En la ordenada vida de un formal e incluso severo catedrático de filosofía, se cruza una joven romántica y algo alocada, que volverá su vida del revés.
César Augusto Guzmán, el protagonista de la novela, es un extremo olvidadizo, a pesar de que su inteligencia y sus profundos conocimientos le han llevado al puesto de profesor de filosofía. Su pequeño defecto da lugar a los más graciosos y extravagantes incidentes. Al ser nombrado presidente honorario de la Academia de la Felicidad y en ocasión de la fiesta que se celebra en su honor, un divertido azar pone en sus manos una nota de amor escrita por una alumna, Felicidad Ros.
Un producto de su época. Romántico, cursi a ratos, con temas anticuados e incluso bastante machistas que me hicieron pensar dos veces por qué me gustaba tanto (es la quinta o sexta vez que lo leo), pero lindo al final del día.
No es un libro que me haya gustado particularmente y siempre me sorprende xq tiene todos los ingredientes para q la historia sea divertida e inolvidable. Pero simplemente no me gustó, así q no la puedo recomendar.