Una nueva traducción del manual de vida de Epicteto, un texto que destila los principios del estoicismo en consejos prácticos y directos para cultivar la resiliencia, la paz interna y la libertad personal.
Epicteto, maestro de la Antigüedad y uno de los más grandes filósofos estoicos, promulgaba que la felicidad se logra al aceptar lo que no podemos cambiar y en trabajar para mejorar lo que sí está bajo nuestro control. En El arte de vivir, sus lecciones se transforman en un compendio de sabiduría accesible, enfocada en fortalecer la resiliencia emocional y fomentar un bienestar duradero.
Esta nueva traducción captura la esencia poética y la potencia de sus aforismos, que nos ofrecen sus reflexiones sobre la libertad personal, el autoconocimiento, y la virtud. Cada página del libro resuena con consejos prácticos que te ayudarán a manejar mejor tus emociones, deseos y acciones, guiándote hacia una vida marcada por la armonía y la paz interior.
El arte de vivir es más que un es una herramienta esencial para cualquiera que busque un refugio de sabiduría en un mundo frenético.
XLII máxima o pensamientos de este pensador estoico, quien fue esclavo, deformado por su amo que le dejó con una cojera para toda su vida y aún así supo aceptar sus condiciones sin cuestionarlas más allá. Porque a ello nos invita de manera constante esta nueva filosofía de moda: aceptar lo que no podemos cambiar, pero cambiar lo que podemos hacer. Pero que siempre estará mediada por nuestra posición en lo espiritual, y que casi nuca es nombrada lo social.
Epicteto quizás es la excepción a esa regla, porque todos quiénes practican hoy en estoicismo a través de RRSS nos dicen que debemos saber adaptarnos al mundo. Pienso en el súper ventas Ryan Holyday y sus manuales de este estilo -que he leído en su gran mayoría-, pero que en ningún momento quieren cuestionar la sociedad en la cual vivimos. Y claro, porqué querrán cambiarla si son hijas e hijos sanos de un sistema que discrimina por una cuestión económica más que otra. Y que no nos parezca raro que quienes más deslumbran este tipo de filosofías son aquellos y aquellas que ocupan altos lugares en la escala social del capitalismo.
¿Entonces alguien pobre u de otra condición marginal puede ser estoico? Claro que lo puede ser, pero como diría el filosofo coreano alemán, eso no construye revolucionarios/as sino que personas depresivas. Y el estoicismo es la filosofía por excelencia para mantener el status quo. Si quieres mantener tú posición social, en donde estás por sobre la media quizás, es una filosofía que te vendrá como anillo al dedo, pero si tú deseo es cambiar las cosas, toma sólo algunas percepciones pero trata de cambiar al mundo a toda costa.
Si te quieres hacer una propia idea, puedes leerlo acá.
“El arte de vivir” de Epicteto me resultó muchísimo más conmovedor que Meditaciones de Marco Aurelio. Ambos son textos fundamentales del estoicismo, pero la mirada de Epicteto marcada por una vida humilde, incluso como esclavo, transmite una cercanía humana que en Marco Aurelio no encontré.
Mientras que Marco escribe desde su lugar de emperador, Epicteto lo hace desde la experiencia del límite, de la austeridad, y eso se nota. Habla de la honestidad, de cómo preservar nuestro eje ante los conflictos, y de la importancia de mirar hacia adentro antes de reaccionar hacia el mundo.
Su estilo es claro, directo, sin adornos, pero no por eso menos profundo. Es una lectura que pienso volver a hacer.