Este libro fue publicado anteriormente con el título Donde se acaba el mar.
"Lo mejor que he leído últimamente en tono de humor. Brillante, desternillante, chispeante, con un humor básico, rápido, inteligente y continuo." - Germán Moya
"Inteligencia efervescente y humor descacharrante, una sátira del arte y sus excesos. Humor fino." - JJ Sansano
"No pararéis de reír, una auténtica pasada. Todo de inicio a fin es divertido!!" - Blogliterario
UNA SÁTIRA FEROZ SOBRE LA UINIVERSIDAD, EL ARTE ABSTRACTO Y LAS REDES SOCIALES.
Con un estilo que recuerda a La conjura de los necios o a Eduardo Mendoza, Hay un Picasso en el desván es una sátira afilada y sarcástica sobre el arte, la codicia y el postureo, vista con los ojos de un simpático y alocado farero gallego. Retranca fina para reírse de todo... empezando por uno mismo.
"Sorprendente, de esas novelas que te alegran el día o la semana." - Beatriz Soler
"Un libro cargado de crítica social a las élites en el poder, el arte, el postureo, las redes sociales." - Lecturasdeana
A partir de la página 200 se me hizo bolísima. Me perdía muchísimo porque hay una cantidad salvaje de personajes para lo breve que es (300 páginas). Se nota bastante que es la primera novela del escritor porque le fallan cuestiones muy básicas como el ritmo narrativo, los personajes poliédricos (pues si es una novela de más de 100 páginas, cuéntame algo más del protagonista que no sea que se emborracha)… Sin embargo, el humor es súper ágil y ha habido puntos en los que casi se se caían las lágrimas de la risa.
Un libro con el que me he reído tanto, utilizando la sátira como modo de expresión. El autor nos presenta una obra que no te va dejar indiferente.
Este libro nos cuenta la historia de Leo un farero de la costa de norte que recibe una herencia envenenada y se ve envuelto en una trama de contrabandistas de obras de artes falsificadas. De forma paralela encontrará al amor de su vida.
Ambientada en Galicia y Madrid de una forma magistral. El mundo del arte, las fiestas y eventos relacionados con este mundo están muy presentes.
Utilizando un lenguaje sarcástico, irónico, muy inteligente y mordaz se nos va desgranando toda esta historia.
Uno personaje principal que oara nada es perfecto, pero que consigue ganarse a todo el que le rodea y poner al mundo de su parte. No tiene filtros, es único, muy peculiar en sus formas y en sus modos. Tiene mucho juego que seguir dando ética segura.
En esta historia hay detrás un gran trabajo de documentación náutica, histórica a nivel de España y Europa, del mundo del arte.
Un libro cargado de crítica social a las élites en el poder, el arte, el postureo, las redes sociales. Nos enseña cómo diciendo palabras muy cultas consigue que la gente le siga a ciegas. El poder de la influencia por su posición y amistades. Nos muestra de forma descarada como vamos como manada a creernos lo que nos cuesta alguien con influencia sin ir más allá.
Un libros que os recomiendo si queréis pasar un rato muy divertido y no parar de reír.
Imagina que trabajas en un faro y un día te das cuenta de que te han tendido una trampa, y te ves involucrado en una red de falsificaciones y tráfico de arte; con herencias y manipulaciones por el medio. Pues esa es la premisa de esta sátira de Breogán Conde; cargada de crítica, de mucho humor y sí, también de intriga. Esta es una novela en la que estarás pegado al libro para saber qué está pasando, mientras que te estás riendo a carcajadas por las aventuras y ocurrencias de Leo, el protagonista. Me he divertido muchísimo leyendo el libro. El autor, además, escribe de forma muy cercana y tiene una especial habilidad de sacar tu mente de la zona de confort; mezclando humor inteligente con humor absurdo, no dejándote tregua. Altamente recomendable.
me ha parecido una novela increíble. mezcla la sátira y el humor con la crítica social en un mundo relacionado con las obras de arte y Galicia. estupenda lectura que recomiendo y con la que te reirás mucho gracias al protagonista,Leo peman
Si queréis pasar un buen rato y reíros mucho este es vuestro libro.
A parte de que el protagonista me ha encantado por qué está como una cabra, la trama es genial, te mantiene enganchado hasta la última página. Una novela contemporánea de humor que seguro que te va a encantar.
Breogán Conde entrega con Donde se acaba el mar una novela de inteligencia efervescente y humor descacharrante, una sátira del arte y sus excesos que se disfraza de comedia disparatada para hablar, en realidad, de lo absurdo y lo sublime de la creación.
La primera impresión que deja el libro es la de una prosa pulida, aguda, de esas que se saben bien escritas y no lo disimulan. Su estilo recuerda por momentos al Rodrigo Cortés de “Los Años Extraordinarios”, con ese tono irónico, casi pedante por momentos, que juega a provocar al lector mientras lo arrastra en un torbellino de ingenio y desvarío.
Los capítulos, breves y vivaces, se suceden con una fluidez que invita a seguir leyendo, incluso cuando el arranque resulta algo caótico: demasiados nombres, saltos temporales confusos, y una trama que tarda en definirse. Pero cuando uno acepta esa aparente desorganización como parte del juego, el libro se revela como lo que es: una comedia de enredos con alma de sátira culta.
Leo Pemán, protagonista y motor de este pequeño circo del arte, es un personaje tan improbable como entrañable. Su torpeza, su verborrea y su capacidad para meterse en líos construyen un ritmo propio, sostenido por un humor que bascula entre lo absurdo y lo brillante. No hay que buscar aquí un retrato psicológico profundo —los personajes funcionan más como caricaturas vivas que como seres de carne y hueso—, sino una puesta en escena en la que el disparate y la lucidez se dan la mano con desparpajo.
El mayor logro de Conde es conseguir que ese aparente caos funcione. La trama avanza entre chanzas, reflexiones sobre el arte contemporáneo, romances imposibles y delirios narrativos que, sin previo aviso, desembocan en momentos de gran lucidez. Entre una anécdota hilarante y otra, la historia se va tensando con la inteligencia de quien sabe exactamente qué cuerda está tocando.
El resultado es una lectura entretenida y sorprendentemente coherente. Lo que empieza como una comedia sobre el fraude artístico termina siendo una crítica mordaz al propio sistema del arte, hilada con una documentación admirable y un desenlace que logra unir con elegancia sus dos grandes líneas narrativas —la del fraude y la del misterioso retrato de Hitler— en una resolución tan ingeniosa como simbólica.
Si algo se le puede reprochar, es la escasa profundidad de los personajes secundarios y cierta ligereza en el tratamiento de la trama principal, que a menudo se resuelve en conversaciones de bar o escenas corales que restan impacto a lo que, de otro modo, podría haber sido un cierre más redondo. Pero incluso con esas pequeñas fisuras, la novela funciona como un artefacto de humor y pensamiento, sostenido por una prosa que brilla por su inteligencia y dominio del ritmo.
En conclusión: Donde se acaba el mar es una experiencia tan divertida como inesperada. Una novela sobre el arte, la impostura y la locura creativa, escrita con ingenio, ritmo y una voz propia que combina sátira, erudición y ternura. Un debut maduro, arriesgado y brillante, que confirma a Breogán Conde como un narrador con talento y mirada.
Atención a esta novela, porque hoy día viene muy bien y es muy necesario leer libros como éste, y es que se trata de una novela contemporánea de humor, MUCHO HUMOR.
Lo pasaréis genial leyendo, y no pararéis de reír, una auténtica pasada.
Una parodia sobre la sociedad actual y las RRSS extremadamente divertida, que seguro os sorprenderá y os hará reír en múltiples ocasiones
Un libro en clave de humor, como los de Tom Sharpe, Eduardo Mendoza o La Conjura de los Necios. Si te gustaron esos libros, este te gustará.
Me ha encantado la trama, el estilo narrativo del autor, y sobre todo su sentido del humor, muuy ingenioso y constante a lo largo de todo el libro. Leas donde leas, está lleno de ironía o toques de humor muy inteligentes que te hacen reír como pocos libros me han hecho reír hasta la fecha.
Además, el protagonista Leo Pemán, un simpático, alocado y solitario farero de la Costa de la Muerte, es un personaje increíble, entrañable, a quien amaréis y recordaréis mucho tiempo. Sin quererlo (recibe como herencia un misterioso retrato de Hitler pintado por Picasso) se convierte en el centro de una peligrosa trama internacional de contrabandistas de obras de arte falsificadas y de rebote, conocerá al amor de su vida.
Empiezan así las peripecias de uno de los mejores personajes que he leído últimamente, y que veréis que está como una cabra. Además, en lugar de amilanarse, pondrá patas arriba la vida de todos los que se cruzan en su camino.
El personaje es divertido, las situaciones son divertidas, y la forma de narrar es divertida. TODO DE INICIO A FIN ES DIVERTIDO!!!
Alucinaréis con la historia de amor, es increible, lo mejor del libro a mi parecer. También coincidiréis con la forma de ver el arte contemporáneo, la forma de ver el estúpido postureo que está de moda… pero cuidado, que entre tanto humor y tantas risas, hay una constante y profunda crítica social y el libro también da para reflexionar. Es un espejo de la sociedad, de la hipocresía, y de muchos otros aspectos con los que convivimos cada día y que mejor forma que combatirlos que con mucho humor.
Un repaso irónico de los trending topic y las modas en internet, de la soledad y del amor imposible, vistos con la mirada de un rupestre tipo entrañable al que le faltan modales pero le sobra sentido común.
Una lectura amena, fresca y divertida como ninguna, que recomiendo muchísimo leer. Sea cual sea vuestro género favorito, nuestra cabeza necesita desconectar de la realidad, pasarlo bien y reír, y este libro os lo garantiza.
Uno de los libros más graciosos que he leído últimamente. El protagonista, Leo, no entra en los estándares de lo que un "protagonista" típico podría ser. A primera vista el lector se espera un farero, abnegado en su oficio, que no tiene mayores deseos o aspiraciones en la vida, sin embargo por una serie de circunstancia se ve encuelto en el misterio de un cuadro, en la huida ante el peligro y frente a una ciudad completamente distinta a lo que está acostumbrado y que parece que se lo va a comer. Desde la más profunda sátira el autor hace una crítica del arte contemporáneo, de esas cúpulas de la sociedad elitista que consideran su gusto, sus conocimiento e incluso su moral y forma de vida, superior al resto. Y Leo, les da un repaso y sienta las bases del sentido común dentro del absurdo.
No me gusta cómo está escrito. Tiene tramas inconclusas, demasiadas historias de relleno que no solventan nada. Y, lo que creo que es la historia principal, pues... meh 😒
Me he pasado perdida todo el libro. El ritmo NOT FOUND, lo único que sé del protagonista es que bebe y que de vez en cuando es un poco listo. El interés romántico es este tío acosando a una mujer que ha visto 1 vez en su vida. No me he reído, simplemente hay alguna frase medio graciosa. Creo que la historia podría haber sido interesante si me la hubieran contado mejor.