"La piedra cayó a la altura de mis costillas y eso bastó para dejar de creer en la muerte."
Las Parcas cohabitan entre las sombras del mundo terrenal con el único propósito de guiar a las almas al más allá. Una de ellas con una reciente grieta en la costilla, comienza a experimentar emociones humanas y, a través de sus encuentros con las personas, descubre la complejidad del cariño, la pérdida y la culpa mientras lucha por encontrar un método empático de aliviar el dolor de las almas con una transición amable y significativa, se enfrenta a la ironía de su propia existencia.
Cuando vi a la muerte prestar su sombrero es una exploración profunda de lo que significa ser humano, de las conexiones que formamos y de lo que dejamos atrás. ¿Descubrirá esta Parca un nuevo propósito en el amor y en la compasión? ¿El precio de sentir será demasiado alto para quien siempre estuvo destinada a no hacerlo?
Este libro sigue a la Muerte, así tal cual, este ser que siempre vemos como algo frío, distante y sin alma, pero aquí lo acompañamos mientras empieza a romper su propia naturaleza. La historia arranca con ella haciendo su trabajo como siempre, recogiendo almas, manteniéndose al margen, sin sentir… hasta que algo dentro de él empieza a cambiar. Primero es curiosidad, luego emoción, luego deseo, luego tristeza, luego un anhelo tan humano que te aprieta el pecho desde las primeras páginas.
Y justo ahí es donde este libro me ganó por completo, porque mientras avanzas ves cómo este ser “monstruoso” —que se supone no debe sentir nada— empieza a conectar con las vidas que toca, a empatizar, a cuestionarse, a sufrir… y a desear algo tan simple y tan complicado como la felicidad. Y es imposible no desearla con ella.
Cada alma que recoge trae una historia distinta, un pedacito de humanidad que lo va transformando, y lo más hermoso es que, en lugar de volverse más oscuro, se vuelve más compasivo. Hay escenas donde literal les da paz a las almas en sus últimos momentos y son tan delicadas, tan llenas de sensibilidad, que yo ya estaba llorando sin darme cuenta 😭.
Lo adoré con el alma, me rompió varias veces y aun así lo abracé más fuerte. Es uno de esos libros que te deja pensando en la vida, en la muerte y en todo lo que sentimos en medio… y que te hace ver a la misma Parca con ojos completamente distintos.
Tengo muchas cosas que decir sobre este libro, en primer lugar me destrozo, me hizo llorar, hizo que algo ardiera dentro de mi, y la pequeña herida tal vez nunca sane.
La primera vez que alguien cercano a mi murió tenia 4 años, fue mi abuelito, y aunque era una niña había entendido que había muerto, aunque mis papás para no decirme que había muerto me decían que se había ido de viaje. Por mucho tiempo pensé en la muerte como en un viaje que hacían las personas, pensaba en la muerte como un lugar, no como un suceso y creo que una parte de mi no ha dejado de ver la muerte como eso.
Cuando estaba chiquita y la muerte de mi abuelo dolía, veía la película de "Tierra de osos" y a un a día de hoy sigo llorando con esa película por pensar en mi abuelo, ahora creo que agregare este libro a eso que me recuerda a la muerte.
La idea de ver la vida desde el punto de vista de la muerte es novedosa, pero no nueva, el libro en partes me recordó a "La ladrona de libros" pero en realidad no se parecen en mucho.
Y que hermoso fue ver la humanidad desde el punto de vista de la muerte, verla (verlo, por lo que yo quise interpretar la muerte no tiene genero) sentir, llorar, enojarse y reír. Fue hermoso, porque me mostro una vez más que la humanidad es especial por dos cosas, por su incompetencia para entender sus propias emociones y por el dolor que sentimos al perder a alguien.
Ya había leído el "Libro de los libros" de Rodrigo y mi parte favorita habían sido los relatos, y aunque esta es una novela, sigue teniendo esta parte de mini relato al contar la vida de cada persona, y creo que fue una gran manera de que Rodrigo explote su talento, porque escribir estos mini relatos son lo que le dan vida al libro, cada historia, cada vida llenan con alma el libro, me encariñe con ellos, como lo hizo Par y eso es valioso.
Ver la amistad entre la muerte y una humana fue curioso, y me hizo pensar que tal vez si existe algo en el más allá (si es que existe un más allá) se beneficia de hablar con nosotros.
Me encanto el tema de cuestionar el propósito de una parca, porque sirve para cuestionarnos nuestro propósito, nos sentimos conectados a Par, porque es nosotros, tal vez más ingenua y con un trabajo que no le envidio, pero somos ella (él).
Me gusto que pese a que hablamos del más allá realmente Rodrigo nunca intenta dar una idea de como es, y nos deja imaginarnos como sería nuestro más allá.
Si tengo que dar alguna queja, que yo no diría que es queja, si no caminos que me hubieran gustado que se tocaran, es que si bien vemos a otras parcas, y vemos un poco de este mundo, creo que me falto más, creo que necesitaba conocer más de las parcas, más de mentor, creo que me falto más de la muerte porque nos centramos en la vida.
Y mi otra queja, es que pese a que se nos dice que Par ha vivido al menos doscientos años, y vemos sus primeros encargos, creo que no se logra la ambientación del pasado, me hubiera gustado ver la muerte en diferentes épocas (aunque todas fueron en México, de hecho me gusta que se enfoque en México), creo que le falto ese cambio de años, de edades, porque el libro se siente como si todo pasará en un mismo año, en una misma época y creo que le hubiera dado un plus ver la muerte de diversas generaciones, o al menos 3 o 4 muertes que fueran en otros años.
En fin me gusto mucho el libro, lo devore y definitivamente veo que Rodrigo ha mejorado mucho como escritor, me alegra que algo que nació por el miedo a la muerte, muestre como la muerte no es algo que todos tengamos que temer.
P.D: No se si fue intencional o no, pero encontré muchas referencias a Hamilton (que ame) y ame las menciones a gatos, los gatos son lo mejor del mundo y de los libros.
Y me encanto que Rodrigo no desaprovecho la oportunidad de mencionar a Agatha Christie en el libro.
Mucho éxito y espero en el futuro leer una nueva historia de Rodrigo 💜💜💜
Para ser una novela debut, debo admitir que este libro me sorprendió. Yo ya sabía que Rodrigo es una persona talentosa, pero no tenía idea de su capacidad para narrar una historia con tanta destreza.
Cuando vi la muerte prestar su sombrero, está dividida en tres partes. La primera, quizás la más débil de las tres, se dedica a establecer las reglas del realismo mágico que rigen esta historia, y aunque me costó conectar con los personajes en esta sección, y quizás tuve una idea equivocada de adonde se dirigiría el libro, toda esa introducción establece las bases de para las dos siguientes.
La novela está repleta de momentos emotivos, reflexiones sobre el sentido de la vida y la muerte, y una sinceridad y sabiduría que es difícil de alcanzar sin sonar condescendiente (lo cual es todo un logro).
Estoy emocionado de volver a leer a Rodrigo en el futuro.
Al terminar este libro no pude evitar sentir nostalgia. Nostalgia de todo lo vivido a través de las páginas de esta historia (casi 250, lo cual lo hace una perfecta lectura corta) y de un personaje tan entrañable como Par.
Me encanta que el paso natural de Rodrigo en su carrera sea esta primera novela donde, hay micro historias dentro del arco narrativo y que logran engancharnos emocionalmente al punto de hacer llorar. Y lo mejor es que hay por lo menos una historia que resuena con nuestras experiencias de vida (o muerte, más bien). Es perfecto para él ya que, así como logró transmitir tanto en sus primeros relatos, en estas historias cortas que integran la existencia y emociones que desarrolla la protagonista lo vuelve a hacer de una manera más contundente dentro de un mismo universo.
Describo esta novela como un coming-of-age-young-adult con una protagonista fantástica en un mundo realista. Y la escritura de Rodrigo revela precisamente su edad en un buen sentido. No tiene nada de juvenil (nuevamente en el buen sentido) y se percibe una madurez tanto en su pluma como en los temas y reflexiones que son indispensables cuando hablamos de la muerte.
Si bien no es un libro sobre tanatología, es un buen libro que puede acompañarnos en el duelo. Quizás no lo recomendaría en un duelo MUY reciente, pero sí para encontrar una mano que guíe nuestra alma en el autodescubrimiento de las emociones que rodean la pérdida y que nos ayuden a entender la muerte y a creer en ella (necesario leer el libro para entender a lo que me refiero con esto último).
Subiré una reseña más a profundidad en mi canal de YouTube, pero mientras tanto puedo decir con toda confianza (yo, siendo su crítica #2 más dura) que es un libro que recomiendo ampliamente.
“Qué especial debe ser la vida que no puedes repetirla, ¿no lo crees?”
Esta es una historia que habla de la muerte, sí, pero sobre todo de la incertidumbre, del miedo a abandonar este plano existencial y de los lazos tan profundos que construimos con otras personas.
Tiene frases preciosas sobre la vida y sobre cómo deberíamos aprovechar cada segundo que nos queda en este lugar.
Aunque aborda momentos delicados y escenas sensibles, me habría gustado que se profundizara un poco más en las emociones de la protagonista y de los demás personajes; no solo que se nos dijera lo que sienten, sino que lo mostraran.
Aun así, está narrado con una fluidez impecable: es muy sencillo de leer y se nota la evolución del autor respecto a su publicación anterior.
Me gustó que siempre me mantuviste pendiente de Par y como, al final, me sacaste del camino que pensé que ibas a seguir. Me gusta ver como se nota el crecimiento que haz tenido en estos dos años y como vas encontrando tu voz. Felicidades por esta novela, aquí andamos para leer lo que sigue en tu trayectoria.
Esta novela no es una historia típica de fantasía o realismo mágico, sino más bien una exploración emocional y existencial. Me gusta como el autor humaniza lo que tradicionalmente se ve como temible (la muerte) y nos hace preguntarnos: ¿Qué significa realmente morir? Excelente y reflexivo
Ojalá hubiera podido conectar con este libro como quería, sentí que intentaba ser profundo pero sin ahondar realmente en las cosas, no se, aún sigo pensando por qué no me gustó. Sin embargo, creo que es un gran paso para Rodrigo, ojalá siga escribiendo y descubriendo su camino como escritor.
Cuando pensamos en la muerte siempre se nos viene a la mente esa imagen de la parca con una gran túnica negra y portando una oz, pero la imagen que Rodrigo nos muestra desde el principio es un tanto diferente y amigable pero, al mismo tiempo, rígida y fría como la labor que realizan.
Nos muestra a un personaje que trata de comprender la complejidad de las emociones humanas y el cómo estas influyen frente a nuestra reacción a la muerte. Personalmente sentí que esta historia tiene un propósito profundo ante un tema tan complejo como la muerte pero se queda corta en algunas cuestiones, y a mi parecer, lo es con dos situaciones en específico.
Reconozco que, para ser la primera novela de Rodrigo, esta historia tiene mucho potencial y es una lectura muy fluida. Tal vez por no ser el tipo de lectura a la que estoy habituada siento que pudo profundizar aún más en algunas situaciones, pero definitivamente no es nada que con la experiencia, los años y las historias que escribirá en el futuro, pueda llegar a mejorar y explotar todo el talento que tiene.
Rodrigo Unda es uno de mis creadores de contenido literario favoritos y me encanta también acompañarlo ahora en su carrera de escritor.
Esta novela hace un buen trabajo hablando y explorando sobre las relaciones y emociones humanas; y algo tan complicado y complejo como eso, lo narra de manera sencilla que un adolescente y un adulto puedan disfrutar de la historia.
Me gustó mucho el personaje de Par (nombre que toma el personaje de la Parca) porque busca tomarle sentido a todo lo que hace, en eso me identifiqué.
Mi parte favorita fue el pasaje de Nati, casi lloro de leer esas páginas que me tocaron el corazón. Muy emotivo.
Algo que no me gustó tanto, fue esto de “rebelarse contra el sistema de los jefes de las parcas”, empezar a meter cosas políticas como que me sacaba un poco del viaje. Por unos instantes parecía que Par iba a iniciar una revolución.
El autor ha dado un gran paso como escritor al contar algo tan complejo como las emociones, la vida y la muerte y hacerlo de una manera tan amena, entretenida y muy emotiva.
Felicidades Rodrigo, a ti y a todo tu equipo involucrado, por este trabajo tan bonito.
Sigo a Rodrigo desde hace cuatro años; de hecho, fue de las primeras personas que conocí cuando entré a bookstagram. Gracias a sus recomendaciones he descubierto libros que me han hecho crecer y evolucionar. Ahora, con su primera novela, me tocó a mí vivir esa experiencia de su mano.
Este libro es profundamente hermoso. Se nota el respeto que el autor siente por la muerte: no la pinta como un monstruo, sino como algo que podemos comprender y, en cierta forma, valorar.
A través de la historia de Par conocemos a los seres que acompañan a cada persona en ese breve trayecto entre la vida y el más allá. Estos acompañantes, presentes desde el inicio de la humanidad, aparecen cuando nuestro nombre surge en sus libretas y caminan con nosotros durante nuestros últimos días en la Tierra. Su tarea es mantenerse distantes, pero una inesperada pedrada hace que Par comience a experimentar emociones humanas y a descubrir lo absurdo —y a la vez maravilloso— de la vida.
Par aprende lo que significa extrañar, el dolor de la pérdida y, quizá lo más humano de todo, la amistad. Me fascinó que nunca se revele el destino final de las parcas; el libro nos deja imaginar infinitas posibilidades, incluida la esperanza de que puedan reencontrarse con las almas que guiaron. También me encantó la explicación de esos momentos en que los fallecidos logran comunicarse con sus seres queridos, brindándoles paz para dar el siguiente paso.
Es una novela que conmueve y hace llorar, especialmente en los capítulos finales, y nos recuerda la importancia de expresar amor a quienes queremos, porque nunca sabemos si esa vez será la última en que los veremos, o que ellos nos veran.
El mes pasado, el día doce, perdí una amiga muy querida. El veintiocho del mismo mes perdí otra aún más cercana cuya muerte me dolió aún más. De ninguna fui al funeral, de ninguna visité su tumba ni fui a dar el pésame. Nunca me sentí lo suficientemente cercana como para tener derecho a una de esas circunstancias. Sin embargo vivo ambos lutos separados y de forma diferente. Las he pensado desde entonces y he vivido los últimos días pensando continuamente en ellas, en lo bueno y en lo malo. Es mi forma de llorar por los que se van, hablando sobre ellos, pensándolos, prendiendo una veladora en mi cuarto de oración para enviarles luz y detenerme un momento a decir palabras que no dije cuando pude. Siempre queda mucho por decir y uno siempre se siente un poco más solo. Mi relación con la muerte siempre ha sido distante, aunque ella ha estado siempre muy cercana. La gente me dice que acepto muy rápido cuando las personas que quiero se van, y es verdad en parte. Porque aunque sé que esas dos chicas maravillosas ya no estén, las extraño con locura y ni siquiera éramos tan cercanas. Supongo que esas recientes perdidas me llevaron a este libro y a iniciar su lectura.
Lo terminé hace una semana, y decidí dejarlo estar. Porque cuando un libro está dos tres se pueden escribir dos líneas al respecto y ya. Pero cuando un libro te toca no siempre te sientes a la altura de siquiera pronunciarte al respecto. Eso me pasa a menudo con los libros que me gustan mucho, con los que han pasado por mi vida llevándose algo o los que pasaron robándose mucho. O los que, como este, me han hecho pensar todo desde un plano diferente.
Hubo una gran parte del principio, más o menos un treinta o treinta y cinco porciento que me la pasé con los ojos aguados, el nudo en la garganta, el temblor del labio inferior. Porque hay muertes que vienen cuando es el momento, pero otras parecen ser demasiado prontas. Cada muerte que se iba relatando en este libro era dolorosa, pero hubo unas en las que me quebré y me quedé mirando la pantalla en silencio. Pensando. Intentando entender qué de todo lo que sentía era lo que me hacía llorar. Porque como dije, he perdido a varias personas sin derramar ni una lágrima, pero leer esto afloja el dique de nihilismo que a veces agarrota mis sentidos.
Supongo que la muerte de Natalia y algunas más aquí descritas, tuvieron el realismo necesario, el peso suficiente, la trascendencia exacta y la desesperación, el pánico, el detalle suficiente como para que uno las sintiera como propias. Morí muchas veces en este libro y renací muchas otras más. Y como Par, me sentí distinta en cada una de ellas a un nivel que no puedo expresar.
No me gusta el dolor emocional, lo detesto y busco sentirlo lo menos posible. Eso me hace plantearme el porqué me quedé en este si se estaba volviendo tan personal. Supongo que en todo momento quería saber qué ocurriría después, qué pasaría adelante, en la recta final, en la última muerte, porque a pesar de todo intuía lo que desencadenaría el final y lo esperé sintiendo que podía ser diferente... pero no, y eso creo que fue lo que me hizo quedarme pensando por siete días después hasta por fin dignarme a escribir algo al respecto.
He de decir que los personajes están bien hechos, que se ve que respiran y que salen de las palabras a un punto que cautivan. Pero si no entendí mal, son personas en México pobre, o el más normal o más modesto... no deberían hablar así. Veo riqueza de palabras, profundidad y una comprensión sentimental muy amplia que no deberían tener personas normales.
No quiero que se me malinterprete, no es que esté diciendo que la gente en México o en cualquier país latino no puede llegar a hablar de esa forma. Solo siento que no todo el mundo lo hará. Aquí por ejemplo nadie te hablará así y menos en partes más civilizadas del país. No es común que alguien entienda tan bien o tenga tales conceptos hacia la vida y la muerte. Eso lo sentí poco creíble. Es algo que habla bien del escritor, por supuesto, porque una riqueza de vocabulario, de descripciones, de conceptos y de filosofía es muy admirable. Pero no podemos caer en la idea de que todos los personajes pueden hablar igual. Eso si se lo puedo criticar, pero sería lo único.
Fuera de ello, no veo más que mucho aprendizaje, que eso es lo que se saca del dolor. Par tuvo muchas oportunidades para crecer como humana y me gustó que tomara buenas decisiones, aunque siempre fueron desde la perspectiva de una mente demasiado joven. Uno no puede andar por ahí dando empatía a todo el mundo, no todos reaccionan bien, eso si es cierto y el mentor tenía razón en ello, pero eso no quiere decir que metamos a todos en la misma bolsa.
Casi al final volví a tener los ojos anegados en lágrimas de pura tristeza, y no me avergüenza decirlo, porque lo que sentí al leerlo ha sido invaluable y siento que yo también crecí como persona. Siento que estoy más lejos ahora que antes del resto del mundo al igual que Par, pero más empática por la misma razón. Este libro tienen un montón de muy buenas frases que fui resaltando a medida que iba leyendo, porque sentí que tenían la trascendencia suficiente como para ser puestas en alto a medida que iba leyendo. Creo que este es uno de esos libros en los que fui siempre sacando algo que recordar a medida que iba leyendo, no necesariamente cosas dolorosas siempre, pero si palabras que no pude pasar por alto en ningún sentido.
Me quedé con las ganas de saber qué había detrás del umbral, pero he de decir que me gustó la lectura. Me atrapó y me llevó lejos a un mundo donde el dolor te cala hondo, pero debes decidir seguir siendo una buena persona a pesar de tanta tristeza. No estoy de acuerdo con el final, pero eso no quiere decir que no haya sido un libro maravilloso. Se aplaude a su autor por ser de los primeros libros que publica y espero que pueda sacar próximos libros con el mismo cuidado y cariño que se ve le imprimió a esta obra.
This entire review has been hidden because of spoilers.
Este libro me partió el alma en pedacitos y al mismo tiempo me la reconstruyó con ternura. Fue una lectura profundamente simbólica, una historia que transforma la idea de la muerte en algo humano, empático y lleno de significado. La Parca, o Par, me conmovió desde el primer momento: verla descubrir las emociones humanas, aprender a sentir, y cuestionarse el papel que le fue impuesto, fue un viaje poderoso. Me encantó cómo decide darles a las almas un cierre más amable, permitirles escribir una carta, decir lo que no pudieron en vida. Es imposible no pensar en todo lo que dejamos para después, en cómo corremos sin darnos cuenta de que la muerte siempre está ahí, recordándonos lo valioso de estar vivos.
Las historias de los abuelos, de la niña, de las despedidas que no duelen tanto porque están llenas de amor, me tocaron profundamente. Cada frase de este libro está llena de enseñanzas sobre soltar, aceptar y entender que amar también implica dejar ir. Me encantó esa parte cuando la abuelita tiene la oportunidad de despedirse de su nieta.
Este libro me enseñó que la muerte no es solo un final, sino una maestra silenciosa que nos enseña a valorar el tiempo, a decir lo que sentimos y a no dejar cartas sin escribir. 💫
Me encanta cuando no espero mucho de una lectura y me encuentro con una joya ... Muy sorprenderte, me ha gustado más de lo que imaginaba.. 💯 %recomendado
de las historias más bonitas que he leído, me encanta el concepto, los temas que aborda y los personajes. la estrella que le bajo es porque a veces no se me hace taaan clara la redacción.
Rodrigo, que en sus propias palabras no ha experimentado una pérdida cercana, creó un libro hablando de la muerte que llena de calidez a los corazones rotos que hemos sufrido de ellas. Y tiene toda mi admiración. Su mensaje: vive en el presente y disfruta el ahora. Un libro entrañable, con personajes y situaciones con las que cualquier persona se puede identificar. Un relato que, espero sepa, genera un hermoso impacto en muchos de sus lectores. Al menos en mi lo hizo.
3.5⭐ Primer novela de Rodrigo y no está mal. Es un libro muy bonito, es sencillo, directo y explora la muerte de manera interesante.
Hace unos 3 meses perdí a un familiar muy querido, por lo que yo pensaba iba a terminar destrozada y aunque si lloré un poquito y me trajo mucha nostalgia, no terminé en devastación.
No sé muy bien que me faltó en la historia para poder conectar por completo, aún lo sigo procesando. Tomó un rumbo que no esperaba, hubo partes donde lo sentí lento y el final me dejó con dudas, pero también con una sensación bonita en el corazón.
"Estoy consciente de que nosotros morimos más de una vez mientras vivimos"
Me fascinó como en esta novela hay mezclas entre lo cotidiano y lo fantástico. Vemos como la muerte no la muestra como un final sino como al inevitable. Me encantó porque a pesar de ser un libro corto y sencillo, se debe tomar su tiempo para saborearlo y aprender de ello. Como Rodrigo empieza este libro, no nos trae consuelo pero si compañía. Recomendado ampliamente, prepara tus pañuelos porque estoy seguro que te sacará más de una lagrimita 4.5/5
Esta novela bien pudo ser una serie de cuentos con las misma temática, siento que no hay un balance con los capítulos, estos son cortos y muchas veces abruptos en su narración, me estresaba un poquito ver una separación (más que un punto y seguido) en los mismos capítulos y me perdía en la historia porque creía que iba a empezar a narrar otra cosa. *esto es más cosa mía*
En cuestión del tema a mi me encanta leer y escribir sobre la muerte, cómo que de alguna forma imaginaba que esta novela iba a tener una continuidad diferente, al principio no la disfruté pero eso no te deja atrás con lo que sufren los personajes; fue una novela que empaticé mucho pero no logré conectar con Par, faltó algo ahí en la narración, algo que no logró encajar con mi lectura.
Es una novela corta pero a mí me llevo un poco más de tiempo, la parte 3 fue la que más disfruté y el final me dejó una sensación de alivio pero a la vez un poco de nostalgia.
También tiene uno que otro error de puntuación (hay una parte que no cierra el signo de interrogación, por decir algún ejemplo).
4.5 ⭐ Un libro muy rápido de leer, lleno de reflexiones sobre la vida, las despedidas y la muerte. Me hizo llorar en bastantes capitulos, fue un libro que se sintió como un abrazo al corazón. Par es sin duda un personaje entrañable y acompañarla en toda su travesía descubriendo y afrontando sus sentimientos me gustó bastante. No me encantó el final de Rebeca :( pero me conmovió hasta las lágrimas su carta de despedida. Es un libro que 100% voy a recomendar ✨
Es el primer audiolibro que escucho, y creo que fue el libro perfecto para estrenar este nuevo tipo de lectura. Me encanto, me hizo sentir demasiadas emociones, llore, me reí, también sentí miedo por el suspenso, estuvo increíble.
La muerte es lo único asegurado en la vida, y es uno de mis peores miedos, pero este libro me ayudo a quitarle un poco de peso a esa ansiedad constante y verlo por un lado bonito. Super recomendable.
Que mágico leer a México y la Parca juntos, te transporta inmediatamente a lugares que, como Mexicano, te hace sentir cerca y conectado. Me encantó, amé las historias y poder ver a la Parca como algo más que morir fue una experiencia única, sientes que estás hablando con una amiga que te cuenta su vida y sus dificultades. Me dolieron las personas que pasaron por su camino pero a la vez me dejó con todo menos con miedo, fue una lectura demasiado amena.
"Morimos más de una vez mientras vivimos" oh wowww 🙁 Estoy muy sorprendida y que sensación más agradable leer este libro. Terminé con los ojos aguados, me calo muy en el fondo, fue super introspectivo y la verdad te hace reflexionar sobre cómo "vivimos" y que esperar con la muerte como nuestro destino final!
No sabía muy bien qué esperar de este libro. Me lo presentaron como fantasía y, honestamente, imaginé algo más mágico, más envolvente. Las primeras páginas me parecieron curiosas e incluso prometedoras, pero no lograba decidir si realmente me estaba gustando.
Conforme avanzaba, la lectura se volvió más pesada, como si la historia perdiera claridad en vez de ganar ritmo. La premisa central es buena: la muerte como figura presente, reflexiva, casi poética. De hecho, me quedo con varias frases interesantes sobre la vida, el final y lo inevitable. Pero siento que al relato le falta un hilo sólido que amarre todas las ideas; por momentos parece disperso, y eso termina por restarle fuerza emocional e interés general.
No es un libro que recomendaría, aunque reconozco que tiene destellos valiosos.
Tengo muchas cosas que decir de este libro, todas muy buenas, pero no quiero caer en los spoilers.
El libro se divide en dos partes, en la primera conocemos Par, una parca cuyo misión es llevar a las almas al más allá. Las vidas que nos narrará nos van a mostea diferentes perspectivas sobre la vida. Me gustó mucho ver como Par se iba interesando por conocer más la vida humana.
La segunda parte ya es propiamente el desarrollo de personaje de Par. Esta parte me asombró, creo que la narrativa permite que empatices con la protagonista y que sus cuestionamientos se vuelvan tuyos. Más que una historia sobre la muerte creo que se trata de una historia sobre la empatía y la importancia de las emociones en nuestra vida.
Disfruté mucho pasar por estas páginas, y algunas de las ideas del autor las hice mías pues resonaron mucho conmigo. De cierta manera podría decir que sentí un abrazo al final de la lectura.
Una lectura breve pero llena de nostalgia, nos da la visión de la transición de un ser querido y como se afronta un duelo, que a pesar del tiempo, sigue marcado, pero nos ayuda a comprender varias situaciones en la que como lectores podemos empatizar y sentirnos con un abrazo al corazón.
Durante la lectura podemos empatizar con el protagonista y sus historias desgarradoras. Se siente el estudio del ámbito social al que nos enfrentamos y como podríamos visualizar a la muerte así como al proceso de despedida de un ser querido de una manera más amigable a la que estamos acostumbrados, pudiera ser aún más arriesgado en los temas a tratar pero puedes llegar a conectar con cualquiera de los casos ya mencionados y te da una pequeña palmada de alivio si tú duelo aún está presente.
Me sentí conmovido y para mí fue un: "vamos aún en la muerte puede haber alegría y podemos tener la esperanza de conectar con las personas que se adelantaron en el futuro"