SOLO ES UN TROMPETISTA ERRÁTICO, SARCÁSTICO Y DIMENSIONALMENTE INESTABLE INTENTANDO SALVAR EL UNIVERSO…
A Phoenix Page el día se le está haciendo eterno. Desde que la misteriosa, poderosa y peligrosa energía que alberga dentro de sí fue partida en dos, ha estado atrapado entre dos cuerpos y viviendo en dos mundos, incapaz de dormir. Aunque tampoco es que echarse un sueñecito sea una de sus prioridades. Lo único que quiere es tocar la trompeta, divertirse a lo salvaje (e irresponsable), y fingir que el universo no se acerca a su fin.
Pero no siempre conseguimos lo que queremos.
A veces lo que conseguimos, en su lugar, es un surtido grupo de revolucionarios, una guerra contra monstruos chupavidas, y un loro viajero del tiempo llamado Firulais.
El tiempo se agota. Los mundos están a punto de chocar. Y Phoenix sabe, mejor que nadie, que nadie con el valor suficiente para plantarle cara a Flamegate ha vivido para contarlo.
Hacía mucho tiempo que no daba la oportunidad a un libro enteramente de fantasía y ciencia ficción, por lo que ya iba tocando volver un poco a mis orígenes como lector. Y no he podido tener mejor suerte que elegir esta fantástica historia.
Sé que este libro no es lo que suelo leer ni reseñar habitualmente, por lo que imagino que habrá gente a la que no le guste la temática. Aun así, si os interesa la ciencia ficción con viajes interdimensionales y el humor sarcástico, con un toque de humor negro, echadle un ojo a esta reseña porque creo que puede llamaros la atención.
Este libro nos transporta a dos mundos unidos a través del vacío interdimensional. Por un lado tenemos a la Tierra, pero no una como la nuestra, ya que se trata de una civilización distópica gobernada por Flamegate. Por otro lado tenemos el mundo de Yonder, donde se desarrolla la mayor parte de la acción. Este último es un mundo con magia y ciertos toques de Ghibli que a mi me ha maravillado. Podría decir mil cosas de él, pero creo que será mejor que seáis vosotros mismos los que conozcáis ese mundo y todo lo que ofrece.
Como nexo entre ambos mundos, tenemos a Phoenix Page, un muchacho que bien podría ser considerado el rey del caos, ya que allá por donde pasa desata la mayor de las catástrofes. Él es capaz de viajar a través del vacío, pero al hacerlo el cuerpo que habita en el mundo que abandona queda inerte y a merced de cualquier cosa. Aparte, tampoco puede viajar a placer, ya que se ve forzado a abandonar cada mundo cada vez que el vacío tira de él, lo que lleva a varias situaciones peligrosas y, no está mal decirlo, un tanto cómicas. Por esa razón, siempre tiene que tener a alguien velando su cuerpo. Junto a Simon, el hechicero, y Jess, la giganta, viajan por Yonder deleitando a sus ciudadanos con su música. Mientras tanto, en la Tierra, Phoenix ha logrado escapar de las garras de Flamegate y necesita ocultarse mientras espera el momento del fin. En ambos lugares, Phoenix intentará salvar al mundo, ya que eso es lo que ocurrirá si el vacío continúa expandiéndose.
Sé que, dicho así, parece una historia muy caótica y rocambolesca, pero lo cierto es que funciona a las mil maravillas y te mantiene pegado a sus páginas, con ganas de descubrir los próximos pasos de nuestro grupo de amigos.
La historia tiene un ritmo muy ágil, siempre están pasando cosas, lo que agradezco en una novela de este tipo, donde a veces la lentitud no ayuda al ritmo de lectura. Los cambios de mundo en un principio me resultaron raros, pero rápidamente me acostumbré y entré de lleno en todo lo que me ofrecía el libro.
Pero si hay una cosa que me ha enganchado como nunca, es el personaje de Phoenix. Me encanta lo sarcástico que es y el humor que tiene. Algunos le tachan de loco y de despreocupado, pero nada más lejos de la realidad. El resto de personajes también están muy bien definidos, teniendo unas personalidades muy marcadas que hacen una delicia conocerlos.
Por otro lado la ambientación de ambos mundos está muy lograda, teniendo una Tierra más contemporánea, tecnológicamente hablando, mientras que Yonder está más en una época temprana de la industria.
No creo que olvide a estos personajes fácilmente, se me han quedado muy dentro. Lo “malo” es que el segundo está solo en inglés, por lo que cruzo los dedos para que llegue traducido el final de esta fantástica historia.
Muchas veces se me ha atragantado la ciencia ficción, así que cogí este libro con cierta cautela porque no sabía qué esperar. Y me alegro de haber entrado sin muchas expectativas, porque no me esperaba en absoluto algo tan ALUCINANTE como "Flamegate: Sombras Inquietas".
No es fácil decir si la novela es fantasía o ciencia ficción, porque es ambas cosas a la vez. Lo que sí es muy sencillo es señalar que Kate Mac demuestra una habilidad tremenda para crear personajes muy profundos, humanos e inolvidables, con personalidades tan únicas y extravagantes como entrañables. La ambientación daba una cierta sensación de comfort y nostalgia, recordando a esas aldeas de fantasía épico-medieval, sin resultar rancia o anticuada. A la vez, Kate Mac incorpora la magia y la tecnología de formas tan creativas como interesantes.
Creo que lo que más he disfrutado con diferencia ha sido el hecho de poder ver el mundo a través de los ojos de Phoenix Page, el protagonista, que es inolvidable. Por un lado es entusiasta, por el otro es solitario; ama a sus amigos, pero no sabe pedirles ayuda; es una buena persona que a veces tiene que hacer cosas terribles... Phoenix me llegó al corazón, y es de esos personajes en los que sé que nunca voy a dejar de pensar.
Tengo unas ganas tremendas de leer la segunda parte, porque ¡menudo final!
Dos mundos están colisionando y la realidad está a punto de acabar; Flamegate ha llevado su avaricia demasiado lejos y ha llevado su mundo al borde de la destrucción... ¿y qué harán para detener esto ahora? Absolutamente nada.
Mientras la gente mira para otro lado y finge que el fin del mundo no está sucediendo, Phoenix decide tomar cartas en el asunto para salvar el mundo —ambos mundos— y ponerle fin a Flamegate.
Adoro a Phoenix. No quiere ser un héroe; solo quiere recuperar su vida, que sus amigos estén a salvo y poder dormir bien por una noche. Pero se siente culpable por causar cosas que no tenía intención de causar, y por hacer cosas que sí quería hacer, sin saber cuáles serían las consecuencias. Sabe que no hay nadie más capaz de detener al enemigo. Así que esconde sus miedos detrás de una actitud descarada y una fachada despreocupada, y sigue haciendo todo lo posible por salvarlo todo: los mundos, sus amigos, e incluso a la gente que lo ha odiado toda su vida.
La narración fluye muy bien, los diálogos son ingeniosos e inteligentes, y cada personaje está construido de una manera única. La creación del mundo es tan detallada que parece sacada de una película de Ghibli. ¡Puedo imaginarme perfectamente esta historia convertida en anime algún día!
Ha sido un viaje fantástico a través de dos mundos que me han dibujado personajes maravillosos e indescifrables en la cabeza.
Por supuesto tendré que esperar para saber cómo concluye todo, pero el camino trazado en este primer libro ha sido uno lleno de aventuras. Tal vez tendré que leer el segundo libro en inglés así que espero seguir con la misma perspectiva que me dejó esta primera edición.
¿Podré escucha a Phoenix tocar su trompeta? Ahora quisiera saber qué música interpreta él, seguramente que una que me pondrá a bailar.