¿Qué lleva a alguien a pensar en hacer justicia por mano propia? ¿Qué pasa por la cabeza de un hombre que en su solitaria desesperación se enfrenta a la impunidad? ¿Cómo maneja una víctima de la corrupción en la Justicia el laberinto íntimo de sentimientos encontrados, de ambivalencias y contradicciones, cuya salida nunca aparece? Santiago, protagonista de esta novela, vive una vida apacible, sin sobresaltos. Una vida en orden. Hasta que, en un instante, ese orden se quiebra por completo. Y todo lo que había alcanzado, todo lo que amaba, desaparece. Santiago busca justicia y la Justicia lo elude. Víctima de una tragedia con culpables sin castigo, no tiene nada más que perder. En la vida de Santiago se instala una necesidad que es urgencia: la venganza.