Hilda Bustamante ha 79 anni e, come sempre succede, un giorno arriva per lei il momento di morire. Eppure, in modo del tutto inatteso, qualche tempo dopo Hilda torna alla vita, riesce a uscire dalla bara e, senza capire bene cosa le sta succedendo, si riavvia verso casa, con grande commozione di Álvaro, l’amore della sua vita, di Amelia, l’adorata nipotina adottiva, e delle «ragazze» della chiesa, che l’hanno sempre considerata una persona piuttosto straordinaria. Questo romanzo racconta la storia di Hilda e il piccolo e meraviglioso scandalo della sua resurrezione: il suo ritorno è solo il primo degli eventi che sconvolgeranno la città, fra invasioni di cavallette, vetri in frantumi e campane impazzite. Ma non è un’apocalisse, non è una storia di zombie, è piuttosto una storia d’amore, di immensa gratitudine, di comprensione e rispetto. Rediviva, Hilda cambierà il passato e il presente, trasformando per sempre le persone intorno a lei.
Salomé Esper was born in Jujuy in 1984. She is a writer and editor. She studied Social Communication at Universidad Nacional de Córdoba and has a specialty in Editorial Design from Edinba (Mexico). She has published two books of poetry: sobre todo (Intravenosa, 2010) and paisaje (Tres tercios, 2014). She currently edits Sencacional de escrituras and is the editorial coordinator at 17, Institute of Critical Studies.
llegando a la playa pasé por un tubito negro que salía intempestivamente del suelo de cemento. Senti la extraña y muy real necesidad de dejar una cartita
Es la novela más tierna que me he leído este año, tiene una mezcla entre el humor y la crudeza de Almodóvar (de hecho su portada es preciosa y me recuerda los afiches de sus películas) y del realismo mágico de Gabo. Arranca de una manera increíble con una mujer que despierta después de estar enterrada un año y tiene que escupir los gusanos en su boca. Este detalle de entrada deja por fuera la opción de la catalepsia y nos abre la puerta a un universo nostálgico: a uno que nos da el chance de abrazar y hablar con alguien amado que ha muerto, que hemos perdido y que extrañamos. No paré de pensar qué haría yo si tuviera de frente, como si nada hubiera pasado a aquellos, a quienes la muerte me arrebató. La manera de narrar es perfecta, no le sobra nada, es precisa y además tiene unos chispazos de humor maravilloso. Me enamoré de todos sus personajes, que además están construidos milimétricamente para tener sus sombras y sus luces. Y el final, contrario a lo que he leído en otras reviews, me encantó, me hizo sonreír y llorar a la vez. Y por supuesto, como todo buen libro, me dejó pensando por horas en lo que pasó con estos personajes y en el duelo eterno y horrible que todos los humanos llevamos encima por los que amamos y tratamos de sanar aferrándonos a los recuerdos bonitos que nos dejaron.
Frases que amé:
- "El dolor no era una línea, pero tampoco un punto, tenía una forma más caprichosa, inadvertida."
- “La espera suspende brevemente la tristeza, es un palo que separa el cuerpo de un perro rabioso.”
- "Mi mamá siempre me dice que Dios nos da lo que podemos aguantar, pero yo no creo que sea así. Aguantamos porque nos ayudan. Sola no se puede ni con la felicidad."
- "A veces los cuerpos parecen saber qué hacer mucho antes que sus dueños."
- "...porque si había un dolor en perder lo propio dolía dos veces perder lo ganado, el cariño ganado, el abrazo ganado, la confianza ganada, ¿Adónde se va ese esfuerzo cuando es el otro el que se desprende primero?, ¿adónde se va el arrojo que permitió salirse de uno mismo forzando cada milímetro para llegar hasta el otro que con soltura habitaba el mundo? ¿Adónde van los que se quedan?
LA SEGUNDA VENIDA DE HILDA BUSTAMANTE es un ejercicio de ternura, una carta de amor a aquellos de los que no nos podemos despedir, un retrato de cómo la masa se enfrenta a lo inexplicable, un recordatorio de que las familias son artefactos que uno se construye a su antojo.
Una mujer despierta en su tumba un año después de haber sido enterrada y vuelve a su casa desatando la sorpresa entre sus conocidos. Desde ese momento, conocemos su pasado, las circunstancias de las personas que la rodean y lo que ha acontecido en su año de ausencia. Y nos enfrentamos a la incertidumbre de qué ha pasado y de qué pasará.
Salomé Esper construye una historia ajena al tiempo y al espacio. En ella resuenan las carcajadas, el realismo mágico y esa capacidad que solo tienen los argentinos para retratar a las personas de su entorno. A medio camino entre John Waters y Manuel Puig, Hilda Bustamante salió de su tumba para vivir para siempre en nuestros corazones.
Si solo pudiera definir este libro con una palabra sería TERNURA. Un libro que me ha hecho feliz en cada página y en las que no, me ha emocionado enormemente.
Una historia breve a la que no le cambiaría nada porque para mí es ✨perfecta ✨ donde Hilda Bustamante, un año después de morir, resucita. Con los mismos 79 años y apariencia que tenía el día que falleció (de lo que ella no tiene consciencia).
Tras entender lo ocurrido, volverá a casa para la evidente estupefacción de su marido y su nieta. ¿Qué tal asumirán sus amigas su regreso?
Bueno, lo dicho una historia deliciosa de la que solo me oiréis decir cosas buenas. Un libro donde he adorado a todos y cada uno de los personajes, absolutamente encantadores y reales, desde los ancianos, a los niños.
He adorado a Álvaro, esposo de Hilda, pero qué deciros de Las Devotas, las amigas, quienes llevaban al más puro estilo Las Chicas de Oro media vida pasando las tardes juntas y quienes, han seguido regando las plantas Hilda y velando por el bienestar de todos los que ella quería.
Una oda a la familia, a cómo esta transciende a los lazos de sangre; a la amistad, al amor. Pero también a la comunidad, a las redes de apoyo entre personas, vecinos. Me ha encantado como a pesar de las muchas referencias religiosas (algunas icónicas e inolvidables), titulo incluido, la novela va por otro lado, por ese sostén social.
En menos de 170 páginas visitamos una vida compartida, una vida normal, sin idealizar y quizá por eso, te llega tanto porque sientes que podría pasar. También una muerte, un regreso y algo más. Nos acercamos a los momentos que vistos en perspectiva “lo cambiaron todo”, para bien y para mal. Una historia que habla con mayor de las sensibilidades y certezas del dolor de la maternidad deseada pero que no sucede; de la culpa por el daño cometido, aunque las intenciones fueran buenas.
Un libro de personas discretas pero extraordinarias, que hacen la vida mejor de quienes les rodean. Una historia luminosa, preciosa y emotiva, sin dejar de ser muy divertida y sin caer en lo cursi ni una página. Sin duda sobre la pérdida y el duelo, pero esperanzador, que lees como si te abrazara, porque a quién no le hubiera gustado que alguien tuviera una segunda venida, aunque fuera un ratito. Aunque te deja con la pregunta de si merecería la pena…
Te quiero, mamá Hilda. Os quiero Devotas. Te quiero, Álvaro. Abrazos a Genaro. pero el más grande para Amelia.
Aviso: no hay zombis, ni explicaciones de por qué y cómo. Sucede y ya, disfruta que ha ocurrido y no pienses demasiado.
"Pocos metros nos separan de cosas indecibles, de otra vida. No se rinde pleitesia a lo que nos separa de lo bueno, porque creemos que ese recorrido es solo nuestro, pero los malos, los metros malos, los metros cargados de desgracia, de dolor, se marcan como un trazo imborrable y siempre duelen y siguen doliendo." (Pág.140)
Pagaría por olvidar este libro y volver a leerlo como la primera vez. Amé cada parte de él y su final tocó profundamente mi corazón. Hace mucho que no lloraba así por un libro.
me gustó la idea, me pareció una linda historia pero no logré conectar del todo por lo corta que es. me hubiera gustado que sea más larga y tenga más desarrollo.
Puro silencio y quietud, no había ruidos ni señales de un mundo que todavía estuviera funcionando. ¿Habrían muerto todos? ¿Habrían muerto sus padres? ¿Habría muerto ella? Se acordó de eso ahora, y entonces lo supo. Sin entenderlo, sin poder explicárselo. Supo que había muerto. Y pensó: ¿hace cuánto? Con la duda vino también la tristeza pero espantó el pensamiento rápidamente, no podía ser mucho: ella, ahora, estaba viva. ¿Cuánto vive alguien así? ¿Cuánto podría? ¿Y cómo pasaba esto de seguir viva? ¿Qué hacía ella ahí si no era porque, sí, realmente, había muerto antes?
Imagineu-vos que heu plorat i heu començat a fer el dol per la mort de l’amor de la vostra vida i de cop un dia apareix a casa com si el temps no hagués passat❤️🩹 Així comença la història de la tornada de la Hilda Bustamante –un personatge entranyable, dels que aquí ens encanten–, que mor als 79 anys i reviu un any després. Quan es desperta, aconsegueix sortir i torna cap a casa per reunir-se amb el seu marit i la seva neta adoptiva, sense saber què ni quant temps ha passat. Al límit entre la realitat i la fantasia, aquest relat parla de l’amor, les segones oportunitats, el dolor i la por de no saber si és un somni, si és temporal o si és per sempre, tot amb una prosa senzilla però colpidora, plena d’humor i dolçor. I, per si no n’hi hagués prou, un final que em va deixar plorant una bona estona. És un llibre molt breu i no m’agradaria parlar massa, és millor que us ho trobeu🥹Va ser una de les lectures més originals i tendres de l'any passat💖
Me encanta cuando de repente descubro una historia original y diferente, que se sale de lo común y te ofrece algo distinto y con personalidad. Es lo que me ha pasado con este libro, que habla de muerte y duelo, sí, pero desde una perspectiva un tanto peculiar.
Hilda falleció hace ya un tiempo pero, súbita e inesperadamente, abre los ojos, despierta y se da cuenta de que vuelve a estar viva. Ese primer capítulo de ella tomando consciencia de dónde está y lo que ha sucedido es brutal y muy impactante. Como puede, y tras un angustiante esfuerzo, consigue salir de su sepultura y regresar con su familia.
¿Qué pasaría si volvieras a casa tras tanto tiempo mientras todos pensaban que nunca más regresarías? ¿Qué puede haber ocurrido en la vida de tus seres queridos en tu ausencia? ¿Cómo habrán vivido el duelo y ahora afrontarán tu inesperada vuelta? Todo esto es lo que plantea e ilustra esta historia. Y es a través de los distintos personajes que rodean a Hilda como vamos conociendo las distintas experiencias y formas de actuar frente a la pérdida que han tenido cada uno de ellos.
Podría pensarse que este es un libro triste, dramático, duro, pero mi asombro vino cuando fui descubriendo que para nada es así. Aunque sí tiene momentos un poco más amargos lo cierto es que la narración es de lo más entretenida y llena de toques de humor. Y eso es, sobretodo, gracias a Hilda, una protagonista que irradia luz y naturalidad. Es de esos personajes que se te meten dentro y no olvidas. Por su personalidad, su carácter, su forma de hablar y actuar, su espontaneidad y frescura.
Aunque también por todos los que la rodean, cada uno a su manera aporta algo especial a la narración y sirven como "excusa" para tratar también temas como la amistad, el matrimonio, la fe, el amor, la familia...
Una historia sencilla, entrañable, diferente y con ese toque de realismo mágico tan característico de la literatura latinoamericana pero esta vez luminoso y acogedor. Y con un final... ay qué final. Sin duda voy a seguir muy de cerca a Salomé Esper.
este libro me ha regalado una lloradita que me ha venido genial.
qué preciosidad!!! el comienzo y el final son espectaculares, y por eso la parte del nudo se me quedó un poquiiiito floja, en el sentido de que me hubiese gustado saber más. sobre todo me hubiese encantado pasar más tiempo en el cerebro de hilda, ver cómo gestiona ella esos días, qué hace, qué come, a qué dedica su tiempo de viva. pero más que quejas, son deseos.
la manera en la que está escrito me ha encantado: salomé esper tiene un estilo muy cristalino, encuentra palabras muy bonitas para describir sentimientos y situaciones cotidianas, y me ha parecido un libro muy dulce. gracias gracias gracias a irene y maría por recomendármelo!
Me pone un poco triste que no me haya gustado más este libro. Igual no me ha pillado en el mood pero no me ha llegado. Me distraía con facilidad y no conseguía meterme del todo ahí. Sí que es cierto que los personajes son entrañables pero siento que no me han dado tiempo a cogerles cariño en unos capítulos tan cortos. Quizá lo relea en otro momento para ver si ha sido cosa mía.
4.5 ⭐ - un libriccino brevissimo che parla di lutto, perdita, ritorni e soprattutto di amore. Una lezione su come non sprecare nemmeno un attimo in compagnia delle persone che amiamo. Il classico romanzo che ti lascia sempre in bilico tra sorrisi e lacrime, con un finale commovente e intenso. L'ho adorato.
Do questo voto perché (e riconosco che è un mio limite), gli autori sudamericani hanno quasi sempre nei loro libri qualche cosa che non mi convince. In questo caso è stato lo stile, che riconoscevo essere accattivante, ma avrei voluto mi prendesse di più.
Nel complesso, è una buona storia narrata bene: ho trovato i personaggi realistici e mi sono appassionata alle loro vicende.
hasta hace poco pensaba que el tema de la resurrección como tal, es decir, la de venir desde el reino de los muertos, regresar en cuerpo y alma, solo había ocurrido con lázaro, jesús y drácula. podríamos añadir al monstruo de frankenstein pero ya todo el monte comenzaría a ser orégano. bueno, pues de todo lo anterior, a mi siempre me quedaba la siguiente duda: todos volvieron como buenamente pudieron del otro lado, aunque también decía stephen king que lo que se iba mejor que no volviese porque no nos iba a gustar su forma de regresar, pero lo que ocurre en Maine se queda en Maine, pero a lo que iba ¿todo el que vuelve, ese que ya ha muerto una vez, y regresa...vuelve a morir? ¿acaso no ha logrado con ese acto su propia inmortalidad? pues todas estas preguntas que estoy segura todas nos hemos hecho alguna vez se dan cita en #lasegundavenidadehildabustamante. una novela que no sé si definirla como realismo mágico o como una vuelta de tuerca más, porque aquí hay un hecho tangible y es que Hilda regresa un año después de que la enterraran. pero ¿para que vuelve? ¿acaso tiene algo que resolver? ¿dejó algo a medias? ¿que hizo que Hilda despertase, sintiese su boca llena de gusanos y se pusiese a golpear la caja y a quitar tierra hasta llegar a la superficie? imagina tu cara si de repente te cruzases con alguien que sabes que lleva ya un tiempo muerto ¿ qué harías? ¿salir corriendo y no parar, verdad? pues eso es en parte lo que pasó con el cura y una de las beatas que se cruzaron con Hilda. ¿y que hizo Hilda? pues anunciar su llegada por todo lo grande. si cuando nace un rey o una reina se tiran cientos de cañonazos ella no iba a ser menos y se subió al campanario. y tanto tocó y repicó la campana que no quedó cristal indemne en todo el pueblo. y luego se fue para su casa. como supongo que haríamos todos. y álvaro, su marido, enmudeció y su nieta, amalia, se le echó en los brazos y gabriela se quedó haciendo cábalas de como podía haber ocurrido aquello. y hilda contó como se despertó y como salió y como llegó hasta su casa. nadie, ni la propia hilda, sabían que podía ocurrir después de esto. #lasegundavenidadehildabustamante es la opera prima de la escritora #salomeesper que concibe una historia donde el duelo, el humor, la ternura, los lazos familiares se dan la mano y subraya la importancia de decir aquello que sentimos porque no sabemos el tiempo que nos queda para ello.
Es un libro muy tierno y tiene capítulos cortitos que te invitan a leer un poquito más y a terminarlo enseguida. Me gustó que no estuviera la solemnidad de la muerte y sí el afecto por los que ya no están, sin embargo me pareció que algo le faltaba. Un poco más de Hilda, entrar un poco más en los personajes. Podría haber tenido unas cuantas páginas más. Pero más allá de eso, muy lindo, sobre todo para una primera novela.
Me la banqué como una campeona hasta que llegué a la última página, momento de ugly cry y dolor. Es una historia sencilla cuyo inicio te hace pensar que va a ser una novela medio oscurita, pero termina dándote calorcito en el corazón. Es muy amena de leer, porque tiene muchos momentos cozy, de humor, de esperanza, y también de resignación. Capaz no fui muy sabia al elegir este libro en este momento de mi vida, pero concluyo que la experiencia de lectura fue linda, la pasé bien, y también sufrí un poquito. Al final del día, siento que ese cúmulo de situaciones hacen al balance que, con un poco de suerte, te ofrece la vida misma.
Hilda, una mujer de 79 años, vuelve a la vida un año después de su muerte para reencontrarse con todo lo que dejó atrás. Una premisa de partida sensacional y con mucho potencial que no deja la sensación de estar mal ejecutada porque... directamente NO se llega a ejecutar. Este libro es la nada más absoluta y dolorosa. Está vacío. No indaga en el misterio del porqué de la resurrección, no utiliza la vuelta a la vida de la protagonista para solucionar asuntos pasados sin resolver y ni siquiera sirve de catarsis para que todos los personajes de alrededor evolucionen, cierren viejas heridas o se lleven algún tipo de aprendizaje. Tampoco aprovecha bien lo esperpéntico y antinatural que puede llegar a ser una resurrección para generar comedia. Simplemente se limita a contar cómo era la vida de la protagonista antes de morir y se intuye una vaga intención de intentar, y digo intentar porque en esto también fracasa, que las reflexiones giren en torno a qué es lo que pasa con los seres queridos cuando alguien se va. El problema es que, para contar todo eso, NO HACÍA FALTA RESUCITARLA.
Sumando todo esto a que los personajes son planos y olvidables y a que no está especialmente bien escrito, me quedo con la sensación de haber perdido mi tiempo durante 160 páginas.
No sabía muy bien que esperar de este libro, me lo leí por un club de lectura de autoras de latam y me gustó harto. Un libro de comienzo ligero, que poco a poco comienza a profundizar en la tristeza y las diversas formas de afrontar el duelo. Muchas veces no basta una vida para disfrutar con las personas, y al parecer tampoco dos. Los papelitos del final me destruyerooooon 💔
En el duelo aparece un sueño recurrente que consiste en ver a esa persona que tanto quisiste volviendo a la vida. Soy consciente de que mi madre está muerta, sin embargo, la veo sentada en la sobremesa conversando con toda la familia. La mirada cómplice que cruzamos me dice que sólo ambos sabemos que está violando las leyes naturales que se la llevaron. Al despertar hay una alegría fugaz que en breve decanta en nostalgia, porque el sueño, pese a ser un sueño, desencadena sentimientos reales. Es un aire de tristeza, aunque envuelto en una calidez que nos cobija. Una alegoría del duelo que desborda ternura: esto es todo lo que el libro es.
A Hilda Bustamante le tocó morir a los 79 años. Sin embargo, un año después de su muerte, abre los ojos en su tumba, rompe el ataúd, escarba la tierra con sus manos y, desconcertada, vuelve a tocar la puerta de la casa que habitó. Allí aún vive el amor de su vida junto a su pequeña nieta adoptiva. Desde esta premisa se teje una historia conmovedora, que en pocas páginas logra una profundidad encomiable, y que nos habla de las indelebles relaciones humanas. Hay humor, hay dulzura, hay amor y también tristeza, pero por sobre todo, hay vidas sencillas que también pueden ser extraordinarias.
Perder a alguien implica vivir para siempre en el desconcierto de la esperanza: algún día mi madre también tocará la puerta y dirá: Hola Seba, volví.
Si se combinan escritura latinoamericana, elementos de realismo mágico y pluma femenina y joven se obtiene mi mezcla favorita de la literatura. Por ello no era impensado que este libro me pudiese chiflar. En él se narra la resurrección de Hilda un año después de su muerte. La vida de sus afectos (marido, nieta, amigas) ha quedado en suspenso durante ese año, incapaces todos de llenar el vacío que su ausencia generó. Su vuelta es un cúmulo de emociones: miedo, esperanza, plenitud.
Hace tres años, antes de que mi madrina muriese, reflexioné mucho sobre el terror que me daba conocer a las personas en las que nos convertiríamos tras su marcha. Sombras de lo que fueron, cada persona de su entorno reaprendió a vivir en su ausencia y nunca jamás volvió a ser la misma. Este es un relato fantástico sobre las sombras en las que nos convertimos cuando alguien se va. Pero, por encima de todas las cosas, es un ejercicio de narración bellísimo sobre el porqué de esas sombras que en otro tiempo fueron luces. ¿Cómo nos amaron? ¿Cómo nos acompañaron? ¿Cómo enriquecieron nuestras vidas? Qué oda más linda a esa fantasía tan crédula de volvernos a encontrar.
«Álvaro le agarró la mano y sin moverse le dijo: “Si hay algo más que no me quieras decir está bien, Dita, pero no te vayas de nuevo”.