Javier Cercas Mena (Ibahernando, provincia de Caceres, 1962) es un escritor y traductor español.
Hijo de un veterinario rural, cuando contaba cuatro años, en 1966 su familia se trasladó a Tarragona, y allí estudió con los jesuitas. Es primo carnal del político Alejandro Cercas. A los quince años la lectura de Jorge Luis Borges le inclinó para siempre a la escritura. En 1985 se licenció en Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Barcelona y más tarde se doctoró. Trabajó durante dos años en la Universidad de Illinois en Urbana; mientras estaba allí se publicó su primera novela, El móvil, y compuso su segunda novela; desde 1989 es profesor de literatura española en la Universidad de Girona. Está casado y tiene un hijo. Se transformó en un autor de masas con su tercera novela, Soldados de Salamina (2001), que fue descubierta por Mario Vargas Llosa en un famoso artículo y mereció los elogios de John Maxwell Coetzee y Susan Sontag. Es colaborador habitual de la edición catalana y del suplemento dominical del diario El País.
Su obra ha sido traducida a más de veinte lenguas. Por su parte él mismo ha traducido a autores catalanes contemporáneos y a H. G. Wells.
Interesantísimo. He aprendido un montón de cosas que probablemente se me olviden mañana mismo. Bien denso, por otra parte, pero sabíamos a lo que veníamos. Creo que no me gusta demasiado la forma de escribir de Cercas -muy repetitivo, un poco pesado-, pero tengo que leerle alguna novela para comprobarlo. En cualquier caso, estoy de acuerdo en que es un librazo fundamental para comprender mejor la historia reciente de España. Y muy tierna la breve mención a su padre.
Segmentar la historia es realizar un ejercicio arbitrario; en rigor, es imposible precisar el origen exacto de un acontecimiento histórico, igual que es imposible precisar su exacto final: todo acontecimiento tiene su origen en un acontecimiento anterior, y este en otro anterior, y este en otro anterior, y así hasta el infinito, porque la historia es como la materia y en ella nada se crea ni se destruye: solo se transforma.