Tiras costumbristas (con una vis cómica) acerca de una robot y un científico solitario y humano en un mundo sin otros seres humanos. Me parece brillante que el doctor humano NO hable (sí en los flashbacks o en los recuerdos). El esquema es: la robot ve algo en la TV y quiere "vivirlo". El doctor se afana en lograrlo. Gag final.
Me recordó el humor de Liniers pasado por un filtro japonés. Por ejemplo, al ir a aprovisionarse DEJAN EL DINERO en la caja como si lo comprasen. Pero ya no queda nadie para cobrar nada.
Pese al tono cómico, hay un trasfondo trágico que padecerán con más intensidad aquellos que han perdido a alguien que fue "todo" su mundo.
Al tercer chiste sobre lo gordo que está el doctor ya estaba harto, no voy a esconderme. También que, salvo eso, es una recopilación de tiras de estas típicas de los diarios, a lo Calvin y Hobbes, muy entretenida y graciosa.