Laura cumple con todos los "deber ser" que se esperan de una mujer joven de su é es independiente, trabaja, estudia. Y hace dieta. Porque no se siente cómoda con su cuerpo, porque vive obsesionada con su tamaño. Esté gorda o flaca. La vida entera pasa por ese severo escrutinio que se aplica a sí sus logros profesionales, sus encuentros amorosos, sus vínculos familiares, la amistad con otras mujeres. Laura quiere encajar. Y usará todas sus capacidades para lograrlo, incluso si es ella misma la que debe quedar por el camino.
Divertida y ágil, esta primera novela de Marina Abiuso es a la vez una crónica y una sátira que invita a la reflexión sobre la fuerza de los mandatos.
Le doy una estrella porque no puedo poner menos. Gelatina libre es una obra peligrosa bajo el disfraz del empoderamiento ya que se presenta en su sinopsis como una obra de empoderamiento personal, una supuesta crítica a la gordofobia y una llamada a la aceptación corporal. Sin embargo, tras adentrarme en sus páginas, me encontré con una narrativa profundamente contradictoria, dañina y, en muchos aspectos, irresponsable. Este libro no solo no cumple con lo que promete, sino que perpetúa estereotipos nocivos que pueden resultar extremadamente perjudiciales para cualquier persona que esté atravesando un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), o que tenga una relación vulnerable con su cuerpo y la comida.
Lejos de cuestionar los estándares estéticos opresivos que impone nuestra sociedad, la protagonista cae constantemente en comparaciones físicas, juicios corporales y una obsesiva fijación con la delgadez. La historia está plagada de referencias a dietas, restricciones alimentarias y comentarios que estigmatizan los cuerpos no normativos. Las personas gordas o consideradas “feas” por la protagonista no son vistas con respeto o empatía, sino como una amenaza constante al propio valor personal. En lugar de desmontar la gordofobia, el texto la refuerza bajo un disfraz de falsa ironía o autocrítica superficial. Quise dejarlo en la página 50, pero tenía fuertes esperanzas en que al final todo fuera una crítica... Ahora, habiendo terminado el libro tengo una idea clara sobre el libro.
Este relato no ha tenido ningún tipo de evolución real hacia la aceptación, sino que se enreda en un bucle de autodesprecio y validación externa, especialmente centrado en el físico. Esta constante preocupación por la imagen refuerza la idea de que el valor de una persona está íntimamente ligado a su apariencia. Considero esto un mensaje muy peligroso, alarmante y absolutamente tóxico, especialmente en una sociedad ya saturada de exigencias estéticas.
Además, la manera en que se trata el tema de la alimentación limita en lo peligroso; no hay una reflexión crítica ni una toma de conciencia sobre lo insano de ciertas conductas. Muy al contrario, se normalizan actitudes propias de los TCA, como el conteo calórico obsesivo, la autocomparación destructiva o la internalización del odio corporal. No hay distancia narrativa, no hay denuncia; solo una exposición acrítica que puede tener un efecto devastador en lectores jóvenes, impresionables o en proceso de recuperación.
En fin… para mí lo más grave es el engaño editorial. Un libro que se promociona como una herramienta contra la gordofobia y termina siendo un catálogo de pensamientos gordófobos, internalizados y proyectados, no solo decepciona: traiciona. Traiciona a quienes buscan referentes sanos, traiciona a quienes luchan cada día por reconciliarse con su cuerpo, y traiciona también la promesa de literatura como espacio de transformación social y personal.
Estoy totalmente decepcionada y disgustada con esta lectura, no es un libro que recomiende bajo ninguna circunstancia. Su mensaje es confuso, su tono es dañino y su contenido es potencialmente peligroso. En lugar de contribuir a la salud mental y a la aceptación corporal, abre heridas, refuerza complejos y legitima discursos opresivos. Hay muchos otros títulos que abordan estas temáticas con sensibilidad, profundidad y responsabilidad. Este no es uno de ellos.
No es para nada el libro que pensé que sería. Es casi una oda a la delgadez. Los comentarios, pensamientos e inseguridades de la protagonista, aunque entiendes desde donde vienen, son horribles, muchas veces causan desagrado, siento que les falta profundidad y contexto, todo está extremadamente desdibujado. Se habla de una manera insana de hacer dieta, creí que al final habría un giro y veríamos una evolución en la protagonista, un camino de sanación/denuncia/aceptación/crítica, un poco ver lo horrible que son los TCA disfrazados tras la cultura de dieta y delgadez, pero no fue así... Eso sí, el libro se lee en 2 sentadas y la pluma de la autora es muy fluida y fresca.
Un libro que retrata la espiral de la protagonista con los TCA disfrazado de dieta. Me ha gustado pero los personajes están bastante desdibujados y aunque se puede ver la evolución de la protagonista, no está lo suficientemente completada para ser satisfactoria.
mientras lo leía un cliente me preguntó de qué era y le dije que denunciaba la cultura de la dieta argentina y, horrorizado, me dijo ¡¿por qué?! y es ese el tipo de persona que yo estoy segura de que (lamentablemente) no va a entender nunca
Es un libro que podría haber sido extraordinario y podría haber tenido encima una gran función social, pero que se corta en el momento inadecuado y, por lo tanto, termina siendo la historia de otra gorda que se volvió feliz cuando se hizo flaca. Una suma más a la narrativa gordofóbica, cuando pretendía ser lo contrario. Lo leí con risa, con ironía. Me sentí identificada. Pero nunca llegó el momento en el que la personaje se diera cuenta que el poder y la felicidad no estaba en el cuerpo; al revés: ganó cuando estaba lo más flaca, cuando no comió nada en la cena, y eso la hizo sentir poderosa y poner limites en su vida amorosa. Terrible mensaje, y tremendamente anticlimático. No digo que no haya que leerlo: está bien escrito y me pareció divertido, pero no entrega lo que promete y es potencialmente peligroso en su discurso.
Para los que vivimos el 90% de nuestras vidas haciendo dietas, buenas, malas, sacrificadas, mágicas y después vivimos los rebotes y los atracones, éste es un libro con el que nos sentimos muy pero muy identificados. Todo lo que vive Laura, también lo vivimos y la entendemos cuando comete sus errores y sus pequeños "crimenes". Este corolario, contado casi como sátira, tiene como escenario la vida de una productora de radio que siempre vive a mil, producto de su profesión. Se disfruta de principio a fin, te pone en la piel de Laura, querés que todo su derrotero salga bien, que alguna vez salga bien. Lo recomiendo muchísimo.
Vivimos la historia de Laura, la autora y protagonista de esta novela a través de sus pensamientos, sus reflexiones, sus justificaciones en relación a lo único que articula su existencia: su obsesión por su peso.
Laura es una estudiante de comunicación, productora de programas de radios muy conocidos y exitosos, hace bien su trabajo, cumple con todos los mandatos y todo lo que se espera de ella, y sin embargo nada nunca es suficiente, su cuerpo, su percepción sobre ella misma siempre será cruel, despectivo. El relato transcurre entre dieta y dieta, sus trabajos y sus vínculos, y cómo alguien con TCA se esfuerza en ser funcional en una sociedad que solo espera que una sea flaca.
Aunque te hace darte de cuenta de que los estándares de belleza y lo que tenemos que pasar las mujeres es insoportable, es un libro demasiado crudo que se siente más como una oda al TCA que una crítica social. Si estáis en un momento complicado respecto a relación con la comida, autoestima, etc., NO LO LEÁIS.
Es un libro que a mi parecer deja sabor a poco. Si nos enfocamos en la historia de amor de Laura, nunca es resuelta y el final deja bastante que desear. Pero hay una parte muy importante de esta historia que son los trastornos alimenticios, creo que están abordados de una manera muy banal, creo que son temas importantes que tienen un peso social, pero sobre todo que son una enfermedad.
Es una lindísima novela, una quiere saber más sobre Laura pero al mismo tiempo fue angustiante porque me sentí representada en todos los momentos de su búsqueda por ser flaca. Gran libro para conversar con amigas.
La verdad, lo juzgue por su tapa. Pero por su tapa atrapante, algo me llamo la atención y sin pensarlo mucho me lo lleve. Me encantó! Me enganche tan rápido que lo termine en un finde. Que linda sensación cuando te sentis parte de la historia, del personaje, compartir pensamientos y sensaciones.
Refleja muy bien los problemas de un TCA, pero no me gusta como resuelve la historia. Solo resuelve la mitad del conflicto (la del amor), la del TCA no se resuelve, es más se queda en el peor momento. Era 3 estrellas hasta que llegué al final
Es una novela fresca y realista. Laura somos todas en algún punto, y por eso uno empaliza al mismo tiempo que la cachetearía. Me gustó la construcción de los personajes, y me gustó particularmente el cierre. Le cambiaría o vería de modificar un aspecto de cara al final, pero decirlo implicaría spoilear lo que la autora eligió contar.