En esta novela clásica de la literatura juvenil seguimos la historia de Ana Shirley, una huérfana pelirroja de once años que llega por error a la granja Tejas Verdes en Avonlea, un pequeño pueblo de la isla del Príncipe Eduardo. Inicialmente Matthew y Marilla Cuthbert (los dueños de la granja) buscaban adoptar un niño huérfano para que ayudara con las duras labores del campo. Cuando por error reciben a Ana, Marilla decide devolverla al orfanato, pero al ver a lo que volvería exponerse la niña, decide darle una oportunidad.
Ana logra conquistar el corazón de los hermanos con su encanto y peculiar personalidad, aunque Marilla, quien es más reservada y práctica, tarda un poco más en aceptarla.
A lo largo de la novela, seguimos la vida de Ana y la vemos convertirse en toda una señorita. La acompañamos en sus meteduras de pata que moldean su carácter, compartimos su alegría al encontrar a su "amiga del alma" Diana Barry y nos divertimos con su rivalidad-amistad con Gilbert Blythe (sinceramente, Ana es una cabeza dura).
También vemos como Ana lucha con la visión que tiene de sí misma, pues se considera demasiado fea debido a su delgadez y, sobre todo, a la "desgracia" (como dice ella misma) de haber nacido con el cabello rojo.
"...Ahora puede ver usted por qué no puedo ser totalmente feliz. Nadie que tenga cabellos rojos puede serlo. Las otras cosas no me importan tanto; las pecas, los ojos verdes y la delgadez. Puedo imaginar que no las tengo. Puedo imaginar que poseo una hermosa piel rosada y unos hermosos ojos violetas. Pero no puedo imaginar que no tengo cabellos rojos. Hago cuanto puedo. Pienso: «Ahora mi cabello es negro glorioso; negro como el ala del cuervo». Pero todo el tiempo sé que es rojo y eso me parte el corazón. Será una pena toda la vida."
" — ¿Cómo puedo ser presumida cuando sé que soy fea? — protestó Ana—. Me gustan las cosas bellas y odio mirar al espejo y ver algo que no sea hermoso. Me hace sentir muy triste, igual que cuando veo algo horrible"
A través de los ojos de Ana, la autora describe con gran detalle los paisajes y la vida rural. Gracias a su carácter apasionado y romántico, Ana no se conforma con las cosas sencillas y simples, y a través de su imaginación crea historias fantásticas y coloca belleza donde otros solo ven cotidianidad, lo que, junto a su impulsividad, la lleva a meterse en muchos problemas.
Ana rediseña el mundo con su imaginación, una carretera sombreada se convierte en "El Blanco Camino Encantado" y un estanque cualquiera se convierte en "El Lago de Las Aguas Refulgentes".
"Pretender que Ana tomara las cosas con calma hubiera sido querer cambiar su naturaleza. Era «toda fuego y espíritu y rocío», y los placeres y dolores de la vida le llegaban con triple intensidad. Marilla lo notaba y se sentía vagamente molesta, comprendiendo que los altibajos de la vida serían mal resistidos por esa alma impulsiva, aunque sin llegar a entender que una capacidad igualmente grande para el deleite podría compensarlo todo."
Un tema importante en este libro es la profunda necesidad de Ana de construir una identidad y de ser aceptada por los demás. Esto lo podemos ver cuando inventa una historia para su pasado, cuando pide que la llamen «Anne», o cuando se preocupa demasiado si no le agrada a Diana Barry. Ana hace uso de su imaginación como una herramienta de resiliencia, a través de ella busca escapar del horror de su vida en el orfanato y construirse un mundo donde es feliz.
Podemos ver que con el tiempo Ana va aceptando lo bueno y lo malo de la vida, pero nada de esto podría haberlo logrado sin el amor que le profesan Matthew y Marilla. Ellos son dos piezas claves en esta historia, y la muestra de que el amor puede sanar la más profunda de las heridas.
Desde el inicio Ana genera una conexión profunda y sublime con Matthew, él la entiende sin necesidad de muchas palabras, es su principal defensor y con su amor tranquilo pero profundo logra grandes cambios en la chica. Por otra parte, Marilla es mucho más estricta, pero esto ayuda a madurar a Ana y a hacer que vea el mundo con un poco más de seriedad. Sin embargo, vemos que Marilla va transformándose en una mujer que aprende a amar y a demostrarlo; Ana le devuelve la alegría que siempre le faltó.
Esta historia nos demuestra que la familia se encuentra donde podemos ser nosotros mismos.
Ana de las Tejas Verdes es un libro precioso, el personaje de Ana te hace ver el mundo de formas que no pensarías: su imaginación, su entrega y devoción por los demás te inspiran a querer ser como ella. Es una chica que vive sus emociones y sentimientos con profundidad, a pesar de las dificultades y lo duro que la ha tratado la vida, jamás deja de ver el mundo con ilusión y esperanza.
"...uno no puede estar triste mucho tiempo en un mundo tan interesante, ¿no es cierto?"
Este libro te habla de la amistad, de los lazos familiares que se forman sin tener la misma sangre, de aceptar tu individualidad y, sobre todo, de creer que hay magia en la simpleza de la vida si la miras con la ilusión de Ana. Es un símbolo de resiliencia y nos recuerda que no debemos renunciar a la parte más intensa, creativa y soñadora de nosotros mismos.
Espléndido, no sabía qué mi vida necesitará historias cómo está. Aunque posee un prosa sencilla, se siente el esbozó de un alma qué crece junto con su narrativa.
Entretenida, me agrada lo rápido que aceptaron a Ana aunque a veces me desespera su personalidad, obviamente esperaba algo diferente debido a la serie pero está bien.