Poesía que arde con ternura y nos recuerda la magia del deseo
¿Cómo contar la ternura? ¿Cómo conjurar hechizos de amor? ¿Cómo invocar rituales que protejan al corazón? Florencia Dapiaggi nos responde estas preguntas con inocencia y todo se construye con el aprendizaje mismo de la vida. Por eso, en este libro hay poemas donde reina el brillo y las cosas lindas. Hay poemas que hablan de madres y amigas; poemas de lenguas que se cruzan con pasión; poemas donde una espera y otros donde una es esperada; poemas de cabellos teñidos de fuego y poemas sobre mapas que se trazan sobre cuerpos desnudos. Hay que leer a Flor no solo para conmoverse y recordar la materia de la que estamos hechos; hay que leerla también para estar en compañía, que es, por lejos y para siempre, lo más lindo de la poesía.
poemas donde te sentís poseída y ESTOS: hot, enojo, rabia, hot, lesbianas, deseo, pasión, hot, lesbianas QUÉ MÁS???? dejate de jodeeeeer florencia TE AMO
No es el tipo de poesía que suelo leer, pero disfruté muchísimo del libro, de los mensajes, de su honestidad. Realmente se siente como si la autora desnudara su corazón a cada verso.
"y tu boca me copia / los movimientos y seguís / y me pedís / que diga amor / y yo termino / escribiendo un poema / solo / con la forma de tu nombre"
me crucé con la poesía de flor por primera vez en el invierno del 23'. estaba participando de clave 13/17; conociendo mi escritura, mientras me conocía a mí. una noche cualquiera, de esas que no tienen nada de memorable hasta que sí, escuché "¿te conté demasiado, no?" (primera ocasión de muchas), un poema que no solo pertenece a esta colección, sino que también —sin ser exagerado, pero siéndolo obviamente— me cambió la vida. luego de ese minuto y medio de vídeo, agarré el cuaderno que nos habían dado al principio del programa y empecé a escribir como nunca lo había hecho: siendo absolutamente honesto con el papel, conmigo, agregando el pronombre que no me correspondía, aceptando mi verdad. el tiempo pasó y yo seguí creando poemas como había aprendido aquella noche, en el silencio de mi cuarto, a medida que los de la autora, junto con otros, se volvían compañía.
existe algo entre estos versos que se balancean en lo mágico y lo real, en el deseo y esa nostalgia pesada y densa, en ese miedo a amar y ese impulso de querer dejar todo atrás para simplemente fundirse en los brazos de alguien, que te sana, que toma forma hechizo o leyenda o proverbio para poder cicatrizar aquellas heridas de las que uno ha olvidado como si sentía su dolor, para asegurarse que este último no vuelva nunca más.
entonces, la pregunta debería ser: ¿se puede contener tanto sentimiento en solo un par de poemas? ¿se puede transmitir tanto amor y tanta desdicha al mismo tiempo? para mí, la respuesta se encuentra entre estas hojas.
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poemas favoritos: "un delirio parecido a tu boca", "el juicio final", "zona franca", "¿te conté demasiado, no?", "rosa, naranja y violeta", "olvidé los cortes de verso debajo de tu almohada", "la última cena", "el prólogo que siempre voy a escribir", "no es posible el olvido", "mal augurio", "y yo no quiero una vida donde nadie me bese", "la poesía está en el cuerpo", "no leas este poema", "la palabra lesbiana", "no puedo traer a una nena al mundo", "glicina", "canto nupcial", "equinoccio" (lo que LLORÉ, por dios) y "hacer algo bello de esta tristeza".
pd: no podía dejar ninguno afuera, todos dejaron marquitas / mención honorífica a "no te preocupes, ma"
pasan los poemas y no puedo creer LO BIEN que escribe Flor. Es como si hubiera abierto mí cabeza para poner en palabras todo lo que no entiendo de mí y del mundo que me rodea. una vez más, gracias por hacerme sentir tan acompañada en mí vulnerabilidad
Siento que me pasó con este poemario lo que le pasa a cualquier lesbiana con todo libro heterosexual (que es casi lo mismo que decir todo libro, no?): lo leí con una cierta distancia por mi carencia de experiencia sexoafectiva con mujeres y porque, además, tampoco estoy enamorada en este momento.
No por eso deja la poesía de Flor de ser preciosa y es eso (su representación) lo que la hace tan necesaria.
empecé a leer la poemaria (como le decimos nosotras) en su versión manuscrita antes de que se imprimiera para todxs ustedes. es difícil hacer un juicio de valor sobre algo que significa tanto para alguien que significa tanto para vos. no es una opinión objetiva, nunca fue y nunca será porque flor es mi amiga. la vi crecer, nos vemos crecer todos los días y todos los días me fascina lo increíble que es.
su recorrido con la poesía ha sido tan hermoso y complejo como su recorrido en la vida. nadie la tiene fácil pero flor tuvo que sortear un millón de cosas que la pusieron a prueba, tuvo que forjarse un carácter resistente para llegar a donde está hoy. la gente piensa que es fácil y no. nunca lo es.
pero difícil nunca significa imposible y este libro lo demuestra.
"cerezas y fuego" está pensado desde el amor; el amor a la poesía, el amor a las mujeres, el amor a las pequeñas cosas, el amor por lxs otrxs y por una misma. me encuentro incluso en versos que no tienen mucho que ver conmigo, me encuentro a mí ayer o mañana, encuentro a mi familia, a las versiones de nosotrxs que fuimos o que vamos a ser. encuentro amistad, encuentro reflejo, encuentro contención, empatía, rabia, amor, envidia.
y por supuesto encuentro el crecimiento autoral de flor que después de un primer poemario tan precioso como frágil y fresco, ahora nos deleita con una obra fuerte, madura y brutal.
un poemario lleno de hechizos y gualichos, donde predomina la sensualidad a flor de piel. ya desde la primera parte empecé gritando y pensando en que flor está loca para escribir de la manera en la que escribe, atrapándote con cada palabra que deja plasmada.