Tras la promulgación del Decreto Republicano XXVIII del año 2032, el mundo tal como lo conocemos se desmorona. Internet, las redes móviles y los GPS han desaparecido, dejando a la sociedad en un estado de aislamiento controlado. La tecnología ha sido prohibida, y la sociedad se divide entre ciudadanos privilegiados y siervos relegados a las cuadrículas.
La noche del 1 de enero de 2036, Yolanda, una joven trabajadora atrapada en este sistema opresivo, desaparece misteriosamente tras la hora de toque. Su hermana Lola pedirá ayuda a Raúl Olaya, un funcionario policial con un pasado comprometedor que emprenderá una búsqueda desesperada que lo llevará al corazón oscuro del poder.
Pero en un mundo gobernado por el miedo, donde el pasado acecha y los secretos pueden destruirlo todo, encontrar a Yolanda significa mucho más que devolverla a es desafiar a un sistema que no perdona.
Con una ambientación que remueve conciencias, Tiempos de barro es un thriller frenético que reflexiona sobre el control social, la tiranía, la vulnerabilidad humana y la lucha por la identidad en un mundo hostil. La adictiva prosa de Félix García Hernán, sello característico de su estilo narrativo, crea una atmósfera inquietante que invita al lector a cuestionar las dinámicas de poder en la sociedad contemporánea.
Hotelero de vocación, ha dirigido en Madrid diversos hoteles de prestigio. En 2014 publicó su primera novela Tras el Telón. En el año 2020 publicó su cuarta novela Cava dos Fosas y obtuvo el premio Estandarte.com al autor revelación del año.
Tras la promulgación del Decreto Republicano XXVIII del año 2032, el mundo tal como lo conocemos se desmorona. Internet, las redes móviles y los GPS han desaparecido, dejando a la sociedad en un estado de aislamiento controlado. La tecnología ha sido prohibida, y la sociedad se divide entre ciudadanos privilegiados y siervos relegados a las cuadrículas. La noche del 1 de enero de 2036, Yolanda, una joven trabajadora atrapada en este sistema opresivo, desaparece misteriosamente tras la hora de toque. Su hermana Lola pedirá ayuda a Raúl Olaya, un funcionario policial con un pasado comprometedor que emprenderá una búsqueda desesperada que lo llevará al corazón oscuro del poder. Pero en un mundo gobernado por el miedo, donde el pasado acecha y los secretos pueden destruirlo todo, encontrar a Yolanda significa mucho más que devolverla a casa: es desafiar a un sistema que no perdona.
Mis impresiones.
Félix García Hernán es un autor del género que nunca me defrauda. En esta ocasión nos ofrece un thriller ambientado en una sociedad distópica, en la que las democracias occidentales han desaparecido, en beneficio de una organización social totalitaria de corte reaccionario. Con ese telón de fondo, desarrolla un thriller entretenido y bien urdido, que no da tregua. Félix domina la técnica del género, los capítulos son cortos, el ritmo muy ágil, la acción continua y los giros colocados en el momento oportuno. Algunas cosas de las que se cuecen en esa España distópica se ven venir, pero el cómo va a discurrir la trama en cuanto a lo que pasará con los protagonistas, cómo conseguirán salir del lío y qué nos deparará el desenlace son los aspectos en los que el autor sale especialmente airoso.
Hay que señalar que, ante todo, estamos ante un thriller y eso es lo que se prima. La distopía es el telón de fondo, una ambientación distinta y original que cumple bien, pero queda supeditada a la acción del thriller en sí. No creo que fuera la intención del autor ir más allá de crear un marco diferente en el que ambientar su novela, pero lo cierto es que resulta tan imaginativo que deja con ganas de más desarrollo. Señalar, eso sí, que en los tiempos que corren, en los que la realidad supera la ficción, ya no parece tan imposible un escenario similar al creado por el autor.
La parte de thriller se desenvuelve sin dejar nada al azar. El autor anticipa los posibles escenarios y los resuelve con acierto. Se agradece que no abuse ni de la suerte ni de las casualidades. Es una trama muy visual, de las que mantienen al lector enganchado y es fácil imaginarse la adaptación a la gran pantalla.
Entre los personajes, viejos conocidos de novelas anteriores como Javier Gallardo, Raúl Olaya y otros, junto a nuevas incorporaciones como Lola, que me ha gustado bastante. Gallardo y Olaya siguen brillando con luz propia.
La ambientación en su línea. Muy cuidada tanto en la parte que transcurre en Madrid, como en las que tienen lugar en La Rioja y en Córdoba.
El desenlace está bien pensado, fluye desde atrás y cierra bien. Nos da alegrías y alguna que otra dosis de justicia poética sin caer en excesos ni en triunfalismos. De hecho, precisamente porque no cae en ellos resulta verosímil.
¿Y los peros?
Es un pero subjetivo, muy personal. Soy lectora que gusta de personajes más que, en blanco y negro, en tonos de gris. Los "buenos" de esta novela sí responden a ese perfil, pero con los "malos malísimos" creo que a Félix se le ha ido un poco la mano.
En conclusión. Un thriller distópico, bien pergeñado y resuelto, que engancha fácil y mantiene el interés hasta el final. No me importaría que tuviese continuación. Recomendable.
Novela distópica ambientada en España y que da escalofríos. El thriller se impone sobre la distopía pero ese marco terrible creado por el autor hace que casi parezca un libro de terror.
Unos atentados a nivel global permiten tomar el poder a unos personajes con rasgos fascistas que controlan la sociedad con puño de hierro. Se elimina internet, las redes y el GPS. La ciudadanía se divide entre ciudadanos y siervos. Los siervos van marcados mediante aros de distinto color. Se restringe la libertad de movimiento y los castigos por incumplir cualquier norma son ejemplares. En este ambiente asfixiante, la desaparición de una joven pone en marcha a los protagonistas que harán lo impensable para encontrarla. Lo que descubren en esta búsqueda es tan horrible que te hará estremecer. Buen libro, con acción y momentos duros. El final está bien resuelto y te deja una sensación de que se ha hecho justicia.
▪︎ Menuda sorpresa me he llevado al adentrarme en las primeras páginas de Tiempos de barro y encontrarme el futuro que el autor nos dibuja en el año 2036. Ya nada es cómo lo conocemos y los cambios operados son desoladores. No existe la democracia, se ha hecho con el poder una República dictatorial en la que hay ciudadanos de primera y otros que son siervos relegados a unas cuadrículas. Un sistema opresivo que ejerce un férreo control sobre sus ciudadanos.
▪︎ Un thriller negro,con crueles personajes y situaciones inquietantes que no he podido ni querido parar de leer. Una novela brutal con la que he contenido en muchos momentos el aliento. El gran Javier Gallardo y Raúl Olaya son quienes, entre otros, tomarán las riendas de la situación. Dos personajes muy bien construidos que cuentan con una marcada personalidad y un encomiable sentido de la justicia a la que se entregan poniendo en riesgo sus vidas.
▪︎Es el segundo libro que leo del autor y ya tengo preparado un tercero. Me encanta su estilo y su elegancia a la hora de escribir, así como su gran capacidad de crear suspense y el intenso ritmo y la enorme dureza que adquieren muchas de sus escenas. Son muchos los momentos duros y de gran sufrimiento pero también los hay sorprendentes y gratificantes.
▪︎No sé si ya has tenido la oportunidad de leer Félix García Hernán pero si te gusta el buen thriller no deberías perderte ni este ni ninguno de sus otros libros.
Esta novela es un salto mortal sin red, una salida de la zona de confort del autor, pero que ha sabido encauzar de una manera magistral, con esa forma de escribir tan característica que nos coge y no nos suelta hasta la última página. Félix, el salto lo has bordado, puedes estar contento. Y es que nos vamos a ir al año 2036. España es una República dictatorial. Internet ha dejado de funcionar. El control a los ciudadanos es absoluto. Toques de queda, detenciones, clara separación entre la gente de primera y los que son prácticamente esclavos de estos. Prohibiciones. Encierros. Puro horror. Lo peor, que no me parece imposible llegar a algo así en cualquier momento según va el mundo. Menos mal que tenemos a Javier Gallardo y a Raúl Olaya para darnos un poquito de esperanza. Serán los encargados de convertir una novela a priori distópica, en un thriller negro, de esos que nos trae siempre el autor, llenos de acción, de angustia, de escenas sórdidas e inolvidables (de las que te perseguirán durante mucho tiempo), de más acción, de crítica social, de grandes personajes y todo esto contado de tal manera, que parece que estás viendo una película. Esta vez he sufrido mogollón. La lucha contra el sistema impuesto, las injusticias, el poder, las acciones de un régimen sin corazón, pero también he sufrido con los protagonistas, con su aventura, con esos planes tan complicados, casi imposibles de realizar. He cerrado el libro en varias ocasiones para darles ánimos y fuerzas, no os digo más. Y como es habitual también, nos encontramos con esas mujeres fuertes y decididas. Esta vez serán Lola y Noelia. Y Yolanda, por supuesto, por la que se iniciará esta aventura. Vamos, que Félix lo ha vuelto a conseguir. Otra vez me ha cogido de las orejas para meterme en su mundo y no me ha soltado hasta que he leído Fin. Y entonces sí, he respirado.
Fascinante!! Una novela de 10. Una vez más he vuelto a disfrutar. Todo lo que escribe Félix es una maravilla.
El desarrollo de la trama es espectacular, y la crítica social muy bien llevada, exponiendo unos escenarios que te ponen los pelos de punta. Mientras la leía no paraba de pensar en posibles, y pavor por lo que vas descubriendo.
Puro thriller, con personajes inolvidables y muy potentes. Una novela inquietante cargada de suspense, te hará devorarla. El desarrollo es impresionante, cada capítulo incita a continuar. Todo lo que ocurre en ella no da respiro, ni a los protagonistas ni a ti como lector.
Es Año Nuevo, recién comienza 2036, en la Puerta del Sol. Un escenario común para una fiesta tradicional. Pero de común ya no hay nada. Tras una serie de ataques nucleares y terroristas, el mundo ha cambiado terriblemente: internet y los móviles están prohibidos, las clases sociales están más divididas y separadas que nunca. Solo los ciudadanos "tienen" algún derecho; los siervos ni siquiera pueden salir de su cuadrícula (léase gueto) sin permiso. Y en ese ambiente, la joven Yolanda desaparece misteriosamente y su familia acude al único hombre que conocen que tal vez pueda ayudarlos, el policía devenido a administrativo Raúl Olaya.
El año pasado conocí los libros de Félix García Hernán, comenzando con Delfines de plata y he ido leyéndolos en un grupo de lectura periódicamente hasta llegar a este, que no he podido esperar a que lo lea el grupo. Normalmente, cuando leemos varios libros seguidos de un autor, sobre todo si son de la misma serie, el momento sorpresa, el estilo es tan parecido que corremos el riesgo de que se pierda algo de frescura o de interés. Pero eso no ocurre con Félix; cada libro que escribe ofrece variantes no solo en tema sino en estilo, en una evolución que siempre sorprende para bien. Y con este libro, Félix ha sobrepasado todo lo que podía esperar de él. Porque, ¿quién imaginaría que un libro de una serie policíaca/novela negra se transforme en una distopía? y que la cosa funciones tan bien como lo hace.
Con respecto a la trama, a pesar de ser una distopía, cuyos hechos no son reales (y menos mal), la verdad (por triste que sea) es que no lo veo tan descabellado ni imposible que ocurra. Estamos cada vez tan hipnotizados por lo que nos dicen en la televisión, en los reels o las redes sociales, confiados en su veracidad, que no es de extrañar que si esos medios están dominados por ciertas personas o tendencias, creemos a pies juntillas lo que nos dicen, y de ahí a que la sociedad se convierta en lo que describe el libro.... En realidad, ya ocurrió el siglo pasado; Hitler y Goebbels fueron los primeros "influencers", y Stalin tampoco se quedó atrás.
Una muy grata sorpresa ,totalmente adictivo , que no puedes parar de leer hasta llegar al final . Ambiente,personajes, idea original de la trama, un estupendo desarrollo. Y un final bien cerrado . Totalmente recomendable.
Félix explora un nuevo registro adentrándose en la "distopia", en mi opinión con buen criterio y acierto aunque en esta ocasión tengo algún "pero..."
Como es habitual Felix logra, con una prosa sencilla, conectarnos e involucrarnos totalmente en la novela, me ha resultado muy adictiva y entretenida.
Sus personajes principales ya los conocemos de novelas anteriores, geniales a pesar "del.paso del tiempo" ya que nos sitúa en un futuro previsible, por que no decirlo también. Los secundarios a la altura de sus notables habilidades para que los conozcamos bien definidos y desarrollados.
Las escenas son magníficas también, muy bien narradas, perfectamente descritas y te "atrapan" para vivirlas plenamente.
Una novela muy en su línea, adictiva, trepidante y llena de acción, tocando temas muy sensibles y reales sin tapujos.
Ahora voy con mis "pero...":
Se me hizo un poco escasa la investigación, sabes o intuyes lo que va a pasar prácticamente desde el comienzo de la lectura, aún asi es una magnífica lectura, no se contradice una cosa con la otra, pero algo mas de desarrollo en la investigación, no tanta parte del libro dedicada a resolver lo que intuimos será, me hubiera gustado más.
La "distopia" es "simbolica o anecdotica" a partir de dos tercios del libro lo que ocurre podría pasar en cualquier época o memento de nuestras vidas.
Y por último, los personajes principales y "el final" de uno ellos, me convenció a medias en esta ocasión, personalmente creo que ya poco o ningún recorrido le queda ya en la obra de Félix. A no ser que nos sorprenda con un "viaje en el tiempo al pasado", que podría ser y estar pasando por su cabeza.
Dicho esto, la novela me ha gustado mucho, me la hubiera leido de tirón de no ser por que era una LC.
Para los amantes de la obra de Félix creo es de "obligada" lectura y los que no hayan leido al autor creo que pueden disfrutar de una gran novela negra, aún sin haber leido novelas anteriores.
Muy recomendable como es costumbre la obra de Félix, si no has leido al autor te recomendaria le dieras una oportunidad.
3.5 Un libro notable, como todos los escritos por García Hernán. Sigue en él los rasgos de su estilo,: la narración directa, su dinamismo y la adicción que provocan sus historias en el lector. Seguiré leyendo sus obras, ¡mira que me gustan!
Félix nos sorprende en la nueva entrega de su serie con un salto al futuro donde se ha instaurado una nueva república, basada en la opresión y sin acceso a las tecnologías con las que convivimos a diario. Una apuesta atrevida que le ha salido redonda.
📚ARGUMENTO: Yolanda, una joven que vive a las afueras de Madrid, no regresa a casa tras el toque de queda. Su familia, y en especial su hermana Lola, están preocupados y temen que le haya ocurrido algo malo. Lola pide ayuda a Raúl Olaya para encontrarla. Este se embarca en una búsqueda con la colaboración de su antiguo jefe, Javier, y lo que encontrarán lo dejarán sin palabras.
📚PERSONAJES: Adoro al dúo Gallardo-Olaya, incluso cuando lo tienen todo en su contra y no pueden investigar con todos los recursos disponibles. Aquí es cuando se agudiza el ingenio de ambos. Se complementan a la perfección. En esta ocasión, Raúl es quien lleva el peso de la investigación, debido a sus conexiones con el entorno de la víctima. Nos reencontramos con personajes del pasado, cosa que siempre se agradece.
📚ESTILO Y AMBIENTACIÓN: El estilo de Félix es impecable, generando una tensión constante y narrando las escenas más duras con tacto. La ambientación es el cambio más drástico respecto a sus libros anteriores. 2036 es muy diferente a nuestro presente, sin acceso a la información (solo la que el gobierno permite) y una opresión que recuerda a tiempos pasados. Esta distopía causa pavor ya que vemos errores anteriores que se repiten hoy en día y que podría desembocar en una situación similar.
📚BONUS: solo me queda aplaudir al escritor por esta jugada, me ha resultado muy creíble, a pesar del toque distópico, y el final es perfecto.
“Si las personas de tu valía se rinden, es cuando de verdad todo estará perdido” ~ Tiempos de barro de Félix García Hernán.
¡Lo que me gustan a mí las historias de Felix no os lo podéis imaginar! Él lo sabe porque cada vez que recibo uno de sus libros en mi pila de pendientes suena un “¡paren máquinas!”, y se cuela como preferente. Una breve ojeada a la primera página y ya no puedo parar. Los devoro.
Tiempos de barro no ha sido una excepción. A la investigación por parte de estos dos policías –Javier Gallardo y Raúl Olaya, que me encantan los dos aunque a veces sean un poco peliculeros–, súmale ahora el toque distópico. Quienes seguís mi cuenta sabéis que distopía que veo, distopía que leo así que poco más que decir, señoría.
¿Qué nos encontramos en Tiempos de barro? Viajamos al año 2036 España, –Iberia–; el país ya no es tal sino una provincia de algo más grande, bajo un régimen dictatorial en el que el control de las personas es absoluto, con todo lo que ello conlleva: no hay libertad de expresión, ni de circulación, y si algo “bueno” sucede es que no hay internet (¡Gracias, Felix!).
En ese contexto, un día desaparece una joven en extrañas circunstancias –algo normal bajo el régimen, sino fuese porque esa joven es hermana de Lola que trabaja para Raúl y algo más–. Así que nuestros investigadores preferidos, de nuevo en acción en un caso que se va complicando y que te mantiene en alerta de principio a fin.
Es la quinta novela con estos personajes pero, vamos, se pueden leer sueltas aunque te vas a llevar algunos espóiler, pero lo bueno de este autor es que va directo al grano, sin líos personales entre los personajes que interrumpa la investigación. Gracias Félix por volver a hacerme volar pero cada vez te lo estás poniendo más difícil.
Félix García Hernán se ha convertido, por méritos propios, en uno de mis imprescindibles dentro del género negro, así que, cuando supe que se lanzaba a explorar el terreno de la distopía, reconozco que sentí una mezcla de curiosidad y cierto vértigo. En ‘Tiempos de barro’ se aleja de los esquemas habituales de su saga policial —sobre todo en el fondo, no tanto en la forma— para sumergirse en un universo distópico tan oscuro como inquietantemente plausible, y ese salto al vacío le ha salido redondo, ya que se trata de un thriller intenso, valiente y muy, muy adictivo.
2036, República de Iberia: la democracia ha colapsado y ha sido sustituida por un régimen totalitario. Bajo este nuevo orden, el Decreto Republicano XXVIII ha eliminado toda forma de tecnología: ya no existen redes móviles, internet ni GPS. El aislamiento es absoluto, el control férreo, y la población ha sido dividida en dos clases: los ciudadanos privilegiados y los siervos, estos últimos marcados con aros de colores en las orejas y confinados en “cuadrículas”. La desaparición de una joven tras el toque de queda pondrá en marcha una peligrosa investigación. Raúl Olaya, un policía marcado por su pasado, se enfrentará al régimen opresivo en una búsqueda que va más allá de encontrar a Yolanda: supone enfrentarse a un sistema que castiga cualquier intento de rebelión.
García Hernán lo ha vuelto a conseguir y, ya desde la primera página, arrastra a lector a una atmósfera tensa y asfixiante de la que resulta muy complicado escapar. Un ritmo narrativo ágil, capítulos breves, diálogos afilados y constantes giros de guion, mantienen una tensión constante que no da tregua. Su estilo, directo y muy visual, potencia esa sensación de urgencia y peligro que impregna todo el relato. El efecto está tan logrado, que la lectura se convierta casi en una experiencia física: se sufre (y mucho) y se respira aliviado en contadas ocasiones.
Uno de los mayores logros de la novela reside en su ambientación. La República de Iberia está diseñada con una precisión inquietante: desde las leyes ficticias que sustentan su funcionamiento hasta los mecanismos de segregación y castigo que perpetúan la desigualdad. El sistema de cuadrículas, el marcaje físico de los siervos, la desaparición de derechos fundamentales y la constante vigilancia conforman un escenario brutal pero creíble, que recuerda inquietantemente a hechos que ya hemos conocido (y que aún persisten). Este entorno opresivo, casi claustrofóbico, sirve de espejo deformado —y sin embargo familiar— de nuestra sociedad actual, y lanza una advertencia clara sobre los peligros de la complacencia y la pasividad ante el avance del autoritarismo.
La ambientación se convierte en un personaje más. Está tan bien construida que por momentos cuesta recordar que lo que estás leyendo es ficción. Las normas absurdas que rigen la vida diaria, la vigilancia constante, el miedo a decir o hacer lo que uno piensa… todo está tan detallado, tan bien integrado en la historia, que uno acaba creyéndose ese mundo distorsionado como si fuera el nuestro dentro de muy poco. Y eso, claro, resulta profundamente inquietante.
La novela se mueve con solvencia entre el thriller y la crítica social. En medio del suspense y la investigación, el autor introduce reflexiones profundas sobre el poder, el miedo como herramienta de control, la obediencia y la lucha por la identidad y la dignidad humana. La trama se articula en torno a la búsqueda de una mujer desaparecida, pero lo que comienza como una investigación personal, pronto se convierte en un desafío directo al régimen, en una forma de resistencia frente a un sistema que aplasta cualquier atisbo de libertad. En ese sentido, ‘Tiempos de barro’ no es solo una novela sobre el sometimiento, sino también sobre la necesidad —y el coste— de decir no. ¿Cómo actuar cuando obedecer es más cómodo pero rebelarse es lo justo?
Raúl Olaya adquiere en esta ocasión un mayor protagonismo. Su pasado en la policía y su amistad con Javier Gallardo hacen que esté en el punto de mira del régimen, y el autor se sirve de su personaje para explorar los dilemas que enfrentan aquellos que han formado parte del sistema y, en un momento dado, deciden rebelarse, esa lucha interna entre acomodarse al sistema o arriesgarse a perderlo todo por hacer lo correcto. Junto a él, Javier Gallardo, retirado de la policía y considerado ‘persona non grata’ por la República, se mantiene fiel a sus principios y a su resistencia frente a las injusticias del sistema, erigiéndose en símbolo de la resistencia frente al autoritarismo que lucha por la justicia aun cuando todo parece perdido.
Con ‘Tiempos de barro’, García Hernán no solo demuestra su capacidad para reinventarse, sino que da un salto valiente al abordar un futuro que, si bien ficticio, se percibe peligrosamente cercano. Thriller distópico que engancha por su intriga, y que deja huella por todas aquellas reflexiones que te obliga a hacer, con el sello inconfundible de Félix García Hernán. A los que ya conocéis su obra, os va a sorprender (para bien). Y a quienes no os atraen especialmente las distopías, no os preocupéis: esta historia trasciende géneros. Bravo, Félix.
¿Podéis imaginar, a día de hoy, vivir sin Internet, sin móvil o sin GPS?
Tiempos de barro nos lleva a un futuro no muy lejano, 2036, en el que la nueva República que gobierna está constituida de forma similar al modelo politico de la antigua Roma. La sociedad se ha visto dividida en ciudadanos privilegiados y siervos, a los que se le han arrebatado todos sus derechos y libertades y se ha prohibido el uso de la tecnología.
Tras el toque de queda posterior a las campanadas de año nuevo, Yolanda es detenida y se pierde su rastro. Su hermana pedirá ayuda a su jefe para que le ayude a encontrarla. Raúl Olaya y Javier Gallardo (personajes de las anteriores novelas del autor) se volcarán en una búsqueda en la que tendrán que desafiar todas las normas establecidas y descubrirán las atroces acciones que está llevando a cabo el Gobierno.
Félix García Hernán se ha atrevido con esta distopía que llega a poner los vellos de punta por la proximidad de la fecha en la que suceden los hechos y por los motivos que provocan el cambio político y todas sus consecuencias. Una novela en la que se reconoce el estilo del autor, manteniendo el suspense en cada momento e incluyendo la crítica social para dar fuerza y personalidad a la trama.
Con una narración directa y precisa, Félix nos traslada al inframundo del poder, donde las personas que lo ostentan cometen verdaderas aberraciones para satisfacer sus deseos o necesidades, sin conceder valor a la vida de aquellos que pueden satisfacerlas.
Una novela dura que nos lleva a pensar en la posibilidad de que nuestra sociedad pueda derivar en un modelo similar al que se describe, acogiéndolo como medida salvadora, sin ser conscientes del totalitarismo que encierra, similar a otro que estuvo vigente en el S. XX.
Más allá de la perversión del poder, Tiempos de barro es una novela adictiva que no podrás dejar de leer hasta conocer el desenlace.
💫 Sólo me queda dar las gracias a @alreveseditor por el envío del ejemplar y animaros a que leáis esta historia.
Vuelven Javier Gallardo y Raúl Olalla por todo lo alto para hacernos disfrutar a los lectores con sus vivencias.
En "Tiempos de barro", la quinta novela de Félix García Hernán, vemos que la sociedad tal y como la conocemos ya no existe. Vemos que lo que conocemos ya no existe y, por consiguiente, el modo en el que ambos policías investigan también cambia drásticamente.
Para empezar. Todos los aparatos informáticos (móviles, ordenadores,...) no sirven en la "nueva sociedad" creada por Félix en "Tiempos de barro". En temas informáticos, en la novela se retrocede varias décadas.
Después, la población vive en parcelas que según se porte la gente habrá más libertad o no en estas parcelas.
Esto es así hasta que un buen día desaparece una mujer que rompe con el toque de queda y es detenida y llevada a un "centro" similar a los campos de concentración que tenían los nazis. Es, en este momento en el que Javier Gallardo y Raúl Olalla actúan sin miedo a los poderosos que controlan a todas las personas en las distintas parcelas. Actúan persiguiendo dar con esta mujer viva y sana. La investigación se vuelve complicada y pondrá muchas cosas en juego hasta la propia vida de los protagonistas.
Os animo a leerla y a dejaros atrapar por las letras de Félix García Hernán.
3 ⭐️. Es curioso, porque una vez acabado, creo que me ha gustado más que cuando lo leía. Realmente considero que es un buen libro, pero a mí no me ha acabado de enganchar y es una pena, porque la premisa sobre la que parte es buenísima, pero quizá el desarrollo a mí no me ha calado tanto.
Si bien me ha encantado la prosa del autor —primera vez que lo leo, por cierto— y los personajes me han parecido que estaban bastante bien construidos, como digo, el cómo transcurren los hechos no me ha dicho mucho ni me ha alentado a seguir leyendo y leyendo sin parar, sensación que me encanta del mundo de las novelas y que aquí he echado en falta.
De nuevo, bajo mi prisma, le ha faltado ese nosequé que quéseyo de no poder ni querer salir de entre sus páginas… pero es que quizá, simplemente, no era el momento… He disfrutado mucho de los últimos capítulos, eso sí. Entiendo que quizá no era viable que la obra en general mantuviese esa tensión que sí que queda plasmada en precisamente esos capítulos finales, pero creo que de haber sido así, esta novela para mí hubiera ganado muchísimo.
Y pensar que no soy de distopias ni de futurismos.
Apagón digital y de móviles, servidumbre, estado de alarma permanente. Así está el mundo de @felixgarciahernan en 2036.
Todo ello tras unos ataques nucleares de terroristas que hacen que la civilización de un vuelco hacia tiempos más simples pero aún así opresivos.
Yolanda es bella, tiene Asperger, es cándida. Y es una sierva. Se la han llevado a un lugar del que nadie sale, al mismísimo infierno.
Será Raúl, ahora más funcionario que policía, el que se embarque en una aventura peligrosa para buscar a esta joven. Por amor.
Junto a él otros personajes, como la hermana de Yolanda y novia de Raúl, como su ex jefe desterrado, el Javier Gallardo intuitivo y rompedor de anteriores ediciones, ahora más mayor.
Si de “Delfines de plata” se hizo una película, no veo porque de ésta no se va a hacer. Acción, mucha acción. Búsqueda, rescate, persecución, rebeldía.
Y crítica social, hacia un gobierno todo poderoso, corrupto, opresivo, dictatorial.
Novela de intriga de ritmo rápido, con personajes que se van agregando naturalmente a la historia. Nace con un secuestro pero va mucho más allá.
Desde el primer momento, "Tiempos de barro" de Félix García Hernán me atrapó por completo y no me soltó hasta la última página. Este libro es, sin duda, una obra maestra del género distópico y de suspense, una de esas lecturas que te dejan pensando mucho tiempo después de haberlas terminado. El autor construye un mundo inquietante, donde el Decreto Republicano XXVIII del año 2032 ha desmantelado la sociedad tal como la conocemos. Con la prohibición de Internet, las redes móviles y los GPS, la población se encuentra en un estado de aislamiento y control total, dividida entre ciudadanos y siervos. Esta ambientación es tan impactante que remueve conciencias, invitándonos a reflexionar sobre la tiranía, el control social y la fragilidad de la libertad en un mundo hostil. "Tiempos de barro" no es solo una historia de suspense; es una poderosa reflexión sobre la condición humana, la lucha por la identidad y la resistencia. Es una lectura que te atrapa, te desafía y te conmueve. Un libro totalmente imprescindible que recomiendo a cualquiera que busque una historia original, profunda y magistralmente contada.
3,5 ⭐ El autor crea un futuro distópico donde existe una dictadura. A su vez, existen una especie de cárceles donde suceden cosas macabras, y un grupo de personas que intentará denunciar lo que sucede allí.
Hay que reconocer la facilidad que tiene este escritor para crear novelas totalmente distintas. Lo mejor de la novela en mi opinión es el planteamiento novedoso de la trama, una vez que lo descubres el desarrollo de la misma es constante. Las novelas tan peliculeras no son las que más me atraen, porque parece que te quedas en la superficie sin profundizar. Me gustó más su anterior novela.
Destaco de Félix García Hernán en esta novela su capacidad para combinar una narrativa trepidante. Nos lleva a una profunda reflexión sobre temas como el control social, la tiranía y la lucha por la identidad en un mundo hostil. Es una novela adictiva y eficaz, ha creado una atmósfera inquietante y nos incita a cuestionar las dinámicas de poder en la sociedad contemporánea.
Da miedo el escenario que plantea el autor en esta novela. Una distopía en la que España se encuentra en el centro del escenario con una situación política muy complicada disfrazada de república donde los gobernantes hacen y deshacen a su antojo con un control total de la información. . Os dejo sinopsis: Tras la promulgación del Decreto Republicano XXVIII del año 2032, el mundo tal como lo conocemos se desmorona. Internet, las redes móviles y los GPS han desaparecido, dejando a la sociedad en un estado de aislamiento controlado. La tecnología ha sido prohibida, y la sociedad se divide entre ciudadanos privilegiados y siervos relegados a las cuadrículas. La noche del 1 de enero de 2036, Yolanda, una joven trabajadora atrapada en este sistema opresivo, desaparece misteriosamente tras la hora de toque. Su hermana Lola pedirá ayuda a Raúl Olaya, un funcionario policial con un pasado comprometedor que emprenderá una búsqueda desesperada que lo llevará al corazón oscuro del poder. Pero en un mundo gobernado por el miedo, donde el pasado acecha y los secretos pueden destruirlo todo, encontrar a Yolanda significa mucho más que devolverla a casa: es desafiar a un sistema que no perdona. . Como podéis ver la ambientación es conocida para muchos por un motivo u otro, aunque sea solo de oídas. Esto hace que sea muy fácil situarse en la historia. Además, la situación que plantea, aunque distópica, tampoco resulta fantasiosa. Con los acontecimientos del mundo real cualquiera podría pensar que esta novela podría ser en el futuro una realidad. Una sociedad gobernada por el miedo, con unas libertades y derechos recortados, con confinamientos por cuadrículas dependiendo del estatus social, con toque de queda y racionamientos de todo tipo, donde sólo aquellos que están en un estatus superior pueden poseer coches, donde la salud pasa a ser un privilegio para aquellos que saben a quién arrimarse,... En resumen, una sociedad reprimida, manejada y con vuelta al sistema de clases del siglo XIX. . La trama que crea el autor para mostrar esta sociedad está llena de intriga y hace que la lectura de la novela sea totalmente adictiva. De principio a fin, serás capaz de identificarte con cualquiera de los protagonistas de ella. Según se van descubriendo los hechos, es espeluznante la crueldad de aquellos que los llevaban a cabo. Todo esto me lleva a plantearme una pregunta. ¿Qué estará pasando en las altas esferas y no sabemos los ciudadanos? ¿Qué tanto sabemos de aquellos que nos gobiernan? . Creo que esta novela es un ejercicio perfecto de reflexión para analizar el mundo en que vivimos y la sociedad que creamos entre todos y cómo podemos contribuir a mejorarlo buscando el bien común de toda la sociedad. . Tanto si os gusta la distopía como si no os gusta, leedlo. Es de esos libros en los que cruzas los dedos para que no se conviertan en realidad. Y, por desgracia, y esto ya es una opinión super personal, nos acercamos demasiado a un punto de no retorno. Hemos perdido el norte con tantas etiquetas y se ha olvidado la esencia de una sociedad próspera y equilibrada que es cuidar de aquellos que la componen, sin etiquetas, sin excepciones, y velar por su seguridad y sus derechos, y vuelvo a repetir, sin etiquetas, sin excepciones. Todos somos ciudadanos de una gran sociedad que es el mundo. Cuidémonos entre todos.
Yolanda ha desaparecido y su hermana Lola utiliza todos los recursos a su disposición para intentar encontrarla, lo que incluye también al hombre para el que trabaja, Raúl, un funcionario policial que está dispuesto a prestarle la ayuda que necesite. En circunstancias normales, una desaparición siempre se considera trágica, pero en la época futura en la que está ambientado el libro, el año 2036, la dimensión de la palabra tragedia adquiere unas connotaciones aún mayores. Estamos próximos a la fecha en que se desarrolla la historia, casi se puede tocar con los dedos, y todo ha cambiado: las redes sociales han desaparecido y la comunicación ha vuelto a épocas antediluvianas. Impera una nueva forma de gobierno totalitaria en la que la gente ha de seguir unas estrictas reglas y vive separada por estatus, teniendo clases más privilegiadas que otras, siendo estas últimas sometidas a vigilancia, control y severos castigos si desobedecen cualquier norma. En este contexto de opresión y terror es en el que ha desaparecido Yolanda, pero Lola lo intentará todo para encontrarla. Sabiendo lo que viene a continuación, Raúl también echa mano de quien puede para recabar la ayuda necesaria, midiendo cada palabra que dice y cada paso que da. Este es un libro que me ha resultado dicotómico porque me ha gustado mucho, pero el trasfondo resulta terrorífico, sobre todo porque hay hechos que aquí se narran que resultan creíbles; diría incluso que casi se rozan. La ambientación es angustiosa, gris y sofocante: ese constante mirar por encima del hombro, controlar lo que se está diciendo, pasar desapercibido y, sobre todo, el miedo: acurrucado en el alma, dirigiendo la vida, las palabras y los actos,... todo eso hace que cueste trabajo hasta respirar. Hay que añadir, además, lo que se va descubriendo a lo largo de la lectura, ya que la desaparición de Yolanda, una mujer de lo más bajo de la sociedad que salía del trabajo y volvía a su casa, tiene unas raíces mucho más profundas de lo que parece a simple vista e implica a personas que se codean entre las más altas cotas y esferas de poder. Se narra desde diferentes puntos de vista, así que siempre vas un poco por delante de los protagonistas, porque ya sabes quienes se mueven a su alrededor, quienes los controlan y porqué y cuales son los siguientes pasos que se van a dar. Todos los hechos anteriores e inmediatamente posteriores al cambio de poder y de sistema de gobierno están muy bien explicados y el final queda cerrado. Las descripciones son precisas, no hay complacencia en los detalles más escabrosos pero no es necesaria, el escritor se las arregla para detallarlo todo sin extenderse en exceso, mantenerte con el corazón en un puño toda la lectura, no ser nada agradable ni amable y conseguir que te encante la historia. Me he quedado corta con la reseña así que, en resumen, no te pierdas este libro.
🎇¡Feliz 2036! O… bueno, quizá no tanto. ⛓El mundo ya no es lo que conocíamos. El futuro que nos presenta Félix García Hernán es poco alentador: un gobierno totalitario que ha erradicado cualquier forma de libertad y ha prohibido toda tecnología. Un férreo control sobre la población convierte la vida en una cárcel sin barrotes. 🚔Esa misma noche, Yolanda Castro sale de trabajar y por culpa de un autobús que llega tarde sobrepasa el toque de queda. ¿Consecuencia? Se la llevan. Pero no será la policía quien la retenga, sino Camilo Pérez, el pretor de Iberia. Un hombre ambicioso, sin escrúpulos y con más poder del que debería. De ahí, Yolanda pasará de unas manos peligrosas a otras todavía peores, hasta acabar en un centro penitenciario donde se cometen prácticas muy oscuras. 🔍Su desaparición desata todas las alarmas para su hermana Lola, que recurrirá a Raúl Olaya, un viejo conocido de los libros de Félix. Raúl, incapaz de quedarse de brazos cruzados ante una injusticia, se pondrá en marcha, a pesar de estar retirado a la fuerza. ¿Y quién mejor para ayudarle que su inseparable compañero Javier Gallardo? Aunque cada vez más aislado por los que manejan el poder, Gallardo sigue dispuesto a llegar hasta el final. Pero, encontrar a Yolanda no será fácil en esta nueva era donde todo está bajo vigilancia y donde el apagón digital lo ha cambiado todo. 📵Los puntos fuertes de esta novela son, sin duda, la ambientación y la construcción del mundo. Félix nos introduce en esta nueva realidad con todo lujo de detalles, logrando que sintamos en la piel la opresión y la asfixia de un sistema que ha borrado cualquier atisbo de libertad. La evolución ha sido dura, el mal ha ganado terreno y la resistencia apenas puede respirar. 🔝Otro de sus puntos fuertes es el ritmo. Acción, tensión y crítica social se entrelazan en capítulos cortos que enganchan y que te obligan a leer “solo uno más” hasta que te das cuenta de que has devorado medio libro. La trama está llena de giros, personajes nuevos que aportan muchísimo valor y reencuentros con viejos conocidos que siempre es un placer ver en acción. Aunque no es imprescindible haber leído sus anteriores novelas, si lo has hecho, disfrutarás todavía más con esos guiños. 💭El único "pero" que le pondría es el final; creo que me hubiese gustado más si el desenlace fuese unos capítulos antes. Pero, más allá de ese pequeño detalle, me ha gustado muchísimo y solo puedo recomendarla. Esta y cualquier otra novela de Félix García Hernán.
No es ningún secreto que Félix se ha convertido en uno de mis autores de cabecera, su estilo fresco, cercano e inconfundible junto a la diversidad de temas que trata en cada uno de sus libros, han hecho que quiera leer todo lo que ha escrito. Tanto es así que aunque me tocaba leer Días sin sol, no pude resistirme a esta nueva novela. Además en este caso Félix nos sorprende aun más porque nos presenta un thriller distópico que comienza con las campanadas de 2036.
“Tras la promulgación del Decreto Republicano XXVIII del año 2032, el mundo tal y como lo conocemos se desmorona. Internet, las redes móviles y los GPS han desaparecido, dejando a la sociedad en un estado de aislamiento controlado”.
¿Espeluznante? Pues esperaros a leer la historia y veréis.
Siguiendo que la línea que marca en todas sus novelas, lo que prima es el thriller, tanto por el ritmo vertiginoso que es capaz de darle a sus historias como por la investigación policial que en ellas se lleva a cabo, pero quiero destacar que esa ambientación distópica, que en momentos te hace estremecerte por la posibilidad de que se hiciera real, le da un toque de originalidad y frescura más que interesante.
Con algunas canas más y más experiencia vital, nos reencontraremos con Raúl Olaya y Javier Gallardo, grandes conocidos de los lectores de esta serie, una pareja que para mí ha ido sin duda de menos a más. En Delfines de plata Javier me cayó regular, pero a día de hoy os puedo decir que es uno de mis polis favoritos del panorama literario.
Como nos tiene acostumbrados, el autor no da puntada sin hilo y dejando de lado las casualidades aborda toda la trama de una manera magistral, con giros, denuncia social y un final más que satisfactorio.
Si aún no conocéis la pluma de Félix, ya estáis tardando en hacerle un hueco en vuestras listas. Y por cierto, poned velitas a todos vuestros santos, karmas o aquello en lo que creáis para lo que aquí se cuenta nunca llegue a ser verdad 😉
💭 Una novela negra con tintes políticos que engancha desde la primera página. Félix García Hernán vuelve con una historia afilada, actual y muy bien documentada, ambientada en una España de 2036 que, aunque futura, resulta inquietantemente cercana. La trama se adentra en el lado más turbio del poder, mezclando corrupción, ambición y secretos que salpican a todos los niveles.
💭 Lo más interesante es cómo el autor entrelaza la ficción con una crítica social lúcida y sin filtros. Hay tensión, giros inesperados y personajes complejos que no caen en tópicos, sino que evolucionan y sorprenden. El ritmo es ágil, directo, y te empuja a seguir leyendo sin descanso.
👾 Me ha parecido una novela valiente, muy bien escrita, que no solo entretiene, sino que invita a reflexionar sobre hacia dónde vamos como sociedad... Ideal para quienes disfrutan del thriller con fondo político.
Gracias a @alreveseditor por el envío del ejemplar 🫶🏻
Me gusta mucho este autor. Te envuelve en unas tramas policiales de una manera sencilla y a mi entender honesta ya que la historia se desarrolla de un manera fluida, sin falsas pistas ni situaciones chocantes que a veces hace que me sienta engañada.
Esta novela se desarrolla en un futuro distópico que a mi no me ha aportado gran cosa (creo que la historia hubiera sido igual en el presente actual) pero que es bien aprovechada por el autor para ponernos los pelos de punta y ser conscientes de lo que podría ser la sociedad.
Los personajes cómo siempre estupendos, naturales. Me hubiera gustado más de los personajes femeninos.
Enhorabuena al autor y cómo siempre esperando más.
✨️ Hoy por fin empiezo con las lecturas de junio, y os traigo la primera, comenzando por todo lo alto y es que ya sabéis que el autor de hoy es de mis favoritos.
⌛️ Año 2032, el mundo tal como lo conocemos, se desmorona y la sociedad pasa a un estado de aislamiento controlado donde la tecnología está prohibida y los ciudadanos se dividen en privilegiados y siervos. En este sistema opresivo, Yolanda desparece la noche del 1 de enero.
Si, como veis, en esta novela, el autor se ha atrevido con una distopía y nos ha llevado al futuro, un futuro que desde luego no es prometedor. Pero si estáis pensando que las distopías no son lo vuestro, no os preocupéis y leedlo, porque la acción principal podría haberse desarrollado en cualquier tiempo, en mi opinión, es solo la excusa para meter algunos elementos que complican la historia y crear escenas de angustia y situaciones extremas.
Desde luego y lo que es indudable es lo maravilloso que ha sido volverme a encontrar con la pluma del autor, con su forma de presentar una trama en la que nos vuelve a poner sobre la mesa una denuncia social. Y es que leer a Félix es un acierto, sabes que va a cumplir las expectativas. Ya desde la primera página consigue meterte dentro de la historia, con su pluma elegante y cuidada y te rodea de personajes reales, sencillos y bien perfilados. Me ha encantado reencontrarme con Javier y Raúl, y es que creo que es una de las parejas que más me gusta. Con ellos vas de la mano hacia una aventura que te mantendrá en tensión y alerta hasta llegar al final para saber cómo acaba todo.
La única pega que le pongo, es que ahora me quedo sin libro para leer, así que espero que no tarde mucho con su próxima novela.
Me repito, lo sé, pero si hasta ahora no habéis leído al autor, no sé en qué estáis pensando. 😀
Descubro al autor por comentarios sobre su género , tendré que leer otros títulos pq este aunque es entretenido y genera fluidez en la lectura me ha resultado flojo. Una ciencia ficción fácil, con un desarrollo de la historia donde se adivinan los acontecimientos y poco mas ...me esperaba mucho más...
Inquietante, vibrante y adictiva. Una novela distópica que se va haciendo inquietantemente creíble según avanzas por sus páginas. Y con el mismo estilo de su autor, Félix García Hernán: adictivo, cinematográfico y realista a la par que exquisito con las escenas más duras.