Miki es un actor disfrazado de payaso que huye de la policía en un centro comercial. Acumula castings fallidos y fracasos amorosos, mientras malvive en una diminuta buhardilla. Lo que nadie sabe es que Miki esconde en su nevera un terrible secreto que podría acabar con sus planes de éxito. Para librarse de él, acude a su amiga Loreto, una excéntrica artista del croché con el pelo verde, y a la Butcher, una carnicera gaditana de temperamento explosivo y afilado sentido del humor. Juntos se embarcarán en un caótico plan, lleno de persecuciones y malentendidos, donde este trío disfuncional intentará encontrar la manera de salir indemne de una situación que, cuanto más intentan arreglar, más absurda se vuelve.
Payaso es un thriller con tintes de comedia negra que trata temas como la obsesión por el éxito, el desamor, la conciencia de clase o el valor de la amistad. En esta novela, la desesperación y el humor más ácido se entrelazan enuna historia tan delirante como divertida, protagonizada por unos personajes únicos e impredecibles.
Un libro fresco, ameno y muy divertido 🙌🏻 Me ha gustado mucho conocer la historia en dos tiempos, dejándote con ganas de seguir avanzando en la trama capítulo a capitulo.
Te relata con total sinceridad y crudeza la vida precaria que llevamos actualmente y más en concreto, los actores sin recurso económico.
Si tienes ganas de leer una historia breve con toques de comedia, crítica social, conciencia de clase y valor de la amistad, este es tu libro.
No había leído nada aún de este autor y sin duda ha sido un acierto.
«Los pobres somos urracas atraídas por el brillo, polillas que se empeñan en ir hacia la luz, aunque mueran achicharradas o tras golpearse una y otra vez con la misma bombilla. Va en nuestra naturaleza. Nos dejamos cegar por el resplandor».
Si buscas un libro ligero que mezcle thriller con comedia a la vez que lanza potentes mensajes sobre la precariedad laboral, el abuso de poder o el precio de la vivienda, la historia de Luis Maura está hecha para ti.
El libro se divide en dos líneas temporales: una presente, que comienza con la huida del protagonista de la policía, y otra pasada, que muestra la cotidianeidad de su protagonista, Miki, un actor que no logra alcanzar el éxito. Estas dos líneas se alternan de forma continua, con capítulos dedicados a una y a otra. Establecen un juego lleno de ritmo que invita a leer más y más.
En estas líneas temporales, conocemos a personajes carismáticos como Gloria Stars, Loreto o la Butcher, mujeres que acompañan y apoyan a Miki en diferentes contextos y momentos de su vida. Son ellas, las mujeres, no ellos, los hombres, quienes lo sostienen. Porque es bien sabido que, detrás de todo hombre homosexual, hay una gran mujer dispuesta a dar la cara por él.
En contraposición a estas mujeres están ellos, los hombres: Bosco y Chema. Dos personajes que representan lo peor de la alta clase; seres dispuestos a vender su alma al diablo con tal de lograr sus objetivos. Reflejan lo peor del poder, del dinero, que todo lo compran, que todo lo destruyen. Son ellos, no ellas, quienes arrastran a Miki a la oscuridad, especialmente en un capítulo que supone un punto de inflexión. Un capítulo que resultará incómodo a quienes quieran sentirse incómodxs y encantará a quienes estén dispuestxs a ver la verdad: en la industria audiovisual, como en otras, no es oro todo lo que reluce.
En el libro de Luis Maura, la acción está asegurada. Una acción que resulta efectista, con ambigüedades que descolocan en el momento en que unx descubre que lo que creía no era cierto, pero también efectiva, porque todo encaja, todo funciona; no hay trampa ni cartón. Y, si esto ocurre, es porque el autor es capaz de escribir con naturalidad.
¿Natural en qué sentido? En la narración, nos sumerge en la mente de Miki para entender cada una de sus decisiones. Nos ayuda a ver sus inseguridades, sus aspiraciones, sus traumas del pasado, sus fracasos amorosos. En los diálogos, apuesta por conversaciones reales que tendrían personas reales. No utiliza un lenguaje lleno de florituras, con palabras que no se utilizan en la vida que no pertenece a la ficción. Escribe y se expresa como lo haríamos tú y yo. Es ahí, precisamente ahí, donde unx sabe que el libro merece la pena.
Payaso es de esas novelas que poco a poco te van abduciendo en la trama. No solo es un thriller, es una crítica social muy bien construida. Es un canto al derecho a ser, a tener y a triunfar. Me ha maravillado la forma en que juega en esta novela con la historia de Miki, su personaje principal, y con los pensamientos críticos de este. Una sociedad que precariza los trabajos, los sueldos y precios abusivos del alquiler que te llevan a malvivir toda la vida. A parte es un tributo al cine,a Hitchcock y al poder de la amistad por encima de cualquier amor. Y es mucho más que esto. Es de esas novelas que te sorprenden y te dejan ese buen sabor de boca que perdura en el tiempo.
Una especie de novela policiaca sin pies ni cabeza, simplona pero entretenida. Con lo corta que es, aún le sobran páginas, alargando la narración a base de intercalar un capítulo de flaback con otro actual, cua do podía haberlo contado todo sin tanta parafernalia. Canto a la amistad; protesta por la mierda de vida que se ven obligados a llevar muchos jóvenes hoy en día, más si pretenden dedicarse a la actuación, y medio comedia de protagonistas gay con sexo explícito pero bien adaptado a la historia. En el fondo, entretenida y mal rematada, en un triste intento de dar comienzo a una saga, supongo.
Luis Maura nos presenta en Payaso una historia que, a primera vista, promete una combinación entre sátira social y humor absurdo. La trama sigue a Miki, un actor en horas bajas que se ve obligado a disfrazarse de payaso en un centro comercial para poder subsistir y que, tras un altercado, huye de la policía creyendo que le persigue.
La novela se desarrolla entre pasajes en presente y continuos flashbacks que se alternan entre sí, lo que al principio y hasta que me di cuenta, me desubicaba un poco; aborda temas como la precariedad laboral, las dificultades del mundo artístico, el acceso a una vivienda digna, la conciencia de clase, el abuso de poder, el desamor y el valor de la amistad, sin embargo, la manera en que Maura mezcla estos elementos con un tono humorístico extravagante genera para mí una sensación de caos narrativo que, lejos de potenciar la historia, termina por diluir su impacto: la crítica se me hace menos seria, la gracia menos irrisoria.
Si bien la precariedad juvenil y las dificultades del protagonista para encontrar su lugar en el mundo podrían haber sido exploradas con mayor profundidad, el tono absurdo del relato hace que estos temas pierdan fuerza. En lugar de lograr una sátira afilada o un drama con matices cómicos, la novela se queda en un terreno intermedio que no termina de funcionar ni en un sentido ni en otro. La comicidad, en muchas ocasiones, choca con la gravedad de los temas tratados, generando una desconexión que hace difícil implicarse emocionalmente con la historia.
Además, hay cierto aspecto del humor de Maura que me resulta problemático. El autor, en su intento por hacer de la situación un absurdo, introduce el personaje de la Butcher (una carnicera lesbiana y andaluza) y recurre para su construcción a los tópicos de siempre: la incultura y la rudeza, tantas veces asociadas a lo andaluz. Este estereotipo, lejos de aportar algo nuevo, perpetúa una visión simplista y condescendiente que se ha repetido en la literatura y en otros medios hasta el cansancio. En una obra que pretende ser crítica con los prejuicios y las dificultades sociales, este tipo de recurso resulta especialmente desafortunado. Por otra parte, en Andalucía no usamos todos las mismas expresiones: el autor debería saber que la coletilla “mi arma” y la forma de hablar de la Butcher son típicas de Sevilla y no tanto de Cádiz.
En contraposición he de celebrar el hecho de que los 3 personajes principales formen parte del colectivo LGTBIQ+ y que esta sea una característica que se aborde con naturalidad en la novela.
No me atrevería a clasificar este libro como thriller puesto que desde los primeros minutos sabemos que el asesino es Miki, quien huye de la policía y que el muerto es Chema. Intriga no hay mucha, quizá más bien la inquietud por saber si el protagonista, con quien resulta muy fácil empatizar, saldrá indemne. Gracias a la ayuda de Loreto, su amiga del alma y de la Butcher, la ex de esta, logrará hacerlo.
Miki se enamora de Bosco al ver una pintura de este en su galería. Una noche, de fiesta, se lo encuentra, pero el hombre no va solo, lo acompaña Chema, un productor de cine que también es su socio. Los tres suben al piso de Miki porque Bosco quiere drogarse y comienzan a liarse entre ellos. Sin embargo, Chema le pide a Bosco que lo deje solo con Miki. El productor, abusando de su poder, viola a Miki, quien desea convertirse en actor, pero va tan pasado que acaba sufriendo un infarto. A partir de ahí, Miki intentará deshacerse del cadáver con la ayuda de su amiga Loreto, quien tiene la idea de vestir al muerto con el disfraz de payaso que usa Miki para el trabajo y así sacarlo del piso y poder transportarlo hasta un pantano en la furgoneta de la Butcher.
En definitiva, Payaso es una novela con buenas intenciones y un punto de partida interesante, pero su ejecución la deja en un terreno confuso. La mezcla de crítica social y humor absurdo no logra cuajar del todo, lo que impide que la historia tenga la coherencia y el impacto que podría haber alcanzado. Aunque hay momentos que pueden resultar entretenidos, la falta de equilibrio entre el tono y el mensaje hace que la novela se sienta demasiado simplista.
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Descubrir a Luis Maura en este género ha sido toda una sorpresa, la comedia negra le sienta muy bien.
La historia es un perfecto equilibrio entre una comedia clásica al más puro estilo almodovariano pero que, al mismo tiempo, se atreve a abordar temas complejos y presentes en nuestro mundo contemporáneo. Y es que Miki es un actor que cada vez cumple más años y cuyos sueños parecen verse truncados por la mala suerte... el despegue de su carrera parece no llegar y todo comienza a complicarse cuando tratan de aprovecharse de sus ilusiones en un contexto de desfase.
La novela va transitando dos líneas temporales —desde el final al principio— y, gradualmente, vamos conociendo al cuerpo que yace sin vida, las personas implicadas y el difícil contexto que rodea al suceso. De hecho, es bastante explícito y juega con esa idea del morbo y lo esperpéntico, narrando escenas de índole s3xu4l —desde la psique del protagonista— que te dejan sin palabras pero que, al mismo tiempo, son duras de imaginar. Sin embargo, el autor no lo hace de un modo gratuito o recreándose en ello, sino que alimenta las escenas de tal modo que nos sitúan en dos vertientes muy diferentes pero que se complementan: lo surrealista que sería vivir aquello y lo doloroso que supondría estar en esa carne.
En resumen, no es el mismo tipo de novela a la que nos tiene acostumbrados el autor. No se erradica toda aquella sensibilidad que vemos en "Nido de pájaros" —por ejemplo—, pero descubrimos una nueva faceta más gamberra, er0t1c4 y castiza. Personalmente, he disfrutado que no solo sea divertida, sino que también tenga un cariz reivindicativo en torno al mundo del espectáculo, los abusos de poder, la necesidad de poner límites en esos contextos, el dolor que supone no sentirse valorado y actuar como si no valiésemos nada...
¿Queréis vivir una película almodovariana vestidos de payaso y con una persecución al más puro estilo fast&furious? Leed esta novela y lo descubriréis.
Llevaba mucho tiempo en mi lista de pendientes y me lo marqué como “dark horse” para comprar en la FLM. Sabía, por la temática, que iba a ser una novela original, divertida y rocambolesca y no me ha defraudado. Una obra ligera, muy bien trazada, escrita con una pluma ágil, irónica, crítica, actual y muy cinematográfica (no sé por qué, pero me ha parecido estar leyendo el guion de un corto todo el rato). No sé sé si existe el género de thriller costumbrista cómico, pero creo que este lo resume muy bien. Maura aprovecha muy bien el contexto y pellizca donde tiene que pellizcar. Luego metes a un intento de actor, a un par de galeristas de Chueca, a una mariliendre alternativa y a una bollera cliché y tienes todo lo necesario para que esto sea un show. Obra perfecta para leer en la piscina, echarse unas risas y rememorar esas citas de Grindr que podrían haber acabado siendo la trama de una novela similar a esta.
Una comedia ochenta/noventera, de las q veíamos cuando éramos peques, las de nuestra generación. Divertida y fácil de leer. Sin embargo, creo q pierde la oportunidad de jugar con varios “Mcguffin” q hubiesen sido muy divertidos y curiosos (el muerto, el reloj o la madre). En ocasiones nos cuenta cosas q no aportan mucho, ni llevan a ningún sitio, pero los personajes entrañables en una situación extrema hacen q les cojas cariño. Luis no nos decepciona y nos da sus tres elementos clásicos: un muerto, una madre y una paja. ;) Te gustará si te gustó: “Este muerto está muy vivo”, “Un pez llamado Wanda” o comedias similares.
Lo he devorado en una tarde de verano. Irónico, subversivo y con un mensaje político importante. La historia se cuenta, en capítulos alternos, en dos tiempos, lo que hace que la trama se vaya desarrollando de una forma muy efectiva. Ideal para conocer al autor, al que tengo muchas ganas de seguir descubriendo.
Entre cuchillos de carnicería, tela de raso bien buena y Los Chunguitos “a todo trapo”, ocurre este thriller bien divertido. Una lectura entretenida, con humor, un tanto escatológica y con su parte de crítica al sistema. Me ha gustado mucho😸
Luis Maura siempre logra ponernos en la piel de sus personajes y nos hace todo tan cercano, que es como si fuera nuestra propia historia la que cuenta. Eso es lo que sucede también en "Payaso", que no sólo nos saca alguna que otra sonrisa, sino que también nos toca el corazón ❤️
Me ha enganchado desde la primera página. Su manera de narrar la historia me ha parecido muy interesante, creándome esa necesidad de seguir leyendo. Me ha encantado.
He aterrizado en el mundo literario de Luis Maura a través de ‘Payaso’, y la experiencia ha sido tan gratificante que ahora necesito, casi por obligación, recuperar sus obras anteriores. En esta, su tercera novela, combina riesgo y frescura narrativa en una obra que ofrece un cóctel de thriller y comedia negra que logra, a la vez, divertir y sacudir al lector, gracias a un retrato vibrante —y a veces incómodo— de la precariedad, los sueños rotos y el instinto de supervivencia.
Miki, un actor disfrazado de payaso que huye de la policía en un centro comercial, arrastra castings fallidos, desastres sentimentales y una vida precaria en una diminuta buhardilla. Lo que nadie imagina es que guarda en su nevera un secreto capaz de arruinar cualquier posibilidad de éxito. Para deshacerse de él, recurre a su amiga Loreto, una artista del croché tan creativa como extravagante, y a la Butcher, una carnicera gaditana de carácter explosivo. Juntos improvisarán un plan tan caótico como surrealista, lleno de persecuciones y malentendidos, donde cada intento de solución no hace más que complicarlo todo aún más.
Miki es el centro del relato. Actor sin trabajo que vive atrapado entre la ilusión de triunfar y la certeza amarga de que el éxito parece siempre reservado para otros. Su figura encarna a la perfección esa dualidad que recorre toda la novela: la apariencia festiva del payaso y lo que se oculta bajo la pintura, una tensión constante entre la necesidad de brillar y el peso de la realidad. Maura lo dibuja como un soñador, sensible, torpe y profundamente humano. La violencia —simbólica y literal— pone en marcha una espiral en la que conviven la rabia y el miedo, abriendo un abismo que el personaje intenta llenar con obsesión, humor y esa tozudez de quienes no pueden permitirse rendirse.
Junto a él aparecen dos figuras que lo sostienen al tiempo que le empujan a enfrentarse a sí mismo. Loreto, esa amiga fiel que aporta un contrapunto extravagante; y la Butcher, mujer de carácter impetuoso y humor corrosivo, cuyo apoyo resulta tan inesperado como esencial, y cuya mordacidad nunca oculta la profunda empatía que guía sus acciones. Entre los tres forman un triángulo afectivo que equilibra ternura y caos, y que funciona como una red de contención en un mundo donde el abuso de poder y las jerarquías sociales marcan cada movimiento. La naturalidad con la que se presentan personajes LGTBIQ+ refuerza la autenticidad del retrato, integrando diversidad sin subrayados ni etiquetas impostadas.
La estructura a dos tiempos —presente y flashbacks que van aclarando la caída emocional de su protagonista— crea un ritmo ágil y fragmentado que encaja a la perfección con el desconcierto del protagonista y la inestabilidad emocional que atraviesa toda la historia.
La novela aborda temas como la precariedad que rodea al mundo artístico, mostrando cómo la búsqueda del éxito puede convertirse en una obsesión por alcanzar un lugar que siempre parece fuera de nuestro alcance; la conciencia de clase y el abuso de poder, con contrastes sociales en escenas cotidianas y en pequeños gestos; el desamor, la frustración profesional y la sensación de estar siempre al borde del abismo… Todos ellos son parte de una trama que, pese a su tono ligero en apariencia, deja una profunda huella de una realidad cruda.
La gran habilidad de Maura reside en su uso del humor como mecanismo de defensa, de crítica y de supervivencia. Lejos de suavizar los golpes, el humor absurdo y las situaciones surrealistas intensifican la crítica social y permiten abordar temas radicales sin caer en el dramatismo. El resultado es un tono que oscila entre la carcajada y el nudo en la garganta, manteniendo un equilibrio entre lo hilarante y lo amargo que provoca risa y reflexión a partes iguales.
El estilo de Maura es coloquial, directo y lleno de referencias a la cultura pop española —“Me encanta el oro. ¡Dihfruto!”—. Este lenguaje cercano y sin artificios aporta frescura y agilidad, al mismo tiempo que intensifica la carga emocional de los momentos más duros. En cada escena se percibe una mezcla de vitalidad y desencanto que define muy bien el tono general: historias disfuncionales protagonizadas por personajes impredecibles.
La figura del payaso, que da título a la novela, simboliza la contradicción entre mostrar alegría y arrastrar una pena: una máscara que promete diversión mientras oculta heridas profundas. Es el espejo en el que se refleja Miki, obligado a mantener una fachada mientras su vida se desmorona a su alrededor. A través de él el autor construye una reflexión sobre la fragilidad humana y el peso de las expectativas.
‘Payaso’ combina thriller, humor negro y crítica social con enorme acierto. Esa peculiar mezcla de géneros, su retrato de personajes disfuncionales pero llenos de humanidad y su capacidad para equilibrar ligereza y crítica la convierten en una lectura sorprendente, ágil pero cargada de sentido. Una historia fresca, agridulce y sorprendentemente luminosa en su retrato de la amistad como último refugio. Muy recomendable.