Enrique Correa: Una biografía sobre el poder

by Andrea Insunza, Javier Ortega

Animal político. Negociador discreto. Operador detrás del trono. Bombero del poder. El hombre del teléfono. Mr. Lobby.

En más de sesenta años de trayectoria, Enrique Correa Ríos ha sido definido de muchas formas, pero hasta ahora nadie había contado cómo un desastrado muchacho de Ovalle, militante partidista desde los doce años, se transformó en uno de los ministros estrella de la transición chilena y luego en el lobista más influyente del país, consejero de presidentes, cardenales e importantes empresarios.

Tras años de investigación y entrevistas a casi doscientas personas, Andrea Insunza y Javier Ortega presentan esta biografía no autorizada y rigurosa sobre una de las figuras más controvertidas de la política nacional. A través del Correa seminarista, democratacristiano, marxista-leninista, dirigente clandestino, figura del exilio, mano derecha de Patricio Aylwin y luego asesor y lobista de grandes fortunas, el libro desnuda los resortes del poder y cómo este ha cambiado de manos en las últimas décadas.

Gracias a una vívida reconstrucción de hechos, esta biografía de Enrique Correa es, ante todo, una historia sobre el poder.

556 pages, Paperback

First published January 1, 2025

Reviews

[Jaime Álvarez G. · Rating 4 out of 5]

Una joya de investigación periodística. Con la excusa de conocer a Correa se recorre también la historia de la generación política más longeva de nuestra historia, que partió en 1964 y empieza a jubilarse el 2018. Muy recomendado para los nerds que gustan de la política y la historia.

[Seba Vedoya · Rating 5 out of 5]

Una cátedra en periodismo de investigación sobre una figura clave de la historia política contemporánea de Chile. Mi admiración a Ortega e Insunza.

[Magda Cottet · Rating 4 out of 5]

Es raro haberse demorado tanto en un libro tan rápido de leer: la verdad, es la biografía de una persona que sin ser el mismo una persona tan interesante, ha logrado estar en los momentos más interesantes de la historia. No es un intelectual ni un vocero innato, solo es un hombre inteligente que muy temprano en su vida entendió que él tenía no solo la vocación, sino también la convicción, de ser político.

[Franco Acchiardo · Rating 5 out of 5]

Biografía del equivalente chileno de Joseph Fouché. Mientras Fouché servía a Robespierre, a Napoleón y a los Borbones, Correa transitó del Seminario a la DC, del MAPU a la Concertación y del poder político al lobby empresarial. Ambos supieron manejar redes, información y operar - desde el segundo plano - decisiones que mueven a un país.

[Raimundo Justiniano · Rating 4 out of 5]

Biografía muy completa de un buen político devenido en lobbista feroz. Se extiende con demasiado detalle en la etapa 1973-1988, pero el remate post 1990 vale la pena 100%

[Nicolás · Rating 4 out of 5]

Enrique Correa es sinónimo de poder en el Chile actual. Un rostro de la ex Concertación que durante décadas ha movido los hilos en defensa de los intereses de su vasta red de amigos y clientes políticos, empresarios y eclesiásticos. Sin embargo, Correa nunca ha ganado un cargo de elección popular, nunca ha sido parte de la casta empresarial chilena y nunca tuvo la fortuna de ser pariente de algún dictador o de algún presidente de la República. Por el contrario: fue un joven católico de provincia de clase media, apasionado por la política, que en un inicio quiso ser cura, pero que después se volvió marxista-leninista, fundó el MAPU, fue dirigente de la Unidad Popular, le tocó el golpe de Estado, vivió dos veces el exilio y la clandestinidad, se volvió un socialista renovado, se convirtió en el ministro vocero del primer gobierno tras el retorno a la democracia y finalmente optó por el lobby y la asesoría a los poderes fácticos.
¿Cómo fue posible, entonces, que este joven católico marxista de los años sesenta se convirtiera décadas después en lobista y gran defensor de los intereses del mundo político, de la Iglesia Católica y del empresariado?
Esto es lo que pretende explicar Enrique Correa: una biografía sobre el poder, de los periodistas Andrea Insunza y Javier Ortega.
En primera instancia, el libro es un viaje por el Chile de las últimas seis décadas a través de esta especie de «Forrest Gump» de la política chilena, como los mismos autores lo han descrito en entrevistas. Pero la investigación es más ambiciosa que eso. Como lo indica el título, es más bien «una biografía sobre el poder». ¿Cómo se obtiene? ¿Cómo se usa? ¿Y cómo se pierde? He aquí la evidente la inspiración de los autores en el afamado periodista estadounidense Robert A. Caro, al punto que lo citan en el epígrafe y después de nuevo en la mitad del libro. Caro es el maestro de la biografía política y sus libros se caracterizan por lo extremadamente profundos y minuciosos, el extenso tiempo que le toma escribirlos, y su magistral y novelesca habilidad para narrar los hechos.
Y esta inspiración, particularmente en la acuciosidad para revisar todas las fuentes de información posibles («turn every page», como dice Caro) para armar el relato, se nota.
Insunza y Ortega se demoraron ocho años en investigar y escribir el libro, periodo durante el cual consiguieron inéditos documentos y correspondencia de los periodos menos conocidos de la vida de Correa, revisaron numerosos libros, informes y recortes de prensa que abarcan décadas, y entrevistaron a más de doscientas personas que conocieron al político y lobista en las distintas etapas de su vida. De esta manera, lograron construir un detallado retrato de un personaje clave en la historia contemporánea de Chile. Y solo por esto, el libro ya tiene un gran valor periodístico.
En cuanto al relato en sí mismo, Insunza y Ortega optan por tomar una cierta distancia de la figura del biografiado mediante una escritura clara y despojada de adornos e innecesarias figuras literarias. Pero no por eso es aburrida. Todo lo contrario, de hecho, aunque tal vez en algunos pasajes son más prudentes de lo necesario, pues evitan emitir juicios durante casi todo el texto, aun después de que el protagonista se transforma en lobista de la élite y sus actos y motivaciones empiezan a ser más cuestionables. Solo en el capítulo final, «el ocaso» de Correa, los autores se atreven a emitir un juicio más categórico. El tono adoptado, en todo caso, es efectivo para los propósitos del libro.
Dicho lo anterior, desde el punto de vista narrativo el libro tiene un defecto que no se puede pasar por alto y que es necesario explicar en detalle: la segunda mitad de la historia —desde que Correa asume como ministro de gobierno de Aylwin hasta el presente— es menos potente que la primera (desde la niñez de Correa hasta el regreso a la democracia).
Esta diferencia se debe fundamentalmente a que la primera parte es de altísima calidad y profundiza en las etapas menos conocidas de Correa. Por lo tanto, resulta más novedosa. La segunda mitad, en cambio, aborda al personaje público, al lobista, al «poder detrás del trono», de quien ya conocemos algo y tenemos una idea preconcebida. Sin embargo, esto último conduce a una situación que los autores no resolvieron, desde el punto de vista de la narrativa, de la manera más efectiva.
Crucial en la «transición» del Correa político al Correa lobista es su etapa como ministro de Estado, pues es ahí donde comienza a forjarse el mito. Y así también lo entienden los autores, porque estos cuatro años de Correa como ministro se dividen en dos capítulos que suman casi cien páginas. En este sentido, uno de los objetivos explícitos de los autores es, justamente, desmitificar esta imagen del «animal político» que tenemos sobre Correa. Y, en efecto, nos muestran fehacientemente que a lo largo de su extensa carrera política Correa, en realidad, acumula más derrotas que victorias: fracasó con la DC, fracasó con la UP, fracasó con su apuesta de articular a cristianos y marxistas en una nueva corriente de izquierda, y fracasó con el MAPU, el partido que fundó y lo cobijó por veinte años. Por lo tanto, es de esperar que ahora como ministro, Correa va a comenzar a desplegar todas sus habilidades políticas. Los autores, no obstante, dedican el primer capítulo a los dos episodios («ejercicio de enlace» y «boinazo») con los que Pinochet puso en riesgo a la renaciente democracia y en los que Correa cometió grandes errores de cálculo. En cambio, recién en el capítulo siguiente empezamos a entender cómo, a través de su relación con los partidos políticos y sus primeros acercamientos a fuentes de dinero, comenzó a hacer uso y despliegue de su influencia. Pero antes de conocer esta faceta, ya sabemos de antemano que Correa no es el gran negociador. Sabemos que lo engañó Pinochet, sabemos que Aylwin, al final de su gobierno, terminó desencantado con su ministro. En otras palabras, el libro no alcanza a construir el mito de Correa como el gran capo de la política antes de empezar a desmitificarlo. En términos de narrativa, es una gran oportunidad desperdiciada. De todas maneras, esto no lo quita solidez al relato. El hecho de que solo con haber cambiado el orden de estos dos capítulos (X y XI) se hubiera solucionado este problema, habla bastante bien de la calidad investigativa del libro.
También hay algunos inconvenientes menores hacia el final relacionados, de nuevo, con el orden de los contenidos, pero nada que le quite seriedad o calidad a la investigación periodística.
No está demás decir que, al menos en Chile, abundan los periodistas y analistas políticos que gustan hablar y escribir sobre el poder y los poderosos. Pero en general lo hacen con superficialidad y abundantes lugares comunes, como si el poder fuera una condición intrínseca en aquellos que lo poseen y no una habilidad que se cultiva, se utiliza y, eventualmente, se acaba. Sin embargo, de repente aparece un libro como este y, luego de leerlo, uno se da cuenta (o vuelve a reafirmar su idea) de que los comentaristas de televisión y redes sociales que les gusta hablar sobre el poder en realidad es poco lo que dominan y entienden.
La tarea de analizar y comprender la obtención, uso y pérdida de poder informal a través de la examinación de un prominente personaje del Chile moderno, como lo hacen Insunza y Ortega acá de manera admirable, no es ciertamente una novedad en el periodismo chileno contemporáneo. Agustín Edwards Eastman. Una biografía desclasificada del dueño de El Mercurio de Víctor Herrero y Ponce Lerou: Pinochet. El litio. Las cascadas. Las platas públicas de Víctor Cofré son, por ejemplo, dos buenas obras que también realizan este ejercicio.
Sin embargo, Enrique Correa: una biografía sobre el poder de Andrea Insunza y Javier Ortega es de una ambición superlativa en el medio nacional. Y por esto, junto con su alta calidad, es que se coloca inmediatamente en lo más alto de este subgénero dentro del periodismo chileno. Y será, sin duda alguna, lectura obligada para entender cómo opera realmente el poder en Chile.

[Ricardo Roman · Rating 5 out of 5]

Acabo de leer la biografía no autorizada de Enrique Correa, son quinientas páginas que se leen rápido, es mucho un espejo de nuestra historia de medio siglo.
Los autores, @andreainsunza y @javier.orttega, logran el tono para un juicio matizado y no definitivo de las luces y sombras de este mítico político, intelectual y consultor lobista.
Correa es un personaje controvertido, complejo, omnipresente en la política por sesenta años. Siempre influyendo, articulando en el bando o la tendencia que iba en alza, con muchos riesgos y costos en distintos momentos de su vida. En mucho es un reflejo de la Guerra Fría y también del inicio de la siguiente etapa histórica: la era de la globalización y la esperanza en la paz y la democracia mundiales.
Tuvo un olfato único para el poder, en la iglesia y la política. Supo insertarse desde un pueblo de provincia en una sociedad santiaguina jerárquica hasta transformarse en un actor relevante en los gobiernos de la DC y la UP, en la rearticulación y lucha clandestina contra la dictadura, en la renovación socialista y la salida a la democracia, como uno de los principales ministros de Aylwin, para continuar influyendo por treinta años entre los principales grupos de poder, como la política, la empresa, la iglesia e incluso el mundo del espectáculo. Queda claro que su interés nunca fue el dinero, sino la influencia y el poder. Desde la transición se transformó en el experto en sostener las estanterías, en mantener el sistema funcionando, a pesar de las crisis y los escándalos.
Es imposible separar la transición y la construcción del Chile democrático y moderno de un personaje como Correa. Se avanzó negociando, cediendo, permitiendo, ocultando, con una trastienda de manejos en que Correa era un actor ecuánime a la hora de superar obstáculos que arriesgaban la continuidad del sistema. Le encantaba asumir, tomar el control y desplegarse.
Es menos épico su paso al mundo privado, apoyando a grandes empresarios y el puente que hizo entre la empresa y la política. Pero cuidado con demonizarlo sin considerar los servicios que beneficiaron incluso a todos los últimos presidentes por los que votamos y quizás a los siguientes.
Habrá siempre una tensión por avanzar en transparencia y decisiones democráticas, pero los manejos de trastienda vienen con el poder por siglos, milenios. Seguro se transforman, pero es difícil que desaparezcan.
Salvo que tengamos una pretensión de santos y exijamos perfección para hacer reconocimientos, sin duda, como dijo el presidente Lagos, Chile le debe mucho a Enrique Correa.
Seguro hay que avanzar en más democracia y transparencia, pero después de lo visto, incluida la última camada que dijo venir con estándares morales más altos, que nadie se haga el escandalizado ante el lobby de Correa. Demasiados pecados públicos y privados, políticos y empresariales, han pasado bajo los puentes. Evocando la cercanía de Correa con la iglesia católica, a ver quién puede tirar la primera piedra.

[Guille · Rating 4 out of 5]

El libro "Enrique Correa: una biografía sobre el poder" es una obra detallada que narra la vida de uno de los políticos más influyentes de la transición chilena, marcando una época significativa para la política nacional. La investigación nos lleva a los primeros pasos de Correa en Ovalle, donde, desde una temprana edad, mostró un interés profundo por las discusiones políticas que dominaban la sociedad chilena. Su interés por la contienda entre el comunismo y el capitalismo, así como su profunda religiosidad, son aspectos notables de su juventud que lo llevaron a tener una relación especial con las máximas autoridades de la Iglesia.
El libro destaca los acontecimientos históricos que marcaron la evolución de Correa, desde un izquierdismo radical hasta la moderación que imprimió como ministro y dirigente político una vez llegada la democracia. Su capacidad para hacerse de amigos, buscar acuerdos y concretar uniones con adversarios es una de sus características más importantes, lo que le valió una fama bien merecida.
Eventos como el "boinazo", las negociaciones con Pinochet a través de Ballerino, y su relación con la oposición, son ejemplos claros de su influencia. Aún más relevante es su paso al mundo privado, donde, desde su empresa de lobby, intervino en casos de abusos sexuales por parte de curas, los efectos judiciales y políticos del terremoto del 2021, la investigación por el financiamiento ilegal de la campaña de Bachelet y el caso Caval. En todos estos casos, Correa maniobró de forma silenciosa y subterránea para ayudar a quienes estaban en el poder.
El libro hace un énfasis especial en la personalidad de Correa, destacando su capacidad para escuchar, hacer sentir especial a su interlocutor y entender rápidamente sus motivaciones. Su habilidad para coordinar ofensivas, como la destinada a frenar la investigación por financiamiento ilegal de la política, es otro punto notable.
Sin embargo, los últimos años de su vida no han sido tan generosos. Los cambios políticos nacionales que condenaron las relaciones opacas entre la política y el empresariado, junto con malas decisiones de negocios y en la gestión de su empresa Imaginacción, lo llevaron al ostracismo. Hoy, según los autores, vive una vida más solitaria, alejado de los grandes temas de la contingencia y de gran parte de sus hijos.
En conclusión, Correa fue un hombre obsesionado con el poder, con una adicción a la política y a ser influyente en el país. Su capacidad para orquestar operaciones desde las sombras y ser escuchado por personas de alta influencia tuvo un costo: nunca dejó de lado su trabajo político, lo que terminó afectando sus relaciones familiares. Esta es la consecuencia de una vida tan cercana a la política y al poder, dos amantes seductoras que exigen tiempo y dedicación. ¿Habrá valido la pena todo el sacrificio? Solo él puede decirlo.

[Guillermo García Moscoso · Rating 5 out of 5]

Yo me sabía la punta del iceberg de la vida de Correa y acá el recorrido parte en Ovalle y termina en Imaginacción. Provinciano, DC, seminarista, MAPU, clandestino, renovado, engranaje de la transición y brazo derecho del empresariado y así, una vida de esas que son muchas a la vez.

Gran libro y tremendo personaje.

[Eaurriol · Rating 5 out of 5]

Excelente libro para recordar las portadas de diarios de los últimos 50 años.
La investigación es de lujo y digna de elogios. Sin embargo, me faltó conocer más sobre la relación de Correa con sus competidores y sus nexos con la derecha.

Título alternativo.
Correa, el consigliere de Chile.

[Sebastián Ávila Donoso · Rating 5 out of 5]

Excelente trabajo periodístico. Un libro que los autores gestaron en una década y se evidencia en su calidad investigativa. Expone contradicciones, desilusiones, grandes dolores, el auge y el ocaso de un político que se niega a dejar el valor de sus dos grandes bienes: el poder y la influencia.