La nueva novela de Mike Lightwood, un spin-off independiente de la bilogía El chico de al lado.
Desde que se conocieron hace unos años, el primer día de instituto, Víctor y Adri se convirtieron en amigos inseparables. Pero, en los últimos meses, Víctor ha empezado a darse cuenta de que sus sentimientos son cada vez más profundos.
Cuando en mitad de una fiesta Adri se ve obligado a besar a Víctor, este ya no puede seguir negándoselo a sí está enamorado de él y, después de ese beso, necesita más.
Pero, en el fondo, Víctor sabe que no tiene ninguna oportunidad con él, que lo que ocurrió entre ellos no fue nada más que un juego.
Mike Lightwood nació en Sevilla, creció en Las Palmas de Gran Canaria y actualmente vive en Madrid. Su pasión por las letras lo llevó a crear el blog literario Alas de papel (www.alaspapel. com), activo desde 2009, y más tarde su canal de YouTube, MaikoVlogs (www.youtube.com/MaikoVlogs). Fue uno de los organizadores de la Blogger Lit Con durante cuatro años (2013-2016).
Compagina la escritura con el activismo LGBT+ en el grupo de Eduación de COGAM, su labor como traductor, que le ha permitido traducir más de ochenta libros y cómics hasta la fecha.
Desde que se profundizó en el personaje de Víctor en el segundo libro de la bilogía de El chico de al lado supe que necesitaba más de él. Por eso, cuando Mike anunció que iba a escribir un spin-off de la saga en el que él iba a ser el protagonista, este libro pasó a estar marcado como lectura obligada en mi TBR.
Sabéis que me encantan las historias de amigos adolescentes/jóvenes y sus primeras veces, por lo que este libro tenía todos los ingredientes para gustarme; como efectivamente ha sido.
La obra nos pone en la piel de Víctor, un adolescente de quince años que empieza a preguntarse las cosas típicas de la edad cuando sus sentimientos hacia su mejor amigo Adrián cambian y dejan de ser solo de amistad. Porque él no es solo su persona favorita, también ocupa sus pensamientos más profundos. Y es que ellos pasan tanto tiempo juntos que la línea de la amistad se vuelve difusa para Vic, lo que le genera dudas y miedo por el cambio porque piensa que Adri es hetero. Todos saltará por los aires cuando este último le bese durante el juego de la botella, porque nada volverá a ser lo mismo para ellos.
La novela comienza con el capítulo del beso, lo cual no me esperaba, pero me gustó mucho ya que gracias a eso todo lo que ocurre antes lo vemos sabiendo que pronto llegará ese punto de inflexión. Y es que la obra está dividida en tres partes muy bien diferenciadas, siendo la primera de ellas una especie de prólogo donde Mike nos narra la relación entre ambos antes de ese beso. Esa forma de dividir la novela me encanta, porque cada parte nos permite ver la relación que tienen Adri y Vic de diferentes formas, pasando de la amistad, a las dudas; y de las dudas, a la aceptación de lo que sienten.
La relación entre los dos protagonistas es sublime y la siento muy real. Todas las dudas acerca de la sexualidad a esa edad están muy patentes en la novela. Una edad, en la que recordemos, ser consciente de que solo te gustan los chicos, o de que no solo te gustan las chicas, es algo muy difícil para muchos adolescentes. Por suerte, ambos protagonistas tienen detrás a una familia y a un grupo de amigos que son oro puro, ya que este libro también trata de eso, de como aquellos que te quieren de verdad, te van a seguir queriendo cuando quieras dar el paso.
Ellos avanzan lento, saben lo que sienten pero los acercamientos se darán de forma gradual y tranquila, Otra de las cosas que también me gustó mucho es el hecho de que, al contrario que en la bilogía, el tema sexual es casi inexistente, siendo los propios protagonistas los que deciden echar el freno al no sentirse preparados en lugar de dejarse llevar por las hormonas, lo cual demuestra su madurez.
En resumen, la relación entre ambos protagonistas avanza de una manera coherente y lógica a lo que esperaríamos de una relación entre dos chavales de 15 años que se están descubriendo.
La amistad también se ve muy bien con Jose y Andrés, los dos integrantes del grupo de amigos, los cuales me parecen maravillosos, sobre todo el primero por todo lo que hace. Ojalá todo el mundo tuviese a gente así a su lado.
Pero no todo es bonito, ya que la parte negativa viene de parte de Jesús, el padre de Vic y también conocido como el primo de Gollum. Él representa todo lo rancio y conservador que se niega a avanzar, siendo cruel con su familia. Por suerte, la jefaza está ahí para defender a sus cachorros.
Y es que la familia es un punto fuerte de esta novela, teniendo que nombrar aquí a Fran, el protagonista de la bilogía, ya que es el mayor apoyo que tiene Vic y en quien busca consejo y consuelo cuando las cosas van mal.
Una de las cosas que más me ha gustado de leer este libro, ha sido leerlo de forma paralela al segundo de la bilogía, ya que hay unas pocas escenas que suceden en ambos libros y, leerlas desde ambas perspectivas, ha conseguido enriquecer la lectura un montón.
Mención especial a Eric, ese profesor que todo el mundo tendría que haber tenido, ese que te comprende y te ayuda si lo necesitas. Aquellos que hayáis leído Lo que nunca fuimos lo conoceréis; los que no, haceos un favor y leéroslo.
Podría seguir escribiendo sobre otras cosas y profundizando en distintos temas, pero creo que ya es más que suficiente para una reseña. Así que si os gustan las historias de adolescentes, muy sencillas de leer, con un lenguaje actual y que reflejan fielmente el pensar que se tiene a esa edad; echadle un ojo a esta novela porque es genial.
Entrañable, dulce, divertida y sobre todo muy real. La historia de Víctor y Adri es la de cualquier adolescente descubriendo su sexualidad, muy difícil a veces pero si tienes a las personas adecuadas a tu lado todo es más fácil. Desde el minuto uno amas a los personajes, te ríes, te emocionas y sufres con ellos. Y esta historia duele porque es tan real como qué hay bastantes "padres de Víctor" en el mundo desgraciadamente y eso es lo que te duele. Esa es la realidad de muchas personas adolescentes, adultos, se quedan en la calle bajo la frase " no quiero desviados en mi casa, antes muerto que maricon" en pleno siglo XXI avanzamos con la IA incluso pero no logramos deshacernos de este lastre, esos elementos que aún viven en las cavernas. Esperemos que haya más madres como la de Víctor con un par para afrontar el horror y menos trogloditas, por un futuro mejor. Y deseando leer la versión de Marcos 😍😍