Cuatro amigos. Un echarse novia antes del efecto 2000 Septiembre de 1999 pasará a la historia como el mes en que Percival, Simón, Rafa y Aitor comenzaron a estudiar en un instituto mixto. Perci cree que es la oportunidad perfecta para que los cuatro encuentren novia a la vez. ¡No van a ser los únicos pringados que jamás han estado con una chica! Así, se fija en Zoe, que además de ser guapa e interesante, tiene tres amigas perfectas para completar el plan «Amor a contrarreloj». Aitor y Rafa parecen convencidos... pero Simón no quiere echarse novia. Ni que lo haga Perci.
¿Arriesgarías la amistad perfecta a cambio del amor verdadero?
Raquel Tirado (Castellón, 1999) es graduada en Sociología y Ciencias Políticas y apasionada de la literatura infantil y juvenil.
Desde 2018 ha publicado ocho novelas juveniles. Algunas de fantasía, como Diana en el laberinto (Akane Editorial); otras autopublicadas, como Perdona si te llamo Cayetano, que acumula más de 100.000 lecturas en Wattpad.
Sus últimas publicaciones son romances juveniles contemporáneos: Las chicas de Olimpia y Amor a contrarreloj, con Fandom Books.
«Quiero narrar historias que entretengan, que hagan reír o emocionen, que traten temas reales con la delicadeza y respeto que merecen, que inciten a la reflexión y cuenten con la diversidad y representación que no encontré en mis lecturas de infancia y adolescencia».
Cómo vais a ser los dos así de tontos que por dentro estáis todo el rato que es mi persona favorita en el mundo que si podría confesarle todos mis secretos y dejar que guardara mis sentimientos entre algodones que es como un diOS PARA MÍ !!!! pero por fuera es simplemente "eres un patoso, percebe" me tienen chillaNDOOOO
Por otro lado, Rafa mi personaje favorito, cómo le quiero!! Majísimo y tenía cada ocurrencia graciosísima!! Exijo segunda parte con Carolina y la hermana de Simón (Marta¿) como protas PORFA La ambientación buenísima y todas las super canciones que salían: icónicas!!!
Me llamaron la atención dos incongruencias de trama pero que al lado de todo lo demás son nimiedades. La primera es que el botellón primero decían que era en sábado (y que Perci se saltaba ir a ver al abuelo) pero luego era un viernes porque el domingo llevaba 24h Perci con el abuelo (desde el viernes), algo me perdí... Y luego creo que el abuelo decían que se llamaba Joaquín y más tarde Solomón¿ Supongo que sería una errata
Pero sobretodo sobretodo ese best friends to lovers super bien hecho AAAAAAA el concepto de "arruinar" la amistad para ser novios es que chillANDOO que les den a los enemies, denme más de esto!!!!
¡Hay que ver lo bien que se le da a Raquel crear grupitos de adolescentes muy cafres con los que es imposible no encariñarse!
Me lo he bebido en dos días y me ha encantado todo: la nostalgia noventera, lo pringados que son los cuatro amigotes, el grupo de chicas y la amistad que acaban entablando entre todos, la forma en la que trata la homofobia interiorizada y la represión de los traumas, la banda sonora, lo realistamente estúpidos y cabezotas que pueden llegar a ser todos por el simple hecho de estar en plena adolescencia... En fin, podría hacer una lista larguísima, pero en resumen: es una lectura que he disfrutado muchísimo y que se va de cabeza a mis favoritos del año.
P. D.: Qué fuerte que Conan Gray haya decidido sacar un videoclip sobre Simón y Perci, ¿no?
Es justo lo que necesitaba leer: una novela que se lee enseguida, muy ligera y fresca, con drama puramente adolescente y representación, y así poder pasar un buen rato.
La química entre los dos personajes principales es una pasada, pero es que todos los personajes (tanto los cuatro chicos como las cuatro chicas) forman un grupito entrañable. Se me ha quedado corto: por un lado, algunas cosillas me habría gustado verlas desarrollarse algo más pausada y profundamente, pero, por el otro lado, este ritmo ligero y ágil es uno de los grandes encantos (y pros) de la novela. Raquel, encima, hace un buen balance entre el humor y los momentos que son algo más reflexivos, profundos, bonitos e incluso tristes. En pocas páginas logra hacerte sentir como si volvieses a tener 16 años (para lo bueno y para lo malo de esa edad).
La novela se ha sentido como una película adolescente de esas que son para ver en una tarde de verano. Puede que no se convierta en la favorita de todo el mundo, depende de la persona, pero resulta muy fácil y orgánico empatizar con los problemas adolescentes de los personajes; ya tan solo eso lo convierte en una experiencia muy positiva. Y, ay, la nostalgia (dijo la que nació en 2003 sobre un libro ambientado en 1999, en efecto).
(1/2; la reseña era demasiado larga, y no cabe, pero intentaré poner lo que queda en comentario)
No hay una forma adecuada de empezar esta reseña. No existe. Tampoco podré acabarla como se debe, porque necesito un fin del mundo para hacerle justicia a lo que me ha supuesto leer esta novela. Así que voy a empezar dándole las gracias a la autora, con el corazón en un puño, por haber escrito Amor a contrarreloj. No es la primera vez que reseño una novela de esta autora que me ha encantado, que me ha desgarrado y me ha emocionado hasta lo más profundo del corazón y de la memoria. Sin embargo, en esta ocasión va a ser más difícil, porque no puedo llevar una estructura precisa. Voy a intentar no ser muy filólogo al escribir esto, por respeto al trabajo sublime de Raquel, que merece la reseña sincera de un lector antes que el análisis (y daría para analizar mucho) de un estudiante de filología. Qué barbaridad. Al inicio, tenía un poco de miedo. «¿Y si no me gusta?», me decía. Ya he leído dos libros de la autora antes de este, tuve el mismo miedo antes de empezar el segundo. Pero he cambiado tanto en estos dos años que hay en medio que no pude sacarme el miedo; ahora la Ilíada es mi libro favorito, Garcilaso mi poeta preferido. Y Raquel me ha callado la boca por tercera vez; tengo la certeza de que seguirá haciéndolo. El título, de entrada, tampoco me entusiasmaba. Algo curioso, porque en la primera novela que leí de la autora, Perdona si te llamo Cayetano, fue precisamente el título lo que me enganchó; desde luego no es un título común. Al principio, Amor a contrarreloj me parecía algo un poco fácil; después llegué a pensar que el término que la autora usaba para referirse indirectamente a la obra antes de la publicación, «Proyecto Cuatro», podría haber servido como título, dada la importancia del cuatro en la obra (en varios aspectos). Sin embargo, al haberla terminado, siento que Amor a contrarreloj no podía haberse llamado de otra manera. No solo es a contrarreloj el plan de Percival, también lo es el amor de Simón por su amigo, y de Percival por su abuelo. Y, en el fondo, parte de las muchísimas cosas buenas de esta novela está en que, después de leerla, sientes un estar vivo tiene sentido y merece la pena (y vivir es hacerlo siempre contrarreloj). De ahí voy a tirar para seguir con mis impresiones. No hace tanto, quizá un mes o dos, la autora subió a Instagram un vídeo en el que recomendaba a sus seguidores una serie llamada Samuel. Una de las cosas que dijo me llamó la atención (la vi, de hecho, por lo que me caló esta idea): es una serie que da ganas de vivir y de crear. Durante buena parte de Amor a contrarreloj sentí exactamente eso: tenía que pararme porque no podía contener la alegría, leía sin parar, devorando página tras página, y con cada párrafo me sentía inspirado. Me daban ganas de escribir, de leer, de salir, de vivir, de enamorarme. Durante un rato, pues, Amor a contrarreloj no hacía más que recordarme que el mundo puede ser un lugar precioso. Después, en cambio, el mundo se desvaneció, yo me desvanecí, solo existía Amor a contrarreloj. Soy una persona muy parsimoniosa a la hora de leer; lento y dubitativo, siempre repitiendo y releyendo porque tengo miedo de que se me escape algo. Esto quiere decir que leo en sesiones largas, pero en las que avanzo poco. Pero con lo que escribe Raquel no es tan así; todo fluye, y leo y leo y no me canso nunca y solo puedo parar a base de forzarme a mí mismo, porque quiero que la dosis me dure un poco más. No podía levantar la cabeza del libro y sentía que, si lo hacía, no encontraría nada, porque de pronto todo mi universo estaba contenido en 1999. Que no se me entienda mal: he releído párrafos, me he enfrascado en escudriñar cada detalle de cada palabra, a veces hasta puntos un poco absurdos. Y aun así hay tanto que me dejado por el camino, y tanto que se quedará conmigo para siempre. Y esto me lleva al siguiente punto: no he sido capaz de subrayar y anotar cosas en el libro. Es algo que quiero empezar a hacer, pero no me atrevo aún. El libro está dedicado, al inicio, a quienes subrayan libros, entre otros. Quizá aún no soy el target, pero le he buscado un sucedáneo: le he sacado algunas fotos a partes que me han encantado. Por otra parte, no sé hasta qué punto podría haber subrayado, porque entonces más de la mitad del libro estaría subrayado; palabra por palabra. En cualquier caso, cuando Amor a contrarreloj empezó a ser el universo entero, dejé de sacar fotos. Se me olvidó completamente, supongo que porque para mí mi móvil había dejado de existir. Como ya he dicho un par de veces, ya he leído antes cosas escritas por la autora y me han chiflado. Chiflado como le chiflan las cosas a un niño pequeño, una pasión visceral, cruda y abrasadora que te absorbe. A pesar de ello, reconozco que ningún libro es perfecto, y yo, que soy (y seré) quejica de la cuna a la sepultura (como diría Quevedo; el poeta, digo), encontré algunas cosas que me parecían imperfectas. Me llena de júbilo poder decir que noto en la prosa de Raquel una mejoría sustancial: antes ya era excelente, pero sigue superándose. Una de las cosas que más me gustan de la prosa de Raquel, y que este libro hace una y otra vez, es cómo logra darles nombres y descripciones a sentimientos que a mí me parecen inefables. A veces es el silencio; su densidad, su fragilidad. Y no lo hace desde el efectismo gráfico de la logofagia; no, es un esmalte en las palabras, un brillo peculiar en la manera en que se configuran los escenarios. Es una vibración que palpita en cada momento oportuno. Y no pienso ni siquiera en algún silencio muy particular. No, hablo de los que suceden a cada rato: dos personajes juntos, bajo la lluvia, que se abrazan porque no hay nada que decir; dos personajes solos en casa, ojos del color del océano y un beso frustrado; el silencio pegajoso del angustioso correr de las horas en el peor domingo de tu vida. A renglón seguido de esto, está una habilidad absolutamente singular para describir las emociones. Pongo a Cervantes por testigo, no exagero, he visto representados a la perfección matices dentro de matices dentro de emociones. Un ejemplo (hay miles): «Gay. Gay. La palabra se repitió en mi mente en bucle. No era la primera vez que la oía, y siempre dolía, aunque de maneras distintas. Porque esa palabra era diferente, porque era peligrosa, porque era solitaria y porque yo de ningún modo podía ser gay. Había pasado años pidiendo no serlo, convenciéndome de que no lo era». No voy a analizar en detalle este bombazo, aunque podría hacer probablemente una docena de páginas atendiendo solo a la retórica (manierista de la manera más magistral; la compositio de miembros, el parison, la geminatio escindida…). Tampoco me voy a detener a desentrañar la infinidad de aristas que hay, que quizá escaparán para les lectores que no las hayan sentido de primera mano. Lo que más me llamó la atención fue el «y siempre dolía, aunque de maneras diferentes». Matiz sobre el matiz de la emoción. Y es un matiz real, que existe, tan difícil de prender en pensamientos que uno ni siquiera sueña en ponerlo en palabras. Porque ponerlo en palabras es quitarle la mayor parte de su fuerza. Pero ahí está. Puesto en palabras, con toda la fuerza conmovedora con la que nace en el pensamiento. En torno a las emociones, se logra además una transmisión muy intensa. Tan cruda, tan flechadora. Voy a destrozar aquí un soneto de Quevedo que me viene muy bien para explicarme. El soneto XX del Parnaso español, que empieza «Señor don Juan, pues con la fiebre apenas». Ahí Quevedo menciona la idea de que morimos a cada instante; en el sentido de que cada segundo nos acerca más a la muerte. Bien, yo, llegado cierto punto del libro, moría a cada instante, pero no por lo que dice Quevedo. Moría de emoción. La manera en que te emociona es tan sincera, tan potente. Y no hablo de un par de páginas, hablo de un centenar, mínimo. En esta línea, la novela trata de manera absolutamente magistral un fenómeno muy difícil de explicar. Es difícil, porque desde el siglo XIX arrastramos el peso de una tradición realista y naturalista, que a veces es reacia a dar pábulo a realidades tan complejas que son en sí mismas oxímoron. El saber algo y no saberlo a la misma vez. El darte cuenta de algo que ya sabías. El darte cuenta de que siempre lo has sabido. Por eso es magnífico que Percival entienda y a la vez no lo que quiere decirle Simón en el baño después del partido de fútbol. Por eso es magnífico que la declaración de Percival sea un poco repentina (y tardía a la vez, porque si no fuese tardía y repentina al mismo tiempo no sería la gloria que es). Por eso Percival no dice la palabra gay, no piensa siquiera en ella, hasta muy entrada la novela. Es que no tengo palabras. No quiero ponerme demasiado íntimo, pero como persona gay que ha experimentado de maneras un tanto inusuales el «saber y no saber», a veces es difícil explicar las experiencias propias sin sonar ridículo. Para eso está Percival, para que yo (y espero que un montón de niñes y adolescentes) pueda no sentirme ridículo por haber tardado en salir del autoarmario cuando técnicamente ya lo sabía (y a la vez no). Gracias, otra vez. El humor es uno de los puntos más fuertes de la obra, en mi humilde opinión. Es agudo, es transparente, es certero como una saeta. Que Aitor tenga mil extraescolares, que no sepa el color favorito de Nuria siempre-de-negro, que Rafa pruebe todas las peores frases para ligar jamás inventadas… La gente subestima lo ridículamente complicado que es hacer humor. Y yo aquí noto una gracia ligeramente cervantina para acercarse al dificilísimo campo de la festivitas. Me quito el sombrero, no es fácil hacerme reír. Antes de pasar a hablar un poco más en profundidad de los personajes y otros asuntos, tengo que mencionar una cosa, si no explotaré. Página 260: se van a colar en el instituto en Nochevieja. Entonces me viene un patrón de pensamiento que experimenté varias veces en la novela: «Pero cómo se van a colar si hay alarmas y… Ah, claro, es que es 1999». Y entonces me acordé de una leyenda, una lástima no poder contárselo a Percival, que a estas alturas ya estará casado con Dios, con (el otro) Adán, con Simón (por cierto, no sé si es intencional, pero esta manera de darle la vuelta al tópico, tan usado en la poesía del siglo XV, de la religio amoris es soberbio, magnífico). Me acordé, digo, de una leyenda de mi antiguo colegio: de un par de chicos que se colaron de noche, un fantasma (de un conserje, creo), les arrancó los ojos (según una amiga a la que le pregunté, porque yo no me acordaba bien). Y desde entonces se pusieron alarmas. Creo que es bonito cómo la novela consigue que yo también recuerde leyendas locales que había enterrado. Voy a juntar el tiempo y el espacio en un cronotopo poco bajtiniano: España en 1999. ¿Y si digo que Amor a contrarreloj lleva a cabo una de las características más icónicas del Quijote? Es difícil de explicar, en parte porque los institutos no suelen hacerlo bien, pero que la obra empiece con «En un lugar de la Mancha de cuyo no quiero acordarme» es importantísimo. Es importantísimo que sea en la Mancha, porque parte de la primera comicidad del libro está en que no sea en un espacio fantasioso o lejano, como sucedía en los relatos de caballerías. Y Raquel nos trae la representación a casa: a la Península. Aquí no es cómico, claro, aquí retroalimenta la gravitas y el poder ideologémico (Bajtín dixit) de la trama y el elenco de personajes. Y debo reconocer que me fascina la selección temporal. Me parece atrevida. Muchos de los elementos me resultan familiares, pero muy lejanos. Nací en 2004, así que viví los retazos de la cultura de estos ocho personajes. Tal vez por eso a veces me resulta un poco inusual. El comecocos, por ejemplo, yo lo asocio con la infancia, no con la adolescencia. Me pasa con otras cosas en la novela. Entiendo que esto es producto de la diferencia de tiempos. La ambientación espaciotemporal, en fin, me parece muy lograda. Siento cómo la autora mima detalles, cómo guiña un ojo a les lectores mientras su mano (extradiegética, demiúrgica, un tanto metaléptica incluso) dispone cada pequeña cosa que edifica el mundo. Ir por 1999 es una decisión valiente, a mi parecer. Lo es porque para hacer fácil el drama de la sexualidad basta con irse más atrás, mucho más atrás. Sin desmerecer, ni mucho menos, a les escritores de novela histórica, creo que también hace falta que alguien dé un paso y trate de tiempos así: 1999; hace nada y hace tanto. El mundo era muy distinto, y a la vez es tan cercano que ha despertado mi curiosidad más de una vez. Esto por no hablar de las auténticas exquisiteces topográficas que hay a veces: el mar, la mansión abandonada… Todo está tan vivo. Es precioso y aun así no lo siento como un locus amoenus esclerosado, sino como verdaderos espacios, que podrían existir. Casi parece una pintura, en ocasiones; todo es sobrio y, a la vez, vivísimo. Hipotiposis tras hipotiposis. Vamos con Percival. Ya he comentado algunas de sus maravillas antes, así que voy a intentar no ser repetitivo y abordar cosas nuevas. Con todo, no me resisto de nuevo a subrayar que representación gay así de buena (y esto también aplica para Simón) es rara, entre otras cosas porque es dificilísimo que tenga esta calidad. Me encanta el foreshadowing sutil que trabaja la autora para adelantarnos que hay cosas raras en su pasado. Yo lo vi venir bastante, no sé si por ser un adulto o por ser filólogo; y me encantó igualmente. Creo que tiene el punto exacto para gustarle a los adultos, por las capas y capas que tiene, y al mismo tiempo ser ideal para un público infantojuvenil (quizá más juvenil que infantil, pero no sé suficiente de pedagogía como para determinarlo). Creo que tiene las complejidades y la transparencia suficiente como para interesar y estimular mentes en crecimiento, sin despreciar a las mentes ya crecidas. Amor a contrarreloj como lectura obligatoria en institutos sería una auténtica genialidad. Por lo pronto, no tengo intenciones de ser profesor, pero si algún día lo soy y está en mi mano, sé que mis alumnes van a leer este libro, o como mínimo algo de la autora. En fin, que me voy por las ramas: Percival. Debo decir que creo que hay algunos motivos de peso para headcanonearlo como autista sin diagnóstico. No me parecen lo suficientemente sólidos como para defenderlo a ultranza, pero sí hay ahí algunas cosillas curiosas. Quizá estoy leyendo demasiado; en fin, es deformación profesional. Adoro su personalidad, adoro su construcción. Adoro esa veta homofóbica y machista que exhibe a lo largo de la novela, sobre todo de la Cara A, de forma diseminada. Es transparente sin ser demasiado llamativo; es claro, sin que tengan que estar recordándotelo sin parar. Es la dosis perfecta. Me encanta que sea teatrero. Adoro su manera estrafalaria de ser, su egoísmo y egolatría ocasionales, su ceguera autoinducida, su desparpajo natural. No es un personaje perfecto (a nadie le gustan los personajes perfectos en el siglo XXI, me incluyo), y sus imperfecciones particulares están tan logradas y transmitidas con tal excelencia. Es un agasajo a los sentidos. Su êthos, en fin, tiene la sensación verista de una novela del realismo, pero está insuflada de una emocionalidad que lo hace recalcitrantemente contemporáneo. Durante una parte importante del libro, no me cuadraba mucho que le gustasen los mitos. Me parecía un poco fife para eso y como que no terminaban de convencerme algunas referencias mitológicas. Andado el tiempo, y con él las páginas, cambié rotundamente de opinión. A Percival deben encantarle los mitos; es la decisión ideal, es lo que necesita su personaje teatrero y soñador, que vive en una película, que solo alcanza a rozar la realidad cuando los sueños se mezclan con la vigilia, el presente con el pasado y Adán con Adán. Su relación con la mitología es bastante más rica que eso, que quede claro. No es un escape, sin más. Él lo dice una vez, de hecho, que incluso los mitos enseñan cosas. Y, mira tú por dónde, lo dice después de comulgar con la interpretación senequista del episodio de las sirenas en la Odisea. Con ello se hace imposible no pensar en los estoicos wannabe de hoy en día, tan vinculados con la peor masculinidad posible. Y esto solo por citar una de las posibles lecturas de este pasaje en concreto. Insisto, la relación de Perci con la mitología es más rica de lo que podría pensarse a simple vista. ¿Genialidad o erudición de la autora? O es una o son ambas, no me importa mucho la respuesta. La cuestión es que le pega de maravilla. Como hombre gay que también ha usado en ocasiones la mitología griega como una manera de manifestar las emociones, debo decir que lo que hace Perci es muy interesante. Y la referencia a la caja de Pandora (o el píthos de Pandora, para que no me maten los filólogos clásicos): chef kiss. Es un motivo un tanto trillado, pero en la novela se hace tan absurdamente bien que me da igual. Me encanta ese capítulo. Por cierto, tiene uno de los muchísimos buenos títulos que abundan más que nada en la cara B, que dan pie a algunas relaciones transtextuales que harían las delicias de cualquier lector (y de cualquier filólogo). Podría hablar mucho más de Percival, pero esto empieza a alargarse y aún queda mucho que decir, así que voy a liquidar de un plumazo a sus padres y a su abuelo. ¿El personaje del abuelo? Impecable. No hay otra palabra. Está construido con un detallismo ideal. ¿El hecho de que no conozcamos su nombre de pila hasta que Perci recuerda toda la verdad? Me encanta. Su homofobia y su machismo, que transmite a su nieto, también me encantan. Vamos a ser honestos aquí: yo creo que es bastante obvio que el abuelo sabe que Perci corresponde a Simón. El propio Perci dice que cree que al final pudo aceptar que no podía separarlos. Y el hecho de que Perci le pregunte por Simón a propósito tiene que habérselo dejado claro. Está senil, pero es listo. Quizá soy demasiado optimista, pero me gusta pensar que pudo aceptar a su nieto antes de morir. En cuanto a los padres, también creo que están construidos de manera idónea. Solo me parece un poco dudosa su homofobia, que está claramente latente, pero que no llega a cobrar una dimensión muy relevante. Con todo, creo que eso es lo mejor. Creo que los padres de Percival aparecen justo lo que deben aparecer con la importancia exacta, ni más ni menos.
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No sé muy bien cómo se escribe una reseña pero creo que no hace falta para decir que me ha encantado el libro :) Es un libro cortito y se hace muy ameno y disfrutable. Literalmente no lo pude soltar después de empezar. Como persona que va a empezar bachiller me hizo sentirme muy identificada con los personajes y amar a los grupitos😭💓 Fue como una montaña rusa de emociones, me sentí todo el rato en la piel de los personajes. Es de esos libros que se sienten como una brisita en verano. Pd: Simón y Percival me recuerdan mucho a la canción de 'Timeless' de Taylor. Para mí, es su canción. 🫶💜
¡Qué buen librito! Muy divertido, blandito, me ha amenizado un montón dos viajes de siete horas de tren con transbordo. Me gusta muchísimo notar cómo Raquel mejora con cada historia pero que se siga manteniendo su estilo, su sello personal. Me ha encantado, es de estas novelas juveniles que le puedes recomendar a todo el mundo que lea comedia romántica. Mi único pero y es totalmente personal es que me ha faltado "un poco" de cada cosa. Es decir, si el libro hubiera sido más largo y se hubiera explayado más en ciertos asuntos, ya sería perfecto. ¡Seguiré leyendo a Raquel! Sus historias siempre son un acierto.
«Esa noche no había alcohol, pero sí que había estrellas, tantas como para emborracharme»
«Si yo fuera Orfeo y él Eurídice, habríamos salido vivos del inframundo»
«Se besaron y no sintieron ni culpa, ni vergüenza. Se besaron y no lo ocultaron»
«Si Simón fuera una chica ¿te gustaría?»
Podría destacar mil frases de este libro, podría destacar el libro entero, el cual tengo lleno de garabatos y palabras subrayadas.
Le tenía infinitas ganas a este libro, seguramente porque me encanta la manera de narrar de Raquel, su capacidad para crear grupos de amigos que lees y dices "joe, ojalá tener amigos así" justo como me pasó en la saga Cayetano.
El libro es ameno, me lo comí en una tarde y me aseguré de disfrutarlo muchísimo, además de tener una esencia muy española y, en este caso, muy de los 90 que, pese a yo ser de los dos mil, me ha flipado.
Y me flipa que Perci sea un flipao de la mitología y todas sus referencias a mitos y leyendas (me juego un brazo a que está, por lo menos, un poquito inspirado en Percy Jackson)
Un mensaje precioso con unos personajes entrañables y graciosos (Rafa el mejor), no puedo pedir más... Bueno, sí, una segunda parte.
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Raquel se ha superado de nuevo. No uno ni dos, sino 8 protagonistas 🤯. Si bien es verdad que alguno tiene más peso que otro, llegas a conocer a los 8. Sufren una evolución impresionante a lo largo del libro, que transcurre en tan solo 4 meses, donde se puede observar la versatilidad y experiencia de la autora con las palabras. Además las tramas secundarias se cierran si cabe más que la principal haciendo de cada detalle una historia preciosa. También se ve un trabajo de investigación increíble sobre la época en la que sucede. Me declaro fan incondicional!! Ole, ole y ole.
En esta historia nos encontramos con Percival, un chico que acaba de pasar a 1° de bach y decide que él y sus 3 amigos necesitan encontrar novia antes de empezar el año 2000. Esto será posible gracias a qué comenzarán a estudiar en un instituto mixto. Su mejor amigo, Simón, no está nada de acuerdo porque lleva enamorado de él desde hace años. ¿Será capaz de arriesgar su amistad por tal de estar con él?
Empecé el libro con muchas ganas porque el cliché de best friends to lovers me encanta y no me ha decepcionado para nada, de hecho ha sido una historia que me ha gustado mucho de principio a fin.
Los capítulos al ser cortos te deja siempre con ganas de más, quieres saber en todo momento que va a pasar al final en la vida de esos chavales de instituto. Si a eso le sumas la forma de escribir que tiene Raquel, no puedes soltar el libro. A pesar de ser un libro con pocas paginas, no sé me ha hecho corto en ningún momento, me ha parecido perfecto.
Simón ha sido mi personaje favorito sin dudas. He empatizado tanto con él que al final he sufrido un montón con lo que estaba viviendo. Percival me ha dado coraje en varias situaciones pero al final he entendido el porqué actuaba así. Mientras iba leyendo el libro estaba chillando de emoción por cada mínima interacción entre ellos dos porque aunque pasaban cosas entre los protas ninguno quería aceptar nada, sobretodo por el temor a que alguien lo sepa y se metan con ellos.
Quiero destacar al grupo de amigos, me han encantado. Además, creo que todos los personajes están muy bien construidos por lo que puedo ponerme en su lugar y entender lo que está pasando en sus vidas a esa edad.
La trama me ha enganchado desde el primer momento ya que es ligera, entretenida y divertida. Puedo decir que las risas no han faltado en ningún momento y es que encima hay unas frases tan increíbles.
Si queréis un libro con romance, best friends to lovers, amor prohibido, instituto, amigos, etc... está es vuestra historia.
En resumen, ha sido un libro que he disfrutado demasiado y sin dudas seguiré leyendo a la autora. Por ello le doy 5/5★.
Finalizada la lectura de 'Amor a contrarreloj' de @raqueltiradofdz al que puntúo con 7/10.
Vas a encontrar un young romance ambientado en el último trimestre de 1999, pero también sufrimiento, amistad y valor.
Percival, Simón, Rafa y Aitor son amigos inseparables, nuevos en el instituto tras el internado, son los marginados y les cuesta socializar, sobre todo con chicas. Perci se harta y traza un plan para que antes de fin de año y de milenio, consigan novia, y esto agita recuerdos, miedos y sentimientos.
Simón tiene claro que es gay, pero no es fácil decirlo y menos si sientes cosas por la persona más importante en tu vida. Está cómodo siendo lo que son juntos, pero ese plan para tener novia comienza a tener éxito y los sentimientos afloran, y ser adolescente, celos y fiesta, es igual a error. Pedir perdón por herir a los demás es esencial pero también ser sincero, aunque eso le haga perder todo. Convivir con el rechazo estando a su lado es difícil, pero debe afrontarlo.
Percival es el líder, desde el primer momento supo que Simón iba a estar y luego con Rafa y Aitor pasó lo mismo. Le necesitan y su plan es perfecto, Zoe y sus tres amigas son ideales para ellos. El problema, que cuando más cerca está de Zoe más lejos está de Simón. Su mente selectiva no le ayuda y sólo cuando los recuerdos llegan se da cuenta de su realidad y no puede escapar porque siempre fue así, debe afrontarla.
Una oda a la amistad, porque los cuatro encajan a la perfección, se apoyan sin condiciones y se quieren, incluso cuando caes en lo más profundo, otro te ayuda a levantarte.
Me parece una maravilla en cuanto a aceptación en la época, necesitar encajar en la sociedad hacía que ni te plantearas tus sentimientos, hemos cambiado.
Los personajes secundarios te enamoran, ya he nombrado a los chicos, pero Rafa me parece el verdadero pilar del grupo. En cuanto a las chicas, todas tienen su historia, pero Zoe me parece esencial para Perci y la historia y la trama de Eva es espectacular.
Un final bonito que te deja una sonrisa después de sufrir con ellos, pero lleno de momentos divertidos. Eso sí, la maldad de la autora nos deja sin epílogo, porque el reloj se para con el año nuevo.
Termino esta historia y me quedo con ganas de más, con ganas de saber eso de lo que habla Percival en el último capítulo. Pero el milenio llegó y la historia terminó.
No pensé que me fuera a gustar de esta manera pero es que hay TANTO en esta historia y en tan poquitas páginas.
Lo que me ha transmitido ha sido lo que me ha conquistado, amigos que en clase te escriben notas, que pasan a buscarte a casa o que tienen que esperar a que el teléfono fijo esté libre para llamarte desde el salón, radiocasetes y bicicletas, Phoskitos y Tamagochis, sentimientos desconocidos y escondidos por la vergüenza y la soledad del rechazo, primeras veces y también últimas.
Creo que ha sido como volver la vista atrás para ver todo lo que ha cambiado, un recuerdo de lo que tuvimos y de lo que tenemos ahora, para bien y para mal.
Me ha parecido una historia ligera que se lee sola, capítulos muy cortitos con varios narradores que la hacen dinámica y sobre todo, una historia con mucho olor a nostalgia y a amor de pasillo
qué puedo decir de esta historia, la he disfrutado tanto 🤌🏻💖
es el segundo libro de raquel que leo y definitivamente no el último, me declaro FAN FAN ✨
la estética noventera, ese vibe pre 2000, el grupo de amigos (adolescente) tan bonito y curioso como son mis caballeros de la mesa redonda, más conocidos como percival aka percebe, simón, rafa y aitor <3 las chicas que también son una maravilla y mis gemelas que las ADORO 💗🌟
es un libro que te lees en nada porque solo quieres seguir leyendo, de estos ligeros (aunque con su toque de drama, advierto) que te hacen disfrutar de la lectura ❤🩹
simón y percebe me han traído DE CABEZA, yo team simón porque mi niño no merecía, pero bueno tampoco está libre de pecado, pero es que perci amore, me lo has puesto complicado eh😬 igualmente, estos dos me han robado el corazón y simplemente tenéis que leer esta historia 🫶🏼🫶🏼
rafa mi protegido lo amo el único con sentido común del grupo y aitor bf es que tan icónico, mis amores 💜
ya no podré pensar en los 90s o escuchar ciega, sordomuda de shakira sin pensar en este libro, que de verdad tenéis que leerlo🤌🏻✨
agradecida una vez más por la colaboración a fandom books 🫶🏼🌷
5+🌟 Cuando empecé este libro, y antes de hacerlo leí su sinopsis, no pensé que la historia de estos cuatro chicos me fuera a hacer reír, llorar y morirme de amor🥹 La historia de Percival, Simón, Rafa, Aitor, Zoe, Carolina, Eva y Nuria me ha dejado el corazón contento. La relación de Perci y Simón no es sólo un romance, es una historia de amor con una mezcla de sentimientos de todas las clases, que te hace saltar las lágrimas (y no sólo saltar, en mi caso he acabado llorando un poquito más de una vez)🫶🏻 Ha sido una sorpresa tremenda, y sin duda he estado sonriendo como una tonta en esas últimas escenas del libro🥹
«Estar con él era como viajar en el tiempo, como ordenar las piezas, como entrar en un bucle en el que el pasado y el presente se fundían, en el que las líneas temporales colisionaban. Nada era real y, de esa manera, todo era posible. Era yo mismo y era mi yo de doce años a la vez cuando apoyé la cabeza en mi chaqueta y mis ojos se sumergieron en los suyos, me deslicé por la punta de su nariz y alargué la mano para acariciarle el pelo. —A mí también me encanta estar contigo —confesé.»
Original, divertido y muy entretenido. De verdad, digno de una comedia romántica de las buenas, con unos personajes entrañables y unas reflexiones magistrales. De lo mejor del año.
Es la primera vez que leo a Raquel y me ha gustado mucho. Sin lugar a dudas repetiré con otra de sus historias ya publicadas y con todo lo que escriba. Una novela juvenil que te mantiene enganchado desde la primera página. Quiero destacar su pluma, me ha hecho conectar con la historia y sobretodo disfrutar de su toque de humor que ha conseguido que sea una lectura muy amena😉 Una historia ideal para leer en un par de días (os aseguro que no os llevará más tiempo)
"Siempre lo querría más de lo que podría llegar a odiarlo".
He estado tan enganchada que no he podido soltar el libro. Drama adolescente de toda la vida de dios que trata problemas diversos, algunos duros (que hubiera estado fetén que se desarrollaran un poquito más), de un grupo de adolescentes en 1999 (aunq a veces me daban la impresión de que tenían 10 años pero igual es que ya soy mayor) Muy divertido y super recomendable
Vale, guau, ha superado totalmente mis expectativas. El ritmo de la historia ha sido correcto, y aunque estoy acostumbrada a leer libros más largos, no se me ha quedado corto porque ha explicado lo que tenía que explicar. Aunque obviamente me encantaría que tuviera una segunda parte donde se desarrollaran un poco más las relaciones románticas de los protagonistas, pero con esto me he quedado muy contenta.
Empecé a leer "Amor a contrarreloj" porque me apetecía una historia divertida y amena y, como ya he leído a la autora, sabía que así sería. Lo cierto es que me lo he terminado en apenas una semana y estoy convencida de que lo habría terminado mucho antes si no fuera por la vida adulta porque esta novela ha sido un no parar, todo un vicio.
Hacía tiempo que una novela no me hacía sentir tan vacía al terminarlo y creo que por eso me ha encantado tanto. Por un lado, ha sido todo lo que esperaba y, por otro lado, todo lo que no. Raquel me ha dejado sin palabras. Esta novela es un soplo de aire fresco, especialmente divertida y amena, con momentos de tensión, nervios y un grupo de amigos inolvidable.
Se trata de una novela juvenil ambientada en los últimos 4 meses de 1999 cuando un grupo de 4 amigos empiezan el instituto (mixto, por primera vez) y se proponen tener novia antes que se termine el mundo por el cambio de milenio.
Sin duda, la novela destaca por los personajes. Hay muchos personajes y todos ellos están muy bien caracterizados. De hecho, la autora no necesita muchas páginas para que logres empatizar con cada uno de ellos (8), sino que con unas escenas y unos diálogos eres capaz de entenderles, especialmente a aquellos que tienen menos peso en la trama. Raquel utiliza recursos y mecanismos que nos ayudan a conectar con ellos y entender su mundo interior, como cuando Carolina hace cierto dibujo delante de Simón o cuando Simón escucha algunas conversaciones que nos revelan información sobre determinadas subtramas, por ejemplo.
Además, lo más importante de esto es que son personajes adolescentes que realmente actúan como tal: toman decisiones, se equivocan (decisiones terribles algunas veces, por cierto), tienen ideas bastante locas, pero ese espíritu adolescente de las primeras veces, el amor, la amistad, la familia, el instituto, encajar... Todo eso se respira todo el tiempo.
Entre otras cosas, la autora ha realizado un gran trabajo con la documentación para esta historia, puesto que al estar ambientada en los últimos años de 1999 hay referencias a esa época constantemente, ya sean históricas, a través de la música, del cine, la literatura o elementos de la cultura en general (como la mención a los videoclubs, por ejemplo).
No obstante, en la novela no todo son risas y bromas. Ha sido una montaña rusa de emociones: cómo la relación de los chicos se iba entrelazando con la de las cuatro chicas, cómo iban estableciendo alianzas, sintonías o incluso diferencias con algunos otros. Me ha gustado que cada uno de estos personajes tuviera una subtrama y sus propias preocupaciones y cómo la autora lo ha aunado todo finalmente.
Al final de la historia la evolución de todos ellos es muy grande y personajes como Zoe, Simón y Percival tienen toda mi admiración. No quiero hablar mucho de las parejas que se forman porque no quiero hacer spoiler, pero cada una de ellas es única y tienen mucho que decir.
Si con algo me quedo es con el grupo de amigos que forman, el claro mensaje que se lanza sobre la amistad, el amor, la familia y la vida, sobre aceptarse a uno mismo, ser honesto consigo mismo... Hay tantas cosas que se dicen sin decirse...
Mi más sincera enhorabuena a la autora, que ha conseguido que una novela con una trama aparentemente tan divertida y amena se haya convertido en una historia con mucha profundidad y es justo ese cambio lo que me ha fascinado y dejado maravillada.
Muchas gracias a @tu.haces.fandom por dejarme colaborar con ellos por primera vez. ¡Ha merecido totalmente la pena!
⚠️ Me veo obligada a avisar de que voy a poner algún 𝗦𝗣𝗢𝗜𝗟𝗘𝗥 porque hay una parte de la trama que no puedo evitar mencionar por una mera cuestión personal. ⚠️
📚 𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝗿𝗲𝗹𝗼𝗷 es la primera novela que leo de Raquel Tirado, y no puedo negar que me ha causado buena impresión. La estética del libro de por si es atrapante, especialmente para los niños de los años 90 como yo.
🎶 En cada capítulo hay alguna pequeña referencia a momentos o cosas destacadas de nuestra infancia: Tamagochis, Phoskitos, música noventera. Cada una de estas menciones me daba la vida cuando las leía (mi favorita es la de Ramón García, qué icónico).
⚡ En el libro seguimos los puntos de vista de Percival y Simón, dos chicos que forman parte de un grupo de cuatro y que han empezado Bachillerato. ¿Lo particular? Por primera vez van a un instituto mixto, lo que significa juntarse con chicas. . . sin tener ni idea de ellas. Percival, que se considera la cabeza pensante del grupo, se obsesiona con la idea de que los cuatro tienen que encontrar novia antes del fin de año. Antes de que, supuestamente, estalle el efecto 2000.
⌛ La novela se lee en un suspiro. A mi no me ha durado ni 48 horas. En parte porque su extensión no llega a las 300 páginas y los capítulos son cortos y dinámicos. Siempre está pasando algo, siempre te dan ganas de seguir adelante.
👌🏻 Es una de esas novelas que he pillado en el momento adecuado para salir de mi nicho de libros de fantasía.
💖 Aunque la trama es descomplicada, es verdad que trata algunos temas que le dan más profundidad de la que uno se espera. No solo por las relaciones y dinámicas entre los chicos del grupo, sino porque los propios secundarios también presentan sus propios problemas y te muestra que todo el mundo tiene una procesión que se lleva por dentro. Que todas las personas son imperfectas y pese a eso, se las puede seguir queriendo igual.
⚠️ 𝗠𝗢𝗠𝗘𝗡𝗧𝗢 𝗦𝗣𝗢𝗜𝗟𝗘𝗥: entrando en lo particular y muy personal, no me esperaba que el libro me dejara tan tocada. Al igual que uno de los personajes, yo perdí a mi abuela hace cuestión de un mes y es verdad que casi lloro, pero a la vez me sentía bastante comprendida por el propio libro. Hay cosas de mi que no le dije a ella antes de irse, deliberadamente, porque sé que no hubiera opinado bien de mi. Pero eso no hace que no me doliese y que, como se dice en el libro, aunque fuera mayor fuera todo demasiado. . . abrupto.
😀 En resumen: es un libro muy disfrutable y recomendable para lectores juveniles. Escrito con una pluma ágil, personajes entrañables, y una nostalgia noventera que me ha mandado a escuchar los Backstreet Boys por millonésima vez en mi vida.
Percival y Simón son amigos desde que tenían 4 años, fueron juntos a campamentos donde conocieron a Rafa y Aitor. Todos ellos cursaron sus estudios en un internado masculino, pero al empezar el bachillerato deciden ir a uno mixto, donde son el grupo de los raros. Percival decide acabar con eso y propone que los cuatro tienen que tener novia antes de acabar el año, y Zoe y sus amigas son el objetivo perfecto. El problema es que Simón tiene muy claro que es gay y lo que siente por Perci.
Tras terminar la lectura de este libro, vengo a deciros que ha sido un viaje de vuelta al año 1999. Yo todavía era un niño, pero muchas cosas que salen en la novela las he vivido y he sentido nostalgia al recordar algunas canciones y otras cosas como los famosos comecocos. 😋
Me ha encantado la historia y como esta llevada, ese sentimiento de amistad tan arraigado en el grupo, aquí tengo que mencionar a Rafa, quien es, con diferencia, el que más conoce a sus amigos y quien está ahí en el momento oportuno. Por otro lado, la historia personal de Perci me ha parecido super bonita y dura, con todo el tema de su abuelo y su pasado, así como todo lo que comparte con Simón. Son tal para cual.😍
Los personajes me han gustado todos. Perci en un principio me parecía muy cobarde por no querer asumir sus sentimientos, pero trasladado a la época es comprensible, todavía entonces era algo que en los institutos era motivo de mofa, y es algo que queda bien plasmado aquí. 😊 Por el contrario, he estado más alineado con Simón, quien a pesar de saber lo que siente, tiene miedo a exteriorizarlo porque piensa que perderá a su mejor amigo. Sus celos y acciones, son más que comprensibles teniendo en cuenta la edad que tienen. ❤️ También tengo que mencionar a Zoe y a su grupo de amigas, Carol, Eva y Nuria. Ellas forman un contrapeso interesante al grupo de chicos. Me encantan las historias personales de Carol y de Eva, sobre todo la venganza de esta última. 🤣
Es una historia de aceptación de uno mismo, de amistad y valentía. La he disfrutado mucho y seguiré pendiente de la autora 👏
Título: "Amor a contrarreloj" Autora: Raquel Tirado Año: 2025 Editorial: Fandom Books . . . "Amor a contrarreloj" ⌛de Raquel Tirado, nos transporta a los últimos meses de los años 90, cuando Percival, el "cabecilla" de un grupo de amigos compuesto por Simón, Rafa, Aitor y él mismo, decide que no entrarán al nuevo milenio sin haber tenido una novia. Con ese objetivo en mente, nace su plan maestro: conquistar a un grupo de cuatro chicas antes de que acabe el siglo XX ✨.
Desde el primer capítulo, la historia nos atrapa con una ambientación milenial, nostálgica y personajes reales como entrañables y caóticamente adolescentes 📼. El estilo de su pluma 🪶 es ágil, con diálogos muy vivos y llenos de amor; es imposible no encariñarse con el grupo de amigos y sus meteduras de pata. Me he reído mucho, pero también no he podido contener las lágrimas en alguna que otra situación más durilla ❤️🩹.
La historia está narrada en POV dual, lo que permite empatizar y entender las emociones de ambos protagonistas. Desde el primer capítulo, es fácil conectar con ellos y con el dilema emocional que arrastran. Perci ha tenido una infancia dura y peculiar en la que Simón se convierte en su salvavidas 🛟. Para él, su amigo siempre ha sido todo, y no sabe como afrontarlo. Simón, en cambio, tiene claro que está enamorado de Perci, y, aunque al principio se contenta con estar a su lado, llega un punto en el que no quiere esconderse más. No puedo terminar esta reseña sin mencionar a Aitor, Rafa, Zoe, Carol, Eva, Nadia, las gemelas... aportan toques de humor, ternura y una calidez que enriquece la trama 🌸.
En definitiva, es una lectura perfecta para la generación millennial. Una novela que habla del amor propio y de aceptación. Una novela que habla de la amistad y de lo importante que es cuidar a las personas que te quieren ❤️🩹.
Nos cuenta la historia de cuatro amigos: Perci, Simón, Rafa y Aitor, los cuales van a un instituto mixto por primera vez y, por idea de Perci, elaboran un plan para conseguir novia antes de que acabe el año y entren al año 2000.
¿Que encontraremos?
⌛Found family 📼Representación LGTBI 💘Best Friends to lovers 🐚Amor prohibido ✨Los 90
⌛Es la primera vez que leo a Raquel y la verdad es que su pluma me ha gustado. Es amena y bonita.
📼Está narrado en primera persona por dos de los amigos: Perci y Simón.
⌛Perci es el líder del grupo, el que suele decidir y el reparte el bacalao. Me ha caído bien, pero es un poco egocéntrico.
📼Simón es el mejor amigo de Perci y el único que no quiere encontrar novia por una buena razón: está enamorado de Perci.
⌛Aitor me ha gustado, creía que iba a ser mi favorito, porque es un chico callado y algo retraído, pero al final mi favorito fue Rafa, ya que es el más sensato de todos y creo que el mejor amigo.
⌛Zoe, Nuria, Eva y Carolina conforman el grupo de chicas. Son bastante diferentes, pero me han caído muy bien todas.
📼El libro gira principalmente entorno a ligarse a las chicas y conseguir novia antes de que termine el año, pero también nos cuentan las historias de los chicos, sobre todo de Perci y Simón, de cómo se hicieron amigos e inseparables.
⌛Me ha gustado mucho el found family, tanto de los chicos, como luego el que forman con las chicas. Con la representación LGTBI, al estar ambientado en los años 90, me ha tenido con el corazoncito encogido todo el rato, ya que en esa época no era tan fácil y no quiero decir nada más por no destripar, pero me ha gustado. Es inevitable cogerles cariño a todos.
📼La ambientación de finales de los 90 me ha creado nostalgia, y es que en mi caso tendría la edad de las gemelas (hermanas de Rafa), pero he vivido todo eso.
⌛En definitiva, un libro cortito, interesante, divertido, pero a la vez tierno.
📼Mencionar que un libro que empiece citando a Marina de Carlos Ruíz Zafón no podía no gustarme 😂
📖 Es una novela de romance juvenil + comedia nostálgica
📖 1999, justo antes del efecto 2000 en un instituto mixto.
📖 Percival empieza el nuevo curso juntos a sus tres amigos: Simon, Aitor y Rafa, con la preocupación de cambiar de milenio sin haber tenido novia
📖 Decidido a no permitir que eso pase, traza un plan para que los tres la encuentren, fichando a cuatro amigas ideales de su clase para llevarlo a cabo.
📖 Pero Simon, que es su mejor amigo, se muestra reacio e intenta frenar sus intenciones...
📖 La atmósfera creada al final de los 90 está muy bien lograda, con muchas referencias de la época. Antes las relaciones cara a cara se vivían con intensidad y sin filtros. Es un viaje nostálgico.
📖 Perci parece superficial pero esconde inseguridades y Simon es el alma emocional del libro, él abre el conflicto central de la novela. Aitor y Rafa aportan humor y diferentes formas de entender la amistad y el amor.
📖 Las chicas tienen sus propias personalidades y no caen en estereotipos.
📖 La historia promueve la diversidad y la visibilidad. Hay descubrimiento personal, de la identidad...
📖 Se lee con mucha facilidad, es ligero y divertido, ideal para leerlo en poco tiempo. Hay momentos cómicos y también más dramáticos y reflexiones.
📖 Trata los cambios, crecer, el miedo a quedarse atrás, perder amistades y lo importante de expresar lo que sentimos a tiempo.
✍️ Es una novela con corazón, humor y sensibilidad. Me ha parecido una historia honesta sobre la amistad y el amor. Esta muy bien construido y además de hacer sonreír me ha dejado pensando... La época en la que está ambientado me ha encantado.
¿Cómo os explico que mi idea era dormir un poco antes de dormir y lo que ocurrió es que no me dormí hasta que no hube acabado este libro?
Tenía su olor. Tenía su tacto. Si yo hubiera sido Teseo y él, un laberinto, no habría necesitado el hilo de Ariadna para orientarme.
Me ha encantado. Las relaciones entre los personajes, la pareja principal, las parejas que se forma por detrás de esa pareja principal, la ambientación de los '90... TODO, me ha gustado todo. El amor de Simón y Perci es sencillamente tiernísimo, esa ternura que solo tienes cuando eres adolescente, toda la vida por vivir y las complicaciones de un mundo que parece que solo busca ponerse en tu contra. Sus inquietudes, sus meteduras de pata, la intensidad... Todo ello hace que no puedas dejar de leer y que quieras con toda tu vida a estos personajes, porque encima, a pesar de lo corto que es el libro, les coges un cariño increíble. He de decir que he disfrutado como una enana del friends to lovers, pero de la parte en la que no se sorpotan hasta que se dan cuenta...
La verdad es que no suelo leer novelas de este tipo así porque sí. Con este libro, en cambio, la sinopsis ha bastado para convencerme de leerlo. No sé si ha sido el haberlo empezado y acabado en época de finales, pero se me ha hecho increíblemente corto y terminarlo me ha dejado ese inevitable vacío emocional que es muestra de que un libro te ha gustado de verdad. La historia es sencilla. Es la forma en la que se nos cuentan las cosas, son los propios personajes, los que te tienen pasando páginas sin parar. Raquel Tirado nos presenta a adolescentes que se comportan como adolescentes, con sus virtudes, sus inseguridades típicas de la edad y, por supuesto, con sus defectos. Creo que es uno de los pocos libros en el que ningún personaje no me ha gustado. Incluso si a veces me llevaba las manos a la cabeza en ciertas situaciones, podía entender e incluso empatizar con los motivos que les llevaban a actuar de esa manera. Es de admirar como la autora nos ha presentado a ocho personajes con una presencia equilibrada y ha sido capaz de desarrollarlos a todos, darles un trasfondo, hacerlos interesantes, en tan solo 200 y tantas páginas. Los hechos transcurren con soltura y nada se siente forzado, el ritmo es súper ligero...Ah, y me ha encantado esa narración dual en primera persona (con los povs de los dos protagonistas). Era la mejor forma de entenderlos a los dos y, además, de conocer al resto de personajes. Sin dar spoiler, mis momentos favoritos han sido todos los de Percival y Simón a solas, sobre todo ese flashback en la cabaña del abuelo de Percival (el que lo haya leído ya sabrá por qué 🤫🤭) Si necesitas un libro ligero, con una representación natural y 0 forzada, con el que puedas reír pero también llorar, sin duda te tienes que leer Amor Contrarreloj.
primero que nada, agradecer al editorial fandom books por el envío🥹🥹💕💕💕 muy muy feliz🫂🫂 GRACIAS🫂💕🥹⭐
Despuesssss, podemos hablar de ESTE PEDAZO LIBRO??!! ME HA ENCANTADO🤭💕 es la primera vez que leo un romance gay y boof, me ha gustado mucho más de lo esperado🙂↕️💕
el libro es suuupeer ligero y rápido de leer (tanto que me lo he terminado en 1 día??!!! y menoss JAJJA😋💕) Te atrapa y quieres seguir leyendo como terminará el plan de estos 4 amigos para encontrar novia🤭
Me he reído, he chillado y a la vez casi lloro, y creo que eso es lo mejor que te puede pasar cuando lees❤️🩹🌟
He amado a Simon, es mi personaje favorito sin duda y aunque Percival me estresaba y no me gustaba, al final le he cogido cariño y lo he perdonado😮💨🩷 También he amado a Aitor y a Rafa, que grupo más maravilloso, todos los chichos eran😮💨😮💨🩷
Respecto a las chicas, mi favorita es Carolina🫂 pero obvio también he amado a las otras 3, son un encanto y me encantaría ser su amiga JAJJAA💘💘
Sin duda, me he quedado con ganas de saber todas las historias de todas las personas del grupo, espero que la autora, Raquel tirado, saque todos los lubros🤭🩷🫂🌟
La pluma de Raquel, es simple, divertida y te atrapa por completo🫶🏼💖
Para terminar, es un libro que de verdad recomiendo, super ligero y perfecto ahora para el verano🫂 y también si quieres entrar en este mundo de romance gay🥹🩷
de nuevo, gracias por el envío🥹🩷 deseando leer más sobre esta autora🌟🫂