La autora de El infinito en un junco vuelve a hacer su magia con esta versión, ingeniosa y llena de humor, de las Historias verdaderas, de Luciano de Samósata. Irene Vallejo da una nueva vida a otra historia del mundo clásico. La travesía de una ávida viajera por los mundos que imagina es tan disparatada como divertida, y así lo plasma el ilustrador José Luis Cano. A partir del clásico grecorromano Historias verdaderas, de Luciano de Samósata, Irene Vallejo vuelve a hacer su magia con un cuento para lectores de cualquier edad deseosos de mantener viva su imaginación. La autora se basa en esta antigua parodia de los relatos de navegantes y recupera una ingeniosa historia llena de mundos fantásticos y criaturas tan inconcebibles como los calabazapiratas y los pulgarqueros. De la mano de la protagonista, aprenderemos qué hacer cuando te traga una ballena, daremos alas a nuestra fantasía para descubrir nuevos lugares, y lucharemos en las batallas más insospechadas a favor de la justicia.
Irene Vallejo Moreu (Zaragoza, 1979) estudió Filología Clásica y obtuvo el doctorado europeo por las universidades de Zaragoza y Florencia. En la actualidad lleva a cabo una intensa labor de divulgación del mundo clásico impartiendo conferencias y a través de su columna semanal en el diario Heraldo de Aragón. De su obra literaria destacan las novelas La luz sepultada (2011) y El silbido del arquero (2015), la antología periodística Alguien habló de nosotros (2017) y los libros infantiles El inventor de viajes (2014) y La leyenda de las mareas mansas (2015).
Un cuento imaginativo, disparatado, lleno de magia, aventuras, humor y un toque de locura. Se ve que está basado en una obra titulada "Historias verdaderas", de Luciano Samósata, que no conocía. Sin embargo, he de decir que La leyenda de las mareas mansas, de la misma autora, me gustó más.
Un libro ilustrado que describe una historia breve acerca de un imaginativo viaje en el que la protagonista, junto a su tripulación, recorre planetas e islas encontrando curiosas criaturas con las que tendrán que enfrentarse, pero también maravillarse.
La trama, ya desde su planteamiento inicial confeso, se propone ser psicodélica al máximo. De ahí que por los ojos del lector desfilen todo tipo de seres fantasiosos en un argumento sin espina dorsal, que va dando saltos de un escenario a otro por el afán de mostrar el nuevo hito creativo (aunque también cae en repetir casi textualmente el famoso pasaje de la ballena de Pinocho). Predominan las batallas en las que se entremezclan híbridos de animales con armas surrealistas, así como algunos paisajes oníricos.
Los dibujos hacen un buen trabajo de dar relieve a los hechos, aunque quizás resulten ser demasiadas imágenes frente a un texto que queda empequeñecido. Por lo demás, se intuye la demanda de sinergia entre palabras e ilustraciones, creando un trabajo que no funcionaría igual de ser simplemente un texto. El resultado puede ser entretenido para pasar una hora de lectura, pero nada más.