Queralt Bonmartí, una joven barcelonesa de familia acomodada, aparece asesinada en un paraje idílico del Camino de Santiago. Había salido tres semanas antes de Roncesvalles, donde tuvo un incidente con un desconocido.
El subteniente Bevilacqua recibe el encargo de ocuparse del caso, dado el perfil del padre de la víctima, Ferran Bonmartí, un expolítico y empresario vinculado al independentismo catalán que a su vez está en el radar de la justicia por sus oscuras actividades en apoyo del desafío al Estado. La investigación llevará a Bevilacqua desde Lugo hasta Barcelona, la ciudad a la que llegó en los días del sueño olímpico, donde vivió acontecimientos que removerán su corazón y su memoria y que en el otoño de 2019 verá incendiarse con la llama de una rabia que viene de lejos. Una llama a la que no era ajena la víctima, una veinteañera díscola que, tras revolverse contra los suyos, hacía el Camino para encontrar su propio lugar.
Un nuevo caso lleva a Bevilacqua, tres décadas después, a la Barcelona de su amor de juventud.
Si te adentras en este libro fuera de contexto, es decir, sin haber leído los anteriores libros de la serie, o al menos alguno de ellos, puedes llevarte la impresión de que te encuentras ante una obra sin demasiada enjundia, donde el autor nos presenta un caso simplón, trufado de reflexiones paternalistas y de un buenismo casi vergonzante.
Los que llevamos tiempo con la serie y hemos visto crecer a nuestro guardia civil favorito, los que lo hemos visto evolucionar personal y profesionalmente, nos damos cuenta que en este libro se da una vuelta de tuerca al personaje, se cierra una forma de pensamiento, se redondea una actitud ante la vida y ante los demás.
Si, es cierto, los casos cada vez son más sencillos, escuchas, visualización de cámaras, revisión de telefonía móvil, estudios de ADN y de los ordenadores y poco más la verdad, pero esto le da pie al autor para redondear el universo del personaje abordando temas candentes de actualidad, cómo es el problema independentista catalán. No se aborda el problema solo desde el punto de vista de los sucesos más recientes, si no que se intenta ahondar en las bases del problema, históricas y socioculturales. Que cae en el paternalismo y en el buenismo, puede ser, pero es Vila y nos gusta como piensa, cómo habla y cómo actúa.
Que si me gustaría que se currara un poco más los casos, que tuvieran algún giro más contundente. Es posible, pero igual es que hoy en día la investigación policial es así....y no cómo nos cuentan en algunos thrillers actuales.
Que en el CSI las Vegas tienen los resultados de la secuenciación de ADN en 30 minutos. En España, tardan una semana. Pues igual esta es la realidad policial, y los investigadores tienen que lidiar con ella. Yo, si tengo que elegir, prefiero que los cosas se ciñan a lo real en lo posible, al menos los procedimientos.
Y si, seguiré con el autor, por supuesto. Es uno de nuestros referentes literarios.
Esta saga ya forma parte de mi vida desde no sé cuándo y cuando sale el libro nuevo es como si tuviera una conversación con un amigo. Siempre aprendo y siempre me pone a reflexionar
Buena novela de Vila, pero no de las mejores. Aprendemos más acerca de quién es que en novelas anteriores y de su vida y ciertos conflictos morales, mientras tenemos un caso de muerte en medio de la desestabilización de Cataluña de process.
Cada vez Vila tiene más peso y perdemos más de vista a Chamorro. Me molesta un poco en el personaje funesto en que se está convirtiendo el subteniente y que sus lecciones morales un poco panfletarias cada vez ocupen más lugar en la novela en detrimento de la investigación policial. Pero me ha gustado, a pesar de todo.
Una noia catalana és assassinada al camí de Santiago, a Galícia. Comença una investigació de la Guàrdia Civil i, sense venir a tomb, trobem: dubtes sobre la Marca Hispànica, afirmacions sobre que la policia no va agredir els votants de l'1 d'octubre, que alguns votants van ferir la policia, que un professor català maltractava els alumnes amb pares policies, Terra Lliure, els indepes, els llaços grocs i les banderes espanyoles. Si hagués volgut llegir opinions sobre el 2017,hagués comprat un altre llibre... Jo només volia saber qui era l'assassí. No us confongueu si el trieu: poca trama d'investigació i moltes opinions personals sobre un tema que no ve al cas. No l'he pogut acabar. Ja m'explicareu què li va passar a la noia...
Estaba esperando con ansia una nueva entrega de mi agente de la Benemérita favorito, pero.... Esta nueva novela de me ha hecho interminable. Se centra en narrar, con una extensión excesiva, la juventud de Bevilacqua y el tiempo que pasó en Barcelona. Hay un asesinato, pero casi es lo de menos, porque pasa de puntillas sobre el caso que, por cierto, se resuelve con un chivatazo... Una pena, la verdad. Porque ciertamente es una novela aburridísima, de las que acabas leyendo en diagonal para terminarla cuanto antes.
“La llama de Focea (Vila y Chamorro_12+1)” un libro de #lorenzosilva publicado por @eddestino
Partiendo de la base de que no he leído ninguna de las entregas anteriores de Vila y chamorro, me han encantado cada uno en su faceta y me han dado ganas de empezar con el primer caso/ libro (El lejano país de los estanques) y continuar hasta el doceavo.
Lo segundo a decir, he aprendido muchísimo. Me parece impresionante como novelada, la historia o parte de ella la realidad de los hechos reposa mucho mejor en nuestros recuerdos.
Es una técnica increíble para los que todavía estudiamos y no memorizamos cual lorito, montarte una historia o una canción.
En 1992 en la Barcelona, que se sitúa parte de la historia, hice la comunión, llevaba una gorra llena de pines de Cobi, Petra y Curro. Ir a ver la villa olímpica (aun viviendo en la misma ciudad), era como ahora viajar a NY. Porque sí, en aquella época, como bien se identifica en la lectura TODO AQUELLO ERA CAMPO… se le hizo un lavado emotivo a la ciudad que recuerdo con nostalgia. Os acordáis de aquello de: “Barcelona, posa`t guapa?”
No recuerdo tanto siendo niña los altercados de terra lliure, pero sí que recuerdo otros atentados posteriores de otra banda terrorista mencionada también en el libro. Uno ocho años después, que hizo explotar los cristales de casa a la hora de la cena.
La historia no es solo buena por lo bien que está encajada. Yo la he sentido sobre todo por volver mentalmente a ese lugar en esa época, por los fuegos artificiales, por el recuerdo de como me emocionó ver el encendido de la llama olímpica, y ese sentimiento ciudadano cuando dos grandes voces tras una desgracia no pudieron estar juntas físicamente al cantarle a la ciudad en la que nací.
El jolgorio de los vecinos Manolos amenizaba las calles de la siempre colorida ciudad condal.
Lorenzo, gracias por la tinta* y en este libro, por devolverme a los recuerdos*
El más íntimo Bevilacqua en una aventura que cuenta en retrospectiva su historia y su vida. Me parece un libro que armoniza muy bien todas las aventuras anteriores. Destaco y aplaudo sus reveladoras píldoras de realismo respecto a la necedad independentista catalana, con toda esa historia sustraída y callada sobre la que merece la pena dar luz. Como siempre, aprecio mucho la admiración y humanización de la benemérita, su valentía y valores. A nivel formal, es un juego literario de dos historias cogidas por un hilo muy fino pero que mantienen, por sí mismas, su propia entidad y su pertinencia en el relato. Tras leer a Gómez-Jurado, todo arrebato, velocidad y trepidación, la lectura de esta nueva entrega de Bevilacqua y Chamorro recuerda que, en ocasiones, no hay que tener prisa por llegar a Ítaca.
Siempre se ha dicho que hacer el Camino de Santigo es una experiencia mágica y única, que te cambia para siempre, y Queralt, es lo que necesita, encontrarse a sí misma y dejar de lado su mundo, aunque sea durante unas semanas. Pero, por desgracia, no serán unas semanas, Queralt no volverá, su corta vida terminará en tierras gallegas.
Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, dos agentes del Cuerpo de la Guardia Civil, tendrán que averiguar qué le ha sucedido a la joven, pero todo se complica cuando descubren que es hija de Ferrán Bonmatí, un ex político ligado al independentismo catalán.
¿Estaba escrito en su destino perecer en Galicia o hay motivos más oscuros detrás de su muerte?
La llama de Focea forma parte de la saga Bevilacqua y Chamorro, una saga muy extensa, pero no os asustéis, podéis leer la novela sin haber leído las anteriores, es un caso cerrado, aunque leer las anteriores os dará una historia más completa de los personajes principales.
Y ahora sí, vamos al grano, ¿Qué te encontrarás en esta novela? Partimos deI asesinato de una joven en el Camino de Santiago y llegaremos a la Ciudad Condal donde el autor nos hará vivir la historia del independentismo catalán, desde principios de los noventa hasta el 1 de octubre de 2019, que tendrá mucha más relevancia que el propio crimen.
Acompañaremos en todo momento a Vila, un guardia civiI con un carácter muy peculiar que me ha sacado unas cuantas sonrisas. Pero no solo recorreremos las calles de la Barcelona actual, también daremos un paseo por el pasado de Vila en la ciudad que tanto le dio y a su vez le quitó.
Os adelanto que es novela para leer con calma, no tiene un ritmo ágil y está cargada de reflexiones internas que en algunos momentos me han resultado excesivas y cargantes. Es cierto que la novela nos acerca a la historia reciente de una parte de España, pero personalmente me habría gustado que la trama del asesinato estuviese más desarrollada.
Aún así, me ha gustado mucho el desarrollo de los personajes y las actuaciones tan reales hacen en todo momento, son personajes que transmiten, sobre todo Vila y es algo que me encanta.
El libro empieza genial y con una trama interesante, pero a medida que avanza la narración iba perdiendo el interés. El libro está escrito con frases que literalmente duran un párrafo entero, con muchas subordinadas, sin un punto de por medio, y eso también se me ha hecho cargante. Además la forma de escribir no me gusta mucho ya que a veces escribe de forma muy poética utilizando metáforas, o romantizando la frase, cuando no hace falta. En lineas generales se me ha ido haciendo bola para mi gusto pero entiendo que al resto de la gente le pueda llegar a gustar. No es mal libro, pero no es para mi.
Recomendación de mis libreras de cabecera en Cronopios Pontevedra, que conocen mi gusto por la novela negra. En este caso me costó masticar la historia, más que por la trama, por la prosa del autor, demasiado barroca para mi gusto: adjetivos, metáforas y frases que parecen párrafos. Aún así, me gustó conocer su visión del “procès”. Creo que influye también que no conocía la serie y llegué in media res con el inspector.
Magnífica historia trazada por Lorenzo Silva. Silva no defrauda. Mezcla la intriga con el contexto social y político español. Menciona autores y títulos de libros y no falta una historia de amor. Sencillamente genial
Mis expectativas con 'La llama de Focea' eran muy altas, ya que el listón estaba muy alto tras 'El mal de Corcira'. Por un lado encuentra a un Bevilacqua más maduro, el cual se apoya y delega en Chamorro y Cerdeira para llevar a cabo la investigación. Asimismo, se le da un protagonismo más que merecido a la figura de Inés Salgado, quien siempre quedaba relegada en la retaguardia en el resto de historias de la saga. Por otro lado, y a diferencia de 'El mal de Corcira', se encuentra el desarrollo de la relación establecida de Bevilacqua con la que fue durante un tiempo su destino; Cataluña y Barcelona. Aquí he observado el lado más personal de la figura de Bevilacqua, siempre con sus aristas que hacen de este personaje algo único. Al estar la historia contextualizada en 2019, habla inevitablemente de lo acaecido durante octubre de aquel año en Cataluña. Encuentro que se hace desde el respeto y la trama da el suficiente juego para que se vean algunas de las voces implicadas, sin que ello se haga pesado al lector.
En definitiva, tenía muchas ganas de la publicación del libro y he disfrutado de su lectura como una niña, un 5/5 sin duda 🥰
Entretenido y bien construido. Pero probablemente de digestión rápida.
Me ha dado la sensación de menor protagonismo de los secundarios del equipo, y mayor profundidad en el pasado de Vila, pero lo cierto es que no recuerdo muy bien el estilo general de los anteriores, que leí siempre sin dejar pasar mucho tiempo entre uno y otro, y este lo leo 5 años después del último leído.
Hay bastantes referencias a personajes de su pasado, y casos anteriores, y no todas las recuerdo y no todos los ubico, pero es absolutamente igual. El libro se sigue bien, el misterio es interesante, y el contexto en el que se produce (las protestas del 1 de octubre) están narradas sin demasiado moralismo, aunque con una postura clara.
El aspecto policial/judía sigue estando genial, que es el poso general que me dejaron sus anteriores novelas. Y Vila sigue siendo un tío culto y reflexivo, que le da a la novela un pelín- tampoco mucho- de fondo más allá de ser una simple novela negra.
Además, no se si esto ocurría con los anteriores de la serie (creo que si) pero leyendo un libro de Bevilacua-Chamorro siempre te llevas alguna recomendación literaria y muchas musicales.
Hubo varias reflexiones que me gustaron a lo largo del libro, pero se que son grandilocuentes y que tienen más impacto que poso (como ocurre en general con el conjunto). Pero si apunto dos descripciones.
De Galicia: “Lucía estaba concentrada en la conducción y yo en admirar el paisaje que atravesábamos. Ni las autovías ni las vías rápidas le sirven a uno para hacerse la mejor impresión de un territorio, pero el viaje me dio para recobrar la fascinación que siempre que había tenido ocasión de visitarla me había transmitido Galicia. Desde el paisaje de la ría de Vigo, ese espacio de contornos y direcciones imposibles de asimilar para el forastero, como anotaba en su novela Domingo Villar, hasta el interior, donde se alternaban montes, bosques y prados. Demasiado eucalipto y cada vez menos roble, pero incluso aquella especie voraz e invasora, que en otras partes de España daba una sombra polvorienta y maléfica, tenía allí un aire diferente y más benévolo. Y las nubes, que yendo y viniendo, subiendo, bajando, daban a la vegetación aquellos tonos de verde que iban desde el casi negro al esmeralda, y las casas desperdigadas por doquier, y la piedra vestida de musgo y de liquen. Todo era tan distinto, en suma, de la meseta de verdes fugaces y cereal agostado donde vivía que me bastaba con poner el pie allí para sentir que el mundo y mi espíritu se renovaban de forma instantánea”.
Del miedo por el mar: “Una de las noches me alojé en La Coruña y para despejarme decidí darme un paseo por la playa de Riazor. Fui solo, lo que pronto vi que era una imprudencia, pero a cambio presencié uno de los espectáculos más grandiosos de mi vida. Aquella mar arbolada, aquellas olas como gigantes furiosos con las que el océano martilleaba la tierra, y el estruendo que rompía la noche en la que nadie se atrevía a salir de su guarida. No anduvo lejos alguna de aquellas olas, que devoraban la playa entera y saltaban los pretiles del paseo, de llevarse al forastero que las contemplaba entre embobado y sobrecogido. Esa noche pensé en quienes se enfrentaran a ellas en alta mar, a bordo de un barco. El terror absoluto era eso”.
A pesar de que solo le haya dado 3 estrellas, conste en acta que me ha gustado.
La trama va de que ha muerto una joven apenas mayor de edad en el camino de Santiago, hija de un empresario catalán independentista con oscuras conexiones. Y, claro, para allá que van nuestros viejos conocidos de la Unidad Central a investigar.
Os cuento primero qué me ha gustado.
1.- El estilo de escritura del autor. Este es el treceavo libro de la serie de Bevilacqua y Chamorro, a los que últimamente se les unen Andreu y Salgado. Y mantiene ese lenguaje un poco cultureta y reflexivo que a pesar de esos adjetivos me gusta. Me gusta menos que hablen parecido todos los miembros del equipo (al menos a veces) e incluso muchos de los personajes que van apareciendo por las páginas. Y mira que a veces me parece hasta pedante pero, qué le voy a hacer, el caso es que me gusta.
2.- Reencontrarme con estos ya “viejos” amigos que tantas horas de lectura me han hecho disfrutar. Es como ponerse esa camisa vieja y cómoda que sabes que ya no es lo que era pero te sigue gustando.
3.- Me ha mantenido el interés suficiente como para leer a nivel de enganche.
Y qué no, dónde pierde las dos estrellas.
1.- Un capítulo va de la investigación en el presente y otro sobre la vida de Vila cuando se trasladó del País Vasco a Barcelona. Los del presente bien, los del pasado me interesaban casi cero. A pesar de que nos cuenta su matrimonio, sus desavenencias matrimoniales, sus incursiones en el lado oscuro del trabajo y de la fidelidad y su historia de amor con Barcelona y Cataluña en general. Cero interés me han suscitado esos flashback.
2.- En las reflexiones interminables sobre la relación Cataluña-España. No se si pretende culturizar al lector, pero a mí me sobra. Hace que todos sean buenos -o malos- pero no me va.
3.- Ha pasado hace no mucho los 50 y ya va de derrotado por la vida y de estar en el ocaso de su carrera. Y venga y dale con ese rollo. Y me toca lo de los domingos, xq como yo tb ando ahí y antes de 15 años no me veo jubilado y hay que seguir empujando en el curro no sea que alguien piense que uno más joven es mejor, pues eso, que me jode esa visión del Vila que, funcionario él, no hace más que retratarse como semi-retirado y con un sueldo “miserable”. A ver si alguien se entera de lo que cobra un sub-teniente de la Guardia Civil, pero no creo que menos que muchos españolitos currantes.
4.- Vaya pedazo “deus ex machina” que se marca Silva para cerrar el caso. Ya lo leeréis, pero eso sí que es sacarse la resolución de la manga. Manga ajena en este caso.
5.- En la historia Chamorro, Andreu y Salgado pitan menos que Maximino en Haro. Y me hubiera gustado más protagonismo de estos. Aquí lo comparte mucho más con personajes de su pasado. Me gusta más el presente que su pasado (esto ya lo he dicho)
Resumen: nos gustará a los seguidores de este grupo de Picoletos, casi seguro, pero no esperéis una novela destacada dentro de la serie. Abstenerse, obviamente, quienes no hayan leído los anteriores. Esta es una saga que hay que leer en orden, sí o sí.
La entrega decimotercera de la pareja de guardias civiles de la UCO, dedicados a investigación de homicidios, no defrauda respecto a las anteriores, creo que en las últimas novelas el autor Lorenzo Silva prefiere ahondar en la historia personal y forma de ver el mundo del protagonista Vila en abundantes monólogos interiores lo que hace un poco aburrida, para mí, la narración. La compañera Virginia apenas si interviene como personaje secundario. La trama relata la situación de creciente desapego de parte de los catalanes por el resto de españoles (y a muchos otros catalanes...) en los días anteriores al fallo de la sentencia del Tribunal Supremo (2019) sobre "el Proceso" y, de modo paralelo, el ambiente tan diferente que se encontró Vila cuando fue destinado a Barcelona en 1992, la comparación es como del día a la noche. No faltan rusos en la trama de 2019, un aderezo que aporta interés para los lectores actuales, en un acierto de Silva dado que escribió la novela en 2022 cuando ya había atacado Rusia a Ucrania.
La última de Silva sobre nuestro picoleto favorito, el subteniente Rubén Bevilacqua, alias Vila. Con estudio sociológico incorporado, como suelen traer las últimas entregas, esta vez sobre Cataluña y los catalanes, en íntima concomitancia con el resto de los españoles.
Me ha entretenido mucho; me ha gustado, como siempre cómo cuenta las cosas, y la historia del homicidio en sí se deja, aunque el final es un poco , recurso que no le recuerdo al autor.
Le va quedando poco a Vila para jubilarse, pero tres o cuatro novelas más sí que podemos tener, y siempre está Chamorro para tomar el testigo de la saga. YO creo que el que se va a jubilar primero es el autor. Y nosotros que lo veamos.
Le di 3 estrellas porque me gustó su forma de escribir, subrayé muchas frases, pero el libro en sí se me hizo muy largo y debo confesar que difícil de entender, sobretodo para alguien que no es nacido en España y desconocedor del tema entre España y Cataluña. Hay un crímen, si, pero que pasa no ya a segundo plano, a un último plano diría más bien, y que ¿se resuelve? de manera más bien pobre. El libro está escrito en dos tiempos, el pasado rememorado la juventud y comienzos del inspector y su historia con Barcelona y el presente. En defensa del autor diré que este es el primer libro suyo que leo, sin saber que era el último de una serie de 13 libros, razón suficientemente para que me encontrara perdida en la historia. Pero si tengo que analizarlo de forma aislada como un thriller o novela negra, me parece que de esto tiene muy poco.
He leído todas las novelas de esta serie y siempre me deja con un gran sabor de boca desde que leí la primera al poco de publicarse, allá por 1998 o 99. Esta no es la mejor del serial pero es también muy buena. Espero que siga habiendo más porque estos guardias son ya dos viejos amigos a los que siempre apetece acudir.
Interesante novela policiaca, o “guardiaciviliaca” en este caso, que además se interna en temas como el terrorismo en el país vasco o el independentismo en Cataluña, escrito de forma muy amena y que hace empatizar con el cuerpo de la Guardia Civil y concretamente con el protagonista. Es el primero que leo de la saga, pero no será el último. Me ha gustado mucho leerlo.
He leído todos los libros de la serie de Bevilacqua, y debo decir que éste es el que más me ha gustado, tanto por la trama que rodea el caso a resolver, como especialmente por la trama paralela de los años pasados por el protagonista en Barcelona. Muy muy entretenido y bien construido
Lorenzo Silva no defrauda, Bevilacqua y Chamorro tampoco. Un placer poder seguir disfrutando de las andanzas. Está vez con un trasfondo polémico, que el autor trata con la exquisitez que le caracteriza.