemos pasado a hacer gala del propio "malismo" y Entrialgo, perplejo y desazonado lo relata y lo hila con bastante destreza. No dice nada nuevo pero lo pone todo junto y la verdad es que impresiona. No sé que tal envejecer tendrá a medida que se aleja del momento en que fue publicado pero ahora es una buena lectura.
Mauro Entrialgo es un humorista gráfico que en este libro ha decidido dejar atrás sus coloridas viñetas para exponer en negro sobre blanco un somero repaso de cómo está cambiando el mundo con multitud de hechos históricos recientes con una gran dosis de humor que le caracteriza. Mauro señala y define el neolingüismo de malismo con gran acierto como algo paradigmático de nuestro tiempo, de cómo las élites han decidido usar la rebeldía y la irreverencia contra clases más bajas mientras que estas clases bajas lo aplauden como si el statu quo fuera algo que desapareciera por simple afinidad aspiracional. Entrialgo señala que la sociedad civil ha perdido el espíritu de rebeldía, los explotadores se han hecho cargo de él y no quedan dudas de que lo usarán para azuzar la guerra del pobre contra el más pobre.
Cuando uno lee el Malismo de Mauro Entrialgo se da cuenta de que la capacidad que tiene la derecha española de encontrar para sus filas a las personas más malas, retorcidas, hipócritas y mentirosas es insuperable. Entrialgo hace una disección dolorosa y divertidísima (menos mal, porque si no el libro sería para llorar en cada página y en cada párrafo) de la gran cantidad de hijos de puta que pueblan la Península Ibérica y cómo nos están comiendo por los pies porque en este país nuestro ser mala persona no está penado, sino recompensado. Los últimos capítulos no están a la altura de los primeros, pero el resto del libro es impecable y se lee de un tirón. Imprescindible para reafirmarnos en que pocos contenedores arden.
Entrialgo reconoce que no deja de ser un opúsculo; por tanto, no ahonda en las causas sino que describe (que no es poco) cómo la sociedad ha ido cayendo en la dictadura de la maldad, cómo la maldad no tan solo no se castiga sino que se premia (si eres rico y poderoso, evidentemente; si eres clase obrera, pues te jodes, como bien recuerda que espetó Andreíta Fabra). Reconocer (e incluso que te abran los ojos) cómo ocurre en ámbitos públicos está bien para tener conciencia. Para la causas recomendaría leer a Joaquim Bosch, entre otr@s.
La idea del libro es original, el malismo como concepto contrapuesto al buenismo. Los ejemplos que pone son muy ilustrativos y resulta ameno y fácil de leer. El único pero que le pongo es que se desprende un muy marcado sesgo ideologico en todo lo que expone. Yo diría que hay también malismo en la izquierda (del mismo modo que buenismo en la derecha) y pensar lo contrario es reduccionista. Seguro que podría haber llenado un capítulo entero de ejemplos de malismo en el ámbito de la izquierda abertzale, para cuyo periódico trabajó.
El libro lo lees en una sentada. Conceptualmente está tan claro que podes aplicarlo a cómo se maneja Trump o Milei (sobre todo como manejo este la cuestión del Libragate) en este momento. Lo único que me genera ruido es que el libro tiene una tendencia de izquierda cuando realmente no lo necesita. Porque el malísmo viene siendo practicado por ambos. Por lo que es un ruido innecesario a mi opinión.
Sin ser nada novedoso, es un buen recopilatorio que consigue que la deriva preocupante en la que se encuentra el mundo resulte divertida.
Disfruté especialmente del capítulo de los vasos comunicantes entre los grupúsculos (y no tan grupúsculos) fascistas y las creencias en la pseudociencia/misticismo.
Magnífica radiografía de un fenómeno fascinante de nuestra sociedad: la subida a lo altares del malismo como algo habitual en ella y en la manera de entender el mundo por parte de una importante mayoría de personas. Mauro no propone ninguna solución, quizás por qué la única viable es la extinción si es que la cultura , libros como este , no nos consigue salvar.
Se lee en un pispás y, como el propio libro bien dice, no señala causas ni propone soluciones, pero sí pone el dedo encima de las llagas que nos están saliendo como sociedad y que no son pocas, y ayuda a darse cuenta de casos de malismo que tenemos tan tristemente normalizados que casi ni identificamos. Un librito muy necesario y con mucha mala leche.
Libro que se lee de un tirón, que desarrolla la tesis del malismo: la irrupción de individuos con comportamientos agresivos, despreciativos y humillantes que se ven recompensados por cierto sector de la sociedad. Interesante y revelador para entender la situación actual de polarización y hooliganismo ideológico y social y lo que está por venir, me temo.
Cargado de ejemplos bien actuales hasta la saciedad. Aunque no se moja sobre la posible raíz de origen, sí que consigue dar una imagen bien nítida del lascivo uso que se está dando al discurso político a efectos de pura propaganda y cómo cala en una sociedad cada vez más hastiada.
Original, entretenido y documentado ensayo. Distingue muy acertadamente entre malismo y ser irreverente y aclara como actitudes desde posiciones de poder se están apropiando de respuestas a lo establecido desde sectores desfavorecidos. Recomendable cien por cien.
Sorprende leer a Mauro Entrialgo a puro texto. Sin dibujos, sin personajes caricaturizados… Un ensayo. Y sale muy bien parado. Desarrolla un concepto que se te mete en el tuétano porque es acertado y útil y describe un momento distópico como el actual arrojando luz desde la perplejidad. Imprescindible.
un libro obligado. Escrito de una manera dinámica y con un ritmo perfecto. Mauro nos explica de manera sencilla pero con ejemplos a tutiplén como el Malismo como estilo de vida se ha extendido por el mundo en cuestión de unos pocos años.