¿México? Podría ser. Pero también podría ser su revés. Así como el tiempo podría ser éste o cualquiera y los personajesquienes son, además de quienes fueron y serán. En estas páginas, llenas de asombro y belleza, pérdidas y hallazgos, la realidad es un eterno deshacerse y rehacerse. Vestigia, cuyo pasado parece impenetrable, necesita recordar para entender su dolor; Hincapié desea cambiar su relación con los otros, pues no tolera vivir con el temor a que dejen de estar; el Niño, que irrumpe como relámpago, quiere dotar de sentido a las palabras y a las cosas, asomándose al silencio y al vacío, y Lucía, que persigue la lengua de los muertos, busca desentrañar qué hay tras la presencia y la ausencia. En Los vivos, novela sobre la desaparición y la aparición, tanto de seres como de cosas, parición Emiliano Monge vuelve a descifrar un territorio de contradicciones, haciéndonos ver lo que no sabíamos ver, mientras oculta aquello que creíamos que estaba ahí. Una novela única, para leer y releer.
Nació el 6 de enero de 1978 en Ciudad de México. Estudió Ciencias Políticas en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), donde luego impartió clases hasta que se trasladó a vivir a Barcelona, España. Ha publicado el libro de relatos Arrastrar esa sombra (2008, Sexto Piso) y la novela Morirse de memoria (2010, Sexto Piso), ambos finalistas del Premio Antonin Artaud. Después llegarían El cielo árido (2012), Las tierras arrasadas (Literatura Random House, 2015), ganadora del IX Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska; La superficie más honda (Literatura Random House, 2017) y No contar todo (Literatura Random House, 2018).
Ha colaborado con diversos medios impresos, entre los que destacan El País, Letras Libres, Reforma y Gatopardo, y ha trabajado como editor de libros y revistas. En dos ocasiones (2008-09 y 2010-11) ha sido beneficiario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, del mexicano Conaculta, y en 2011 fue seleccionado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) como uno de los 25 escritores secretos más importantes de América Latina. Es, además, el último miembro de la Orden del Finnegans.
no sé, ¿se puede leer una novela y adorarla sin comprenderla del todo? ¿es posible sentarse a leerla y no levantarse del asiento hasta terminarla y al final no saber bien lo que sucedió? el lenguaje, la forma en que está escrito, los personajes, me encantan la trama, incluso sin saber bien de que va, también el escenario, ese que no se sabe si sucede en la ciudad, en el campo, o en dónde, también tiene su parte de magia ya para el inicio del final sospechaba que sería de esos libros metafóricos o no sé bien cómo llamarles, en donde no sé bien nada, y quizá algunos otros que lo lean, lo vanaglorien, otros más, lo desprecien ahora si que soy la primera, así que nada me influye en estos momentos, ya veremos más adelante qué piensan los demás yo lo disfruto mucho y a la vez no me gusta tanto embrollo para no decir lo que es como es pero quizá sea yo la que no entiende más allá de lo que leí ye me contarán
"Que alguien te falte así, hace que sientas que tú también faltas o que falta todo lo demás, que lo único que no falta es el agujero de la ausencia".
Verdaderamente, qué impacto de libro. Quise leerlo sin saber mucho de la trama, cosa facilísima porque la parte de atrás no es especialmente delatora.
Tengo que confesar que, a pesar de ser una lectura dentro de cotidianidades, no es especialmente ligera emocionalmente, y narrativamente se siente como estar armando un rompecabezas. Por favor, sigan leyendo, déjense llevar.
El tema principal son las ausencias y los hallazgos en una ambientación tan cotidiana como mágica, se confecciona de tal manera que puede resonar con peculiaridades de temas muy específicos, como los desaparecidos, la pérdida de un ser querido, la búsqueda del sentimiento de pertenencia, inclusive el suicidio.
Al final no queda duda, y seguramente sientas la necesidad de comentarlo en cuanto lo termines, inclusive regresarte, o volver a leerlo.
Es mi primer libro de Emiliano Monge, su narrativa me cautivó, creo que conecté con la novela desde el inicio hasta el final, desde que menciona al escuadrón de apariciones y al personal de desapariciones, tratas como lector de ubicar a cada personaje en algún lúbro, sin embargo, conforme avanza la historia te das cuenta que eso no vale la pena de hacerlo, ya que el hilo se desmadeja poco a poco y que de la mano con Vestigia nos lleva a descifrar la historia, poco a poco ese dolor que la llama que proviene de otro lado (ahí es cuando la realidad actual te pega, porque el autor no te lo dice, pero sabes la situación que se vive en el país) y luego viene ese Niño con toda la frescura del mundo a revelar los motivos del guardar silencio y dar un dato cultural sobre la lengua comca'ac. Tantas frases del libro van revelando de qué va la historia, el autor nos regaló otro plano dimensional para el alma, ¿es un limbo?, ese vacío que creo indudablemente debe existir para aquellos que aparecen en el lugar que les corresponde y darle todavía la oportunidad de encontrarse para desaparecer como en el agujero de Alicia en el país de las maravillas, en espera de que sean encontrados porque los buscan.
Los nombres de los personajes son entrañables. Vestigia, Hincapié, Endometría, Cienvenida, Permanencio.
Leer este libro para encontrar que podría existir algo más allá alejado al plano terrenal, un espacio tranquilizador, me deja reflexionando y anhelando que como seres humanos tratamos de dejar una huella en el mundo de los Vivos.
¿Se hace Hincapié en el recuerdo, se Busca un Justo recuerdo, Se hace Hincapié en el olvido, Se busca lo Justo para el olvido?
Me pudo dar una nostalgia y a la vez gustar el lugar de Lucía, muy a su personalidad, rodeada de la naturaleza.
Primer libro del año 2025. Primer logro desbloqueado de este año después de un. 2024 con una enorme bloqueo lector que me permitió solo leer dos libros en esos doce meses. La prosa de Emiliano Monge es única. Mi primer acercamiento al autor y quedé prendado a sus formas de escritura. Cada personaje encierra un misterio, un dolor que conforme pasa la lectura parece que se va desvelando pero tan pronto como se ve, se vuelve a diluir, desdibujar. Todos cargamos con dolores, heridas. Algunos las logramos sanar y otros no, otros intentamos hacer algo con ellas para que en esta vida, la vida misma no pese tanto. Reconocer esa pesadumbre es el primer paso para la reconciliación propia y con los demás, volver al origen, eso es lo que me quedo de la lectura así como los hombres peculiares de cada uno de los personajes principales y la vidente. Gracias por esta lectura
Impresionante, un deleite, el manejo del lenguaje, los silencios. No sobran palabras. capítulos cortos y simples, de una claridad única. Lo termine de leer el 2 de octubre, día de cumpleaños de la tía Negrita y un día después de la muerte de Ramón.
«¿Y si lo que llenó de hoyos el espacio entre ellos fue este ir enmudeciendo?»
La pérdida es el eje de esta historia, las personas que ya no están o los hijos que no nacen, ya no están, pero siguen llegando sus recuerdos y su vacío haciendo esa ausencia más profunda. La desaparición forzada y la ausencia de respuestas. «… debí besarlo antes de salir…» Reconozco que disfruté de la primera parte mucho más que del resto, la relación entre Hincapié y Vestigia. Es una historia narrada a trozos, como si una imagen se rompiese con rabia y se cogiera al azar cada pedazo y se contará ese fragmento de historia, qué sucede, que no casan, y al llegar al final, tienes parte de la imagen, pero hay huecos. Vestigia esta pasando una crisis emocional, el pasado y el presente se juntan abriendo esa brecha que ha parcheado a lo largo de la vida, vive con Hincapié y una perra adoptada, Herencia. Ante la imposibilidad de encontrar la paz junto a un hombre que la ama, pero se equivoca con sus palabras, «Al parecer, el macho sufre tanto como la hembra. Pero eso no tiene sentido decírtelo ahora, amor», pues se lo has dicho, criatura, y sin pensar mucho, ¿cómo un hombre va a sufrir tanto como una mujer ante un aborto? Minimizar el dolor, no es remedio. Pues ante esta situación y el miedo constante de Hincapié a la perdida y el rechazo, Vestigia se va a casa de su amiga Lucía.
«.. en segundos pasa del miedo al desconocimiento, del desconocimiento a la molestia y de la molestia a la rabia…»
Como os digo no es una lectura sencilla, pero porque me faltan trozos.
Un libro complejo de entender, pero con belleza y magia en sus páginas. ¿Tiene sentido? ¿Trata de algo en concreto? No lo sé, son tres relatos ubicados en un territorio y tiempo desconocidos. Es una rareza cautivante, hasta misteriosa, pero muy inmersa en esa dualidad aparecer-desaparecer. El narrador dice “ante un precipicio, así terminan todas las historias”… Y justo así terminé con este libro, ante un precipicio sin tener claro el argumento, pero aplaudiendo el lenguaje elegido por Emiliano Monge para hablar sobre un tema tan delicado como las desapariciones.
Es una lectura muy interesante, si bien la trama no está tan clara (cosa que no es negativa, pues es parte de la obra) lo que mueve al libro es la interacción de los personajes, y sobre todo sus pensamientos. Es una escritura un tanto rara pero interesante de leer. Habla sobre el lenguaje, el olvidó, la memoria, y sobre todo sobre los aparecidos y los desaparecidos.
Desde la primera página, este libro me cautivó por completo. Es una de esas novelas que simplemente no puedes soltar. Emiliano Monje es capaz de envolverte en su historia incluso cuando todavía no comprendes del todo lo que está ocurriendo. Lo que más me asombra es cómo logra abordar un tema tan doloroso de una manera tan singular.
aún no logro entenderlo todo, y creo que es una tarea imposible entender lo que es todo, todo, pero habiendo atado ciertos hilos y habiendo disfrutado y conectado inmensamente esta novela es que me atrevo a escribir estas palabras. qué gran logro de novela y qué precioso que me tocó conocer el trabajo de emiliano monge con los vivos.
Creo que me falta algo de espiritualidad para conectar totalmente con este libro. Aun así, es muy agradable de leer, y me parece que aborda de una forma muy bella y delicada algún dolor muy hondo y ancestral que no puede explicarse del todo, y por eso el libro tampoco lo intenta.
Me lo regalaron mis amigos de la uni, y debió elegirlo Pablo porque es totalmente el tipo de libro que le gusta a él
Leí un comentario que describía el libro como adorar algo sin comprenderlo; y sí, es el tipo de libro que puedes amar sin comprender, al fin y al cabo creo que es un libro hecho para sentirlo y disfrutarlo sin tratar de entenderlo
Me pareció un libro que empezó enredado y nos dejó de la misma manera. No pude seguir el hilo de la historia, ni entender el nudo entre los personajes.