Reino Unido, año 1944. Tras los bombardeos de la Alemania nazi, muchos habitantes de las ciudades se han refugiado en las afueras. Edgar y Allan, dos seres inmortales de vida eterna llamados vampirnellas, se han establecido en una pequeña isla, ajenos a los horrores de la guerra. Sin embargo, todo cambia cuando conocen a Blanka, una adolescente alemana que no habla inglés y que les abre la puerta a una enigmática trama…
Moto Hagio retoma El clan de los Poe, su obra más famosa, 40 años después de su última entrega. En Sueño de primavera vuelve a combinar los mismos ingredientes que hicieron célebres los capítulos originales: su ambientación histórica, la estética y el sentimiento gótico, el amor a las artes y una imprescindible reflexión sobre la soledad de los excluidos y el miedo a lo diferente. Un volumen autoconclusivo que fascinará tanto a fans de la saga como a nuevos lectores.
Moto Hagio (萩尾望都 Hagio Moto) is a manga artist born in Ōmuta, Fukuoka Prefecture, Japan, though she currently lives in Saitama Prefecture. She is considered a "founding mother" of modern shōjo manga, and a member of the Year 24 Group (24-Gumi). She helped pioneer modern shōjo manga, modern science fiction manga, and BL manga. In addition to being an "industry pioneer", her body of work "shows a maturity, depth and personal vision found only in the finest of creative artists". She has been described as "the most beloved shōjo manga artist of all time."
Moto Hagio made her professional debut in 1969 at the age of 20 with her short story Lulu to Mimi on Kodansha's magazine Nakayoshi. Later she produced a series of short stories for various magazines for Shogakukan. Two years after her debut, she published Juichigatsu no Gimunajiumu (The November Gymnasium), a short story which dealt openly with love between two boys at a boarding school. The story was part of a larger movement by female manga artists at the time which pioneered a genre of girls' comics about love between young men. In 1974, Hagio developed this story into the longer Toma no shinzo (The Heart of Thomas). She was awarded the Shogakukan Manga Award in 1976 for her science fiction classic Juichinin iru! (They Were Eleven) and her epic tale Poe no ichizoku (The Poe Family).
Hay primeras veces que llegan tarde, cuando todo el mundo ya ha pasado por ahí y te quedas sola intentando entender por qué algo fue importante. «Sueño de primavera» es mi primer manga, y también mi primera incursión en «El clan de los Poe», una saga que al parecer marcó a toda una generación de lectores en los años setenta. Llego cuarenta años tarde a la fiesta, sin haber leído los capítulos originales, y quizá por eso mi experiencia con este libro ha sido tan extraña: la de alguien que reconoce la calidad de lo que tiene entre manos pero que no termina de conectar del todo con ello.
La premisa me atrajo de inmediato: Reino Unido, 1944, en plena Segunda Guerra Mundial. Edgar y Allan, dos seres inmortales llamados vampirnellas, viven aislados en una pequeña isla, ajenos a los horrores que sacuden Europa. Todo cambia cuando aparece Blanka. Vampiros, guerra, gótico británico y un toque de misterio: todos los ingredientes estaban ahí.
Y, sin embargo, me costó entrar. Quizá sea porque nunca he leído manga y el formato de lectura de derecha a izquierda me descolocó al principio —pasé las primeras páginas completamente perdida hasta que entendí el sistema—. O quizá sea porque este volumen, aunque se presenta como autoconclusivo, está cargado de referencias y guiños a una historia previa que yo desconozco por completo. Hay momentos en los que sientes que te estás perdiendo algo importante, capas de significado que solo se revelan si conoces el contexto original.
El dibujo es delicado, con un trazo que evoca claramente otra época del manga, más pausado y detallista que lo que se ve ahora. Los personajes, aunque bien construidos, no terminaron de llegarme del todo. Edgar y Allan se mueven por la historia con una melancolía elegante, pero me faltó calor, humanidad —ironías de pedirle eso a unos vampiros, lo sé—.
La trama está bien armada. Hagio teje una red de conexiones entre pasado y presente, con flashbacks que van revelando poco a poco quién es Blanka. Hay una reflexión interesante sobre la soledad, sobre lo que significa vivir eternamente mientras el mundo se derrumba una y otra vez a tu alrededor. La guerra funciona como telón de fondo, no de forma gratuita, sino como recordatorio de esa violencia humana que los vampirnellas observan desde fuera, sin poder o querer intervenir.
Pero el ritmo se me hizo lento. Demasiado lento para las apenas 220 páginas que tiene el volumen. Hay escenas que se alargan más de lo necesario, diálogos que dan vueltas sin terminar de decir lo que quieren decir. Entiendo que es parte del estilo, que el manga —y especialmente el shōjo— funciona así, pero para alguien que viene de la novela occidental, el cambio de código narrativo no fue fácil de asimilar.
También me desconcertó el tratamiento de Blanka. Es el personaje que debería anclar la historia, el elemento humano que conecta con los lectores, y sin embargo nunca llegué a entenderla del todo. Su mutismo la convierte en un enigma, sí, pero también en una figura demasiado pasiva para mi gusto. Las cosas le suceden más de lo que ella las provoca.
Lo que sí me fascinó fue la ambientación. Hagio conoce su historia, eso se nota. Los detalles sobre la vida en la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos, el racionamiento, el miedo constante... todo eso está tratado con respeto y precisión. Y hay algo muy potente en la idea de estos seres inmortales viviendo en un momento tan frágil de la historia humana.
Quizá el problema sea que llegué a este libro sin el contexto necesario. Quizá si hubiera leído los volúmenes originales, si conociera la historia de Edgar y Allan desde el principio, este regreso cuarenta años después me habría emocionado de otra manera. Pero como lectora primeriza, como alguien que se asoma por primera vez a este universo, me quedé con la sensación de estar viendo una conversación entre viejos amigos que comparten referencias que yo no entiendo.
Tres estrellas para un primer encuentro que no fue amor a primera vista, pero que tampoco fue decepción. Un manga que reconozco valioso, importante, bien hecho, pero que no logró atravesar esa barrera invisible que separa lo que admiras de lo que realmente te toca. Para curiosos que quieran explorar el shōjo clásico y entender por qué Moto Hagio es una leyenda. Solo que quizá, si queréis enamoraros de verdad, empezad por el principio. Yo llegué tarde, y se nota.
*Aviso: Recibí un ejemplar gratuito a cambio de una reseña honesta. Muchas gracias por el envío (muy cuidado).
Puntuación: 5 / 10 – 2,5 estrellas de 5
Una especie de vampiros energéticos en plena Segunda Guerra Mundial.
Este manga, aunque pertenece a una saga llamada “El clan de los Poe”, se puede considerar autoconclusivo. Se pierde cierto contexto sobre las criaturas, pero se puede sobreentender lo necesario. Tiene referencias continuas a una historia anterior más compleja, así que tal vez el no haberlo leído es uno de los motivos de mi valoración.
Dos jóvenes vampirnellas (una especie de vampiros energéticos) se encuentran con unos chicos alemanes que están refugiados en Reino Unido con sus tíos por la guerra.
Los diseños son interesantes y bonitos, y la historia es sencilla y a veces no tiene ningún sentido en el momento concreto, si bien sí en el contexto (aunque me pasa bastante con los libros ilustrados, que siento que pierdo información vital).
Como personaje destacaría a Edgar, aunque tampoco sabemos mucho de él más allá de la aparente madurez para un chico tan joven. De resto, no termino de comprender la actitud de la mayoría.
Es una trama lenta, en la que muchas veces no pasa nada. Se dan muchas vueltas para introducir una idea que necesitaba, pero quedando la escena un poco vacía.
Esta ha sido mi primera experiencia con un manga… o al menos en muchos años (no recuerdo exactamente). A pesar de la “desconfiguración cerebral” que supone leer de derecha a izquierda, ha sido interesante y puede que lea alguno más en el futuro.
La historia está bien, pero probablemente no leeré más al respecto. No me han llamado la atención ni los personajes ni la trama.