Techos de chapa que muerden galletas de arroz, olas plateadas que el tiempo lanza a través del desierto, la luna abriendo una lata oxidada de tabaco y fumando un cigarrillo. Aun después de descubrir a los poetas simbolistas franceses, a quienes Chūya Nakahara admiró y tradujo, su estilo siempre conservó algo del espíritu irreverente y libre del movimiento dadá que lo inició en la poesía. Frescos y musicales, los poemas de Canciones de una cabra nos invitan a encariñarnos con Chūya Nakahara y a entender por qué es uno de los poetas más celebrados de Japón.
«Nakahara caminaba con las manos en los bolsillos de la chaqueta, con un atuendo idéntico al de Rimbaud en el retrato que dibujó Verlaine: ropa y camisa negras, sombrero de ala ancha y pelo colgando sobre el cuello». Tetsutarō Kawakami
«Lo importante para Chuya Nakahara era el acto de confesión, no la construcción de un poema. Parecía pensar que el lenguaje, cualquier lenguaje, brotaba de adentro. Por eso su poesía era esencialmente una ética». Hideo Kobayashi
«Chuya Nakahara es el mejor poeta del Japón moderno». Shohei Ōoka
"foreign perfume and a folding fan … did I just see you, my dear, wrap your newspaper in silk? the dusky moon is swimming in the wind the stars and stripes and soda pop bottles are just about set for love."
blind autumn
"of course, it may be that I wasn't obedient, it may be that I had no will, I loved you in the most natural of ways, and you loved me, but so…"
Reread the bilingual edition in 2022 and I'm so in love with his poems, he's my favorite.
CANCIONES DE UNA CABRA AUTOR: NAKAHARA CHŪYA EDITORIAL: @tambienelcaracol PAGINAS: 208 TRADUCCIÓN: @mkanow , @kano_masako , @mariana_alon_so
Es maravilloso volver a leer a Nakahara Chūya, con pocos meses de diferencia. La sensación sigue siendo la misma, una poesía melancólica y nostálgica , una confesión de perdida que el autor nos va contando y cantando al oído. Este maravilloso poeta no solo es disruptivo en su tiempo, sino que sigue siendo fundamental en la lectura de poesía y literatura japonesa.
Leerlo y releerlo, es un forma de recordarlo, en esta edición. Integra de Canciones de una Cabra su primer libro publicado en 1933, tenemos una poesía dividida en cinco partes que nos va reflejando diferentes momentos del autor.
Comenzamos con el que da título al libro en dónde sus poemas más famosos, Canción de la Mañana y Lecho de Muerto están presentes nos presentan al poeta nostálgico , que poco a poco nos comparte el sentimiento de perdida.
En Infancia la dualidad, sus recuerdos de niño y sobre todo ese sonido de tristeza que está en el presente. Para la parte de Michiko el autor comparte un poco de su vida, sus errores y comprende lo que ha hecho. La parte respectiva de Otoño hace un repaso a su vida y a su amor propio.
Y con la Canción del Cordero es un grito desgarrador e íntimo del autor, es la total confesión del mismo agotamiento y perdida que vive. Cada parte del poemario es maravillosa, nos permite adentrarnos al mundo del autor e ir descubriendo su pensamiento oculto en cada palabra y en cada momento de su vida.
El leer está edición, de verdad me movió sentimientos y emociones que siempre resurgen cuando lo leo, una nostalgia inunda, mi corazón y mi pensamiento pero lo más bello es poder compartirlo y que aunque está reseña es breve Nakahara Chūya es infinito.
La contratapa advierte que el autor que poseía un estilo más bien "confesional", algo que no puedo decir que me atrape, pero un modernista japonés, amante de Rimbaud, de vida trágica, bueno, no pude evitarlo. Y lo disfruté, a pesar de que me parezca que la inmensa de poemas que componen el libro carezcan de poesía: un "estoy triste" o "tengo remordimientos" precedidos por un "el viento sopla" o "el calor del verano". Con una musicalidad bárbara, y con los números de sílabas correspondientes, pero más dignos de una mala canción de Nirvana que de un poemario de principios del siglo XX. Aún así, y sobre todo al principio, pero entreverados, y también al final, hay algunos poemas de una profundidad, sonoridad y belleza deslumbrantes.
Melancólica, con imágenes poderosas y una fuerza coral interesante. Me gustó la traducción y el trabajo de También el caracol, quizás mi queja reside en mi propia incapacidad de leer kanjis para escuchar la música original. Una gran sensibilidad del ambiente y lo cotidiano, y después un trabajo de introspección que, supongo, valía la pena seguir escuchando mientras maduraban. Espero el siguiente libro, ansioso.
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Salah satu puisi yang menjadi favoritku di dalam Poems of The Goat (Yagi no Uta) ini adalah Useshi Kibou (Lost Hope). Aku suka puisi-puisi yang ditulis oleh Nakahara Chuuya karena tulisannya, yang begitu sedih dan "kelam", buatku terasa menenangkan.
(Aku belum menemukan terjemahan berbahasa Indonesia, karena itu aku pengin berharap kalau-kalau ada penerjemah (yang membaca tulisanku ini) yang akan menerjemahkannya ke dalam Bahasa Indonesia, karena buatku, Bahasa Indonesia punya banyak kata-kata yang indah, dan siapa tahu sang penerjemah mampu mengalihbahasakan kumpulan puisi indah ini menjadi semakin indah dengan Bahasa Indonesia.)