En la ciudad de Córdoba, en vísperas de la Revolución de 1868, el joven e idealista Quintín García Roelas, se adentra en el clima social, impregnándose de una mezquindad y maldad que sabotean sus nobles própositos y le hacen entregarse a una profunda desconfianza hacia el género humano en general.
Con el tiempo Quintín termina por abrirse paso en la vida gracias a su dureza y cinismo, pero en el fondo nunca desecha la vaga conciencia de la superioridad moral de los comportamientos guiados por motivaciones y valores distintos de los que hacen suyos los triunfadores.
Pío Baroja y Nessi (1872-1956) nació en San Sebastián y vivió durante casi toda su vida en Madrid, donde estudió Medicina. Su ejercicio como médico fue breve, en Cestona. Volvió a Madrid, donde entró en contacto con Azorín y Maeztu, que le llevaron a entregarse a la literatura, su gran vocación. Publicó sus primeros libros en 1900 tras una serie de colaboraciones en diarios y revistas. Siguió una etapa de intensa labor que conjugó con viajes por España y Europa. En 1911 publicó El árbol de la ciencia. Hasta entonces había publicado ya, además de cuentos, artículos y ensayos, diecisiete novelas que constituyen lo más importante de su producción. Su fama se consolidó y su vida se consagró a escribir, volviéndose cada vez más sedentaria. En 1935 ingresó en la Real Academia. Durante la Guerra Civil pasó a Francia, pero en 1940 se instaló de nuevo en Madrid. Murió en 1956. Pío Baroja fue el más importante novelista contemporáneo por sus extraordinarias dotes de narrador. Su influencia posterior ha sido enorme y los novelistas de la posguerra siempre le reconocieron como su maestro. Fue un escritor fecundísimo. Sus novelas son más de sesenta. Él mismo agrupó muchas de sus novelas en trilogías (34), pero estas clasificaciones, con alguna excepción, frecuentemente carecen de relación entre las obras que las integran. Hay que destacar las distintas trilogías:
- «Tierra vasca», formada por La casa de Aizgorri (1900), El nayorazgo de Labraz (1903) y Zalacaín, el aventurero (1909). Esta última es un ejemplo de la novela de acción de Baroja. Narra, animada y ágilmente, la vida del vasco Martín Zalacaín: su infancia y aprendizaje para la vida, las trepidantes aventuras de contrabandista, su antagonismo con Carlos Ohando, el amor y la muerte trágica, todavía joven, y el halo de héroe popular creado en torno suyo. - «La lucha por la vida»: La busca (1904), Mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). La primera es para muchos la obra más intensa del autor: cuenta la historia de un muchacho, Manuel, que, venido de un pueblo a Madrid, va pasando por diversos ambientes y oficios hasta terminar en los suburbios de la ciudad, entre mendigos, golfos y vagos, al borde de la delincuencia. Baroja, con intención social testimonial, pinta descarnada y sombríamente, las clases medias bajas y, particularmente, los estratos más miserables de la sociedad madrileña de finales y comienzos de siglo: cuadros de ambiente, tipos de toda calaña —pícaros, prostitutas, criminales, proletarios— , la mendicidad y la miseria; y en medio, Manuel, que por su falta de voluntad y por la total desorganización social, se va degradando cada vez más, aunque no definitivamente, en la difícil lucha por la vida. - «La raza», a la que pertenecen El árbol de la ciencia, La dama errante y La ciudad de la niebla. El árbol de la ciencia es una novela típicamente noventayochista, en cuanto que refleja la crisis existencialista vital del inadaptado protagonista, Andrés Hurtado, sus disquisiciones pesimistas, las dolorosas experiencias que le conducen al suicidio, le dan pie a Baroja para realizar una feroz crítica de la sociedad española de su tiempo. En esta novela hay abundantes aspectos de la vida del propio Baroja.
Además escribió cuentos, novelas cortas, libros de viajes, biografías, ensayos… Resultan también destacables sus memorias, tituladas Desde la última vuelta del camino, siete volúmenes que constituyen un importante testimonio de la personalidad del autor y un excepcional panorama de toda una época.
I read "The City of the Discreet" has part of a project to learn more about Spain's "Generation of 98" of which Pio Barojo is one of the acknowledged leaders. My preliminary research had indicated that the novel was about a politically engaged Nietzschean man of action. The basic intent of the novel is show the protagonist, Quentín García Roelas, returning to Spain after eight years acquiring an education in England, taking stock of his native country's backwardness and then joining the rebels in the Glorious Revolution of 1868 that deposed Queen Isabella.
The problem is that Barojo's execution is absolutely laughable. Quentin is not a Nietzschean superman as portrayed in the novel. He is a rudderless young man drifting through life. His engagement in the revolution is not foreshadowed and seems like a work of improvisation. The book is filled with every cliché about Cordoba where the action takes place. Quentin is constantly walking past the famous mosque and bullfighters appear on every street corner. There are gypsies who attack people with knives after sunset and inevitably a virgin that is seduced at a remote inn the Sierra Morena. The last chapter is a particular mess. After departing Cordoba for eight years, Quentin returns looking for a sweetheart that he has abandoned. He has a short conversation with her at the end of which, he concludes that he is not meant for the quiet happiness of married life and departs for the sunset in the manner of a cowboy from a second-class western.
I may have exceeded in my goal of learning more about the Generación del 98 but sincerely wish that I had read something better from Barojo.
Este libro ha sido el primero de Pío Baroja que me he leído. Lo cogí porque me habían recomendado "Los últimos románticos", y La Feria es el primero sobre la trilogía que el autor vasco realizó sobre valores pasados, romanticismo y personajes fuera de su entorno natural. Nunca esperaba ver a este autor hablar de mi tierra, Andalucía, y hacerlo con tanto tino. Que según lo que he leído por aquí, no es de sus mejores obras, pues ¡vaya! a mí me ha parecido maravillosa. Se centra en las aventuras y desventuras de Quintín, el clásico muchacho rubio casi inglés (un tipo, que creedlo, existe mucho aquí), que es casi un señorito que vuelve a casa. Es un poco canalla, pero ¿quién no quiere a alguien que resulta encantador? Así, adentrándose en la vida de Córdoba, hará descubrimientos sobre sus orígenes y planeará cómo hacer fortuna, en una tierra llena de bandoleros, ambiciosos, nobleza venida a menos, extranjeros instalados en esta tierra del sur, o pueblo subido por medios dudosos. El honor, el romanticismo, el folklore, el respeto y la tumultuosa España del XIX, se dan cita, a través de este muchacho, que lleva muchos años fuera de su tierra, y la ve con ojos externos. Baroja hace un inteligente retrato de Andalucía y los andaluces del XIX, que se puede incluso extrapolar a los tiempos de ahora, y por extensión de España, que siempre anda a la quinta pregunta, donde hay buenas personas, pero se hallan escondidas por las otras, que se mueven por envidia y con un corazón ruín. En fin, ahora sólo falta seguir, y vero quiénes son Los últimos románticos, antes de llegar a las Tragedias Grotescas.
Me ha gustado mucho la forma que tiene Baroja de narrar los acontecimientos de la vida cotidiana y de la vida política de Córdoba. He recorrido junto con Quintín todas esas calles que ahora ya no existen, todas esas aventuras de bandidos y hombres de acción, el papel de a política, la revolución y el pueblo... El papel de la historia. Los personajes eran muy diversos, había de todas las clases de personas y eso enriquece la obra. La verdad es que no ha estado nada mal, aun el pesimismo que carga en sus páginas, Baroja estrecha lazos con la historia. Me sorprende que este sea uno de sus libros menos conocidos, merece más reconocimiento.
Història irregular que es resisteix al principi, però que després val la pena. Distreu i acaba sent un petit plaer amb alguna reflexió important sobre la manera de viure.
Novela atípica de Baroja, primera de la trilogía "El pasado". Esta vez no estamos en su país vasco natal o en Madrid, sino en la Andalucía más castiza del siglo, XIX, que hizo las delicias de Merimèe. No faltan apenas estereotipos: marqueses, condesas, tonadilleras, toreros, bandoleros, el clero, intrigas y aventuras rocambolescas. Mucho de parodia y una inmensa galería de personajes que, salvo unos pocos, no acaban de llegar al lector; las mujeres, en general, salen mucho mejor paradas entre un colectivo masculino que deja bastante que desear. Obra menor de Don Pío.
"- Me esfuerzo en ver los dos –respondió Escobedo-: el lado del sol y el lado de la sombra. Creo que sí, que en cada acción, en cada hombre, hay luz y hay oscuridades, hay también casi siempre una faz seria y trágica y otra burlona y grotesca. Yo, a fuerza de mirar continuamente la faz trágica, comienzo a ver la grotesca.
- ¿Y de qué le sirve a usted eso? –preguntó don Gil.
- De mucho. De un hombre fúnebre y lacrimoso, me voy transformando en un misántropo jovial. Cuando llegue a viejo pienso ser alegre como unas castañuelas.
- ¡Filosofía griega! –dijo con desdén don Gil." PB
Poco tonelaje. Irradia una profunda sensibilidad por la sociedad que describe y los problemas que la acucian, pero no indaga, no escarba, y acaba por ser demasiado folletinesca e irregular.
Con todo, tiene citas, diálogos y personajes geniales.
INCREÍBLEMENTE GENIAL. DISFRUTÉ MUCHÍSIMO CON CADA DESCRIPCIÓN DE MI CÓRDOBA POR PARTE DE PÍO BAROJA. TODO UN LUJO. FIEL RETRATO DE LA CORDOBA DE AQUELLA CÓRDOBA
Una obra de Baroja que dejó su sello en esta ciudad que, obviamente, conoció, trasladándote a esa sociedad cordobesa de mediados del siglo XIX. Un 7/10
He llegado en un mal momento a este libro. He tenido que hacer demasiados parones en su lectura y se me han quitado las ganas que tenía de leerlo en un principio, así que lo abandono con la esperanza de retomarlo algún día.