Este es el número 3 de una serie de libros cuya protagonista es Mafalda, el célebre personaje de Quino. Estas tiras cómicas fueron publicadas en diarios de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Santa Fé y Montevideo. Mafalda nació en 1963 como soporte de una campaña publicitaria, que rechazó el cliente y Quino conservó. Al año siguiente comienza a colaborar con diarios e inserta las tiras de Mafalda. Se inicia todo el proceso creativo de este popularísimo personaje. En 1968 Mafalda llega a Europa. Desde la Guerra de Vietnam y la carrera espacial hasta el movimiento tercermundista y los derechos humanos, el mundo entero se simboliza en un globo terráqueo que la protagonista cuida, igual que a un enfermo: lo acuesta en la cama, lo abriga y hasta intenta mejorarlo con las cremas de belleza de su madre. Con Mafalda la infancia perdió su inocencia, mientras el género de la historieta pasó de lo social a lo psicológico. En 1973, Quino toma la decisión más desconcertante para muchos: no dibujar más tiras de Mafalda. Desde entonces dibuja en significativas y determinadas ocasiones. Sin embargo, Mafalda está más viva que nunca. Reaparece siempre fresca y renovada en sus nuevos libros y periódicos. Hace cine y televisión. Viaja en la imaginación colectiva de infinidad de naciones que son muy diferentes entre ellas culturalmente. Y llega a los lugares más insospechados, volviéndose familiar a generaciones que no tienen nada que ver con la que vio nacer a Mafalda.
QUINO, Joaquín Salvador Lavado, nace, hijo de inmigrantes españoles, andaluces, en la ciudad de Mendoza (Argentina) el 17 de julio aunque en los registros oficiales conste nacido el 17 de agosto. Desde que nació se lo llamó Quino para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, pintor y dibujante publicitario con quien a los 3 años descubre su vocación. Comienza la escuela primaria donde descubre que su verdadero nombre es Joaquín y vive las dificultades de su personaje Felipe: «Me angustiaba tanto que en los primeros tres meses tenía malas notas, pero después terminaba el año con notas altas, aunque nunca era el primer alumno y eso me daba bronca».
Mafalda es compañera de viaje inseparable de mi adolescencia. A pesar de que se publicó solamente durante la década de 1964 - 1973 parece englobar toda la historia del mundo contemporáneo (a lo mejor es que la Historia tiende a repetirse y Quino le pilló el tranquillo).
Con unos pocos personajes muy bien definidos, Quino teje un ecosistema en el que hay de todo. Susanita y su deseo de ser una señorona, Manolito y su avaricia rampante, los padres de Mafalda, tan humanos...
De Mafalda he sacado yo ciertas tendencias sobre chistes que hacen a los demás perder la fe en la vida (clic para ampliar):
Y siempre, siempre podíamos encontrar pequeñas obras de arte:
Aun hoy mi hermano y yo nos saludamos con un Mñsdía por las mañanas cuando coincidimos de viaje o hablamos a primera hora
Comics have always reflected the current pysche and reading Mafalda now has become as much a look at society as fun Spanish practice. So much of the focus is on a world going to hell, that while today doesn't look too good from here, if we look at it from the lens of 50 years go, it comparatively isn't that bad. As with all things, its all relative.