no tengo palabras. me atravesó completamente. es durísimo y hermoso. alcancé lugares a los que extrañaba llegar en la lectura. y en la escritura, también. leer para escribir. escribir para leer. todos esos mundos: quédense cerca siempre.
“Ahora, ensayo la quietud y pienso en su forma. Estar acá, en esta casa en las montañas, es crear la sensación de haber llegado a un lugar donde poder quedarme. Elegir el territorio. La isla es para mí, quiero una isla que me pertenezca. Creí que conocía la velocidad. El impulso del movimiento. Pero la velocidad se conoce cuando estás quieta. Eso también es estar viva.”
Los libros sobre el duelo me destrozan y me reconfortan a partes iguales. Qué forma tan bonita de escribir. Gracias Natalia.
“¿Cuándo dejo de ser la hija de mi madre? ¿En el momento en que ella deja de nombrarme o cuando yo dejo de nombrarla?”
“La única forma que encuentro para aceptar su muerte es escribir. Salgo de su cuerpo para escribir y escribo para arrancármela, a ella, que se fue tan velozmente.”
“El cuerpo de mamá empezó a empequeñecerse como hizo el cuerpo de la abuela en su vejez. Pero mamá no era vieja. Ahora que me acerco a la edad de su juventud adulta, lo veo: una plenitud rota.”
“¿Qué más pude haber hecho yo? ¿Qué es lo que no hice para salvarla? Fui su madre, Y, después, la hija de mi abuela y la madre de mi hermana. Fue una cuestión física, ocupé los lugares vacíos cuando ella se fue.”
“La muerte de mamá alteró el orden natural de las cosas. O de nuestras vidas. De nosotras mismas: de mi hermana y de mí. Y de mamá que se fue de este mundo demasiado joven, demasiado pronto para ella y para nosotras.”
Me gustó como su vida, lo que está viviendo y atravesando en el ahora se entre cruza de alguna manera con esa madre que tuvo, esa abuela que crió después de la perdida. Como si un hilo atravesara varias generaciones girando en torno a los mismo pero de manera diferente en cada momento. Me gustó aunque esperaba algo con un poco más de mayor crudeza. Es un libro intenso de emociones pero delicado, sin golpes bajos.
Hermoso libro. Escrito de maravilla. Una sensibilidad que conmueve. Natalia en este libro conecta con el sentir mas profundo e invita al lector a sus aguas amorosas de ese sentir y te hace querer conocer mas de su obra
Nati pone los mejores títulos, crea las imágenes más bellas y toca cada fibra del corazón. un texto bellísimo sobre el vínculo materno, el duelo y resignificar el pasado.