Falsa liebre es una historia que fascina y horroriza, de la que es difícil apartarse por el ritmo de la prosa, capaz también de trazar a profundidad personajes al límite, que experimentan la violencia y el abandono.
Esta es la primera novela de Fernanda Melchor, quien ha conquistado un lugar importante en las letras hispanoamericanas.
La oscuridad del puerto lo envuelve todo. Pachi y Vinicio se adentran en la playa, van camino a una fiesta improvisada; andan buscando con qué entumir el cuerpo, con qué acabar de borrarse. El verano ha sido largo y el día, mucho peor.
No muy lejos de ahí, Zahir fantasea con su próximo viaje a la capital o al norte de México, fuera del alcance de la tía que le exige dinero, lo aplaca a golpes y que había orillado a su hermano pequeño, Andrik, a huir de la casa común para terminar en la de un hombre que acaricia y pega con la misma mano. Ahora sólo debe convencer a Andrik de comenzar una nueva vida y asegurarse de encontrar la salida de esa playa que parece no tener fin.
«Fernanda Melchor escribe con la intensidad de quien rescata un libro de un incendio para que arda en la imaginación.» Juan Villoro
La narrativa de Fernanda Melchor me sigue maravillando, logra que como lectores nos situemos en la escena. En las peores escenas para ser precisas, peores porque están cargadas de violencia, suciedad, amargura, soledad y tristeza. Su narrativa es punzante, un cuchillo que va directo al estómago y hace que te dobles del dolor, de pensar que eres parte de un crimen o que quizás has olvidado que estos personajes son verdad y andan por las calles de Veracruz llenos de sudor, sangre y lágrimas. Suena todo horrible, sin embargo no puedes dejar de leerla, sus historias son fascinantes.
Una vez que lees a Fernanda, no te escapas, quieres leer todo lo demás que ha escrito. Esta es su primera novela que ahora pule y reescribe ciertos pasajes y se nota a la Fernanda con experiencia después de un Temporada de Huracanes y Paradise. Pero, esta historia es mucho mucho más compleja y dura y cruda que Temporada. La historia de Andrik, Pachi, Vinicio y Zahir que parece que no tienen nada que ver, conforme avanza la novela vamos viendo cómo esos 4 universos se van juntando.
La historia de Andrik, un jovencito orillado, violentado, desamparado que encuentra una vida, porque no le queda de otra en la prostitución, en saber que todo lo que tiene es su cuerpo para sobrevivir después del abandono de su madre que lo encarga con una señora que vive para maltratarlo emocional y psicológicamente encuentra en Zahir a un hermano, amigo, primer amante con el cual tiene un vínculo, a pesar de la separación de los personajes, durante todo el libro.
A la par está la historia de Pachi, y de Vinicio, más adultos per no por eso, más responsables, ahora son más vividos, más salvajes, más irresponsables orillados también por una sociedad cero protectora.
El calor, el bochorno que vives mientras lees el libro es real, ese calor de costa, el sudor, el asfalto caliente, pero también las escenas sexuales cero libres de prejuicios te ponen en un estado, como solo Fernanda sabe ponernos con sus historias.
Aplaudo que sus protagonistas sean hombres, hombres aislados, marginados, resentidos que solo tienen una manera de sobrevivir... me gustó tremendo y si te gustó Temporada... este te va a dejar sin respirar por momentos. Lo leí en dos días.
Empecé a leer esta novela en el 2014, en esa época era voluntaria en un centro de víctimas de violencia, así que antes de las 20 páginas flaqueé y dije: no, no puedo leerla. Hace unos días, finalmente puse la novela en mis manos y no la solté hasta acabarla.
Con el puerto de fondo, con el mar y su brisa como un murmullo apenas, Melchor construye personajes que se distinguen por la rabia, el miedo, la violencia que corre desde las orillas de su piel, estos personajes luchan para sobrevivir o dejan de hacerlo porque sí, porque para qué. Un día, en la vida de cuatro personajes con vidas paralelas, desenvuelve una existencia que entera riñe con la posibilidad de simplemente estar bien. Aquí nadie logra estar bien, aquí no existe el bien.
¿Va a usted a leer esta novela? Tenga miedo, tenga cafeína, y tenga la certeza de que nada es falso.
la narrativa psicológica de fernanda melchor es punzante y visceral; como siempre que leo algo escrito por ella, me siento dlv jajaj pero la experiencia desgarradora siempre vale la pena con esta autora. creo q lo q me gusta de las historias de fernanda melchor es q te incomodan por saber que esas historias existen y son reales a pesar de ser tan exageradamente violentas y develan esa verdad incómoda que a veces nos rehusamos a ver
Mnogo mi je drago što sam konačno imao priliku da pročitam prvenac Melčor jer je sve ono što je usledilo genijalno. S druge strane, koliko mi je bilo drago toliko mi je bilo i stravično, i to ne na način na koji se čita jedan King ili neki takav. Ne znam kako joj polazi za rukom, ali posle njenih romana se osećam doslovno brutalizovano. A nisam baš na jutarnjoj rosi na laticama belih rada odrastao što se književnosti tiče (a ni teorije, i ona zna da seče na najsitnije komade na najgrozniji način). Čini mi se da koren te ontološke užasnutosti nad njenim romanima leži u tome što je brutalnost ambijentalna, što je pre afektivna atmosfera nego nekakva uzročno-posledična stvar kod koje je dovljono upreti prstom u jednog počinioca i razrešiti problem. Ne, ovde je reč o gustoj mreži efekata mizoginije, homofobije, kapitalističke eksploatacije, transgeneracijskog nasilja i ekocida bez jasnog početka i, sasvim izvesno i sasvim najstrašnije, bez ikakvog kraja.
Este es mi primer libro de Fernanda Melchor y definitivamente no será el único. Amé su estilo narrativo, amé su escritura tan cruda y su manera de hacerte sentir que estás en la historia. Su conocimiento impecable sobre lo que escribe y como pinta, tiempos y espacios al detalle me dejó maravillada. Si me pareció tremendamente interesante la trama, pero ese talento de Fernanda para recrear ambientes y su escritura son lo que más disfruté.
Zaljubio sam se u Melčorovu nakon samo nekoliko strana njene "Sezone uragana". "Paradajs" je izašao nešto kratko nakon toga, i ta knjiga me doslovno oduvala. Imao sam sumnje povodom njenog prvog romana "Lažni zec" koji je izašao nekoliko godina pre "Sezone uragana"; mislio sam da joj je debitantski roman slabiji u odnosu na dva naredna, ali čitanje ovog romana je samo rezultiralo time da Fernandu Melčor definitivno stavim na listu najdražih spisateljica. Tri genijalna romana i tri neverovatne priče.
Isto kao i za "Sezonu uragana" i "Paradajs", trebalo bi da možete da podnesete brutalnost o kojoj Melčorova piše. Što se kaže, trebalo bi da imate jak stomak za njene priče koje su toliko slikovito brutalne da mogu da stvore nelagodu. Ali u tome i leži lepota romana Fernande Melčor - ona ne ulepšava život u siromašnom Meksiku; kako piše, tako je. To je tamošnji život.
I u njenom pevom romanu, likovi su ljudi sa margina. Siromašni, jadni, u pokušaju da na bilo koji način ostvare nešto ili prežive. Pa tako i junak ove priče, Andrik, beži od tetke koja ga psihički i fizički zlostavlja da bi upoznao čoveka pod čijom prisilom kreće da prodaje svoje telo. Andrik je tinejdžer, ona ne zna bolje da se snađe. Tu je i Zahir, Andrikov rođak koji kreće u potragu za Andrikom; ali i dvojac Vinisio i Paći, iz jedne potpuno druge priče, priče zamagljene od dima marihuane, čiji će se put susresti sa Andrikovim i Zahirovim na katarzičan način.
"Lažni zec" je pre svega roman o muškosti, o onome što ona predstavlja svetu i onome što ona zapravo jeste. Takođe, ovo je roman o jednoj posebnoj vrsti ljubavi, rođenoj u užasnim životnim uslovima. Pretužno, dirljivo, seksualno i nasilno. To su reči kojima bih opisao ovaj roman.
Fernanda ponovo nije razočarala. Nije "Lažni zec" dobar kao njena naredna dva romana ("Paradajs" izdvajam kao nešto stvarno posebno), ali je baš baš dobar. Jednom davno sam rekao i stojim iza toga - da Fernanda napiše recept za sendvič odštampaću ga i uramiti u kuhinji.
4 días y 256 páginas después. El cuarto libro de la autora, y uno que me ha gustado un poco más que los demás (mi favorito ha sido el de Aquí no es Miami) y que sigue muchísimo la línea de todos los anteriores... Bueno, es un resumen de la decadencia que se vive en este país, una de las tantas formas.
Me gusta que la historia converja, me gustan los personajes ya que reflejan bastante algo de nosotros, sin embargo logré conectar más con la historia de Vinicio y Pachi (Aurelia estuvo maravillosa y quisiera saber más de ella).
En esta ocasión me agradó que la autora toma una situación sencilla y la alarga tanto, que uno de sus personajes dice... Wey este día se me ha hecho larguísimo, es genial que casi todo pase en un solo día. Parece que es un libro corto, pero realmente creo que es profundo.
No me puedo acabar de acostumbrar a leer tanta violencia y tanta decadencia en este país, sencillamente no me gusta, y rehuyo de esta manera absurda. Pero es como ponerse una venda en los ojos e intentar no oír los balazos.
¡WOW! Las 5 estrellas no es tanto por la trama de la novela como por el increíble talento de la escritora. Realmente es brillante!! Genial!! Es tan crudo, tan fuerte tan sacudidor... pero a la vez tan FASCINANTE que no puedes soltar el libro aunque quieras. Tanto es así, que los dos libros que he leido de su autoría los termino en una noche y otra en dos (y eso por falta de tiempo). Su narrativa es tan vívida... que realmente te sacude por completo. Te atrapa desde la primera página , ojalá sepa ella el impacto que genera un libro suyo... de ninguna manera te deja indiferente. Leía más abajo una reseña de una chica, que dice que se queda con una frase del libro y que aplica para los libros de Melchor... "Atrévete si es que tienes güevos"
Pero que sepas que si te atreves ... irremediablemente quedarás atrapado.
Primera vez leyendo a Fernanda Melchor y me ha encantado su narrativa, lo reales que se sienten estás 4 historias que se van entrelazando, el lenguaje de cada una.
Sufrí la lectura por los temas que aborda, pero me tenía al borde de la silla leyendo.
Seguiré leyendo a la autora, próxima lectura Aquí no es Miami 😎
Desde este libro ya se puede sentir que Fernanda apostaba por las emociones fuertes y logra captar una atmósfera de miseria, violencia, vicios y el insufrible calor del trópico. Disfrute de la lectura porque ya sabía un poco que me esperaba y es que como tantas otras personas leí primero Temporada de Huracanes y sabía también que el realismo crudo de Melchor iba a estar palpable desde la primer página. El lenguaje es el mismo que suele emplear en sus más reconocidos títulos solo que siento que hubo momentos que dejaron caer la narrativa indagando en pequeños detalles fuera de foco y aún así a mi me pareció muy bueno. Un claro ejemplo de la ley de Murphy
Me hizo dar un repaso por todos los sentimientos oscuros dentro de mi. Lo acabo con una cabeza confundida y un corazón apachurrado. Excelente narración, sentía que estaba viendo una película, me daban asco los olores descritos. Evoca emociones nunca antes exploradas en mi.
Leer a Fernanda Melchor es como asistir a un lugar donde ya se qué me espera. Y si ya has leído de ella lo que leerás siempre será un reflejo de esos lugares y personas que no mucho se atreven a escribir con tal calidad de narrativa. Con esa naturalidad en la que el lector siente el rechazo, el dolor de los personajes así como la ambientación. La escritora logra mostrar el otro lado de Veracruz donde ya no es solo el puerto donde ir a vacacionar, o irse por un cafecito a la parroquia. Aquí la playa no es vida, no es disfrute, es un lugar con olor a muerte, a indiferencia y mucho más.
En el libro se menciona la playa norte, que allá por hace ya varios años aún se podía ir ( nunca fui ) lo que se decían es que era una playa solitaria( Eso fue en mis tiempos de prepa ), me contaron que ya no se puede pasar, desconozco si es por la ampliación de la zona portuaria o por algo más. El Puerto de Veracruz es y será un lugar histórico donde muchas historias se han desarrollado y qué le ha sido muy útil a Fernanda Melchor para tomar vivencias y hacerlo parte de su literatura. Por cierto yo creo que si penguin random house no libera a este monstruo de novela no la hubiera leído. La primera edición salió con Almadia en el 2013 así que imagínense lo discontinuada que esta.
Es claro que esta fue la primera novela de la autora, podemos ver a penas una probada de lo que más tarde se consolidaría como su voz literaria. El problema que he tenido con todos sus libros no ha desaparecido aquí: el narrador que hace juicios constantes, desde mi punto de vista es muy problemático por razones que no pretendo explorar en esta reseña. Aunque me gusto el recorrió y los personajes, así como el formato de espiral, no me gusto el desenlace, lo sentí incompleto y que no unió realmente las dos historias que nos venían contando. Me parece insensato dedicar tanto tiempo a explorar personajes tan interesantes como Vinicio y dejarlos sin voz al final de la novela. A pesar de todo esto, fue una lectura que disfruté y me entretuvo bastantes, como siempre las imágenes que Melchor crea son muy fuertes.
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Es imposible leer este libro y no reconocer el estilo único de Fernanda Melchor, un libro con personajes realistas, crecidos en sociedades dónde impera el machismo, la falta de oportunidades y de educación, con una historia nada bonita que entrelaza a todos los personajes.
Que increíble Fernanda Melchor es su primera novela es impactante, sensorial, con un lenguaje que no se siente pesado a pesar del lenguaje fuerte, una descripción de los personajes y de la ambientación magnífica. Es una novela fuerte, cruda, triste, sufrida, con una crítica social muy real e intensa. No es una lectura para todos por el tema pero es buen libro.
A lo largo de 2019 me he planteado una pregunta de manera constante: Ok, si vivimos en un medio violento, si hemos normalizado la violencia en nuestra vida cotidiana, ¿cuáles son las maneras en que esta será representada desde la literatura? Antes, estudié el caso de la antología de Desierto en escarlata donde se expone una visión, una “estética” que se alimenta de un lenguaje de mercado y que en cierta medida capitaliza el dolor humano al interesarse en los cuerpos violentados y en el espectáculo violento en sí. En mi opinión, esta postura me parecía en ese momento preocupante. No es el tipo de literatura que yo quiera consumir en este momento como lector. Me preguntaba, un poco pesimista, si podían existir otras formas de representación, otras “estéticas de la violencia”. Falsa liebre de Fernanda Melchor, pienso, ofrece una muy interesante. La novela es sutil en cuanto a la información que propone, así como en su enramado narrativo. No pienso que sea una lectura complicada, pero sí exige atención en detalles. Es de hecho en esa exigencia donde creo que están algunos de sus errores narrativos, como describir datos que no serán retomados o dar relevancia a asuntos que quizá la narradora no quiera desarrollar en el cierre de la novela. Al ser un lector curioso, yo pedía por lo menos una conclusión a esos hilos argumentativos (como el olvido de la niña). No obstante, este paréntesis, en esos “pequeños detalles” se desarrollan, para mí, algunas líneas de interpretación. Por ejemplo, el tiempo y la espacialidad. Falsa liebre sucede en algún pueblo playero de México en el año 2000. La espacialidad no es del todo precisa, pero por el lenguaje de los personajes se intuye, por obviedad, que todo ocurre en México. Este armado lo hace el lector, si gusta, pero me sorprende como la voz narrativa no quiere darte esa información, pues su interés es exponerte hasta qué grado el espacio está contaminado por la violencia, una violencia con perfil social, lingüístico, psicológico y, por ello, muy compleja, que desestructura todo el tejido de esta sociedad que convive entre sí de forma violenta: la familia, los amantes, los vecinos, los ancianos afuera de los baños, la clase media alta, la clase baja… Todos los personajes, incluso los secundarios, ejercen violencias y hay pocas relaciones de amistad (e incluso estas están enmarcadas en lo pasivo-agresivo). Pongo dos ejemplos. Aurelia, la ex pareja de Vinicio, es una mujer que tiene, dentro de la novela, una trayectoria que desciende hacia un infierno desconocido y temido; su mundo, repleto de drogas y abusos, obliga a su padre a recluirla en un sanatorio donde pierde la salud mental y finalmente escapa. Nadie vuelve a saber de ella y se intuyen solo rumores: que baila como stripper, que vive en el exceso, que ha muerto. Y solamente a su padre y a Vinicio parecen preocuparse por ella. El otro ejemplo es el de Sáenz, quien luego de ser rechazado y haber insultado, de forma homofóbica a Andrik, al final abusa de él. No sin antes espetarle un “Joto […] chúpamela bien”. Los personajes están, desde la infancia, inmersos en una violencia social que se expone desde el lenguaje (el insulto) y el abandono familiar, la violación y, finalmente, el asesinato. A la narradora le llama la atención cómo estas violencias destruyen de forma emocional y física a sus protagonistas. Los protagonistas reaccionan a esa violencia, es decir, le temen (Andrik), la reproducen (Zahir) o sucumben a ella (Vinicio). Quiero explorar un poco más esta observación que planteo. He mencionado el ejemplo de Sáenz porque el gran conflicto emocional de Andrik yace en la exploración de su sexualidad. Su cuerpo ha sido violentado de varias formas y es, desde mi punto de vista, el personaje que más sufre en Falsa liebre, al grado de que al final la misma violencia que ha contemplado termina por deshumanizarlo: en las últimas páginas solo chilla, se esconde, llora, pero no se comunica con Zahir, quien ha asesinado a su secuestrador y después a Vinicio. Entonces, su cuerpo reciente los abusos de El hombre, quien lo ha secuestrado y encerrado para obligarlo a amarlo. Pero sus emociones también son violentadas por la homofobia: el discurso hiper-machista de Sáenz, pero también por el niño con quien mantiene sus primeros encuentros homoeróticos, que lo acusa y por ello lo expulsan del colegio, lo cual desemboca en el abandono de la madre. El tema del abandono también permite la violencia, en este caso familiar, con una tía que los golpea y de la cual Andrik y Zahir terminan huyendo. El gran problema de Andrik es que se trata de un niño al que no se le permite la libertad de su cuerpo y amor, porque al intentar buscarla es inmediatamente sometido por figuras de poder que reaccionan de una forma hiper-violenta. Falsa liebre se divide en cuatro perspectivas narrativas, pero puedo estructurarla en dos contenedores de la fábula: la historia Andrik-Zahir y la de Pachi-Vinicio. Naturalmente, ambas historias se cruzan al final. Lo que me atrae de este asunto no es el cruce en sí, sino la unión, la forma en que se amarra el clímax de esta novela. Las historias se unen por la violencia. La trama de Zahir es, en mi opinión, la más compleja porque observo a un personaje frustrado que ya ha normalizado esa atmósfera de excesos y violencias, al grado de asesinar a otro joven y, después, repetir el acto con El hombre, en una escena que no te cuenta la narradora y que me parece un acierto. Finalmente, al asumir la violencia arruina su relación amorosa con Andrik y este no puede tolerar que Zahir sea igual que El hombre, que por medios violentos obtiene lo que quiere. Cuando al final de la novela los chicos se encuentran con Vinicio y Pachi, Zahir une las historias desde la violencia, al presuntamente asesinar a Vinicio y perder para siempre a Andrik. En fin, la primera novela de Fernanda Melchor propone otra manera de abordar situaciones de extrema violencia sin pretender describir decapitaciones o tiroteos u otras imágenes que consumimos desde la prensa o la literatura mexicana reciente. Me parece valioso dicho acercamiento estético porque esa violencia interiorizada y estos escenarios que la permiten y verbalizan en relaciones de amor, amistad o de familia ofrecen una postura más crítica y horrorosa de lo que sucede en el país. La violencia no es de ninguna manera protagonista o un medio para el espectáculo en Falsa liebre, sino un conflicto que está dentro de la vida de los personajes y que, como he mencionado, les genera reacciones y los define de acuerdo con estas últimas. Ninguno de los protagonistas supera los veinte años. El mundo que han vivido, tan cruel y terrible, germina potencialmente en el abandono, la violación, la pérdida de sus libertades (del cuerpo, ante todo) y la muerte.
Warsztat Fernandy Melchor charakteryzuje się bezwzględnym naturalizmem oraz surowością języka. Wyzuty z wszelkich możliwych ozdobników i kolorowych upiększeń, ma szansę uwieść swojego odbiorcę właśnie monochromatyzmem barw i prezencją nielukrowanej rzeczywistości. Na próżno doszukiwać się weń radosnych epizodów, fortunnych rozwiązań, a przede wszystkim idyllicznego ‘żyli długo i szczęśliwie’; te w ,,Fałszywym zającu’’ nie pojawiają się w ogóle. Zamiast nich – żywa antyteza szczęścia. To właśnie na niej Melchor opiera trzon swojej powieści, głównym motywem czyniąc zaś wspomnianego zająca – metaforę niekończącej się pogoni za tym, co ułudne i nieuchwytne. Andrik, Zahir, Pachi i Vinicio będą co prawda wytrwale poszukiwać spełnienia, lecz samonakręcająca się spirala przemocy i nienawiści, nie pozwoli im wyrwać się z destrukcyjnej matni. Jakiekolwiek próby – podejmowane niemal z nadludzkim wysiłkiem – będą nieustannie prowadzić do punktu wyjściowego. Widmo dobrostanu, pozornie osiągalnego i dostępnego, rozwieje się z pierwszym większym podmuchem huraganu, ulatując z dala od głębokich pragnień młodych marzycieli. Porzuceni, samotni, niekochani, pozbawieni rodzin, przyjaciół, jakiegokolwiek wsparcia, skazani na ocenę nieprzychylnego im społeczeństwa, rzuceni wprost do paszczy lwa – do biednych, brudnych, niebezpiecznych dzielnic miejskiej dżungli – pozostaną zdani wyłącznie na samych siebie. Nierówna to jednak walka; pojedynek pomiędzy jednostką, a okrutnym systemem musi przecież zakończyć się tylko w jeden możliwy sposób.
,,Fałszywy zając’’ brutalnie rozwiewa miraż bajecznego Meksyku. Gorące promienie słońca rzucają także cienie, w których rozkwita ludzka niegodziwość. Fernanda Melchor pomimo oszczędności słów, kreuje niezwykle sugestywny obraz przytłaczającej rzeczywistości; rzeczywistości pozbawionej choćby krztyny nadziei na lepsze jutro. Festiwal zepsucia, wynaturzenia, zbydlęcania, demoralizacji przewija się niczym w kalejdoskopie, zmieniając jedynie swoje oblicza i perspektywy. Ekspozycja zła w zestawieniu z próbą osiągnięcia podstawowych potrzeb każdego człowieka – zwłaszcza przez bardzo młodych, a już mocno doświadczonych bohaterów powieści – uderza tym mocniej, im większą desperację dostrzega się w postępowaniu każdego z nich.
Trochę szkoda, bo przez kilka dni czytałam te 300 stron, które nie mam pojęcia o czym były XD Poza tym, że było tam MNÓSTWO brutalności i seksualności męskiego światka meksykańskich ganków i patologicznych środowisk. Serio, nie mam pojęcia, o co tutaj chodziło, a było to napisane jakoś tak, że nie mam chyba tak wielkiego parcia by się dowiedzieć. (Niemniej no już niby przeczytałam, więc jak ktoś chciałby się podzielić jak te historie się splotły to będę wdzięczna)
La realidad que recrea Melchor es violenta y sucia, está marcada por la precariedad y por la frustración que nace de los deseos que nunca van a cumplirse.
Sus personajes están trabajados con una profundidad fascinante, dejando al descubierto tanto sus secretos más oscuros como sus ilusiones más entrañables. Por un lado está Andrik, un chico que intenta escapar del hombre que lo tenía secuestrado, una situación que no le parecía tan terrible porque ese hombre, incluso con sus arranques de violencia, no era tan terrible como la tía de la que huyó en primer lugar. Y está Zahir, desesperado por encontrar a Andrik, a quien quiere como a un hermano, o incluso más que eso, y que se verá sumido en una trama de violencia y sordidez en su búsqueda. Por otro lado está Pachi, que no soporta a su esposa ni su trabajo ni su vida, y que solo espera su día libre para disfrutar de unas cervezas y algo para fumar. Y está Vinicio, amigo de Pachi, que se recupera de una enfermedad mientras lidia con las consecuencias de la reciente muerte de su padre, además del fantasma de Aurelia, una chica terrible de la que estaba enamorado.
La tensión de esas cuatro vidas crece sin tregua a medida que se van entrelazando, y su desenlace solo puede ser desesperanzador. El resultado es aún más angustiante porque además son todos chicos y sin embargo ya están perdidos. Y, aunque hay una pizca de cariño que subyace como el motor que pone en movimiento el mecanismo de esta novela, hasta eso está manchado, y de todos modos no es suficiente ante tanto desamparo.
Ya sabía a lo que iba, no como la última vez que Temporada de Huracanes me agarró del chongo y me desgreñó. Ahora me enfrenté mejor a la crudeza del debut literario de Fernanda Melchor, incluso a pesar de que me parece más osada en su narración.
En la novela ocurren dos historias al mismo tiempo. Por una parte, Andrik se ve repentinamente secuestrado por un cliente con el que sólo planeaba pasar una noche como con tantos otros desde que tuvo que huir de la tía Idalia. A sus 14 años, las calles de Veracruz ya le mostraron su peor cara, y mientras él se resigna al encierro y al maltrato que sufre a manos de un hombre que ni siquiera le revela su nombre, su hermano Zahir huye también de la desgraciada tía para buscarlo y poder irse al norte, aunque sólo cuenta con un reloj de oro robado y unas fotos viejas de Andrik.
Por otra parte, Pachi reniega de la vida con su mujer embarazada y de tener que lidiar con otra hija que no es de él. Su trabajo de repartidor en la agencia aduanal lo deja exhausto, y su único escape son los porros y las chelas que comparte con su amigo Vinicio, quien por su parte acaba de perder a su padre y se está recuperando apenas de los efectos devastadores del dengue. Ambas historias se cruzan de maneras que a veces hasta los protagonistas ignoran. Bien se dice que pueblo chico, infierno grande.
Para ser una primera novela, Falsa Liebre es bastante audaz. Ya aparecen temas que van a ocupar a la autora en Temporada de Huracanes como los efectos de la desigualdad, las rupturas familiares y el abandono social. En un escenario así, la gente busca evadirse y sobrevivir como puedan aunque eso signifique a veces pasar sobre los demás. Pero ya sean víctimas o victimarios, no hay escapatoria para nadie. Me gustó que la perspectiva fuera más juvenil. Los personajes mayores son unos rancios. Y curiosamente todo se cuenta desde el punto de vista de los personajes masculinos, pero el machismo a veces es tan manifiesto que llega a ser irónico.
Hasta ahora lo que he leído de Fernanda Melchor es muy estimulante. Su literatura no conforta, sino que incomoda, impacta e incluso escandaliza. Me recuerda al café, que entre más negro y amargo, más te despierta.
Pensaba que "Temporada de huracanes" era una novela muy muy fuerte, hasta que leí "Falsa liebre" en esta novela, la autora logra atraparnos con sus magnificas descripciones, precisas en todo momento y poder percibir los olores, el asco y que te hacen sentir dentro de la escena. La violencia, el dolor, el miedo, la soledad, el abandono, el abuso y la inconsciencia no deja espacio para respirar. Podemos ver las consecuencias del abandono y la indiferencia no solo de la familia, sino de la sociedad en general. El lenguaje que usa la autora tan violento, tan real, tan común y personajes tan bien creados que puedes pensar en cualquier persona dentro de nuestro país viviendo en terribles condiciones.