¿Qué hace una hija cuando su padre es diagnosticado con una grave enfermedad?
Ana decide acompañarlo, abriendo una puerta a recuerdos, conversaciones y silencios de una historia compartida que había permanecido en pausa. Él, en otro tiempo un hombre luminoso, perdió a su familia por el juego. Ella, una niña que lo admiró, ahora lo observa con otros ojos.
En esta novela íntima y precisa, Adriana Garavito despliega con sobriedad una trama familiar hecha de afectos quebrados, pequeñas revelaciones y fragmentos de una cercanía recobrada. No hay dramatismo ni redención forzada: hay una apuesta por mirar de frente lo vivido y contarlo.
Todas las cartas jugadas es una mirada pausada sobre los vínculos familiares, la enfermedad, el azar y el tiempo. Al final, lo que se gana es lo que se juega con otro
El día que leí este libro, fui transportada a un universo capaz de sumergirse en la oscuridad, la nostalgia e incluso la ludopatía, y aun así hacerme sentir ternura… o soltar carcajadas. Adriana logra encontrar belleza en la contradicción y la brutalidad de las cartas que nos juega la vida
Nuevamente, una novela genial de Cocodrilo Ediciones que le da mucho peso a los sentimientos y me encanta. La autora tiene un gran potencial para transmitir emociones cotidianas.