Muy entretenido y cozy, me ha gustado mucho cómo iban integrándose los distintos personajes a la familia de la panadería, aunque quizá un poco demasiado duro.
Sigo sin entender por qué se titula La extranjera…
Cuando cae la noche, la panadería de Yosuke abre en una pequeña calle de Tokio, donde cada pastel es especial. En su interior, tanto Yosuke como Kanjiro, dueño y panadero, tienen la misión de consolar a aquellos que sufren, todos aquellos que se sienten atraídos a la panadería por unos motivos u otros. Y todo comienza cuando Nozomi, abandonada una vez más por su madre, tiene que quedarse a vivir en la panadería...
Como en la mayoría de historias asiáticas que he leído, lo más importante de esta novela no es la trama, ya que en sí no diría que tenga una introducción y un desenlace, sino la forma en que se va introduciendo cada uno de los personajes que liga su vida de alguna forma a esta panadería tan peculiar: ya sea viviendo en ella, comprando alguno de sus panes, o volviéndose uno más de esa familia tan extraña y cariñosa.
Madre mía qué historia además en mi punto de vista es de esas que más que explicarla hay que sentirla y por ende es complicada de reseñar sin hacer ningún tipo de spoiler pero allá voy.
La historia transcurre al completo en una panadería dirigida por dos hombres peculiares cuyas vidas cambian drásticamente cuando ante sus puertas aparece una noche una jovencita.
Ella es el punto de inflexión en todas las historias posteriores y es que en cada capítulo adquirimos un nuevo personaje. Ellos aparecen o la panadería lo hace para ellos cuando sus vidas parecen haber tocado fondo por completo. Las primeras impresiones a veces no son buenas, pero una vez eliminados los prejuicios se dan cuenta de son sólo corazones esperando que alguien sientan que siguen latiendo.
Cada uno con sus problemas, con sus aportaciones y con sus propios dolores internos, hacen que no sólo algunas cosas empiecen a sanar, sino que la panadería y los que allí habitan lo hagan con ellos.
He adorado esta lectura, como digo, creo que es algo que es mejor leer que explicar. Me ha tocado el corazón demasiada veces con ciertas historias que de ser tan realistas hacen doler el alma. Me ha encantado también la evolución de los personajes y como se han ido despojando de sus capas de malas formas para finalmente mostrar su verdadero rostro, ese que no estaban acostumbrados a mostrar a nadie. Este libro es para esas personas que deseen sentir, experimentar y aprender de sus propios errores y es que tal y como dice nuestro querido personaje, un día quise hacer panes porque entendí que eso hacía felices a las personas y que mejor que aunque sea durante un momento mientras se lo comen, dejen que esa dicha les llene el corazón.
El libro está magníficamente escrito: su prosa es clara, fluida y cercana, lo que hace que la lectura avance casi sin darte cuenta. Pero más allá de la facilidad con que se lee, es una obra que te llena por dentro, que deja huella, porque aborda un tema tan doloroso como tristemente vigente. A través de sus páginas conocemos a niños que, pese a haber sido dejados atrás, siguen conservando una inocencia conmovedora, una esperanza sin rencor que desarma. Son pequeños con sentimientos profundos, con un alma pura que espera, contra toda lógica.
Me hizo muchísima gracia descubrir el nombre de la panadería, “Boulangerie”, porque justo al lado de mi casa hay un salón de té con el mismo nombre. Ese detalle, casi anecdótico, me acercó aún más a la historia; me dio la sensación de estar entrando en un lugar familiar, conocido, aunque fuese a través de la ficción.
Uno de los aspectos más hermosos del libro es cómo, dentro de esa panadería, se va formando una familia improvisada, tejida con harina, paciencia y pequeños gestos cotidianos. Entre panes y masas fermentadas, surge una red de afectos genuinos entre personas sencillas, pero con un corazón enorme. La autora logra transmitir esa calidez que se respira en los espacios donde la bondad se practica sin grandes discursos.
He quedado completamente maravillada con esta historia. Pertenece a ese tipo de libros que no se explican: se viven, porque lo esencial está en las emociones que te atraviesan mientras lees. En más de una ocasión me desgarró suavemente el alma; hay escenas tan reales, tan humanas, que duelen de una manera hermosa. Son momentos que te invitan a detenerte, a inhalar hondo y a mirar el mundo con una compasión renovada.
También me ha fascinado la evolución de los personajes: cómo, con calma y sinceridad, van soltando sus capas de dureza, miedo o desconfianza hasta revelar quiénes son de verdad. Es precioso acompañarlos en ese proceso de transformación y ver cómo la cercanía humana logra abrir puertas que ellos mismos mantenían cerradas.
En definitiva, ha sido una lectura que me ha emocionado, me ha hecho reflexionar y me ha acompañado más allá de sus páginas. La recomiendo profundamente.
🇯🇵Esta historia transcurre en una panadería ubicada en Tokio, que abre a la medianoche y se mantiene abierta hasta la madrugada, esta regentada por dos hombres cuyas vidas cambiarán con la aparición repentina de una joven que será el hilo conductor del resto de historias.
🥖Tras los seis capítulos que contiene la novela , Nozomi formará parte de las vidas de los distintos personajes que van apareciendo en cada capítulo, personajes con vidas complicadas y problemas que necesitan sanar…encontraron ellos la panadería o la panadería les encontró a ellos?.
😋Durante la lectura casi se puede olfatear el olor de esa panadería sanadora, con ese ambiente acogedor e incluso en ocasiones místico.
❤️🩹Es una lectura cargada de reflexiones y frases bonitas haciendo comparaciones con el mundo de la panadería. 💗Es una historia que hay que leerla para sentirla, va cargada de mensajes analíticos y los personajes son de lo más variopintos y diferentes, a veces, las primeras impresiones no son buenas…es como el día a día de cualquier ser humano, y al conocer alguien desconocido, tendemos a ser prejuiciosos, y en esta historia se muestra como muchos de esos que juzgan antes de conocer se van despojando de los prejuicios al despojarse de su coraza los que han sido juzgados.
❄️Es una lectura sencilla, emotiva y acogedora, ideal para leer una tarde invernal.
Un libro muy diferente a lo que estoy acostumbrada a leer pero que me ha gustado mucho.
La historia transcurre en una pintoresca panadería que solo abre por la noche y que se ve envuelta en una serie de acontecimiento con la llegada de Nozomi a la vida de sus dueños.
A través de sus páginas podéis navegar en la vida de los protagonistas, en sus sentimientos, así como en su pasado para poder entender su presente, lo que hace que para mí tenga más sentido aún lo que escribe la autora.
pero que tremendo ñordo va saltado de tema en tema sin coherencia alguna los personajes son tremendamente malos no he podido ni terminarlo cozy por los coj*nes