El mundo no está construido solo a base de luces. Y sin embargo pocas veces se nos permite llorar. Ocultamos lo desagradable, lo doloroso, lo inquietante. Pero al hacerlo estamos relegando y maltratando a la mitad de nuestro ser. Estos poemas son el reconocimiento de ese lado oculto ante los otros, pero sobre todo, ante uno mismo.
Este libro de poesía trata sobre la parte oculta de nuestra existencia con de manera filosófica pero realmente no se esfuerza para llegar a ser interesante incluso son relatados de manera simplona. Este me pareció muy simplón nada más.