«El que traspasa los límites, sale de la sociedad. El que mata, sabe que puede morir violentamente. Forma parte de las reglas del juego».
El señor Valera es un jubilado que pasa el tiempo espiando a sus vecinos con la excusa de escribir una novela. Cuando tres extraños inquilinos llegan al número 13 bis de la calle Uría dispuestos a instalarse en el último piso, comienzan a tener lugar en el edificio extraños sucesos. La situación empeorará cuando empiecen a desaparecer vecinos en el viejo ascensor.
Esta novela de terror claustrofóbico con tintes macabros y buenas dosis de ironía nos llega de la talentosa mano de Sigrid K. Halvorsen. Imprescindible para los amantes del terror y el misterio que no tengan remilgos con la sangre.
No sé reseñar este libro porque desde que tenía once años y me dieron miedo Stephen King y Lovecraft, ninguna lectura a partir de esa edad (ni siquiera relecturas de esos mismos autores) ha logrado inquietarme lo más mínimo. En cualquier caso el ritmo es bueno, el estilo también y la historia avanza de manera ágil, así que se lee bastante rápido y está entretenido.