Dos ciudades que a la luz de la literatura resultan semejantes en su complejidad, en sus inquietudes, en la forma como sus habitantes enfrentan el día a día una cotidianidad que no reconoce fronteras y le es común a todo conglomerado social. Una selección 10 cuentos para narrar a estas dos ciudades.
Diez cuentos que trazan puentes ficticios para unir dos ciudades, pero unidas por la literatura, y por esa necesidad intrínseca de reimaginarse. Hay cuentos mejores que otros, pero mis favoritos fueron: "El componedor" de David Betancourt, una fuerza narrativa y ritmo narrativo que atrapan, que generan preguntas contundentes por la identidad, por el espacio habitado y por las costumbres impuestas. "Los amigos míos se viven muriendo" de Luis Miguel Rivas un cuento que entrelaza la tragedia con el humor; "Cacería" de Josefina Aguilar, un relato que deja ese frío propio del desconsuelo que surge de una lectura terminada; ese miedo al saber que esa ficción cruel no está tan leajana a la realidad.