Interesante novela religiosa de suspenso, recreación ficticia sobre los móviles que llevaron a la repentina muerte (¿asesinato?) de Juan Pablo I, conspiración en la cual habrían estado implicados políticos de ultraderecha, pero principalmente el ala conservadora de la iglesia romana, encarnada en un personaje siniestro cercano al pontífice, el cual se opone a sus intenciones reformistas.
Escalofriante realidad expresada en forma de novela por evitar retaliaciones antes vistas y advertidas por el Clero. La muerte de Juan Pablo I y la jerarquía dominante y oscura que se mueve a través de este imperio Romano que nunca murió, solo cambió de extrategia, de la política a la religión. Cristo nunca ha sido la cabeza de esta institución, más si Cesar, y su oscura transmisión del poder de una generación a otra. Podemos concluir que ni Roma sabe las intenciones del infierno con su pseudo cristianismo.
Esta novela te atrapa, aunque es ficción, esta inspirada en un hecho real la muerte de un papa poco tiempo despues de que llego al trono petrino. La novela desarrolla esta muerte como un envenenamiento por parte de su alumno, confidente y mejor amigo.
Mucho suspenso, misterio, intriga, todo junto. Depende mucho del lector como va uniendo cada pieza a lo largo del relato. De todas formas no lo recomiendo mucho. Tenía potencial.