Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga 2024
En Sebusca siempre se estaban perdiendo cosas. Una bicicleta, las tizas de la clase, el mando a distancia, unas gafas de sol, la pareja de algún guante... Hasta un niño se esfumó una vez sin dejar rastro, y en su lugar apareció una cosa que nadie esperaba. Sobre todo Jana, que fue quien la encontró.
Nací en Madrid, en pleno Carnaval; quizá por eso me gusta tanto disfrazarme.
Estudié Periodismo porque pensaba que en esa carrera iba a escribir mucho, pero, al final, de lo único que llené los cuadernos fue de apuntes de historia. En el primer verano de vacaciones universitarias escribí mi primera novela con intención de ganar un concurso de una de esas editoriales grandísimas (inocente de mí).
Después hice un máster de Edición y varios cursos complementarios, gracias a los que he podido trabajar con algunas editoriales como correctora, traductora y maquetadora, además de autoeditarme mis primeras novelas.
Cuando no estoy escribiendo, me puedes encontrar leyendo, patinando sobre hielo, viendo series, apasionándome por cosas que no le interesan a casi nadie, hablando sobre Harry Potter o entrenando con mi perrita.
Me gusta como Inés arranca este libro y nos presenta a este pueblo en el que se pierden cosas y no se recuperan. Quizás es por la memoria de sus habitantes, quizás por algún duende suelto... La autora hace que con solo dos páginas necesite saber más de este lugar en el que sucede toda la trama. También, me encanta como las cosas que a Inés la hacen feliz los ha puesto en pequeños detalles entre las páginas de esta historia. Se lee en un suspiro y te deja el corazón caliente.