El fin de la amistad ocurre ante los ojos de todos sin que nadie mire en el centro del dolor que supone esa pérdida o le ponga palabras. Ante esa herida abierta, no hay relatos ni espacios de duelo ni de alivio.
Este libro es la anatomía de una aflicción, la que tiene lugar cuando una amistad importante («puede que la más importante», en el caso de Nuria Labari) te abandona. Y es también una reflexión profunda sobre el sentido de la amistad, desde su principio hasta su final.
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La colección Endebate es el hogar de aquellos textos breves que presentan una opinión, defienden una actitud o cuentan una historia, pero son más un aperitivo que un banquete, estimulan la conversación más que saciarla e inician un festín (que no clausuran). Como los mejores bocados, entran por los ojos y dejan un largo poso en el paladar.
Sobre la autora y su obra la crítica ha
«La escritura de Nuria Labari es precisa como una aleación de hierro y carbono. Resiste temperaturas de lectura altísimas sin deformarse y soporta edificios narrativos de la densidad del hormigón prensado. [...] Lo he leído al borde del jadeo. Hacia la mitad me hice una prueba de antígenos. Di negativo porque era la prosa de Labari la que me quitaba la respiración. ¿Que de qué va? De eso mismo, de la respiración. De su precio».
Juan José Millás
«Con una inteligencia deslumbrante y una escritura afilada y hermosa, la autora va destruyendo a martillazos verbales la fiabilidad de ese mundo que te parecía tan conocido».
Rosa Montero, Babelia, El País «Es fascinante zambullirse en esta novela, saborear su descaro y su capacidad de análisis. Un texto irreverente sobre la ambición, la fragilidad, la asfixia, los cuidados, el amor y las ganas de sentirnos vivos».
Nuria Labari Gómez (Santander, 1979) es una escritora y periodista española. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad del País Vasco y Relaciones Internacionales en el Instituto Ortega y Gasset. Su carrera profesional se desarrolló en elmundo.es y posteriormente en Telecinco, donde fue redactora jefe del portal digital de esta cadena. Como escritora, es conocida como autora de cuentos. Su libro de relatos Los borrachos de mi vida ganó el VII Premio de Narrativa de Caja de Madrid y se publicó en la editorial Lengua de Trapo (2009). Labari aparece seleccionada en la antología Pequeñas resistencias de Andrés Neuman.
Podemos encontrar cientos, miles, millones de libros que hablan sobre el desamor. Sobre rupturas románticas (noviazgos, matrimonios...). ¿Pero qué pasa cuando una amistad se termina? ¿Quién se atreve a escribir sobre ese dolor? Y voy un paso más allá: y si es una amiga la que decide poner fin a esa amistad que para ti significaba tanto, ¿dónde están esas historias, dónde están esos libros? Porque yo he sido dejada por mi amiga (y en plural) y me he sentido profundamente dolida, sola, culpable, avergonzada... He pasado por todas las etapas hasta tener que ir a terapia y poder comprender. Porque alguna se fue sin dar ni una sola explicación. Este último ejemplo es el caso del ensayo que Nuria Labari nos cuenta en "La amiga que me dejó". Lo admito, no he podido parar de llorar porque he vuelto a atravesar ese calvario que creía superado. Pero yo, que no subrayo libros, lo he llenado de anotaciones, de colores fluorescentes, páginas dobladas. Es un ensayo sobre su historia con esa amiga que la dejó pero también es un ensayo que nos hace pensar sobre la amistad en general, sobre el feminismo, la filosofía, el patriarcado, la política... Qué libro te has marcado, Nuria. Ojalá ser tu amiga. Para verte, conocerte y estar. Sin más expectativas.
Me he visto reflejada tanto en el papel de la que abandona como en la de la abandonada, y es agradable sentir que te perdonas en ambas ocasiones, pero sí que me he sentido interpelada en todos aquellos pasajes que pueden servir para los dos roles:
“La que de verdad ha amado, si en algún momento acaricia eso que el filósofo entendió como la verdad o la belleza, llega a convertirse en dueña de su soledad, sola en esa cima platónica donde ha de vivir la filósofa reina de la República.”
A pesar de que es un libro que habla del duelo por una amistad, siempre fan eterna de crear un canon de libros que narran a las amigas y a las ex amigas, que ponen palabras a todas estas historias que no han estado narradas antes, y al esfuerzo de aquellas que construyen un vínculo diferente de la amistad épica masculina de la que habla Núria Labari, lejos del contexto heteropatriarcal y bélico que nos vemos obligadas a habitar. Uf.
No sabemos hablar del duelo cuando quien se va es una amiga. No hay lenguaje, ni protocolo, ni canciones para eso.
Este es un ensayo que no teoriza sino que siente. Un libro con el silencio como forma de ruptura, con la ternura como campo de batalla, que se lee con la garganta apretada y el capuchón del subrayador en la mano.
Labari pone palabras a un tipo de pérdida que nadie valida. Escribe en nombre de los duelos sin dueño y de los amores que no admiten entierro. Te ves en su desconcierto, en su ternura, en su cariño y en su culpa.
Leerlo es seguir queriendo cuando ya no hay sitio. Asumir que las amistades también duelen y que vivir es, a veces, no saber qué hacer con tanto dolor.
Entiendo lo que quiere contar y expresar, pero siento que (una vez más, como en tantos libros últimamente) da muchas vueltas, va más allá en según qué puntos de vista y acabo con la sensación de que se desvía el libro.
Cuando narra la experiencia de la ruptura de la amistad con su amiga, el libro atrapa, interesa, porque es algo que nos puede pasar a todas y todos. De hecho, me ha pasado, y seguramente vuelva a pasar.
Pero, luego, cuando empieza a entrar en contextos históricos, incluso entrando en la comparativa hombres-mujeres, siento que me he perdido ante el pensamiento de "¿Está rellenando?". Y puede ser interesante, claro, pero siento que es más labor de la autora para dejar su marca de "Me he currado el libro" más que aportar sobre su experiencia personal con su amiga.
Y eso, esa sensación, en un libro que apenas supera las 120 páginas, siento que podría haberse evitado. Quizás sea una opinión exagerada, pero el libro no siento que haya cumplido ninguna expectativa. Expectativa, eso sí, que yo mismo fui creando al ver varias entrevistas al respecto de la autora.
Lo que me lleva a otro debate interno que tengo últimamente: ¿el libro vale tanto la pena o todo es fruto de las campañas de las editoriales para dar visibilidad y que, finalmente, te hacen ir a tu librería de confianza a comprarlo?
¿Te recomiendo su lectura? Supongo que sí. Hay momentos, insisto, cuando habla expresa y directamente de la ruptura con su amiga, que te exponen a situaciones que ya has vivido y te remueven ante ese sentimiento de soledad, rechazo y privacidad. Pero luego siento que se desvía en ciertos momentos ante otros temas que, sí, añaden fundamento, pero no son ni ella, ni su amiga, ni lo ocurrido.
Es un libro doble: te cuenta cómo muere (y se entierra) una amistad y te lees un tratado de qué es la amistad. De paso, habla de Carmen Martín Gaite y del mejor acto sexual: hablar con franqueza. Qué maravilla.
“Mi amiga me dejó. No, eso no lo puedo escribir así. Parece que se ha muerto. Las amigas no se dejan, las amigas son quienes te acompañan a lo largo de la vida. Las amigas se distancian, te dan largas. Las amigas te dicen que quieren quedar pero luego no, después no pueden y tardan semanas, a veces tardan meses, incluso años, les crecen los hijos a las amigas que ya no te quieren ver o no te necesitan o no tanto. Mis hijas también han crecido mientras me separaba de mujeres a las que quise. Pero, aun así, no dejas a las amigas, solo las esperas en un futuro que no sabes si llegará o cuándo. Durante un tiempo no hablas tanto, no bailas tanto, no sabes dónde les duele ni ellas dónde te duele a ti, pero aun así hay más espera que abandono. Dejarse es otra cosa. Los tios te dejan, las amantes te dejan, las relaciones románticas se rompen, las amigas se acompañan. A veces se distancian, eso lo sé, incluso se bifurcan porque la vida es impetuosa a la hora de elegir su camino. Y yo también. Pero lo nuestro no fue así. Ella lo decidió por las dos.”
La manera en la que la autora se expresa y comparte cómo vivió ella esta ruptura de amigas, es preciosa y directa y llena de sentimientos, pero como alguien que se siente más en el bando de la amiga que la dejó (porque a veces es necesario romper con amistades y alejarte) no he terminado de conectar con ella. La he entendido y creo que tiene ideas que sí que comparto pero también me ha resultado ¿exagerada?¿caprichosa? Supongo que esto ocurre cuando solo se sabe una versión de la historia, y que quizás para mí todo cobraría más sentido si supiese cómo lo vivió la amiga.
todo el rato intentando buscar respuestas (como yo) aunque la amistad, las amigas, no debería de ser un tema tan complicado. igual fallamos en intentar buscar explicaciones a todo, todo el rato. me ha gustado, hay puntos interesantes, me gusta que pensemos en la manera de cómo conjugarnos, pero creo que este ensayo no conjuga en comunidad, no conjuga en un plural interseccional. no siento que estemos representadas en esa higiene tan pulcra de la amistad, la amistad a veces es cochina, tiene fallos, muchas veces no es culta, no sé.
Un tema interesante pero mal desarrollado. Lo mejor del libro es la parte biográfica, los acontecimientos y sentimientos de la autora. Lo peor es cuando corta esa narrativa con autores y filosofía ajena, cortando el hilo.
El libro trata un tema que me aburre soberanamente y, sin embargo, me atrae de forma incontestable. Imagino que es lo que tiene ser una abandonada, no dejas de lamerte la herida mientras te lamentas de que aún no haya cerrado.
Me ha sorprendido muchísimo sentirme tan acompañada en cada sentimiento y anécdota y siento que ha iluminado muchos miedos y me ha tendido una mano. A la vez, creo que la necesidad de sobreanalizar e intelectualizar que plaga el texto viene de ese mismo miedo.
Crear un discurso nos ayuda a racionalizar y ordenar los sucesos que deseamos no sentir porque son demasiado dolorosos. Podemos hablar de la amistad en términos políticos y desear construir un mundo distinto mucho más implicado en los cuidados. Podemos diseccionar la amistad como cirujanos y luchar por esterilizarla lo máximo posible para luego estudiarla desde todos los puntos de vista. Podemos estudiar la amistad como académicos, ceñirnos a los textos clásicos, agarrarnos a filósofos y concepciones de antaño.
La realidad es que la amistad sigue siendo algo impredecible. Un misterio tan profundo que somos incapaces de entender qué la enciende y qué la apaga. Somos ciegos en una oscuridad permanente esperando una palabra amiga que nos encienda durante un rato con el cálido fuego de la comprensión sin erotismo de por medio.
No existiría este libro sin la racionalización propia de una persona tan asustada de saberse abandonada que necesita agarrarse de liana en liana para no caer. Lo sé porque lo he vivido. No hay palabras para esa pérdida y solo puede comprenderlo quien lo haya vivido realmente. No pasa nada. Seguimos viviendo.
"y entonces, cuando la mano a la que otras veces te agarraste se haya convertido en la de un fantasma inasible, húndete."
"hay un momento en la separación de las amigas en que es imposible hablar sobre lo que nos sucedió, y por eso mismo, porque no hay nada que pueda decirle ni nada que ella vaya a contestarme, es imposible escribir sobre lo que nos está pasando."
"tendemos a pensar que solo el trabajo duro ofrece recompensas tangibles y que solo las amistades fuertes se mantienen en el tiempo."
"¿es posible, dentro de las relaciones heterosexuales, que la fe en las amigas sea mayor (o igual) que la que tenemos en la familia, la pareja o los hijos?"
"no soy mejor porque me dejaras ni he aprendido nada tan valioso como para justificar tu pérdida. pero por primera vez puedo pensar que me dejaste por algo mejor para ti y también mejor para mí."
Quizás le jugó en contra las expectativas de haber encontrado por fin una lectura sobre la amistad… en ocasiones me pareció que no hablaba con honestidad y se quedaba en las florituras, en lugar de ir al epicentro de lo que duele.
“Necesité que cayera tiempo sobre el tiempo, no tiempo sobre la herida, que es otra cosa. Sino tiempo sobre el tiempo, la clase de tiempo que no tapa una herida, sino que abre una distancia.”
muy buen libro, una lectura muy necesaria que te hace reflexionar sobre la amistad entre mujeres (y hombres), y pone sobre la mesa nociones de la sociedad a las que a veces no prestamos tanta atención. os recomiendo a todas que lo leáis amiguitas!!!💐
«(...) nosotras nunca llegamos a vivir la amistad como un territorio esencial para la construcción de nuestra identidad y de nuestro proyecto de vida. Y no me refiero ahora a la amistad entre las dos, sino al lugar que ocupan las amigas en el relato vital de una mujer casada heterosexual. Son fundamentales, sí, pero no son centrales. [...] ¿hay realmente espacio y tiempo para las amigas?, ¿fui capaz de hacerle sentir que ella era para mí tan importante como otros afectos?, ¿sintió mi amiga que tenía que competir por mi afecto frente al que yo sentía por mi pareja?, ¿cuánto tiempo pasamos hablando sobre los sentimientos que cada una generaba en la otra?, ¿cuántas horas dedicamos a hablar de nuestras pasiones y diferencias? Comparo el tiempo que he empleado en analizar mis sentimientos amorosos con y hacia mis amigas con el que he dedicado al intercambio psíquico o emocional con mis parejas y la diferencia es vergonzosa. No solo es que siempre gane la pareja, sino que, también en las conversaciones entre amigas, hemos dedicado muchísimo más tiempo a descifrar los sentimientos que cada una alberga hacia su pareja (o sus respectivas parejas hacia ellas) que a los que mutuamente nos profesamos. Es decir, la amistad entre mujeres heterosexuales se sitúa, incluso dentro de las conversaciones amistosas, como el satélite de dos astros más grandes, importantes y centrales, que son el amor romántico primero y el materno después. [...] existe un tipo de amistad donde la despedida es posible y forma parte del riesgo y la alegría de conocernos. Un tipo de amistad que no teme al cambio, sino que lo acepta y convive con todas sus posibilidades, incluido el dolor.»
No tengo mucho que decir de esta lectura, me ha dejado un poco igual en todos los sentidos y a la vez me ha dejado pensando. A veces, me ha parecido un poco intensa y no he entendido muy bien qué tono quería darle al ensayo y otras me he sentido muy muy identificada en lo que contaba, pero he de decir que conforme avanzaba me he ido metiendo más en la forma de escribir de la autora. El final me ha gustado mucho porque le ha dado un sentido político a toda esa intensidad que precisamente es lo que "incomoda" y ha universalizado lo femenino. Me ha hecho sentir que justo no me estaba gustando mucho porque yo lo estaba leyendo desde esa forma de ver el mundo que critica (no sé si me explico, pero me entiendo), así que si se lee sin expectativas probablemente te abra un poco la mente, sobre todo, en cuanto a la forma de vivir y entender la amistad actualmente.
"Si la acción política que cambió el siglo XX fue marxista, la que está cambiando y cambiará el XXI es feminista (...) Por eso creo que la palabra amiga deberá ser tan importante para nosotras como lo fueron conceptos como la plusvalia o el capital para el viejo Karl (....) y es que el pensamiento va unido a la acción, que si pensamos el mundo es porque vamos a actuar sobre él, no solo para descifrarlo sino también para cambiarlo, y que la filosofía está destinada a la acción".
Me ha encantado el primer capítulo de este libro. He encontrado un enfoque de la amistad que quería, e incluso, que necesitaba. Porque cuando una amistad se acaba no existe un imaginario que sostenga ese duelo.
*las otras dos partes del libro de me han dejado queriendo saber más, o queriendo saber menos, personalmente, se me ha hecho demasiado específico pero sin enterarme (supongo q por privacidad) de lo que realmente pasaba.
"cuando te deja una amiga solo existe un foso de silencio bajo los pies."
"Los primeros meses no puedo creerlo, no estoy aceptando lo que pasa, sino esperando que deje de suceder. Si lo piensas, es imposible que esté pasando, que ella nunca piense en mí, que no se le escape un solo mensaje, que no quiera darme una explicación, que no le duela tanto como a mí. Me da vergüenza decírselo a otras amigas, compartirlo en las cenas más íntimas, hasta mi experto psicoanalista cambió las palabras."
"Pero yo no tengo nada que denunciar, yo solo soy esa mujer a la que dejan sus amigas. Y eso me da mucha vergüenza. Y me hace sentir culpable."
"Ella es la más importante, pero no es la única que he perdido."
Escuché a la autora por la radio y me apeteció buscar el libro y leerlo. Me apeteció mucho leerlo porque hablaba de la amistad y del duelo que hay que pasar cuando se pierde a una amiga. Pero cuando se pierde a una amiga que elige romper la amistad. Y no sabes por qué. Lo que no me esperaba es leer un ensayo. Y tengo que decir que se me ha hecho pesado a ratos. Me ha encantado el tema: el duelo sobre una amiga perdida. Sobre los sentimientos, sobre la incrompresión, y sobre las culpas. Me ha gustado mucho la forma de describir sus sentimientos. De los de la amiga poco sabemos. Me ha parecido un poco pesado toda la diatriba sobre los antiguos griegos, pero también me ha servido para conocer a Nathalie y sus reuniones literarias de mujeres. Me ha hecho leer sobre esa persona y ese lugar en la calle Jacob 20 de París que desconocía.
A veces la ruptura con una amiga duele más que una ruptura con una pareja. Nuria Labari ha hecho este libro, hablando de estos temas tan comunes en la sociedad, pero que tan poco se hablan. Y ha dolido. Ha habido páginas en las que ha dolido sentirse tan identificada, pero por otra parte el sentirse tan comprendida y que no eres la única a la que ha pasado consuela. Creo que es un libro necesario si se ha pasado por una situación parecida porque te sientes comprendida. Y te ayuda a curar, a comprender, y a entender. No has sido tú el problema y tienes que estar tranquila. Porque las amigas a veces se dejan. A veces sin ninguna explicación. Y nunca entiendes el porqué. Pero el tiempo ayuda a sanar. Y ayuda a entender de qué las relaciones amistosas también se acaban.
"a lo mejor es que mi amiga se volvió posmoderna, le apeteció retirarse a descansar su cabeza, pensando sólo en sus cosas, sin hacer daño a nadie. pero no es verdad. me hizo daño a mí, porque pensar sólo en nuestras cosas es un ejercicio cruel, aunque no sepamos quién está sufriendo al otro lado" "creo que no estuvo bien que mi amiga me dejara como lo hizo. sin embargo, le agradezco que lo hiciera, no para permitirme entender por qué lo hizo, sino por invitarme a pensar seriamente sobre la amistad y sobre ese nosotras donde tanto anhelo y busco vivir, con todas sus consecuencias"
Me embarqué es este libro por la idea que su título te señala de entrada, si bien la autora buscó darle voz a eso que casi nunca se habla o al menos no tiene tanta visibilidad y es el cómo sentirse luego de la ruptura de una amistad. Es atrapante su manera de relatar, y me gustó mucho de lo expuesto; pero por momentos me sentí leyendo una tesis doctoral, la cantidad de referencias a filósofos, escritorores, contextos políticos, sociales y hasta de cultura pop, para mí lo tornó muy intelectual.
“Pero yo no tengo nada que denunciar, yo solo soy esa mujer a la que dejan sus amigas”
La primera mitad es increíble, no me había sentido tan entendida este año como en esta lectura. La segunda parte es un berenjenal q la pobre no se porque se quiso meter ahí
"Si hubiera sido una ruptura romántica, entonces sí (habría tenido derecho a horas de desahogo, incluso a monopolizar todas las conversaciones y cafés); si me hubieran echado del trabajo, entonces también; si me hubiera dejado de hablar un familiar, podría haber justificado un año de terapia. Pero cuando te deja una amiga solo existe un foso de silencio bajo los pies. No es una metáfora, es un desierto que se puede pisar. Y que hay que transitar descalza."