Maya huye de un estallido. Neo no quiere oír un diagnóstico. Ninguno de los dos tiene nada que ver con quienes fueron. Esta no es una historia convencional de dos personas que se cruzan y de las oportunidades que les brinda o les arrebata la vida. Entre estas líneas se esconde un camino a transitar, un relato visceral sobre la necesidad de volar, de desafiar los límites y de reconocerse en mitad de la adversidad. Porque a veces hace falta asomarse al infierno para intentar huir de él.
Quédate mis alas es una novela de Miriam Herrán de Viu. Es una de las autoras de las que puede decir que he leído todo y que hasta el momento me ha gustado. Y en esta ocasión no va a ser diferente. ¿Me acompañas? Maya y Neo están viviendo su propio infierno personal a causa de diferentes motivos. Ella es una bailarina profesional que después de una lesión ha terminado sin una pierna. Él está pasando por un cáncer que no le quiere abandonar. Dos personas rotas que se encuentra cuando más se necesitan. La historia es de una carga emocional brutal, de esas que te van dejando el corazón apretujado con cada página que lees. Tengo que decir que a pesar de estar narrado en tercera persona, algo que a mí me suele sacar de la historia, tiene algo que no te permite dejar de leer. Los dos personajes principales son alucinantes, ambos son ejemplos claros de superación, de lucha, de seguir adelante, incluso cuando quieres tirar la toalla. Y de dar tu mano a otro que está igual o peor que tú para que pueda salir de agujero. Me ha parecido una historia impresionante, de las que merecen mucho la pena y que te dejan con un sabor de boca maravilloso.
Quédate mis alas es la historia de dos personas que se encuentran, por casualidad, en el peor momento de sus vidas. Aunque jóvenes, ambos están rotos. Aunque son dos desconocidos, deciden confiar, porque precisamente quien no conoce puede escucharte sin juzgar. Porque del apoyo, el acompañamiento y la responsabilidad nacen las historias más bonitas.
Este libro es un canto a la esperanza, una invitación a aprender a surfear los momentos difíciles de la vida. Su estilo narrativo te atrapa desde las primeras páginas y te permite conectar profundamente con la historia de sus protagonistas. Se trata de una historia sobre la resiliencia, sobre celebrar los logros y, sobre todo, sobre no dejar nunca de surfear las olas que la vida nos presenta.