El estallido de la Guerra Civil hará que Clara y Roberto vuelvan a reencontrarse tras una abrupta separación.
Alejados ya de todo lo que se interpuso entre ellos en el pasado, se consagrarán a sobrevivir a la contienda bélica y a librar la única batalla que les importa: una vida en común. Para ello construirán un mundo irreal con el que protegerse de la muerte y de la desolación de un Madrid asediado por las tropas nacionales. Pronto se darán cuenta de que lo que siempre soñaron, y que por fin se había materializado, no podría eludir ni a la devastación que les rodeaba ni a los fantasmas del pasado.
Nunca imaginaron que retar a ese destino que les condenara a no poder estar juntos tendría consecuencias desgarradoras.
Una novela IMPRESIONANTE y ahora os cuento por qué... Aunque el tema de la Guerra Civil Española es un tema muy trillado, aquí Javier Nogales nos muestra una historia de amor, de fortaleza y resiliencia a través de Clara, una perspectiva femenina, de cómo ella vivió el desamparo y la represión, los abusos, la cara más oscura del ser humano.
Por supuesto AMÉ a los protagonistas, Roberto y clara son personajes fuertes y bien construidos, con una ambientación fantástica donde se siente la atmósfera opresiva del momento, la trama me pareció increíble, tenemos amor, lealtad, envidia, engaño, secretos, celos, la guerra y la lucha por el poder, la supervivencia, pérdidas irreparables, la familia... La narrativa es correcta, capítulos cortos, se lee súper rápido porque tiene su toque de tensión e intriga que hace que el lector quiera saber más.
Clara es mi personaje favorito ya que es una mujer que no se da por vencida, lucha a pesar de las adversidades y tantos horrores que vivió, renace de sus cenizas.
Es su primer libro y Javier lo ha hecho fenomenal, me gustaría seguir leyéndole.
El refugio de Umbría es mucho más que la crónica de un amor. Es un ejercicio de memoria que nace desde el dolor y el agradecimiento: un libro escrito como homenaje a una madre que no tuvo estudios. Esa raíz emocional define la obra completa, pues en ella no solo se narra, sino que se repara, honra y rescata aquello que el silencio histórico quiso enterrar.
En palabras del autor: “Es la historia de mi madre, que en los 60 dejó atrás su Extremadura natal para ir a servir a Madrid siendo prácticamente una niña. Nunca pudo ir a la escuela, y cuando llegó a la estación de Atocha tan sólo sabía garabatear su nombre y sus apellidos. Fue en la capital cuando aprendió a leer y a escribir, porque se empeñó en sacarse el carné de conducir. Estoy seguro de que si en aquel momento le hubiesen dicho que algún día tendría un hijo que escribiría un libro… hubiese sido igual que si a mí me dijesen hoy que los míos van a pisar la Luna”.
“Nunca tuvo una vida fácil. Enviudó cuando yo tenía cinco años y recuerdo una infancia con pocos juguetes. Sólo había dinero para comer, para vestir… y todo el que quisiese para libros y cómics. Nunca me negó las 500 pesetas que costaba un libro. Y siempre volvía de los mercadillos en los que vendía fruta de lunes a sábado con los tres tebeos por 20 duros que compraba en el puesto de al lado.
Por eso este libro está dedicado a ella, que me dedicó su vida. Y por eso, sin decirle para que era, le dije que escribiese en un papel mi nombre: porque quería hacerla partícipe de todo esto.
Porque en realidad, las páginas que tenéis en vuestras manos son su obra, no la mía. Yo sólo me he sentado delante de una pantalla para teclear el fruto de su esfuerzo y de su sacrificio”.
Aunque la novela se desarrolla alrededor de la Guerra Civil y el pre-estallido del conflicto, no adopta el enfoque bélico típico. No es un libro de batallas, ni de ideologías, ni de grandes líderes. La guerra no se muestra solo en los fusiles, sino en cómo destroza familias, amores, cuerpos y memorias.
En ella encontrarás violencia sexual, abusos de poder, fusilamientos, venganza, hambre, niños que mueren por desnutrición, cuerpos colgados, cadáveres ultrajados, violaciones, traiciones familiares, ejecuciones sumarias…
Pero el autor no busca morbo. Esta novela no idealiza a la República ni al bando Nacional. Ambos son representados con abusos, miserias, ejecuciones innecesarias y violencias injustificadas. Lo que para mí, demuestra un rigor histórico admirable. Lo que hace es testimoniar una Historia de España que afectó a todas las clases y cómo la guerra formaba parte de la vida cotidiana de los españoles.
La novela profundiza en las vidas de personajes que enfrentan los retos de la pobreza, las desigualdades sociales, los conflictos políticos y las atrocidades de la guerra.
La exquisita pluma del autor es tan precisa e implacable como sensible: escribe con respeto hacia sus personajes, sin caer en sentimentalismos fáciles ni en excesos dramáticos, dejando que la dureza de los hechos y la verdad emocional hablen por sí mismas.
Su estilo es directo cuando tiene que doler, y delicado cuando toca lo íntimo. Sabe cuándo callar, cuándo sugerir y cuándo golpear. Domina la pausa, el detalle y el silencio, algo que muy pocos escritores logran.
Además, se nota un trabajo enorme detrás de cada escena. La novela está meticulosamente pulida, sin fragmentos que sobren, sin diálogos huecos y sin giros forzados. Cada escena, cada silencio, cada mirada que no llega a decirse… está pulida con un cuidado que conmueve, tanto, que incluso me ha sacado alguna lágrima.
La novela es cruda y dura. Mucho. Desgarradora. Pero también preciosa.
La novela se centra en el romance de Clara Guiral, una joven de familia acomodada, y Roberto Mendoza, un capataz que labra en las tierras de la familia Guiral. La distancia social y las obligaciones familiares les obliga a llevar su romance en secreto, pero todo da un giro cuando ella se va a vivir a Madrid y esconde un motivo mucho más profundo.
La novela revela que clase de conflictos y obstáculos son capaces de superar para volver a estar juntos.
Un punto fuerte a destacar en la novela son los personajes secundarios.
Personajes a los que llegarás a odiar:
María: Carácter apasionado y celoso: María muestra una intensidad emocional fuerte, especialmente por sus celos hacia Roberto. Es manipuladora. Su obsesión por él la lleva a actuar de maneras extremas, como lanzar infundios sobre Clara y tratar de manipular las circunstancias a su favor.
Martín: Antagonista principal que representa la parte más violenta y hostil, con un carácter beligerante. Odia a Roberto por su proximidad con la familia Guiral y por su origen humilde. No es un monstruo por ideología, sino por impunidad, abuso, resentimiento y poder local. No os contaré nada, pero la cosa se pone muy, muy turbia cuando se hace alcalde de Belenzal.
Serafín: Un bracero que representa la rabia y el resentimiento del pueblo oprimido, con un carácter rebelde y marcado por la injusticia sufrida. Está lleno de odio hacia los terratenientes y las fuerzas que explotan a los trabajadores, reflejando la lucha social y la resistencia de los personajes trabajadores.
Personajes a los que amarás:
Julieta: Confidente de Clara, es una mujer reservada y sincera, que comparte sus secretos y miedos con gran confianza. Es testigo de las adversidades pero mantiene una actitud firme y solidaria, actuando como una consejera cercana y ayudándola en más de una ocasión.
Ricardo: Joven portero afiliado a la CNT. Protege y ayuda a Clara en momentos de tensión.
La madre de Roberto: tiene un armario que parece un mueble común y corriente, pero en realidad tiene un doble fondo secreto. Escondite útil y fundamental en tiempos de peligro y persecución.
Roberto: Valiente, protector y trabajador. Tiene un fuerte sentido de lealtad hacia su pueblo, su familia y sus valores. Como capataz, ayuda a los jornaleros y gestiona la tierra con justicia, logrando que algunos le sean fieles. Se enfrenta a situaciones extremas por amor.