Para quienes se echaron al monte, la guerra no acabó en 1939. Juan Caballero comanda una partida guerrillera que se mueve por la serranía andaluza, una figura entre mítica y espectral cuya mención llena de terror a las autoridades franquistas. En la aldea de Puebla del Alcor, las vecinas callan cada vez que se acerca Natividad Blanco, la esposa del jefe de la Falange. Ella y su padre, don Rafael, el médico local, son parte de esa España que siempre se adaptó al viento dominante. Pero Nati se sabe diferente. Sabe que se casó con el señorito del pueblo únicamente por deseo de Justo Fuentes, alias Patas Cortas, el alcalde impuesto tras la guerra. Sabe que ni un solo día ha amado a su marido, Pedro Fuentes; que ni un solo día se ha sentido parte de los vencedores. Por eso, la noche en la que la partida de Juan Caballero baja a Puebla del Alcor para atacar un convoy militar, Nati decide romper con su destino y acabar con ese silencio que la gobierna y hermana con las otras mujeres del pueblo. Luisa Carnés escribió Juan Caballero cuando el exilio republicano aún confiaba en que, terminada la segunda guerra mundial, los Aliados les ayudarían a destronar a Franco. Un emocionante ejercicio de memoria democrática a cargo de la gran autora invisible de la Generación del 27.
realmente es un 3'5 me gusta mucho esta mujer y sus descripciones, pero esta novela es demasiado maniquea yo creo, aunque tampoco sé si eso es algo malo
Novelón rescatado por Hoja de Lata, recuperando más obras de Luisa Carnés. Un retrato de los guerrilleros en la posguerra, con un romance ya perdido, una historia potentísima y un personaje femenino, Nati, grandísimo.
Algunos ganaron la guerra y otros la perdieron. Entre los que la ganaron estuvo Justo Fuentes, un tendero derechista que hizo fortuna asesinando a Manuel Caballero, republicano destacado a quien odiaba. Cuando le nombraron alcalde, consumó sus aspiraciones casando a su hijo con Natividad Blanco, hija del médico local. Pero ahora Juan Caballero, el hijo de Manuel, ha vuelto a la zona, y Natividad ha huido para incorporarse a su guerrilla.
Descarnada novela, escrita cuando aún parecía que los aliados no iban a ser unos cagones que permitirían al régimen de Franco permanecer en España. La autora nos cuenta una novela de aventuras con unos guerrilleros nobles, patriotas y leales y unos fascistas criminales, serviles y codiciosos. Quizás es lo estereotípico de estos personajes lo que me impide darle el 5.
Aparte de eso, estamos ante un novelón, conducido por una prosa rabiosa y también esperanzada y por unos diálogos que se antojan casi teatrales: no son especialmente naturales, pero tienen una sonoridad muy dramática. Una película, o incluso una obra de teatro, basada en este libro, tendría muy poco que adaptar.
Me da un poco de pena que me haya pillado cierto leve bloqueo lector, porque me lo he bebido a sorbos, en varias sesiones, cuando lo suyo habría sido un único trago largo: la novela da para eso y más.
Una gran novela fuera del canon, publicada este año por la editorial Hoja de Lata. Agilidad de la prosa, estructura lineal en la mayoría de los 12 capítulos salvo dos retrospecciones de los Nati y Juan. Novela muy recomendable, escritura bien hecha, personajes inolvidables, acercamiento necesario a una realidad de posguerra en la que no se pasó de la noche a la mañana de un estado a otro, sin luchas internas. 'Los del monte' o los maquis estuvieron presentes en los años posteriores al conflicto y en esta obra se refleja parte de esa situación en una zona de Andalucía, en un lugar imaginado por la autora.
Una historia de liberación colectiva, de liberación femenina, ambientada en la guerrilla antifranquista, que rescata las luchas colectivas del pasado. Con una segunda parte vertiginosa que nos acerca al final que desde el principio el lector puede imaginarse. Una obra rescatada de una intelectual exiliada por la dictadura que se añade a la literatura de la memoria sobre lo que se luchó y sobre lo que se perdió.
"... se debatía en su noche oscura y a los hijos de esta tierra tocaba someterse a la ceguera infinita que todo lo envolvía o rebelarse contra ella. No era posible vivir con la lengua cortada, con el pensamiento encadenado."
Luisa Carnés nos trae dos protagonistas inolvidables: Nati y Juan, con un amor un poco difuso que se ahogó en la juventud por las circunstancias que lo envolvieron, un venganza y unos enemigos claros y un pelín estereotipados. Es una novela de aventuras en la posguerra, retrata la dignidad, entereza y compromiso de los últimos que lucharon contra el franquismo. No sé si es porque sé cómo acaba la historia pero los personajes me parecieron un poco difusos, los diálogos un pelín impostados y hasta cierto punto planos. La he disfrutado (sufriéndola claro) pero se me ha quedado un poco corta.
Luisa Carnés magistral como siempre. Cuando descubrí que habían publicado una novela inédita de Luisa Carnés no dudé en comprarla y leerla en cuanto terminé la que estaba leyendo. El dominio de la prosa es superior, envolviéndonos en una historia sobre los emboscados donde cada tema está representado en su justa medida. Tenemos el tema amoroso, una relación de conveniencia y un amor verdadero, una situación bastante típica en la posguerra española, pero Luisa nos presenta este tema de una manera que no eclipsa el tema principal, la lucha guerrillera antifascista, el deseo de los españoles de que se acabase la represión franquista. Nos presenta también a Nati, una mujer que representa a todas aquellas que, en aquel momento, lucharon en la guerra y después contra la dictadura tan valientemente. Además, se nota que es una novela escrita en los años 40, ya que todavía se puede apreciar esa esperanza que tenían de que los aliados ganasen la Segunda Guerra Mundial y liberasen España de la dictadura. En fin, una maravilla de principio a fin.
- ¡Esta tierra, por la que tantos han muerto y siguen muriendo, y que se seca, se seca más cada año!… Parece que hasta ella quiere castigar tanto crimen, y es a nosotros a quienes castiga. ¡Lo que han hecho estos granujas con España no tiene nombre, Estampía, no tiene nombre!… Cuando viene la primavera y desde la cama oigo de cantar a los pájaros, creo que todo ha sido una pesadilla y que han vuelto los buenos tiempos, y que la tierra es otra vez nuestra tierra, jugosa y lozana como una mocita… Pero parece que nuestros males no tienen remedio, y que ya habemos de estar siempre atados a los yugos y las flechas que le han clavado a España.
Cuatro estrellas porque la historia y la narrativa épica del final lo merecen. Y porque siempre está bien leer sobre resistencia antifranquista.
Si bien, mi experiencia lectora ha sido algo monótona porque he leído varias cosas similares: la ambientación me recuerda a Viaje a la aldea del crimen, de Ramón J. Sender; lo grotesco de algunas escenas a La familia de Pascual Duarte, de Cela; y la historia de los guerrilleros del monte a El lector de Julio Verne, de Almudena Grandes.