Es 1873 en Santander, al norte de España. Magdalena y Juan son un matrimonio sin muchos recursos, cuyo deseo de tener hijos no se cumple. Un aborto fractura sus esperanzas y transforma a Magdalena en una figura sombría e incómoda. Al empeorar la situación, Juan decide tomarle la palabra a su tío y viajan a los Altos de Jalisco, en México, para cambiar su futuro. Éste es el punto de partida de una narrativa que explora la migración, la revuelta revolucionaria, la subalternidad femenina y la resistencia de los oprimidos. Desde estos hilos se irán configurando las heridas perpetuas que marcarán a sus descendientes por generaciones. Con un lenguaje sobrio y poético, rodeado de cantos, plegarias y conjuros indígenas, A la sombra de un árbol muerto cuenta la vida de aquellos que se enfrentan a su destino desde el sitio que ocupan mucho antes de nacer.
Mónica Rojas (Puebla, 1983) es una voz emergente del nuevo Realismo Mágico en la literatura hispanoamericana.
Durante años fue reportera en su ciudad natal para después dedicarse a la literatura.
Se ha destacado tanto por su narrativa como por su activismo, puesto que es embajadora de Save the Children en México. Es maestra en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad de Barcelona y realizó estudios doctorales en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Zúrich.
Su primer libro, “Lobo” (2022) fue finalista del IV premio Auguste Dupin de novela negra en España. Ese mismo año se publicó su novela “La niña polaca” (Grijalbo, 2022), una novela histórica con tintes de fantasía de la que Elena Poniatowska escribió: “una emotiva novela que nos adentra en uno de los periodos más oscuros y desconocidos de la Segunda Guerra Mundial”.
La obra de Mónica Rojas abarca géneros como la novela policial, la literatura infantil, la novela histórica y la biografía novelada, destacando su capacidad para fusionar lo cotidiano, lo mágico y lo social, un estilo que la sitúa como referente de la renovación literaria contemporánea en México.
Su tercera novela "A la sombra de un árbol muerto" (Hachette Literatura, 2025), que entrelaza el realismo mágico desde la migración, la subalternidad y la resistencia, ha sido reconocida por la crítica como una novela multigeneracional sensible y profunda.
Ha ganado diversos premios por sus cuentos, publicados en México, España y Suiza.
Sin duda, de mis favoritos de este año. Con ese toque de realismo mágico, te sumerge en la historia entrelazada de mujeres que van confrontando diferentes realidades históricas.
Increíble, es una novela que se mete de lleno en las heridas de las que no se hablan, la forma de escribir de Mónica es casi poética, con una narrativa que te mete de lleno en la cotidianidad de la vida de 3 generaciones de mujeres, cada una tan diferente entre si pero iguales en las heridas que nunca sanaron. Más de 100 años de historia, abarcando temas tan profundos, el aborto, la migración, el papel de la mujer, la desigualdad, el poder. Lo recomiendo completamente.
LIBRAZO!!! lo recomiendo muchisimo. Parece una historia de hace muchos años, pero siguen tan vigentes las costumbres patriarcales, los sueños truncados y las rebeliones. Me parece una historia muy bien llevada, con destellos de realismo mágico sin exceso. Felicidades a Mónica por sus personajes tan entrañables
Leer esta novela es como abrir una caja de memorias enterradas bajo tierra húmeda. Mónica Rojas no solo narra una historia familiar: la disecciona, la ritualiza y la convierte en un legado emocional que atraviesa generaciones. Desde el primer aborto de Magdalena en 1873, la autora nos sumerge en un universo donde el dolor femenino se vive en silencio, pero se transmite como herencia.
Lo que más me impactó fue la forma en que Rojas convierte lo doméstico en sagrado. El árbol de manzanas no es solo un símbolo: es tumba, altar, testigo y raíz genealógica. Cada hijo no nacido es sembrado como si fuera una semilla, y cada mujer que sigue en la línea de Magdalena carga con ese peso invisible. La novela no busca redención, sino comprensión. No hay héroes, pero sí figuras profundamente humanas que resisten desde su sitio, desde su cuerpo, desde su fe improvisada.
La migración a los Altos de Jalisco, la revuelta revolucionaria, los cantos indígenas, los conjuros y las plegarias no son adornos narrativos: son parte de una cosmovisión que Mónica Rojas articula con sobriedad poética. Su pluma, como bien dijo Pedro Ángel Palou, es escalpelo. Y con ella disecciona no solo el alma de sus personajes, sino también la historia de un país que se construye sobre silencios, pérdidas y resistencias.
A la sombra de un árbol muerto es una novela que se queda en el cuerpo. Que duele, que acompaña, que transforma. Y que, como los mejores libros, no se termina cuando se cierra la última página.
A la sombra de un árbol muerto de Mónica Rojas Hachette
En este libro Mónica Rojas nos presenta la historia de varias mujeres de distintas generaciones , su vida y como cada una afronta la maternidad; iniciando en 1873 en Santander y terminando en Puebla por ahí de 1970.
Magdalena la española que sufre por la pérdida de sus embarazos, Isabel la mexicana que queda embarazada por el patrón, Petra que lleva sangre Mexicana y española por sus venas al igual que su hija Leonarda y las gemelas Lucía e Inés que son tan diferentes una de otra.
A lo largo de esta historia encontraremos partes muy tiernas, tragedias, violencia y hasta realismo mágico; Mónica rojas logra entremezclar todo esto , logrando una lectura muy interesante, permitiendo que como lector logremos conectar y entender con las emociones y decisiones de estas mujeres.
Con agudeza, Mónica Rojas recorre casi 100 años de historia a través de 3 mujeres, y su estirpe, asoladas por la vida y que se sobreponen ante la adversidad como les es posible. Todas ellas son fuertes, todas ellas tienen debilidades, y de todas ellas me quedé con la tristeza y el dolor de ver su final. Sigo procesando en silencio la importancia de su novela en esta época.
4 generaciones de mujeres unidas por la soledad, el dolor o la resistencia, no siempre por la consanguinidad pero siempre entorno a maternal: hijos vivos o muertos, padres o esposos.
Irónico cuidar que decir o no a los muertos, mientras callamos las palabras y sentimientos de los vivos.
Si la novela Cien años de soledad es un vallenato de cuatrocientas páginas, éste libro es un corrido revolucionario infinito. Un eterno retorno musical, gastronómico, histórico, lleno de refranes. Si en Los recuerdos del porvenir el pueblo es la voz narrativa, en esta novela pareciera ser el mismo tiempo, o el lenguaje, o quizá la madre tierra, o la Diosa Tonantzin, o el mismísimo árbol genealógico que pareciera no tener raíces y que en un principio parecía no tener semillas. “Las semillas no pueden quedarse enterradas para siempre: florecen o se vuelven polvo.” Éxodo de maternidades. Una estirpe condenada a no nacer, y de conseguir nacer siendo mujer, a padecer, a pagar la maldición que desde la desafiante Eva, desde principios de los tiempos, les fue condenada. Realismo mágico a la poblana. “Las voces de sus muertos siempre le acompañaron. Por un tiempo se acostumbró a ellas, pero ya le estaban molestando, porque de tanto oírlas ya estaba dejando de oír las de los vivos.” Todo comienza con una mujer que no puede ejercer su papel principal para la que fue desposada, el de ser madre. A través de esta novela histórica que comienza en Santander España, y que luego transita por lugares como Jalisco, Celaya, Tlaxcala, Puebla, Ciudad de México, etc; por momentos históricos como la revolución y la guerra cristera, vamos acompañando generaciones de mujeres condenadas a ser esposas, madres, hijas y lo que los hombres les pidan. “La ropa sucia se lava en casa”. Magdalena, Petra y Leonarda, tres mujeres destinadas a ser mujeres. El lenguaje se vuelve otro personaje más, el tono se mantiene en toda la novela generando ecos temporales y lingüísticos.
Un libro que no solo te cuenta una historia, sino que te hace vivir recuerdos que no son tuyos, incomodidad familiar y, sobre todo, te hace sentir un dolor que solo se siente con un libro increíble, con una gran historia.
El libro “A la sombra de un árbol muerto” de la escritora mexicana Mónica Rojas publicado en 2025, es una novela que nos sitúa inicialmente en la España de 1873 con Magdalena como una de las protagonistas que jugara un papel contundente dentro de la trama y con ella nos habla de un tipo de “maternidad” de no natos abrazada por un realismo mágico bajo un velo trágico.
Las otras dos protagonistas que habitarán las ciudades de Puebla, Tlaxcala y Jalisco entre 1910 y 1935 son Petra y Leonarda que guardan una relación madre-hija un tanto particular bajo una maternidad no deseada.
Mónica borda las historias de una manera especial y logra que el lector se mantenga atento bajo un hilo tensor de violencia, rechazo, tragedia, amor y desamor.
Me gusto mucho la añoranza que logra la autora al incluir canciones de la niñez… Hilitos, hilitos de oro y con ello la memoria se preserva en la oralidad de nuestros antepasados.
Agradezco al Club de lectores de Majo por esta lectura conjunta y al Club de lectores de Luisa entre libros por la maravillosa reunión presencial con la autora y ahora entiendo porque se siente que hay añoranza y cariño en la lectura.
Mónica Rojas nos deja acompañar a tres pilares de la historia: Magdalena, Petra y Leonarda. Sus vidas se entrelazan para regalarnos una magnífica narración sobre el dolor de las pérdidas y los fantasmas de la memoria que nos atormentan. Cien años de historia contados con la voz poética y envolvente de Mónica, que fluye con naturalidad y convierte este libro en una lectura adictiva.
Cada quien va a rescatar algo diferente en este libro y, definitivamente, nadie sale ileso. Al final ríes, lloras, te angustias… y te duele reconocer que, para las mujeres, muchas cosas solo han mejorado un poco.
Éste es un libro que me dejó con un nudo en la garganta y el corazón alborotado. Mónica Rojas escribe con una fuerza tremenda, sin miedo al dolor ni a la oscuridad. La historia de Magdalena, tan profundamente triste, tan injustamente humana, me atravesó por completo. Hay momentos en esta narrativa en que no es posible distinguir si lo que duele más es la muerte, la soledad, el amor no correspondido o las palabras no dichas, que se enaltecen como las perfectas y profundas desgracias humanas.
Me conmovió especialmente cómo entreteje y cuestiona los linajes desde los que salen preguntas sobre la herencia, la locura, el mestizaje, la maternidad forzada y los silencios que habitan entre las mujeres y sus generaciones, todo en un paisaje tan crudo como poético, en una etapa histórica de México que hemos aprendido desde otros discursos y desde otras trincheras. Es un libro que no busca complacer, sino decir, a veces a manera de plegaria, lo que muchas veces preferimos callar.
Una lectura profundamente dolorosa, pero también necesaria. Una revisión al pasado que será liberadora para más de uno. Me costó soltarla, pero quedo profundamente agradecida con Mónica.
A la sombra de un arbol muerto Por Mónica Rojas 🇲🇽 Que bonito estar en el mes patrio y leer esta novela de una gran escritora mexicana (poblana como los chiles enogada) Si bien este libro no habla de la independencia de México, si habla mucho de la historia de México, de la revolución... De la historia de las mujeres a través de los años. Ya que es una novela generacional. Esta novela conoceremos la historia de 3 personajes principales Magdalena, petra y Leonarda 3 mujeres, 3 historias diferentes, todas ellas ligadas por una herencia generacional de la que todas las mujeres sufrimos. Ser mujeres en un mundo echo para los hombres. Mujeres silenciadas, mujeres que solo van pasando su carga al morir a otras mujeres Que siguen llorando sus penas. Esta novela me gustó mucho porque cada mujer trae consigo una visión de la maternidad. De como nuestras bisabuelas y abuelas vivieron su maternidad. Una maternidad obligada. Como en la revolución las mujeres pelearon igual que los hombres... Lucharon en la revolución mexicana pero ellas solo traían harta muina , rabia con todo y con todos. Las mujeres pelearon otra revolución muy diferente. Seguimos peleando.
Jusro ayer vi una imagen que estaba dando mucho de que hablar en este medio
A Mariana Rodríguez primera Dama del estado de Nuevo León. En donde se aprecia en una fotografía con su bebé en un canguro.... Ojo!!! Aquí!! No estoy encontrá de la imagen y al contrario se me hace una foto muy conmovedora, como mujeres empoderadas.
Lo que es triste es que la sociedad reconozca y aplauda a mujeres visibles ante la sociedad Y las miles y miles de mujeres que incluso murieron sin reconocimiento. Sigan siendo invisibles!!! Cuantas mujeres con rebozo en lomo, fusil en mano defendieron sus tierras. Cuantas mujeres con la piel tostada y chilpayate en lomo, salen cada día a trabajar, Venden sus artesanías, echan tortillas con esas manos qué ya no sienten lo caliente. Son invisibles 😶😔
Los tiempos si que cambiaron Pero pareciera que hay cosas que nomas no cambian. Será una bendición o una maldición ser mujer?
Sin duda el libro me dejo pensando mucho 😔 En mi historia, la historia que apenas conozco de relatos escuchados alguna vez de las que fueron mis bisabuelas, pero murieron sin conocerme y sin embargo a pequeños pedazo las conozco y me reconozco en ellas. La historia de mis abuelas, lo que me tocó conocer de ellas como mis abuelas, lo que me toco escuchar de su viva voz, sus alegrías y sus penas y lo que me toco conocer como madres contado sin querer atravez de la propia vida de mi madre, de mi madre lo que se de ella de su vida antes de ser mi madre y la propia historia que me he ido haciendo atravez de los años y ahora reflejo en mi propia vida de madre... Y yo también seré la bisabuela no conocida pero recordada e inventada, y de donde quiera que esté me estaré riendo... Y me dejare ver en pequeñas mañas heredadas. En la abuela que ya no será madre... Y esque nunca nos terminamos de ir del todo.
Esta es una historia donde la crudeza de la realidad se torna poesía. Mónica nos invita en un viaje por el tiempo donde se entrelazan diferentes generaciones, sus penas, sus secretos, sus luchas y deseos. Con un tono de realismo mágico, Mónica logra retratar aquello que las mujeres callan, lo prohibido, de lo que no se habla pero que así reside en lo profundo del corazón.
La novela se caracteriza por su riqueza narrativa, la autora no cuestiona la realidad de aquella época, su banalidad, dureza y torpeza, pero la añade magia; logra integrar e iluminar aspectos humanos escandalosos. Es una historia tan mágicamente narrada, que no deja de sacudir emocionalmente al lector, reflejando su rol como testigo de la narración.
Esta novela nos hace reflexionar en la importancia de contar historias y nos invita a pensar en todo nuestro linaje, en todo lo que nuestros antepasados tuvieron que sobrellevar antes de nosotros estar aquí. Es una historia que vale la pena ser contada y leída.
Nos situamos en 1873, 1910, 1935, desde Santander-España a México (varios estados como Tlaxcala, Puebla) tres mujeres como personajes principales: Magdalena, Petra y Leonarda.
Hay un realismo mágico lúgubre, que me causa empatía con este libro, el dolor, el sufrimiento, la batalla, la resignación, el anhelo más allá de la muerte.
La maternidad deseada pero biológicamente no concedida y la contraparte la que biológicamente se da pero que no era deseada, la locura, el abuso, la muerte constante, los abortos, los muertos hablando.
Son muchos los temas bien narrados y armados, que hacen de esta novela toda una experiencia si como lector buscas conectar con las raíces más profundas que todos tenemos, si tan solo nos ponemos a escarbar como lo hacía Magdalena.
Tengo sentimientos encontrados con Inés y Eva, me encantó el final.
Que bonita manera tiene Mónica de tejer está historia, logra conectar con delicadeza y decisión, la historia de tres mujeres unidas por el destino y la genealogía. Al final la autora nos muestra una bella manta tejida con los recuerdos del pasado con la cual nos podemos cubrir para esperar a nuestros muertos.
"Por eso se quedó con el cuerpo frío y con las ganas de ser consolada para evitar el rechazo. Pobre, porque no hay abrazo más triste que el que no se puede dar."
A la sombra de un árbol muerto, de Mónica Rojas, es una novela que entrelaza generaciones de mujeres unidas por la memoria, la herencia y la magia. La historia comienza con Juan y Magdalena, una pareja que, tras enfrentar dificultades económicas en España, migra a México. A partir de ese momento, seguimos a su familia a través del tiempo, viendo cómo cada generación carga con las decisiones, las creencias y los silencios de quienes les precedieron. Mónica Rojas crea un universo donde lo mágico y lo real conviven de forma natural. Hay ecos de mitos, leyendas y una profunda conexión con la cultura mexicana. Es también una historia sobre la resistencia, sobre aceptar el propio destino y sobre el poder que habita en lo invisible. La prosa de Mónica es delicada y envolvente. Es una narrativa que no solo cuenta, sino que deja sentir el paso del tiempo y la fuerza de la vida. A la sombra de un árbol muerto es una historia sobre el poder de las mujeres, las raíces que sostienen y los lazos invisibles que nos unen a través de los años.
Escribir sobre nuestras ancestras es destapar la caja de Pandora. Ya no hay vuelta atrás. Lo que deba salir saldrá. Y ése es uno de los actos más sanadores que existe. Como un acto de psicomagia o de constelación, las piezas se ponen en el tablero y la fuerza actúa. Así con los árboles y con las raíces. Así con este texto. Que se mueve con el aire y que enraiza. Qué hermoso es leer de las mujeres a través de una mujer. Felicidades, Moni!
A la sombra de un árbol muerto es una novela de generaciones en una familia. Comienza con Juan y Magdalena, cuyas dificultades y deseos frustrados van a seguir a sus hijos y nietos como fantasmas. Es también una novela acerca del pasado en dos niveles: la Revolución en Mexico desde el punto de vista de mujeres y hombres trabajadores, y el pasado secreto de la familia, el que persigue a sus descendientes y del que no se habla. Además el tema de la maternidad, el cuerpo de la mujer y los roles de genero son centrales en la novela. Monica Rojas explora y cuestiona lo que se considera 'propio' de un hombre o una mujer y muestra cómo las expectativas sociales condicionan las vidas de los personajes, y cómo estos se resisten o no a ellas. La narración es coloquial y fluida, con un narrador omnisciente que atrapa al lector desde la primeras páginas. Personalmente, disfrute mucho leer esta novela por su lenguaje coloquial, su humor y sus personajes, en especial el de Leonarda. Una vez que la empecé no pude dejar de leerla y acabé en un par de días.
Primera vez que leo a la autora y vaya sorpresa me llevé. A través de la historia de tres mujeres vemos el rol de la mujer a través de diferentes épocas de México. Me gustó como narra la historia y los toques de canciones que le pone, es un reflejo de nuestras raíces como mexicanas.
Acompañamos la historia de varias mujeres en este libro, de las cuales a través de las narraciones de cada una de ellas podemos entender su visión del mundo, el lugar que ocupan como mujeres en él y la maternidad que les toca vivir, ya sea que la quisieran o no , incluso que pudieran experimentarla o no. Todo esto junto con el contexto histórico y social en el que habitan.
Me dio rabia, tristeza y alegría. Leer 100 años de historia de una familia en un libro fue algo sorprendente. Sin duda alguna es uno de mis libros favoritos de este año.
La novela de Mónica Rojas es una apuesta literaria valiente que combina historia, memoria y el peso de generaciones silenciadas. Desde su arranque en 1873 en Santander y el posterior traslado a los Altos de Jalisco, la autora traza un arco narrativo que atraviesa geografía, tiempos y cuerpos, siempre desde la mirada de las mujeres que sostienen la trama.
El estilo es sobrio, casi ritual. Rojas no recarga la prosa, no busca efectos grandilocuentes; por el contrario, construye con economía y, como señalaba Palou, con esa “combustión lenta” donde cada silencio pesa tanto como el grito. Las voces femeninas —Magdalena, sus descendientes— llevan el relato, y la genealogía que se plantea no es una celebración heroica ni una saga luminosa, sino un trabajo de memoria: lo que se hereda, lo que se calla, lo que sobrevive bajo sombra.
La migración como recorrido físico (España → México) se vuelve simbólica: abandonar tierra, identidad, utopía. Pero también el retorno, el arraigo o la permanencia quedan impregnados en el cuerpo de la novela. Los elementos de lo ancestral —cantos, plegarias, conjuros— dialogan con lo contemporáneo: mujeres que se resisten a ser definidas por la historia, por el silencio. Y la sombra del árbol muerto es metáfora perfecta: un legado que pesa, que proyecta su sombra sobre los vivos, que exige memoria.
El mayor triunfo de la novela es su capacidad de hablar de lo íntimo y lo social al mismo tiempo. No hay retórica vacía; hay dolor, sí, pero también resistencia, dignidad, voz. De lectores se espera que escuchen esas voces, que se dejen interpelar por ellas. Quizá la única crítica leve es que, en algún momento, los saltos generacionales y cambios de escenario pueden exigir concentración al lector; no obstante, el ritmo y la tensión narrativa lo compensan.
En suma: A la sombra de un árbol muerto es una novela profunda, necesaria, que confirma a Mónica Rojas como una voz importante de la narrativa mexicana contemporánea.
¡Qué bárbara! esta no es una novela sino un novelón. Además hay que decir que la versión Kindle está muy bien hecha y no tiene errores en su configuración, lo cual se agradece en suma. A la sombra de un árbol muerto se distingue de la típica saga familiar por el papel central y transformador que otorga a sus personajes femeninos. Esta novela no solo narra la historia de una familia a lo largo de varias generaciones, sino que pone en primer plano la resistencia y la evolución de las mujeres dentro de un contexto adverso y muy machista. Como lector ávido de las novelas del boom y de las mujeres de la época (yo creo que por eso el algoritmo me lo recomendó), puedo decir que quedé gratamente sorprendido con la prosa y los pequeños universos que se muestran sin complejidades innecesarias ni imitaciones desde la imaginación de la autora. En efecto hay toques de realismo mágico, pero es sin dudas una novela realista en el sentido de la crítica social. Apuesto que será uno de los mejores libros en español del año. Dense una oportunidad y léanlo acompañados de un buen café, cantos españoles, corridos revolucionarios y boleros. Delicioso.
Fue un placer la lectura de "A la sombra de un árbol muerto". Con todo respeto y sin afán de hacer una comparación lineal o simplista, me provocó una experiencia que me remitió a lo vivido todas las veces que he leído "Cien años de soledad", que han sido muchas, por la fascinación del desarrollo de la historia de una familia, la ambientación y el detalle de los escenarios, la introspección de cada personaje, los elementos fantásticos y la inmersión propia que hice al imaginar a Mónica Rojas escribiendo la novela: investigando, recabando testimonios, acomodando datos, líneas de tiempo, acumulando y luego desahogando y hasta desechando apuntes. También la imaginé dejando de ser ella y regresando a su esencia, quizás conflictuada o evolucionada. Sin embargo, el que sea "tan mexicana" tanto la historia como la escritura, la hicieron verdaderamente deliciosa, vivencial e inolvidable. Seguramente, la releeré en un tiempo con mucho gusto. Soy lector apasionado, no pretendo ser crítico literario, pero tenía que dar a conocer mi comentario y reiterar mi admiración y gratitud a Mónica por esta gran obra.
A la Sombra de un Árbol Muerto es una novela que resuena de manera profunda. Con una narrativa envolvente y poderosa, Mónica Rojas construye una saga femenina que trasciende generaciones y geografías, desde tierras españolas hasta el corazón de México. Considero que la fortaleza de esta historia radica en su capacidad de entrelazar lo íntimo y lo histórico, lo mítico y lo cotidiano. Sus personajes femeninos, están cargados de contradicciones, de heridas y anhelos. Magdalena, Petra, Leonarda, Inés y Lucía son mujeres complejas y entrañables, con vidas marcadas por la maternidad impuesta, la soledad, la resistencia y por el amor no correspondido. A la Sombra de un Árbol Muerto rinde homenaje a las mujeres que han sido silenciadas por la historia oficial: las locas, las huérfanas, las indígenas, las madres imperfectas. Con esta novela, Mónica Rojas reafirma su lugar como una voz imprescindible de la literatura contemporánea y consolida una trayectoria literaria prolífica y profundamente humana.