Buscando un nombre para Emilia es una obra poética que trasciende el simple acto de nombrar para convertirse en un viaje por la lengua, la memoria afectiva y la imaginación colectiva. A través de una estructura lúdica y acumulativa, Raúl Cardó entrelaza versos, nombres propios, escenas fantásticas y estampas de la niñez que invitan a leer en voz alta, a jugar con las palabras y a habitar un universo cargado de ternura, humor y reflexión. Cada nombre mencionado —de niña, de flor, de estación, de criatura o de concepto abstracto— no es solo una posibilidad para llamar a Emilia, sino una puerta a una historia, a una emoción o a una identidad simbólica. Así, el texto construye un gran poema coral, donde conviven personajes entrañables como la ratita o la mona Micaela, con figuras inquietantes como la Meresunta o las brujas modernas, pasando por evocaciones naturales y culturales que enriquecen el imaginario del lector. La obra se apoya en un lenguaje accesible, pero de gran riqueza poética, lleno de musicalidad, ritmo y juegos de palabras. Las repeticiones y las variaciones refuerzan su dimensión oral y performática, propia de la tradición infantil y folclórica. A su vez, las ilustraciones de Matías Romero complementan y expanden visualmente este universo poético, acentuando el carácter onírico y colorido del texto. Más que encontrar un nombre, este libro nos invita a descubrir un mundo. Emilia, aún sin nombre, representa a todas las infancias abiertas al asombro, a la invención y a la promesa de identidad que cada palabra puede ofrecer.