Med uppfriskande klarhet och stor självkännedom skriver den karibiska litteraturens grand old lady Maryse Condé om sitt liv och sitt författarskap.
Författaren Maryse Condé föddes i Pointe-à-Pitre på Guadeloupe 1937 som det yngsta syskonet i en skara på åtta barn. Hennes mor var lärare och hennes far banktjänsteman. Föräldrarna hade stora ambitioner för sin dotter. Alltså skickades Maryse redan som sextonåring på egen hand till ”metropolen”, Paris, för att studera. I Paris väntade en helt ny värld av intryck för en ung flicka från Guadeloupe, konst, litteratur, teater och inte minst livets olika möjligheter. Där träffade hon också sin första make Mamadou Condé, en skådespelare från Guinea som hon senare reste med till Afrika.
I Livet utan masker berättar Maryse Condé med uppfriskande klarhet och stor självkännedom om sitt liv och den makalösa resa hon gjort från Karibien till Frankrike, till västafrikanska länder såsom Guinea, Ghana, Elfenbenskusten och Senegal, under politiskt turbulenta år, och så småningom till USA.
Maryse Condé was a Guadeloupean, French language author of historical fiction, best known for her novel Segu. Maryse Condé was born as Maryse Boucolon at Pointe-à-Pitre, Guadeloupe, the youngest of eight children. In 1953, her parents sent her to study at Lycée Fénelon and Sorbonne in Paris, where she majored in English. In 1959, she married Mamadou Condé, an Guinean actor. After graduating, she taught in Guinea, Ghana, and Senegal. In 1981, she divorced, but the following year married Richard Philcox, English language translator of most of her novels.
Condé's novels explore racial, gender, and cultural issues in a variety of historical eras and locales, including the Salem witch trials in I, Tituba: Black Witch of Salem and the 19th century Bambara Empire of Mali in Segu.
In addition to her writings, Condé had a distinguished academic career. In 2004 she retired from Columbia University as Professor Emeritus of French. She had previously taught at the University of California, Berkeley, UCLA, the Sorbonne, The University of Virginia, and the University of Nanterre.
In March 2007, Condé was the keynote speaker at Franklin College Switzerland's Caribbean Unbound III conference, in Lugano, Switzerland.
Si en Corazón que ríe, corazón que llora, Maryse desborda honestidad narrando los primeros años de su vida, en La vida sin maquillaje se supera, todo un derroche de sinceridad y calidad literaria. No le importa ser percibida como una madre egoísta que antepone su felicidad a la de sus hijos: inmadura, irresponsable y falta de sensatez, ¡no! Maryse solo quiere contar, hablar de sus miedos, búsquedas y torpezas.
Su tierra natal, Guadalupe, la ha despojado de cualquier afecto y le infringe una herida que le pesará siempre; inundada de dolor y del idealismo propio de la juventud arriba al continente africano. Llega a un lugar complejo, lleno de contrastes, miseria, conflictos tribales y belleza. Africa le prepara lo inesperado, la curte y por montones le entrega dolor. Así es como en una búsqueda ancestral encuentra orfandad y ávida de respuestas multiplica sus preguntas.
La vida sin maquillaje, además de contarnos la transmutación de una mujer, es un libro profundamente político, lleno de referencias literarias y sociológicas, con una aguda mirada decolonial que ofrece un vistazo a la geopolítica africana. Es también la inmersión en la psique de una escritora, a la par del relato autobiográfico la autora va contando como los episodios de su vida se vuelven tejido para sus novelas en una permanente combinación y transformación mediada por la creatividad, por la fantasía. El proceso creativo está descrito ricamente por Maryse.
Al igual que su madre y mucho más que ella, Maryse se convierte en una mujer junco: una mujer capaz de soportar las inclemencias de la existencia. Sus memorias son el relato de las tormentas que atraviesa.
Casi al final de estas memorias, reflexiona Condé: «Tenía la impresión de que el destino estaba siendo indescriptiblemente injusto conmigo. ¿Por qué se abatía semejante torrente de desdichas sobre mí?». Pues, mujer, no sé, igual porque llevas quince años siendo un chocholoco y sometiendo tu vida y la de tus cuatro hijos a los hombres de los que (con un tino nulo) te has ido enamorando.
Después de leer corazón que ríe corazón que llora, es casi imprescindible leer este libro. Empieza en la etapa de Paris, y nos lleva por todos los avatares de la vida de esta mujer. Ella busca una identidad que no siente en ningún lado, llena de carencias emocionales se aferra a relaciones que dan frutos que complican un poco mas, cada vez, su vida. Pero lejos de asumir su parte de responsabilidad a Marise le cuesta entender los motivos de porque su vida es como es. África no es ese continente amable que se amolda a ella para acogerla en sus brazos, África es salvaje, y sus gentes también... Es ella la que debe amoldarse o siempre será rechazada. Cuesta empatízar con ella desde la postura de madre, desde la mentalidad del siglo XXI , cuesta también empatízar como mujer, ella misma lo dice, se lo dicen, tan inteligente y tan malas decisiones.. Me han sorprendido varias preguntas que se hace a si misma, la última cuando se da cuenta ya casi al final del libro de que los hombres no quieren hacerse cargo de sus hijos, algo tan evidente y que tanto le costó comprender. No tiene la prosa del primer libro, le falta ese humor sutil, le falta la ironía, aquí hay crudeza hay dolor y hay política, mucha y obsesiva política. Y personajes, que necesita relatar más casi que experiencias porque la han marcado, porque son conocidos, porque formaron parte de su mundo. Un mundo en el que se rodeó de hombres en el lugar equivocado, en donde no era más que una presa que quería vivir una vida que no podría, solo podía sobrevivir . Me han causado mucha ternura sus hijos y también mucha desazón pues con ellos si que he empatizado y no lo tuvieron nada fácil. Vivieron en el desarraigo la mayor parte de sus vidas, se me partió el alma con Dennis. En fin, un libro que merece la pena leer por conocer un poco mas de la interesante vida de Marise y por acercarse a esa África tan inhóspita para nuestras mentes occidentales.
This entire review has been hidden because of spoilers.
This book opens with the quote "Vivre ou écrire, il faut choisir" - Jean-Paul Sartre
"To live or to write, one must choose."
Maryse Condé LIVES this quote let me tell you. She has passionate love affairs, 4 children by the time she's 26, does a bunch of different jobs like professor/TV broadcaster/newspaper column writer, travels all around the world meeting all kinds of influential figures in the arts and politics, learns a bunch of languages, and then doesn't start writing until she's 42 and one day's she's like "ya writing sounds cool" and then she becomes one of the most famous, if not THE most famous, writer from Guadeloupe as well as one of the most famous writers in Francophone literature/Littérature monde!
Basically what I learned from this book is tear shit up, make a million mistakes, and maybe one day you'll write some dank books because your life has been so wild.
No soy aficionado a los libros de memorias, y menos aún las de una persona a la que apenas conocía de nombre. Para ser honesto, compré este libro en un impulso cuando supe que era una de las favoritas al Nobel, sin fijarme bien de que se trataba.
Maryse Condé se instala en África siguiendo a su marido, Monsieur Condé, y el interés que le despierta encontrarse con sus raíces de negritud, en la época de los procesos de independencia y con el sueño de una pan-África socialista.
Allí vivirá una vida llena de peripecias y privaciones, mientras se va cargando de hijos y decepciones entre Guinea, Ghana y Senegal. Empieza a notar que después de la independencia, en lugar del socialismo, se están construyendo nuevas oligarquías; además, se escandaliza de la organización tribal pre-colonial.
"Cuánto más tiempo pasaba, más cuenta me daba de que la negritud sólo era una hermosa utopía. El color no significa nada".
Afortunadamente siempre se encontrará con buenos amigos (tal vez idealizados por el cristal del tiempo transcurrido) que la ayudarán a sobrevivir y a mantener vivas sus inquietudes intelectuales.
Una historia (y una vida) desordenada, pero rica en experiencias, que la proveerían de material para su futura obra de ficción. El epígrafe cita Sartre: "Vivir o escribir, hay que escoger"; parece que Condé tuvo una etapa en su vida para ambas. A pesar de algunos altibajos, el libro se me hizo interesante.
Maryse Condé (neé Boucolon) nació en 1937 en Guadalupe, isla antillana que forma parte de los territorios ultramarinos de Francia.
Un livre extraordinaire. La vie de Condé est passionnante et illustre parfaitement de nombreux mouvements politiques, culturels, identitaires de façon personnelle. Je ne dirai pas que le portrait qu'elle fait d'elle-même est beau ou agréable, mais j'ai eu l'impression de lire du vrai. Elle n'a pas essayé de minimiser ou d'excuser ses choix, mais plutôt de les montrer. J'aurais bien aimé lire une centaine de pages de plus. J'aurais aimé voir son départ définitif de l'Afrique, par exemple. J'aimerais savoir un peu plus de la relation qu'elle entretien avec ses enfants aujourd'hui. Autre aspect du livre à signaler -- les références continuelles à ses romans et la façon dont ses expériences ont influencer son monde fictif. La seule chose que je n'ai pas aimé c'est le fait qu'un des ses amants est seulement nommé Jacques V. tandis que toutes les autres personnes citées sont nommées explicitement. Pourquoi son identité à lui mériterait d’être protégée plus que les autres? Sinon, je n'ai rien à redire. Pour plus de détails sur l'enfance de Condé, on peut lire Le Coeur A Rire Et A Pleurer.
Por fin he podido leer la segunda entrega de la autobiografía de Maryse Condé, que esperaba con ganas desde que leí "Corazón que ríe, corazón que llora". No me ha gustado tanto como la primera, pero creo que es porque aquí la vida de la autora se vuelve más compleja y enrevesada, con su entrada a la vida adulta llegan muchos temas que en algunos casos, por desconocimiento del contexto, se me hacían difíciles de seguir. Sin embargo, el estilo sigue siendo tan cercano y fascinante como lo recordaba, y he disfrutado muchísimo leyendo a Condé de nuevo, descubriendo nuevas facetas de su vida.
Un ejercicio sumamente honesto en el que Maryse Condé en ningún momento es autoindulgente ni intenta endulzar su historia, al contrario, siempre reconoce sus decisiones y la persona que es/ha sido. La autora logra combinar su vida personal y profesional con la compleja historia política de África del siglo pasado y sus reflexiones sobre el racismo y colonialismo de una manera que además te mantiene siempre intrigada y queriendo saber más. Necesito que escriba unas terceras memorias de los siguientes episodios de su vida por que al final me quedé así: “Cómo? Ya? Y luego qué pasóooo?!” Jaja
I’ve finished this book several months ago and still have it in mind. When I was on it I couldn’t notice that It was rooting so deep. Honest and deep interpretations of her own story.
« Au fond, au fin fond de l’esprit de « vieux colonisés » comme les Caribéens et les Noirs Américains, quoiqu’ils s’en défendent, est-ce qu’il ne traînait pas une bonne dose d’arrogance vis-à-vis de l’Afrique dont ils ne parvenaient jamais à se défaire? Voire un sentiment de supériorité? J’en avais douté autrefois. Ne fallait-il pas à présent se l’avouer? L’éducation ne peut se renier entièrement. » - P.186
Muy interesante su vida y sobre todo aprender sobre lugares y personajes históricos que desconocía, pero no me parece que esté muy bien hilado, no profundiza lo suficiente en nada.
Cuando nos preguntamos por qué leemos, es necesario encontrarnos con libros como este, con una Maryse Condé. Este libro me ha hecho sentir ignorancia, algo que no tiene que ser necesariamente negativo pues no podemos saberlo todo. En este caso, me he dado cuenta de lo poco que conozco África, un continente tan alejado de mi realidad pero tan cerca geográficamente.
La vida sin maquillaje es un libro realista, Condé deja que su realidad sea la que hable de su pasado. Creo que es de vital importancia conocer la mirada de este tipo de escritoras, que aparentemente se han colmado de galardones literarios, pero que tanto han sufrido. El dolor que expresa como madre; el desasosiego en sus relaciones sentimentales; y la cruel situación en muchos países africanos, son las lágrimas de este libro. Por otro lado, me ha impresionado lo bien traducida y editada que está la obra, cosa que es de agradecer cuando desconoces tantos términos entre etnias. En definitiva, Maryse ya me había ganado antaño en Corazón que ríe, corazón que llora, pero ha terminado de conquistarme con esta segunda parte.
What an incredible book. I was moved to tears more than once. It is hard to imagine that Maryse Condé went through so much pain and solitude during her 20s. This book makes several chapters of Fanon's Peau noire masques blancs come alive, something that Condé herself admits. She walks us through her pain, her mistakes, her sense of helplessness, but also through the edifice of her creativity, her intellectual curiosity, her daring nature, and the key moments/people in her life that inspired many of her novels. This book leaves me feeling hopeful for the future, and anyone who has ever wondered if there is a path or a logic to life's chaos will find some comfort here. I know I did.
"Je levais la tête vers le ciel clouté de constellations et je souhaitais passionnément recommencer ma vie. Ah ! Sortir à nouveau du ventre de ma mère, les mains pleines de nouvelles cartes! Si un dieu se cachait derrière cette opacité immense, pourquoi me refusait-il le simple bonheur qu'il accordait à tant d'autres ? Pour-quoi, pout moi, multipliait-il les épreuves ? Vers quoi entendait-il me conduite ? "
Il est toujours délicat de critiquer une auto-biographie... comme promis, Maryse Condé conte sa vie sans l'enjoliver. Elle est honnête et se livre en toute transparence: j'admire la manière dont elle a su exposer au monde entier ses nombreuses décisions plus que discutables (le déracinement systématique de ses enfants, l'adultère, les départs sans plans ni argent, etc.) La chance du lecteur - l'auteure a côtoyé du beau monde et observé plusieurs mouvements politiques (au Ghana, en Guinée). Ça donne naissance à un portrait d'une 'Afrique' changeante parfois vivante parfois meurtrie.
N'ayant pas lu ses oeuvres de fiction, j'avoue que j'en meurs d'envie maintenant. Je veux voir ce qu'une femme qui se décrit elle-même comme une sorte d'individu auquel rien ne réussit pour longtemps a finalement produit de grandiose une fois la quarantaine arrivée.
Car au final, Maryse Condé m'a plus souvent agacée qu'impressionnée dans ce livre mais c'est ce qui en fait sa beauté: l'expérience humaine la plus pure.
Estas son las memorias de Maryse Condé en las que narra su travesía por algunos países africanos, la complejidad de su maternidad y de sus relaciones amorosas. A todo esto lo atraviesa una reflexión sobre la colonialidad y la toma de conciencia de algunos aspectos de ésta. Me parece muy valiente haber escrito algunos episodios, considerando que sus malas decisiones "personales" llevaron a sus hijos al malestar (con todas las implicaciones patriarcales a lo que esto remite, puesto que las "malas madres" fueron y siguen siendo duramente juzgadas). Se trata de un libro indispensable para entender la evolución de su pensamiento político, así como algunos datos que alimentan su novelística.
Une autobiographie sans complaisance d'une femme qui ne sait pas encore qui elle est. Une époque, les années 50/60 et un continent, l'Afrique, une atmosphère. L'auteur n'est pas particulièrement sympathique, notamment dans son rôle de mère mais sa vie est un roman, plein de rebondissements.
Se sont ses souvenirs du début de sa vie racontaient bruts sans embellissements sans retenue...sans fard. On y découvre une femme au caractère bien trempé
Relato autobiográfico de Maryse Condé sobre sus años vividos en África. Su título se debe a que desnuda su alma sin maquillar nada del pasado. Nos cuenta sus miserias y actitudes que no la enorgullecen. Admite sus errores y muestra arrepentimiento. Admiro por ello su honestidad y valentía. Por otra parte, el libro es una especie de viaje iniciático donde la autora se busca a sí misma, sus orígenes, su vocación, su lugar en el mundo... El sufrimiento que padece es tremendo: pobreza, cárcel, malos tratos, violencia sexual, racismo... Y todo lo narra sin dramatizar, incluso con ironía. Otro hecho admirable. Maryse Condé va evolucionando y aprendiendo de sus errores a partir de sus vivencias. En este proceso los referentes literarios son vitales. El punto de inflexión de la novela es su encuentro con Richard, su actual marido, quien la ayuda a reconciliarse con África y a descubrir su vocación de escritora.
LA VITA SENZA FARD è l’autobiografia di Maryse Condé, scrittrice originaria della Guadalupa che ha passato gran parte della sua vita a spostarsi all’interno del continente africano cercando di trovare una propria identità e un proprio scopo. Ammetto la mia ignoranza e confesso di non aver mai letto nulla della Condé e credo che aver cominciato con questo testo non sia stata affatto una saggia decisione. Tra riferimenti alle proprie opere pubblicate e una costante riflessione sulla situazione politica africana, il testo mi ha lasciato parecchio confusa. Certo, la storia della Condé è forte e ricca di avvenimenti ma mi è mancata quella comunicazione che speravo di avere con l’autrice. Speravo, insomma, di avere il privilegio di sentire attraverso la sua pelle e vedere attraverso i suoi occhi ma la cosa non è accaduta, lasciandomi quindi piuttosto neutra durante la lettura dell’intera autobiografia. Credo che questo libro sia indicato a chi conosce e ama già l’autrice ed è perciò curioso di scoprire qualche retroscena delle opere pubblicate. Purtroppo, il testo non mi è piaciuto affatto e dubito che leggerò qualcos’altro di questa autrice.
Maryse Condé relata seus anos vivendo em diferentes países africanos, durante um momento politicamente conturbado em que o continente buscava se reestabelecer do período colonial. A escritora descreve suas diversas mudanças: familiares, profissionais e principalmente amorosas — onde predominam as decepções. Além de exibir uma imagem da África pós-colonial, La Vie sans fards apresenta histórias que posteriormente viriam a ilustrar outros livros da autora. Assim, é também um mapa para melhor compreendermos o percurso de sua escrita.
Me ha gustado mucho. Contiene multitud de referencias que pueden resultar algo agobiantes si no las conoces, pero la historia es apasionante: como se planta en África con dos hijos que luego se convierten en cuatro, vive en diferentes países, conoce a unos y a otros...Una mujer verdaderamente increíble
J'ai du le lire en une semaine pour une réunion littéraire. Un roman très dur, à l'image de la femme qui y raconte sa vie. Une écriture riche et envoutante comme toujours. Et bravo pour le prix Nobel !
Un portrait sans concession, celui d’une femme qui ne cherche pas à plaire, une femme antillaise qui se retrouve fille-mère, part en Afrique avec un fantasme sur lequel elle revient, une femme mariée, une femme violee, une femme qui peu à peu se politisé et devient écrivaine. Passionnant.
This entire review has been hidden because of spoilers.
Leído en español (ed Impedimenta) Autobiografía dura y descarnada de sus años en África. Era muy joven. Quizá por falta de referencias me costó seguir el hilo.
When, in 2018, the Nobel Prize for Literature was cancelled due to scandal, more than 100 Swedish cultural figures set up an alternative Nobel Prize for Literature, and awarded it to Maryse Condé.
La Vie Sans Fards is largely a memoir of her life from the late 50s to the late 60s. One of the most significant aspects of the book how it explores themes such as identity, colonialism, race, and social injustice. Born to a comfortable, bourgeois family in 1934 in French Guadeloupe, the youngest of eight children, this novelist, critic, and playwright is widely regarded as one of the most significant voices in Caribbean literature and has made a significant contribution to the field of Francophone literature.
At the beginning of the book, Maryse Condé quotes Jean-Paul Sartre: "Live or write, you have to choose”. But this is not a choice the author wishes to make. She wants both! Consequently, at the core of this book is the struggle between being a good mother to the children she loves and wanting to be more than just a mother. Reading comments by others readers, it seems that this dilemma has struck a chord.
Most of the book recounts her time in the West African French speaking countries of Cote de Ivoire, Guinea and Senegal. But also Ghana where, following the coup which deposed Kwame Nkrumah as President, she was deported to London, and worked for some time for the African service of the BBC. The book ends just after she meets her second husband in St Louis, Senegal around 1969.
Maryse Condé had 4 children, the first with Haitian journalist, Jean Dominic who was a campaigner for human rights and shot dead by an unknown assassin in 2000. The other children were with her first husband, actor Mamadou Condé. Deserted by Jean Dominic when she became pregnant, she leaves Guadeloupe for Paris. Soon afterwards, she takes a job in Cote d’Ivoire.
She comes across as a remarkable woman trying to be an independent in the macho culture of the 1950s. Her children are often neglected or left with others. This was probably the only way she was going to survive as a person in her own right and not be totally dependent on a man.
Maryse Condé gives the reader a vivid picture of West African life in the 1960s, along with the problematic politics. We learn that it was not unusual for people living in the French speaking countries to move from one to another. And those from the Caribbean countries don’t feel accepted by the native Africans. Yet Caribbeans are found at all levels of the teaching profession.
When she arrives in Ghana, she sees an immense difference. Men and women talk to each other in the street. Children bathe naked. It was her connection with Ghana which introduced her to English literature, especially Thomas Hardy, Emily Bronte and the romantic poets. In fact, it was a present of Wuthering Heights as a child of 10-12 which convinced her of the power of literature. When she read Catherine saying “I’m Heathcliffe” she said to herself “I am Emily Bronte.” That, she has said elsewhere, is the force and the magic of literature. It doesn’t know any frontier. Literature is a territory of dreams that travels through time and space
Even when she is very poor, and this is for much of the time, she manages to mingle with those from the upper echelons of whichever country she is in. There is nearly always someone she can call upon for a favour. In Ghana, when she works at the Kwame Nkrumah college in Winneba, it is visited by such eminent people as Malcom X, Che Guevara and Nkrumah himself.
Yet, Kwame Aidoo, the man she adores and chooses to live with refuses to have anything to do with her 4 children, and makes them eat separately. He even wants her to give up the children to her husband, Conde, and divorce him.
I have to confess that I didn’t initially enjoy reading the book. I was around one third of the way through before I found it had grabbed me. The writing can at times seem a little uneven or disconnected. But then that is exactly how life is lived. In writing this autobiographical account, Maryse Condé is surprisingly honest, recognising her faults and limitations. She comes across as a proud, independent Afro-Caribbean woman striving to be free.
La búsqueda de mis raices me llevó, en 2013, a Cardona, un pequeño municipio rural y porcicultor en Cataluña, de donde, asumo, partieron los conquistadores - exploradores - violadores - saqueadores que me heredaron su apellido. También, en 2019, a Yarumal, el frío municipio anclado en las montañas antioqueñas habitado por varias generaciones de mi línea materna. En ninguno de los dos viajes aprendí nada sobre mi mismo, salvo quizás que ha sido la pobreza y no la sed de aventura el principal motor de migración de mis antepasados.
Pensé en ello al leer esta, la segunda parte de la obra autobiografica de Maryse Condé (la primera, Corazón que ríe, corazón que llora, la reseñé en 2021). En ella, cuenta los difíciles pero reveladores años que pasó en África, en un momento de la historia en que la descolonización trajo una prontamente diluida esperanza en el "milagro africano", en un desarrollo propio que jamás llegó. Ese redescubrimiento de la africanidad, en medio de la puja política ideológica de sus líderes, se mezcló con el afán de la autora (por entonces una joven madre con más preguntas que respuestas) por encontrar su lugar en el mundo, por encontrar su identidad: era demasiado afrancesada para considerarse antillana, demasiado negra para ser considerada europea, y demasiado europeizada para ser comsiderada africana. También era demasiado sexual para ser consederada buena madre, tenía demasiados hijos para ser considerada potencial esposa, y era mujer, lo que de por si la hacía objeto sexual (con o en contra de su voluntad). Fue en medio de esas contradicciones y penurias, que empezó a escribir, ya no solamente para sobrevivir sino por el gusto de contar sus vivencias.
El libro es crudo y honesto, lleno de críticas y autocríticas, escrito en un lenguaje ecléctico que mezcla todas sus influencias culturales, políticas y literarias, desde las antillanas hasta las francesas, pasando por las marfileñas, guineanas, ghaneses e inglesas; desde los enfoques descoloniales hasta los ancestrales, con tintes raciales (antiracistas) y de género (feministas).
***
Murió una semana después de que comprara un libro suyo. De esta anodina casualidad no pretendo crear misticismo alguno; tan solo quiero hacer notar lo especial que resultó leerla en esta, la segunda ocasión en que me acerqué a su obra. La primera vez fue en 2021, poco tiempo después de que recibiera el Nobel Alternativo de Literatura (otro insustancial pero lindo azar), y fue imposible no quedar prendado de su particular narrativa: cruda, honesta, autocrítica y producto de una mezcla de estilos y vivencias antillanas, europeas, africanas y americanas, reflejo de la vida nómada, inestable y por momentos caótica de la autora, una que, en todo caso, forjó ese estilo ecléctico tan propio en ella: "No escribo en francés ni en criollo —dijo en una entrevista—; yo escribo en Maryse Condé".
Imaginen a una mujer negra que durante gran parte de su vida, desde su infancia hasta la madurez de su adultez, padece una estructural y crónica crisis de identidad que la lleva a una larga (y por amplios períodos infructuosa) búsqueda de su verdadero "yo" y lugar en el mundo: en su natal Guadalupe es demasiado burguesa y afrancesada para ser considerada caribeña; en París, durante su adolescencia, es demasiado negra para ser aceptada como europea; en Senegal, Ghana y Guinea, en donde vive como adulta, es demasiado europeizada para ser tomada como africana; como mujer, es recurrentemente usada como objeto sexual; como madre de 4, es frecuentemente despreciada por los hombres... Gran parte de su vida se puede resumir así: una imperfecta antillana, imperfecta europea, imperfecta negra, imperfecta mujer e imperfecta madre; siempre incompleta a ojos de la sociedad en que vivía.
Su obra es en gran medida reflejo de esa realidad, no para victimizarse ni para criticar a una u otra sociedad, sino para reflejar esas diferencias y contradicciones culturales, tan difíciles de entender como de vivir.