Cuentos blasfemos

by Luis Alberto Henríquez Hernández, María Yuste González (cover_art)

286 pages, Paperback

Published October 21, 2024

Reviews

[Gafas y Ojeras · Rating 4 out of 5]

En los tiempos en los que nos encontramos es difícil encontrar autores que se encuentren comprometidos con una filosofía de vida que les lleve a plasmar, por encima de todo y de todos, sus inquietudes, sus visiones, sus anhelos, sus desconciertos y, por qué no decirlo, sus gritos rabiosos que vienen con abundante carga de sinceridad. No es tarea fácil ni proporciona más agrado que aquel de poder dormir con la conciencia tranquila, aún siendo presa de todas las pesadillas que el tiempo las ha ido convirtiendo en permanentes amantes. Te planteas por un segundo de si de verdad merece la pena, de si tus ecos llegarán en algún momento a resonar entre los autómatas inconscientes que siguen esas directrices de una vida sencilla y carente de cualquier tipo de reflexión. Ese tipo de autores perviven encadenados a una cierta maldición que les invitan a mantener la pesada carga del yugo de la incomprensión. Pero, pese a todo, siguen adelante.
De ahí que la publicación de Cuentos Blasfemos sea toda una declaración de intenciones de Luis Alberto Henríquez Hernández. Una suerte de Epifanía donde cerrar de una vez por todas una metamorfosis que llevaba años gestándose bajo sus pequeñas rebeliones cotidianas. Una declaración de amor por aquello que merece, por encima de todas las cosas, ser amado. La imagen del espejo, el deseo vanidoso de la auto confirmación, el grito necesario de mostrar el alma y abrazarla de una vez por todas.
Esos Cuentos blasfemos son una muestra perfecta de una gestación que se inició con la rabia del Perturbado del verbo para liberarse entre el análisis, la crítica y el cuestionamiento de lo establecido para, finalmente, llegar a la desnudez de la narración de la historia más vieja del mundo. El relato como arma para dualizar unas narraciones que los milenios han llenado de polvo y sangre. A través de la historia que nos anuncia el título del libro, conoceremos una visión distinta de todos aquellos dogmas establecidos con el paso del tiempo, poniéndolos a prueba y apostando por una visión contrapuesta para permitir al lector la oportunidad de que sea él mismo quien decida. Y es que, como anuncia desde el propio libro: “Si te ofendes con facilidad, este libro no es para ti”
Toda ese desafío a lo establecido quedaría empañado ante una narración que no apostara por depurar hasta el mínimo detalle la importancia de construir un relato coherente y lleno de diversidad. En ese aspecto, es una delicia ver cómo lo que se anticipaba en las obras previas del autor alcanzan la plenitud en el momento adecuado. De ahí que se vea natural el paso de los diversos estilos de narrativa clásica, mezclando la prosa con la lírica, el teatro con el soliloquio y los diálogos con las reflexiones, haciendo uso de una fina ironía en donde aportar las armas al lector para que decida si el discurso se mantiene o si, por el contrario, no es más que un alarde de arrogancia de un escritor que busca satisfacer su escondida vanidad.
De ahí que Cuentos blasfemos se convierta en un libro que podrá irritar a aquellos que no comulguen con unas diatribas que, sin ser del todo originales, si que necesitan regresar a las conciencias. De ahí el riesgo al que se enfrenta un escritor que ya ha vencido con la publicación de una obra como esta. Puede que a nadie le guste o se escandalice con su propuesta, pero al final podrá alejarse de todas esas pesadillas que ya parecen muy lejanas.

[Mirs · Rating 5 out of 5]

Hacía tiempo que un libro no me miraba tan de frente. Desde que me topé con la charla de La Misa Negra supe que necesitaba leerlo, y también supe —casi con un escalofrío anticipado— que sería un viaje duro y emotivo. Sentía incluso que debía armarme con lápiz y post-its, no solo para marcar fragmentos, sino para buscarme… o tal vez encontrarme. Y es que sabes que un libro te pega fuerte cuando la cantidad de páginas marcadas supera cualquier expectativa.
El autor empieza con unas palabras que podrían tentar (o advertir) a cualquiera:
“Si te ofendes con facilidad, este libro no es para ti”.
Y tiene razón. Es difícil mirar un espejo que no miente y verse como una es de verdad. Es difícil cuestionarse aquello que siempre había estado dado por hecho, esas certezas cómodas que nunca habíamos tocado.
Hay momentos en los que puedes encontrar al autor en los personajes, como si te hablara directamente, como si te fuese guiando con cierta complicidad. Y también notas ese cambio que ocurre a partir de cierta página, un giro íntimo: lo ves a él… y te ves a ti. Y ahí llega la vulnerabilidad, la peor y más necesaria forma de desnudarse.
Encontré detalles —pequeños símbolos, guiños, referencias— que me produjeron una satisfacción casi infantil. Están ahí para quien sepa reconocerlos, y yo, por la época personal en la que me encuentro, sentí que los estaba descubriendo como una niña jugando a encontrarlos uno a uno. (Quien deba entenderlo, lo entenderá).
Y por último, algo que me ganó por completo: el homenaje evidente al estilo de los Cuentos de Canterbury. Como filóloga inglesa, era imposible no enamorarme de esa estructura. Quizás me equivoque, pero también percibí ecos de Poe y un humor ácido en el narrador que me invitaba a acompañarle de la mano, casi como si fuéramos Escrutopo y yo en un viaje compartido que, al final, ha resultado ser tan suyo como mío.
Quizás me dejo algo sin decir —quizás incluso me quedo con preguntas—, pero solo puedo resumirlo en una palabra:
GRACIAS.
con ganas de hacerme con una firma… y más libros suyos por descubrir.
¡Ya está hecho!

[María José Bravo · Rating 5 out of 5]

Luís Alberto es mi debilidad. Sus letras dicen más de lo que cuentan, y 'Cuentos Blasfemos' no se queda atrás en comparación con sus anteriores obras literarias.

El autor no necesita incluir plot twists ni cliffhangers ya que sus personajes muestran una profundidad divina. La presentación de todos y cada uno de ellos me parece exquisita, tanto en detalles como en calidad narrativa. Una obra llena de simbolismo al que mi curiosidad se niega a resistirse.

En 'El perturbado del verbo' las emociones de Luís se desnudaban, exhibicionistas; y en 'Paraguas rotos' nos mostraba las oscuras entrañas que componen su ser más íntimo. Pero es en 'Cuentos Blasfemos' donde siento y veo cómo cose con amor (propio y para con su entorno) la herida que le crucificaba.


Solo me queda decirle un enorme: ¡¡¡GRACIAS!!!