A sus cincuenta años, Rachel Taylor, una mujer madura e independiente que ha vivido su vida lejos de la fortuna familiar, está a punto de descubrir que el destino guarda sorpresas incluso para quienes ya no las esperan.
Dakota Foster, una bajista de treinta y dos años con un talento innato para la música y una historia trágica que la ha convertido en una mujer reservada y desconfiada, llega a Ítaca buscando un nuevo comienzo animada por su amiga Ashley Taylor, la hija de Rachel.
Lo que comienza como una atracción inevitable entre dos mujeres que no deberían enamorarse, se convierte en una sinfonía de sensaciones, miedos y deseos entre las paredes de The Heaven.
Una historia apasionante donde el amor desafía las diferencias de edad, los secretos familiares y los miedos más profundos.
"La felicidad es un concepto tan distinto para cada persona..."
Hace años que Dakota adoptó un comportamiento introvertido como una forma de protección, algo que despierta tanta inquietud en Rachael como desesperación. Sin embargo, aunque a Dakota le resulte difícil generar relaciones personales, eso no significa que no desee amor.
Una trama que nos recuerda que para el amor no existe edad; es solo un número. La clave está en rodearse de quienes brinden respeto, seguridad y comprensión, permitiéndoles abrirse y experimentar el amor en todas sus formas.
Me encantó esta tercera parte. Muestra temas importantes y la unidad de las hermanas. Rachel es una mujer impresionante, como madre, como hermana y como ama. Me encantó Dakota, su forma de ser y todo lo que pasó en su vida me impresionó.
De las hermanas Taylor el mejor. Se tocó un tema que tenía miedo que no fuese abordado correctamente pero si lo logro y me siento satisfecha porque era un tema de debía dar profundidad. Las personalidades de las protagonista hizo que la relación fuera hermosa