Luara siempre creyó que su vida comenzaba y terminaba en la Tierra, donde lo cotidiano parecía inquebrantable. Pero una noche, todo se rompe: es arrancada de lo que conoce y llevada a un mundo donde su sangre es leyenda, amenaza y promesa.
Allí, los reinos se fracturan bajo el peso de disputas ancestrales, las intrigas se tejen en la sombra y cada decisión puede costar la vida. En medio de esa marea, una transformación avanza bajo su piel, revelando que el mayor peligro no siempre viene de fuera. Y en ese laberinto de lealtades y traiciones, descubre que lleva en sí la huella de un legado capaz de salvar o condenar a mundos enteros.
El eco de lo eterno la persigue, y su nombre empieza a pesar como un destino del que no podrá huir. La frontera entre la joven que fue y la figura que despierta se vuelve más delgada con cada paso.
Y cuando las alas se abran, el viaje recién habrá comenzado.
Primero que nada, quisiera agradecerle a Ediciones Venado Real por la copia digital del libro y por la oportunidad de reseñarlo antes de su lanzamiento. Esta reseña contiene spoilers para mayor exhaustividad en opinión y "análisis" —si es que puedo llamarle de algún modo a lo que viene a continuación—, pero habrá una versión sin spoilers en Instagram más adelante.
Los mestizos es una novela que se centra en Luara, una muchacha universitaria que ha pasado toda su vida sin saber demasiado sobre su pasado, aunque una parte de ella sabe que algo no encaja dentro de sí. Su vida toma un giro inesperado y todo lo que conocía resulta ser absolutamente ajeno, por lo que ahora debe lidiar con seres de otra galaxia de los que ella es descendiente y un destino del que no puede escapar. Guerra, poderes, civilizaciones, familia, enemigos...; Luara debe enfrentarse a verdades que resultarían abrumadoras para cualquiera en su situación, mientras se transforma en la mujer que realmente debe ser para salvar un mundo que, en el fondo, siempre fue suyo.
Comencemos por el wordbuilding y el conflicto principal: debo admitir que me enganchó muy rápido la idea de una galaxia distante con planetas bajo un régimen imperial que no duda en reprimir la fuerza de cada civilización sin remitirse a la eliminación, al menos no completa, de su identidad. En este sentido, respetan las diferencias que existen entre los planetas y Occultum —el planeta en el que se concentra el imperio y donde vive la emperatriz Alezza, madre de Luara—, aunque han tomado medidas para eliminar posibles amenazas, arrasando casi con todas aquellas razas que podrían suponer un peligro para el control de estos planetas. Un ejemplo son los fulgeirs, de quienes solo queda María, una de las amigas de la protagonista. Esto presenta luego un problema en la continuidad, ya que en algún momento mencionan que el imperio limitó a una sola generación de esta raza, por lo que nos lleva a pensar: si esto sucedió en otros planetas, ¿no obligaría a esas personas que, en caso de querer traer una nueva generación, tendrían que reproducirse con otras razas y, por tanto, romper con la ley fundamental de que no se pueden vincular personas de distintos planetas? Esta ley, incluso, es la que prohíbe la existencia de mestizos, aunque Luara es, en teoría, la única excepción; ella es de Occultum por parte de su madre y de Horizonte por parte de su padre. Otro hueco argumental, o por lo menos que me produjo cierto ruido en la construcción de mundo, es el caso de las cazadoras: se menciona que solo existen mujeres, ya que todos los hombres fueron asesinados por la misma razón que a los fulgeirs. Sin embargo, en un punto de la historia tenemos la existencia de un tío de Tamara, de quien no se explica demasiado el vínculo. Es decir, ¿él no era cazador y por eso sigue vivo? Además, al tener primos, es inevitable preguntarse si no serían técnicamente hijos de cazadores y, por tanto, también deberían estar muertos. Tal vez yo esté sobrepensando el trasfondo, no voy a negarlo.
En cuanto a Luara, sinceramente hay mucha tela de dónde cortar..., que implicaría un texto aparte en el que solo hable sobre ella. Cumple muy bien su rol como protagonista, ya que la trama avanza o se retrasa porque ella se involucra para que las piezas se muevan por el tablero. En este sentido, es un punto a favor que sea una muchacha impulsiva y que siempre atraiga los problemas, sea culpable directa o no de que así sea. Hay momentos en los que es insufrible y no faltan ganas de traspasar el libro para detenerla o gritarle unas cuantas cosas, pero creo que eso es, de cierto modo, muy positivo también; es una actitud acorde a una muchacha que desde el inicio mostró descontento hacia las autoridades que ponían en riesgo su individualidad, así como el de ir hasta las últimas consecuencias por proteger a sus seres queridos.
Alezza, la emperatriz, es un personaje que no me resultó del todo interesante, ni siquiera con la conversación que tuvo con Gerard años antes de concebir a Luara que se muestra en el epílogo. Sus intenciones son contradictorias constantemente, por lo que su actitud parece más un capricho o una manipulación por placer que realmente la idea de una mujer fría a la que solo le importa su poder y sus hijos. Pero es importante recordar que es el primer libro de la saga, por lo que no puedo sumar o restar puntos por ella. Además, hay varias incertidumbres colocadas a lo largo de la novela con la intención de aclararlas en las novelas posteriores.
El conflicto romántico de la protagonista es otro punto que me gustaría tocar en esta reseña, ya que es uno de los elementos que no pasa desapercibido en el desarrollo de la historia y que, contrario a lo que creen, termina siendo un punto negativo. El problema no es que Luara se enamore, porque es interesante cómo su opinión sobre el romance y el matrimonio son tan marcados durante las interacciones con distintos grupos de personas, ya sea parejas recién formalizadas como aquellas que ya tienen muchos años de unión. Siento que el error comienza cuando nos plantean desde un inicio la química entre Tiéron y Luara, para luego, ya llegando a la recta final del libro y habiendo siendo explícitos con el hecho de que ellos están destinados a estar juntos, agregar un tercero en discordia que siente una irresistible atracción hacia Luara desde el primer momento. Incluso, cuando cruzan miradas en la fiesta, a ella le llama la atención cómo recorre todo el lugar rechazando mujeres hasta llegar a su lado. No dijo "woow, no eres como las otras chicas", pero realmente esa escena lo dio a entender. Ellos tienen una especie de conexión carnal que no se justifica demasiado, solo dice que Destian la ve "como una mujer", pero la peor parte es que Luara compara a Destian con Tiéron todo el tiempo, es decir, cada vez que está con él piensa en Tiéron. Siento que Destian solo está ahí para que la protagonista presencie escenas de celos de parte de Tiéron y, como ella misma dijo, ser "la apuesta segura" de Luara, ya que ambos tienen sentimientos por el otro y nadie cuestionaría su relación, a diferencia de lo que sucedería con Tiéron por la existencia de la ley fundamental. Aunque, si se supiera que Tiéron es mitad de Horizonte, ¿no permitiría que sí pudieran tener una relación? Ya que técnicamente son dos personas de Horizonte. Ignoremos que los perseguirían, claro, por ser mestizos.
Aunque quisiera detenerme a hacer comentarios sobre cada personaje secundario de la historia, la verdad es que, por razones prácticas, solo voy a hacer mención a María, Tamara y Vera. Ellas son para Luara lo que Pepe Grillo era para Pinocho: son las voces de la conciencia en distintos aspectos de su vida. Mientras que Vera es maternal pero diplomática, María es apasionada y acertada —en el sentido de que da en el clavo con lo que piensa Luara incluso de que ella misma sea capaz de admitirlo—. Tamara, por otro lado, suele ser la más conflictiva y quien quiere responder a todo con pelea, tratando de ser coherente sobre las consecuencias. Me gusta que ellas tengan un papel importante durante toda la novela y que no solo se hayan rezagado a ser personajes de fondo luego de que llegaran a Horizonte, como suele pasar en algunas novelas de fantasía. También podría detallar cómo los vínculos de Luara con Gracián, uno de sus hermanos, y Gerard, su padre, resultan ser claves para el desarrollo de la trama, pero creo que no terminaría nunca de escribir todo lo que tengo para decir...
El final es adecuado para ser el primer libro de una saga, aunque a la primera mitad de la novela le haya costado agarrar ritmo. Es cierto que era necesario detenerse en muchos momentos para explicarle al lector, a través de la ignorancia de Luara, cómo funcionaba aquel mundo, pero hubo partes importantes que no se desarrollaron como deberían. Ejemplo de esto puede ser el juicio, que podría haber sido descrito con mayor tensión, o la confesión de amor de Cibick y María, de la que resulta sorpresivo para el lector porque realmente pasaron desapercibidas las "señales" o la química en sí de estos personajes. A pesar de esto último, disfruté muchísimo la lectura y considero que vale la pena darle una oportunidad a Los mestizos. Me encantaría que se hicieran realidad las siguientes entregas, ya que el punto en el que quedó la novela me dejó con muchísimas ganas de saber qué va a pasar. Agradezco nuevamente a Venado real y a Micaela por permitirme leer de antemano esta historia.
Como una pequeña nota al pie: a partir de la segunda mitad de la novela me llamó la atención que hubiese varios errores de puntuación en los diálogos, principalmente la falta de puntos finales o confusiones de comas y puntos después de verbos no dicendi. Doy un voto de confianza de que pueda ser algún error en el archivo que se corrigió luego para la versión en físico, ya que es una situación que puede pasar, pero es importante siempre mencionar estos detalles porque muchas veces distraen al lector de la lectura y perjudican el trabajo realizado.
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Los Mestizos es el primer libro de la saga Serfin, el cual nos presenta a Luara una joven que vive con su familia en una ciudad cualquiera, tiene un grupo de amigas incondicional y lo que parece una vida aparentemente normal, a pesar las pesadillas que las visitan todas las noches. Una noche antes de su cumpleaños recibe una llamada de su amiga Vera que cambiará su vida para siempre.
Los Mestizos es un libro de fantasía, narrado en tercera persona, con algo de romance y un toque de sci-fi, lo que hace que sea diferente a lo que he estado leyendo y eso es lo que lo hace atractivo, además de una historia interesante.
Si bien al inicio la narración puede parecer un poco "desordenada",(por momentos me costó diferenciar sobre cuál personaje estaba haciendo referencia el narrador),una vez que toma ritmo, y nos vamos adentrando en la historia todo fluye de manera perfecta, lo que nos mantiene en el eterno "un capítulo más".
Algunas cosas que me gustaría destacar y que para mí es lo que hace que la lectura sea ágil
- World Building: la autora nos brinda la información justa de los lugares que visitan nuestros protagonistas con descripciones claras, valiéndose de los sentidos para hacernos sentir que estamos ahí, sin entorpecer el flujo de la narrativa
- Información: una vez que Luara descubre quién es, la autora nos va dando información que nos hace dudar de lo que está pasando, como piezas de rompecabezas, para luego darnos la pieza que falta y así armar esa parte del mismo, hasta que llegamos al final y nos da una pieza que nos hace preguntarnos cómo encaja en todo esto.
-Personajes: con distintos pasados y personalidades imperfectas, que te hacen amarlos, dudar de ellos y hasta odiarlos a partes iguales.
En lo que respecta al romance no esperes escenas spicy porque no las tiene, se hace mención a algunas situaciones pero solo eso. Lo máximo que vemos es una escena de un beso entre nuestra protagonista y uno de sus intereses amorosos, la cosa viene de triángulo, y yo ya tengo mi favorito.
Como plus al final de algunos capítulos tiene ilustraciones
Lo recomiendo: Si, quieres leer algo distinto y te gusta explorar otros mundos.
Es ideal, para quien se inicia en la lectura de fantasía o quiere una fantasía sin spicy y diferente y para adolescentes a partir de 13.
Nota: le di 3.5 estrellas por ser el primer libro de saga y por el detalle del narrador de los primeros capitulos
Los mestizos es el primer libro de la saga Serfin donde encontramos a Luara q vive en la tierra con sus padres adoptivos y sus hermanos y es atormentada por pesadillas hasta que su pasado la alcanza y descubre que no solo no es de este planeta sino que no es de esta galaxia y es una heredera hace mucho tiempo secuestrada. Junto con sus tres amigas que resultan no ser del todo lo q parecen va a volver a su lugar de origen y entrar en un mundo que espera su sumisión, sumisión que Luara no está dispuesta a dar tan fácilmente.
Que me pasó con este libro, puede ser que me haya puesto mucha presión para terminarlo y me haya jugado un poquito en contra.
El libro está bueno, cumple su cometido, te engancha, vamos acompañando a Luara en este mundo nuevo con personajes nuevos que esperan cosas de ella. Tiene un epílogo que te deja con muchas preguntas y con ganas de más.
La construcción del mundo es bastante compleja y está muy bueno, tiene un montón de material para explotar y sacarle pila de jugo en todo, en historia de la galaxia, en profecias, en historia de los personajes que cuando se lo quieren enseñar a Luara su cabeza está en Narnia básicamente.
En momentos se confunde de quien es el punto de vista q estamos leyendo porque dento de una escena puramente de un personaje aparece otro por una línea, cosa q va mejorando con el correr del libro.
Solo voy a decir q amo a Garcián, se robó el libro totalmente, es uno de los hermanos biologícos de Luara y es mi personaje favorito por lejos.
Luara es bastante insoportable, todo se pone patas para arriba por su culpa porque no se quiere doblegar ante una emperatriz que es una bruja y mientras se desarrollan cosas importantes ella está en nimiedades o enojandose y des-enojandose al pedo y me saco bastante de quicio.
Si bien se resuelve todo el camino hacia el final, quedan bastantes cosas tocadas muy por arriba que esperemos puedan tomar relevancia más adelante en la historia porque nuevamente la historia promete y tiene material.
Los Mestizos según la editorial es “el inicio de una saga atrapante, donde el bien y el mal se desdibujan para darle paso a los secretos familiares, las traiciones, las alas que brotan, los cielos y una profecía que lo cambia todo”, y por dios que tiene todo eso y más!
Este primer tomo de la saga, nos presenta a Luara, una joven con un inicio en la vida algo caótico (por llamarlo de alguna forma), siendo adoptada de pequeña y creciendo con el amor de esos padres y dos hermanos menores. También la acompañan tres amigas, de esas que son incondicionales, o eso podemos creer. Sin embargo, hay algo que hace ruido, que no termina de cerrar, y es en una noche, que el caos se apodera y la embarca en una aventura más allá de los confines de la galaxia que todos conocemos.
Micaela logra atraparnos con una escritura fluida, narrando en primera persona la protagonista las vivencias y cambios, los sentimientos y todo aquello que va conociendo de ella y de sus alrededores. Somos parte del crecimiento emocional y del personaje de Luara, tanto que disfrutamos y sufrimos junto a ella todos los cambios que vivencia.
Qué podemos encontrar? La importancia de la amistad, la familia, la dicotomía entre el deber y lo correcto, el amor, y qué tanto estás dispuesto por cumplir con lo que te ha marcado el destino.
Le doy 4.5 de 5 estrellas y quiero ya poder continuar con la saga, pero para ello voy a tener que esperar, porque recién a fines de octubre/principios de noviembre llega de la mano de Ediciones Venado Real la versión física de este primer tomo!