Una jornada en apariencia normal y corriente encierra las últimas horas con vida decuatro poetas: Cesare Pavese, Alejandra Pizarnik, Anne Sexton y Gabriel Ferrater.Fin de poema registra, como una caja negra, los sutiles instantes que preceden a su muerte. Poco a poco, la pérdida de la palabra y el silencio lo van llenando todo, y cada poeta se desmorona a su manera. A partir de las situaciones personales, literarias, políticas e históricas de los cuatro protagonistas, esta novela abre las puertas de su mundo interior, su vida y su muerte, y el fuerte carácter de cada uno de ellos nos adentra en las profundidades de su genio y su desdicha, con alternancia, a lo largo del libro. Y esa combinación desentraña sus miedos, infiernos, adicciones y paranoias, hasta descender, de modo exquisito, alabismo, donde se descubre que la vida es la nada. Lejos de ser una narración sobre la muerte o el suicidio, cuestión que el autor incluso elude, Fin de poema recrea el poderoso incendio de cada poeta, al final del cual espera el porvenir vacío. Para entonces, ya no quedan poemas que escribir y solo seescuchan, en forma de promesa cumplida, «rumor de pasos y batir de alas».
Juan Tallón Salgado, nacido en Vilardevós (Ourense) en 1975, es un periodista y escritor gallego.
Licenciado en Filosofía, trabaja en el campo del periodismo y la comunicación. Fue corresponsal del periódico La Región y después jefe de prensa de la Secretaría General de Emigración hasta 2008. Trabajó en la Cadena SER, en la revista Jot Down, y en El Progreso.
Participante en diferentes publicaciones colectivas, obtuvo con su primera novela el VI Premio Nicomedes Pastor Díaz.
En 2013 publica «El váter de Onetti» en castellano, al no encontrar editores que quisieran publicarlo en gallego, idioma en el que estaba escrito originalmente.
En 2018 publica su primera gran novela, «Salvaje Oeste», que ficciona el poder en la España del Siglo XXI.
En 2020 publica una nueva novela impregnada de su fino estilo literario, que titula «Rewind», a pesar de las dudas de sus editores con respecto al título.
Sus libros abundan en la metaliteratura y en la derrota.
Vaig agafar el llibre per certa curiositat morbosa i per la devoció que sento per la Pizarnik, però l'he trobat intel.ligent, trist i poètic com els seus protagonistes. M'agrada aquest anar de Turín, a Buenos Aires, a Boston i a Sant Cugat alternativament sense deixar de sentir la soledat, la buidor de les paraules que t'han abandonat i la urgència de l'alcohol que no t'allunya del tot de tu mateix. Jo crec que m'animaré a llegir a l'Anne Sexton.
Anteriormente había leído alguna que otra novela y algún que otro libro de ensayos de Juan Tallón, pero esto está a otro nivel superlativo: Literatura con mayúscula. Excepcional obra narrada de forma magistral tanto en en el fondo como en la forma".
No es una novela o quizás sí, depende, a lo mejor, puede, ¿por qué no? Es un libro sobre las últimas horas de cuatro poetas: Cesare Pavese, Alejandra Pizarnik, Anne Sexton y Gabriel Ferrater. De los tres primeros había oído hablar, de Pavese incluso había leído sobre sus últimas horas en las obras de Natalia Ginzburg pero de Ferrater no sabía nada. Además de poetas comparten desesperación, soledad, miedo, depresión y angustia. Tres de ellos además comparte alcoholismo. Capítulo a capítulo recorremos sus últimas horas, los últimos encuentros, las decisiones, las personas que quizás vieron, las últimas palabras que dijeron, lo último que, a lo mejor, pensaron.
De todos los libros que he leído de Tallón con este me ha pasado una cosa curiosísima y es que al principio, al comenzar a leer el primer capítulo sobre Pavese le oía en mi cabeza, con su voz fina y su acento gallego. Fue algo bastante perturbador que se fue acallando poco a poco. Es, además, un libro en el que no aparece él, (o parece no aparecer porque nunca se sabe), cuenta la vida de otros a los que no conoció pero que existieron y aunque no caben sus propias historias si da cabida a algo que hace siempre muy bien. Tallón siembra siempre sus textos de pequeñas historias que pertenecen a otros dando siempre la impresión de que la vida es una tela de araña que no se acaba nunca y solo nosotros decidimos hasta donde queremos llegar explorándola.
Como siempre con Juan he doblado muchísimas esquinas. Me quedo con esta de Cesare Pavese y sus mañanas porque me identifico mucho: «A Cesare le gusta el silencio de las mañanas, incluso los sonidos que rodean el silencio, como el de las canciones o el café al inundar la taza, o el de la taza al posarse en la mesa, o el de la cuerda al correr el tendedero, o el de la garganta al abrir paso al café o el de la pinza de la ropa al caer a la calle». Y esto en un capítulo de Pizarnik que define bien la desesperación, el rendirse. «Ella no precisa más años: Avanza hacia el fin. Tiene vistas ya a la ruina. Ese estado mezcla de ausencia y desesperación total la empuja a tomar la tiza y escribir su último verso sobre la pizarra: No quiero ir nada más que hasta el fondo».
Este es uno de esos libros que se terminan en una tarde, de esos que se leen con voracidad y recelo en paralelo. Con miedo, porque también me emborracho con gin-tonic secos, porque escucho a Nina Simone con obcecada insistencia, porque escribo y leo poesía, porque muchas veces mi presencia es "fantasmal y harinosa", porque al final todos podríamos terminar sumidos en la vorágine del vacío. Una novela brillante, dura y conmovedora. Perfecta.
Non di moito do que se pode saber por documentarios ou textos sobre os autores, as partes de Ferrater son cachos dun libro de Castellet e un documentario de TV3. Con todo, bien. Gostei do libro
Achei a premissa infinitamente mais interessante que a execução. De um ponto de vista literário, é um bom livro, mas acabou sendo uma leitura completamente apática pra mim.
Juan Tallón achou por bem mergulhar no ápice da angústia, que é o suicídio, e fazer um romance que conta os últimos instantes de vida de quatro poetas que se mataram: Alejandra Pizarnik, Anne Sexton, Gabriel Ferrater e Cesare Pavese. Mas Juan Tallón sabe tudo de delicadeza, e inventou um jeito de escrever lindamente sobre esses seres imprevisíveis, patéticos, sensíveis, sábios e um pouco ingênuos, que são os poetas. Como ele faz essa manobra é difícil de explicar, porque é uma teia sutil de subjetividade. Não é mórbido, nem pesado, nem desesperador, nem angustiante — é puro frescor de pensamento, celebração da poesia, e compreensão de uma espécie de beleza que brota da inadequação que tem nas vidas deles. É um livro doce e inteligente, porque tem toda uma arquitetura muito delicada ao inventar e descrever a precária singeleza desses momentos finais. Não é tudo pura angústia e infelicidade, porque essa invenção da intimidade tem frio na barriga, tem um interesse pela vida que não deixa de acenar, e um cansaço da palavra que não brota mais. É um livro sobre escolher sair de cena, como uma última atitude poética. E tem umas cenas de ternura que são um salto no escuro. Enisso é um livro lindo, sério e sereno.
De brinde, uma bela fala do Tallón que catei em uma entrevista à Veja:
-Ler te afasta de perigos perfeitamente imagináveis. Não me custa acreditar que a leitura me impediu de cair em escadas íngremes ou no buraco de um elevador. Ler me ajudou a evitar a experimentar heroína, a não correr uma maratona, a não me envolver em discussões com meus pais que não levariam a lugar nenhum, a não sonhar em ser advogado ou jogador de basquete, a não atropelar uma criança.-
Hay libros que te tocan por dentro sin hacer mucho ruido. Este es uno. "Fin de poema" no se lee como una novela, ni como un ensayo, ni siquiera como una biografía. Se lee como si alguien te hablase bajito, casi al oído, de cuatro poetas que, en algún momento, decidieron cerrar el libro de su vida con punto y final.
Y no, no es morboso ni sentimental. Tallón lo escribe con una contención que duele más que si se desbordara. Es como si limpiara el escenario para dejar solo lo imprescindible: Pavese, Pizarnik, Sexton y Ferrater. Lo que pensaron, lo que escribieron, lo que no dijeron. Lo que pesaba más que el cuerpo.
Me ha gustado mucho cómo se entrelazan las voces, cómo se respeta el misterio de cada uno sin intentar explicarlo todo. No es una lectura que busque respuestas. Ni falta que hace. Es más bien una forma de quedarse mirando el abismo, no con morbo, sino con respeto. Y desde ahí, entender un poco mejor por qué a veces el poema no basta.
Es breve, pero no se pasa rápido. No sé hasta dónde llega lo real y hasta dónde lo inventado, y tampoco he tenido ganas de mirarlo. Es de esos libros que no gritan, pero dejan eco.
Mi género favorito: una fanfiction-metaliteraria-loca- de poetas suicidas. Pensé en una fiesta en la que 'Notas de suicidio' de Caellas, 'Poeta chileno', de Zambra y 'La asesina ilustrada', de Vila-Matas se empedan mucho y en la barra hacen un nuevo amigo 'Fin de poema', de Tallón. Como no podía ser de otra manera los capítulos de Alejandra son mis preferidos.
Recorrido novelado de las últimas horas de los poetas Cesare Pavese, Alejandra Pizarnik, Anne Sexton y Gabriel Ferrater. En forma de capítulos breves, saltando de autor en autor, Juan Tallón nos acercará los poemas de dichos autores así como la desesperanza que les conduce al suicidio.
Un libro lleno de desamor y angustia, de soledad y desesperación, de alcoholismo y literatura. Un gran libro.
Juan Tallón escribe muy bien. Fue un auténtico placer escucharlo contar sobre esta novela. Quizás el tema, cuatro poetas en sus últimas horas antes de suicidarse, no sea el tema más alegre y me haya costado avanzar en su lectura.
Después de terminar la primera ronda del relato del último día de vía de cuatro poetas la lectura cae en la monotonía y pesadez . A lo mejor como lector necesito leer otras cosas que me incentiven de otra manera ya que no veo nada en particular en la manera de escribir del autor.
Fascinante y desgarrador. Un viaje al interior de cuatro poetas antes de suicidarse (Pizarnik, ay). Un librito corto pero intensísimo cargado de lirismo y de tristeza. Lo que me gusta a mí, vaya.
Creo que es un libro interesante si te gustan mucho los autores de los que trata. Aún así, creo que es un libro bien escrito pero al que le falta fuerza.
Un libro elaborado y detallista que trata con cariño cada uno de los cuatro finales que narra. Se ve claramente el empeño en investigar y documentarse sobre la vida de los cuatro poetas, hasta el punto en que no se consigue distinguir al periodista del narrador.
Sobre todo me sorprendió cómo consigue que las ciudades o pueblos aparezcan en el entorno de los escritores, ya sea por la vida literaria del Buenos Aires de la época, la sensación académica y de gloria pasada de Boston, el lujo decadente de los hoteles de Turín o el mundo rural, que huele a alcohol de mala calidad de Sant Cugat.
El autor es capaz de conseguir que la descripción de un lugar a su vez se mezcle con la personalidad del propio personaje que lo habita. Mas aún cuando se trata de personajes reales. Así la recta final de cada poeta parece que sólo es una consecuencia del entorno, del teléfono de la habitación de hotel, del garaje de su casa, o del bar de pueblo.
Y la ilustración de Amarillo Indio en la portada, que te persigue cada vez que coges el libro. Un acierto de la editorial.
Un libro creado con mucho cariño, y eso se nota. Personalmente, no llega a las 5 estrellas por la temática del mismo, no por la calidad. Gracias por sacarme de mi incultura, y hacerme descubrir a Pizarnik y a Ferrater. Tocará leer algo suyo.
Un libro sobre cuatro poetas suicidas que por supuesto han estado entre mis lecturas, motivo que hizo que me acercara a esta historia novelada de sus últimos días; Cesare Pavese, Alejandra Pizarnik, Anne Sexton y Gabriel Ferrater. Un buen libro, pero sobre todo por su temática, por lidiar con esa soledad, ese vacío, que tuvieron en común estos cuatro poetas que se dieron muerte para ponerle punto final a sus obras, aunque principalmente a esa soledad y ese vacío que los asfixiaba incluso desde mucho antes de sus respectivos suicidios.
Buena historia que narra el final de cuatro personas poetas en diferentes partes del mundo: Turín, Buenos Aires, Boston y Sant Cugat. Historias salteadas pero conectadas por algo en común. Se lee bien y no es pesada.
"Está triste, como previó hace quince años que lo estaría de por vida, cuando su amigo Sturadi, al pie del tren en el que Cesare llegaba de su confinamiento en Brancaleone Calabro, dejó de sonreir y le anunció que ella se había casado". Juan Tallón.
Literatura que habla de literatura. Un libro sobre poetas para amantes de la poesía. Puede resultar un poco pesado en algún momento pero su prosa es poesía. Da gusto leer un libro tan bien escrito.
Un tema perfecto mal desarrollado, se pierde en lo poético (valga la redundancia) a la hora de contar unas últimas horas de vida que podían haber sido interesantísimas. Pavese el único salvable.