Partiendo de la premisa realista de que cualquier punto en el engranaje social permite llegar al centro y esencia de la totalidad de dicho organismo social, Orrego Luco elige como núcleo a las figuras de Ángel Heredia y Gabriela Sandoval para representar en su ficción al macrocosmos aristocrático entre 1900 y 1907. Este macrocosmos se concibe como el producto degradado a causa del desplazamiento de la vieja aristocracia latifundista por el nuevo grupo plutocrático, dominado por la ambición de fortunas fáciles y el deseo de lucir
Se trata de una novela costumbrista del Chile de principios del siglo XX, específicamente sobre la nueva clase alta (los oligarcas que se hicieron ricos con la minería del salitre) desplazando a la vieja clase alta terrateniente, sino en influencia, al menos en el interés cotidiano y el espacio público. El libro es lento. Tiene una trama que se mueve a paso glaciar, por lo que es muy fácil olvidar su existencia, y no es una trama que no se haya visto antes ya en mil y un libros más interesantes. La historia agarra impulso pasada la segunda mitad y ya corre para el final. Debo reconocer que me sorprendió la dirección que toma la historia al final. Si bien no es de lo mejor que hay, no podría desrecomendarlo, puesto que tiene sus méritos. Además, presenta una época tan poco visitada por novelas en la historia de Chile (la República Parlamentaria) que es casi una cápsula del tiempo.
Luis Orrego Luco publicó esta novela en 1908 y al parecer se pensó en ese momento que en sus páginas se contaba algo en clave sobre personas de carne y hueso de la sociedad santiaguina de ese entonces. Por este motivo se vendió como pan caliente, convirtiéndose en lo que hoy llamamos un best seller.
A mí me pareció que es una novela difícil. El argumento se arrastra con gran lentitud con una narración en que más del 90% está a cargo del narrador; apenas hay una que otra línea de habla directa de algún personaje. Relata con fidelidad las costumbres del Santiago de principios del siglo XX, particularmente de la alta sociedad, políticos, terratenientes y, por causa del argumento, de los corredores de la bolsa.
El estilo narrativo se hace muy pesado. Escrita con un lenguaje sumamente cuidadoso, con extremos preciosistas que se solazan en las descripciones que parecieran no querer dejar lugar a ningún equívoco; para ello se ocupan páginas en detallar al extremo lugares, ambientes, estados anímicos, olores, sensaciones, matices, movimientos, todo con harto adjetivo y comparaciones para que entremedio el personaje diga tres palabras.
Al principio el argumento se ocupa de una lata exposición sobre jóvenes y no tan jóvenes de una clase social privilegiada y en cómo estos hacen fortuna o caen en desgracia en una sociedad que no admite a quienes fracasan. Luego se enfoca en un matrimonio joven y sus vicisitudes. Termina en un giro hasta cierto punto inesperado.
Una novela que hasta el día de hoy se lee y se analiza, pero, honestamente, a mí no me convenció.
(03/04/14) Un vívido retrato de la clase alta chilena del 1900. Los jóvenes protagonistas, Gabriela y Ángel, son el fruto y el reflejo de una sociedad cuyos valores están completamente trastocados y que ha visto alterados sus cimientos por la nueva realidad del país. Eminentemente descriptiva, la novela avanza lentamente, pero es un valioso testimonio de las costumbres de la elite de la época y un viaje en el tiempo al Santiago de principios del siglo XX, además de constituir una crítica directa al entorno social del autor.
Es de una prosa muy bella. Además de la historia ser muy entretenida. Me dejó gusto a poco el final, creo que el autor pudo redondearlo un poco más. Lo disfruté muchísimo. Una joya inesperada. Debería leerse mucho más. Ricos que sufren en el Chile de 1900.
Se debe leer pensando en su época, a estas alturas más como un ejercicio de estudio de la cultura de entonces, antes que como un buen libro de literatura. Logra su objetivo: ridiculiza (lo más que se puede en el contexto en que está) y expone lo fútil y vacía de sentido que es la vida aristocrática de finales de s.XIX e inicios del XX. Muy interesante también como expone el machismo, muchas veces eligiendo una redacción que lleva directamente a estar en contra del actuar machista el protagonista; algo raro en escritores chilenos de la época.