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Blitz
Blitz podría ser una tragicomedia romántica. Pero como ese género no existe, estamos invitados a ignorar las etiquetas y centrarnos de manera apasionada en la peripecia de los personajes. En especial de Beto, un joven arquitecto paisajista que llega a las costas de Múnich en medio de un naufragio vital y sentimental. Invitado a participar en un concurso que podría solucionar sus perspectivas de futuro, ha llegado acompañado por su novia. Pero, casi al instante, su estancia en Alemania se convertirá en una comedia humana. Bajo el destello de un relámpago, que es exactamente lo que significa la palabra blitz, tendrá que afrontar un cambio de vida y de ideales.
Llena de emotivas instantáneas del amor perdido, bajo una escritura afilada por el sentido del humor, los personajes parecen deslizarse dentro de un reloj de arena. Porque será la reflexión sobre el discurrir del tiempo lo que conduzca al protagonista hacia una mujer de otra edad, Helga, en un encuentro intergeneracional que es el corazón del relato. Pegado a los pensamientos de Beto, el lector no dejará de preguntarse a cada momento por lo que le espera en la página siguiente. ¿Y ahora qué?
Llena de emotivas instantáneas del amor perdido, bajo una escritura afilada por el sentido del humor, los personajes parecen deslizarse dentro de un reloj de arena. Porque será la reflexión sobre el discurrir del tiempo lo que conduzca al protagonista hacia una mujer de otra edad, Helga, en un encuentro intergeneracional que es el corazón del relato. Pegado a los pensamientos de Beto, el lector no dejará de preguntarse a cada momento por lo que le espera en la página siguiente. ¿Y ahora qué?
176 pages, Paperback
First published February 10, 2014
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About the author
David Trueba
36 books266 followersDavid Rodríguez Trueba es un escritor, periodista, director de cine, guionista y actor español.
Es el hermano menor de una familia madrileña con ocho hijos, entre ellos el ganador del Óscar Fernando Trueba. Ingresó en el colegio a los siete años debido al afán de su madre por retenerlo. Desde pequeño adqurió el hábito de escribir con la máquina Lettera 35 que vendía su padre en su trabajo de venta ambulante.
De vocación periodista ingresó en la facultad de Ciencias de la Información rama de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Mientras cursaba sus estudios trabajó en cortometrajes y escribió la película Amo tu cama rica que dirigió Emilio Martínez Lázaro. Al terminar sus estudios completó su formación en Estados Unidos, donde realizó un curso de guion en el American Film Institute, en la que le impartió clase Leonardo Bercovici, y quien le corrigió el primer borrador de su guion Los peores años de nuestra vida, donde se auto-retrató como un joven enamoradizo, romántico, adverso a la idea de estabilidad laboral...
Antes de su viaje a Estados Unidos en 1992, en España ejerció diversos trabajos: letrista para Rosa León, también escribió la letra de la canción de Andrés Calamaro para su película Bienvenido a casa que fue nominada al Goya a la Mejor Canción Original en 2006; periodista para El País y El Mundo; guionista de programa televisivo en Sopa de gansos y Querido Rafael (sobre la figura de Rafael Alberti). Volvería a trabajar en televisión entre 1993 y 1994 como co-director del programa El peor programa de la semana.
Emilio Martínez Lázaro le contrató en 1991 para hacer el guion de Amo tu cama rica. Su buen entendimiento profesional se tradujo en la filmación del posterior guion de David, Los peores años de nuestra vida, a su vuelta de los Estados Unidos.
En 1996 se produjo su salto a la dirección con La buena vida, inspirada en la obra de François Truffaut, Louis Malle y J. D. Salinger. En ella, Trueba rememoró la adolescencia como una etapa vital dolorosa, solitaria, de la que sólo se podría escapar gracias al influjo del amor. Tras una larga búsqueda en los institutos madrileños seleccionó a Fernando Ramallo por su mirada melancólica. Ese mismo año ganó el Premio al Mejor Videoclip al dirigir a Albert Pla en su versión del clásico de Lou Reed Walk on the Wild retitulado El lao más bestia de la vida. Con el mismo cantante rodaría el espectáculo teatral Albert Pla supone Fonollosa.
Al año siguiente la Academia le recompensó con una doble candidatura a los Premios Goya al mejor director novel y al mejor guion original.
Su siguiente largometraje, Obra maestra (2000), se demoró cuatro años y en él narró las vicisitudes de un director de cine aficionado que secuestra a una actriz de éxito para convertirla en la protagonista de su propio film.
Dos años más tarde abordó su proyecto más ambicioso, la adaptación de la novela de Javier Cercas, Soldados de Salamina, una ficción sobre un periodista que investiga los hechos en el fusilamiento de Sánchez Mazas, así como una disertación sobre la relatividad de la heroicidad. El largometraje es seleccionado por la Academia para representar a España en los Oscar, pero no obtuvo la candidatura, aunque el documental Balseros, donde David Trueba fue coproductor y co-guionista con Carlos Bosch, sí lo consiguió. Su trabajo de guionista para otros directores ha continuado con ciertos paréntesis, aunque ha colaborado en películas de Álex de la Iglesia, Tony Gatliff o su hermano Fernando Trueba como Two Much o La niña de tus ojos, cuyo guion escribió junto a Rafael Azcona.
En 2004 aceptó el cargo de vice-presidente de la Academia de Cine Española que dejó tras tres años en la institución.
En 2005 rodó su cuarta película, Bienvenido a casa, sobre una joven pareja (formada por Alejo Sauras y Pilar López de Ayala), que empieza su vida personal -n
Es el hermano menor de una familia madrileña con ocho hijos, entre ellos el ganador del Óscar Fernando Trueba. Ingresó en el colegio a los siete años debido al afán de su madre por retenerlo. Desde pequeño adqurió el hábito de escribir con la máquina Lettera 35 que vendía su padre en su trabajo de venta ambulante.
De vocación periodista ingresó en la facultad de Ciencias de la Información rama de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Mientras cursaba sus estudios trabajó en cortometrajes y escribió la película Amo tu cama rica que dirigió Emilio Martínez Lázaro. Al terminar sus estudios completó su formación en Estados Unidos, donde realizó un curso de guion en el American Film Institute, en la que le impartió clase Leonardo Bercovici, y quien le corrigió el primer borrador de su guion Los peores años de nuestra vida, donde se auto-retrató como un joven enamoradizo, romántico, adverso a la idea de estabilidad laboral...
Antes de su viaje a Estados Unidos en 1992, en España ejerció diversos trabajos: letrista para Rosa León, también escribió la letra de la canción de Andrés Calamaro para su película Bienvenido a casa que fue nominada al Goya a la Mejor Canción Original en 2006; periodista para El País y El Mundo; guionista de programa televisivo en Sopa de gansos y Querido Rafael (sobre la figura de Rafael Alberti). Volvería a trabajar en televisión entre 1993 y 1994 como co-director del programa El peor programa de la semana.
Emilio Martínez Lázaro le contrató en 1991 para hacer el guion de Amo tu cama rica. Su buen entendimiento profesional se tradujo en la filmación del posterior guion de David, Los peores años de nuestra vida, a su vuelta de los Estados Unidos.
En 1996 se produjo su salto a la dirección con La buena vida, inspirada en la obra de François Truffaut, Louis Malle y J. D. Salinger. En ella, Trueba rememoró la adolescencia como una etapa vital dolorosa, solitaria, de la que sólo se podría escapar gracias al influjo del amor. Tras una larga búsqueda en los institutos madrileños seleccionó a Fernando Ramallo por su mirada melancólica. Ese mismo año ganó el Premio al Mejor Videoclip al dirigir a Albert Pla en su versión del clásico de Lou Reed Walk on the Wild retitulado El lao más bestia de la vida. Con el mismo cantante rodaría el espectáculo teatral Albert Pla supone Fonollosa.
Al año siguiente la Academia le recompensó con una doble candidatura a los Premios Goya al mejor director novel y al mejor guion original.
Su siguiente largometraje, Obra maestra (2000), se demoró cuatro años y en él narró las vicisitudes de un director de cine aficionado que secuestra a una actriz de éxito para convertirla en la protagonista de su propio film.
Dos años más tarde abordó su proyecto más ambicioso, la adaptación de la novela de Javier Cercas, Soldados de Salamina, una ficción sobre un periodista que investiga los hechos en el fusilamiento de Sánchez Mazas, así como una disertación sobre la relatividad de la heroicidad. El largometraje es seleccionado por la Academia para representar a España en los Oscar, pero no obtuvo la candidatura, aunque el documental Balseros, donde David Trueba fue coproductor y co-guionista con Carlos Bosch, sí lo consiguió. Su trabajo de guionista para otros directores ha continuado con ciertos paréntesis, aunque ha colaborado en películas de Álex de la Iglesia, Tony Gatliff o su hermano Fernando Trueba como Two Much o La niña de tus ojos, cuyo guion escribió junto a Rafael Azcona.
En 2004 aceptó el cargo de vice-presidente de la Academia de Cine Española que dejó tras tres años en la institución.
En 2005 rodó su cuarta película, Bienvenido a casa, sobre una joven pareja (formada por Alejo Sauras y Pilar López de Ayala), que empieza su vida personal -n
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March 31, 2017
I sped read this one while waiting at an airport and during the cross-country flight - finished it in under seven hours, but will never forget it! I didn't really think Beto was so in love with or committed to Marta. Like many youth, he didn't seem to really know what he wanted, which I think was part of the point about youth wasted on youth, as is said. The way he fell apart and staggered around the city in a totally crushed way after Marta dumped him seemed a bit much - maybe it was just losing the familiar, and the expected? As soon as Helga, the older German woman who was helping them with the landscape competition, ran into Beto I did assume they'd end up in bed together, and I also suspected Helga was going to be the one to watch in the story. I was correct on both counts, and not disappointed.
My 16 year old daughter was beside me during the flight asking if I was alright and trying to see what was written on the page as I had tears in my eyes and choking a bit trying to hold back some of the loud chortles from the hysterical sex scene between Beto and (unprepared, but pretty much willing, I thought) Helga. The awkwardness was exquisitely portrayed. There is one of the best observations ever made during this sex scene about underwear that reminds one of how our mothers said we should always have new and clean "panties" on, as you "never know"! (I think that advice was mostly about unexpectedly going to the hospital, but a possible, unexpected sexual encounter is another rationale.)
This reminded me of a modern "Summer of 42" with the young male and older, female lover, but here Helga was a mentor, a teacher. She taught him some of the secrets of growing old, especially on making every day and interaction count, if you can, that our careers are sometimes just jobs, nothing more, that we really do get wisdom with age, and that we all should take advantage of whatever "intimacy" we can, when and how it's offered to us.
This would be a great movie, I think! Also, it would be interesting to know how Beto's life went after this pivotal year with and around Helga, and if and how she changed his trajectory and outlook on life. I fantasized that he eventually married, had a daughter, and named her "Helga"...
My 16 year old daughter was beside me during the flight asking if I was alright and trying to see what was written on the page as I had tears in my eyes and choking a bit trying to hold back some of the loud chortles from the hysterical sex scene between Beto and (unprepared, but pretty much willing, I thought) Helga. The awkwardness was exquisitely portrayed. There is one of the best observations ever made during this sex scene about underwear that reminds one of how our mothers said we should always have new and clean "panties" on, as you "never know"! (I think that advice was mostly about unexpectedly going to the hospital, but a possible, unexpected sexual encounter is another rationale.)
This reminded me of a modern "Summer of 42" with the young male and older, female lover, but here Helga was a mentor, a teacher. She taught him some of the secrets of growing old, especially on making every day and interaction count, if you can, that our careers are sometimes just jobs, nothing more, that we really do get wisdom with age, and that we all should take advantage of whatever "intimacy" we can, when and how it's offered to us.
This would be a great movie, I think! Also, it would be interesting to know how Beto's life went after this pivotal year with and around Helga, and if and how she changed his trajectory and outlook on life. I fantasized that he eventually married, had a daughter, and named her "Helga"...
October 7, 2016
Somewhere in the middle of this book I experienced a moment of unrestrained joy. It came from the novelist’s art. He was able to twist me around, following the unexamined actions and attitudes of a confused 30-year-old struggling architect from Spain who had just been dumped by his girlfriend. Much of the joy came from the novelist showing me his chagrin at the heart and soul and underdeveloped mind of a young man under duress.
The young man travels to Germany with his girlfriend to defend his landscape architecture project for an international prize before a jury. The novel opens with his girlfriend dumping him by email, an email missent to him. He becomes disoriented, and a day later he is fumbling through the streets of Munich with his suitcase. It hits us viscerally. We’ve been there. But almost immediately the young man turns his anger and disappointment on his competitors in the landscape competition, which compromises our affection for him. He is taken home by a 63-year-old conference organizer, and proceeds to insist himself on her sexually.
The whole bedroom scene is etched in spell-binding detail, down to the uncomfortable moment he fingers the underpants of a woman not expecting a moment of intimacy. She fairly clearly (they are both drunk) resists his advances, but finally concludes that resistance is futile. The result is a conclusion each think of as a “pity fuck,” the young man chortling over the details to his friends later.
It is a gorgeously written, naked, painful, seeing moment. We watch as the callow young man stumbles into a job that suits him, and it is somewhere here that I experience the joy I spoke of. It comes when we realize the novel is not really about Beto, the young man. The meaning of the novel comes from Helga, the older woman, and her fears and understanding about the passing of time, and how life changes and fades one’s ambitions. The pity fuck was all on her side, and eventually the young man begins to see her, the German mütter, with her heavy breasts hanging to her waist and her dry cunt and her understanding and acceptance of all that life is.
Every review I have seen of this novel mentions David Trueba’s unforgettable earlier novel, Four Friends (or Cuatro amigos) and compares this one unfavorably. I haven’t read Trueba’s earlier work, but just reading this novel makes me think he is something very special indeed. It isn’t just the young male viewpoint in this novel, but how Trueba brings us along to admiration and acceptance and real feeling for both characters. The idiocy and dignity of human beings capable of compassion is equally on display.
Trueba is a novelist as well as a well-respected actor, screenwriter, and film director in Spain. His brother Fernando won a Best Foreign Language Oscar in 1994 for the film Belle Epoque, and David's film, Living is Easy with Eyes Closed, was nominated in 2015 for Best Foreign Language Film. The movie, about John Lennon's roadtrip in Spain, swept the prestigious Goya Awards the year before. The synergy of David Trueba’s set of skills creates, in screenplays or in novels, quick, sharply-focussed images that we recognize from pain and distress or joy in our own lives. A prop, a bottle of vodka with a blade of grass resting at the bottom, is the “gun” in this novel, the object that once brandished, means something consequential is about to take place.
The paperback copy of this novel has included several color plates that are so sudden and so unexpected that one actually experiences a kind of gratitude. One plate is a photograph of a postcard of an unnamed bay in Mallorca on a glorious, sunny day, the photo showing the rooftops of several gargantuan summer homes for vacationing Europeans and a few boats dotting an aqua inlet. The other plates are relevant to the story and imbue the work with a richness and glamour. There is also an excellent, absurd pen-and-ink drawing of Beto as he stands before the sum total of his life to that time.
This is a hilarious, painful, meaningful novel that has a sophisticated European feel, despite the ordinariness of the lives of the characters. I am delighted to be introduced to the work of David Trueba. I’ll be looking for his films, and of course the much-lauded Cuatro amigos. Many thanks to Other Press for finding this and sharing the wealth.
The young man travels to Germany with his girlfriend to defend his landscape architecture project for an international prize before a jury. The novel opens with his girlfriend dumping him by email, an email missent to him. He becomes disoriented, and a day later he is fumbling through the streets of Munich with his suitcase. It hits us viscerally. We’ve been there. But almost immediately the young man turns his anger and disappointment on his competitors in the landscape competition, which compromises our affection for him. He is taken home by a 63-year-old conference organizer, and proceeds to insist himself on her sexually.
The whole bedroom scene is etched in spell-binding detail, down to the uncomfortable moment he fingers the underpants of a woman not expecting a moment of intimacy. She fairly clearly (they are both drunk) resists his advances, but finally concludes that resistance is futile. The result is a conclusion each think of as a “pity fuck,” the young man chortling over the details to his friends later.
It is a gorgeously written, naked, painful, seeing moment. We watch as the callow young man stumbles into a job that suits him, and it is somewhere here that I experience the joy I spoke of. It comes when we realize the novel is not really about Beto, the young man. The meaning of the novel comes from Helga, the older woman, and her fears and understanding about the passing of time, and how life changes and fades one’s ambitions. The pity fuck was all on her side, and eventually the young man begins to see her, the German mütter, with her heavy breasts hanging to her waist and her dry cunt and her understanding and acceptance of all that life is.
Every review I have seen of this novel mentions David Trueba’s unforgettable earlier novel, Four Friends (or Cuatro amigos) and compares this one unfavorably. I haven’t read Trueba’s earlier work, but just reading this novel makes me think he is something very special indeed. It isn’t just the young male viewpoint in this novel, but how Trueba brings us along to admiration and acceptance and real feeling for both characters. The idiocy and dignity of human beings capable of compassion is equally on display.
Trueba is a novelist as well as a well-respected actor, screenwriter, and film director in Spain. His brother Fernando won a Best Foreign Language Oscar in 1994 for the film Belle Epoque, and David's film, Living is Easy with Eyes Closed, was nominated in 2015 for Best Foreign Language Film. The movie, about John Lennon's roadtrip in Spain, swept the prestigious Goya Awards the year before. The synergy of David Trueba’s set of skills creates, in screenplays or in novels, quick, sharply-focussed images that we recognize from pain and distress or joy in our own lives. A prop, a bottle of vodka with a blade of grass resting at the bottom, is the “gun” in this novel, the object that once brandished, means something consequential is about to take place.
The paperback copy of this novel has included several color plates that are so sudden and so unexpected that one actually experiences a kind of gratitude. One plate is a photograph of a postcard of an unnamed bay in Mallorca on a glorious, sunny day, the photo showing the rooftops of several gargantuan summer homes for vacationing Europeans and a few boats dotting an aqua inlet. The other plates are relevant to the story and imbue the work with a richness and glamour. There is also an excellent, absurd pen-and-ink drawing of Beto as he stands before the sum total of his life to that time.
This is a hilarious, painful, meaningful novel that has a sophisticated European feel, despite the ordinariness of the lives of the characters. I am delighted to be introduced to the work of David Trueba. I’ll be looking for his films, and of course the much-lauded Cuatro amigos. Many thanks to Other Press for finding this and sharing the wealth.
December 7, 2016
A rare novel for me that I sped read while waiting at an airport and during the cross-country flight - finished it in under seven hours, but will never forget it! I didn't really think Beto was so in love with or committed to Marta. Like many youth, he didn't seem to really know what he wanted, which I think was part of the point about youth wasted on youth, as is said. The way he fell apart and staggered around the city in a totally crushed way after Marta dumped him seemed a bit much - maybe it was just losing the familiar, and the expected? As soon as Helga, the older German woman who was helping them with the landscape competition, ran into Beto I did assume they'd end up in bed together, and I also suspected Helga was going to be the one to watch in the story. I was correct on both counts, and not disappointed.
My 16 year old daughter was beside me during the flight asking if I was alright and trying to see what was written on the page as I had tears in my eyes and choking a bit trying to hold back some of the loud chortles from the hysterical sex scene between Beto and (unprepared, but pretty much willing, I thought) Helga. The awkwardness was exquisitely portrayed. There is one of the best observations ever made during this sex scene about underwear that reminds one of how our mothers said we should always have new and clean "panties" on, as you "never know"! (I think that advice was mostly about unexpectedly going to the hospital, but a possible, unexpected sexual encounter is another rationale.)
This reminded me of a modern "Summer of 42" with the young male and older, female lover, but here Helga was a mentor, a teacher. She taught him some of the secrets of growing old, especially on making every day and interaction count, if you can, that our careers are sometimes just jobs, nothing more, and that we all should take advantage of whatever "intimacy" we can, when and how it's offered to us.
This would be a great movie, I think! Also, it would be interesting to know how Beto's life went after this pivotal year with and around Helga, and if and how she changed his trajectory and outlook on life. I fantasized that he eventually married, had a daughter, and named her "Helga"...
My 16 year old daughter was beside me during the flight asking if I was alright and trying to see what was written on the page as I had tears in my eyes and choking a bit trying to hold back some of the loud chortles from the hysterical sex scene between Beto and (unprepared, but pretty much willing, I thought) Helga. The awkwardness was exquisitely portrayed. There is one of the best observations ever made during this sex scene about underwear that reminds one of how our mothers said we should always have new and clean "panties" on, as you "never know"! (I think that advice was mostly about unexpectedly going to the hospital, but a possible, unexpected sexual encounter is another rationale.)
This reminded me of a modern "Summer of 42" with the young male and older, female lover, but here Helga was a mentor, a teacher. She taught him some of the secrets of growing old, especially on making every day and interaction count, if you can, that our careers are sometimes just jobs, nothing more, and that we all should take advantage of whatever "intimacy" we can, when and how it's offered to us.
This would be a great movie, I think! Also, it would be interesting to know how Beto's life went after this pivotal year with and around Helga, and if and how she changed his trajectory and outlook on life. I fantasized that he eventually married, had a daughter, and named her "Helga"...
July 21, 2019
Kindness has a lovely triumph in this novel.
I want to read his novel, Learning to Lose and I want to see his film, Living Is Easy with Eyes Closed.
I want to read his novel, Learning to Lose and I want to see his film, Living Is Easy with Eyes Closed.
December 4, 2019
This is a sweet book about a guy who's lost after a break-up. But most likely he's been lost for quite some time. I liked it.
March 6, 2015
El problema de que tu escritor favorito (en lengua castellana) publique nuevo libro es que inconscientemente siempre vas a compararlo con EL LIBRO (en mi caso Cuatro Amigos).
Y aunque llevaba unos 6-7 años esperando (ansiosamente) a que David Trueba publicara otra novela, he de confesar que Blitz me ha dejado un poco indiferente.
Beto es un arquitecto paisajista a quien en un viaje de trabajo a Munich le cambia la vida. Su novia le deja y ahí empieza una re-evaluación personal total. A pesar de que la sensación de estar frente a un abismo, de pérdida de rumbo o de desilusión no me son ajenas, no he podido empatizar con Beto (cosa que con otros personajes de David Trueba nunca me ha pasado). Incluso diría que Beto me ha caído mal.
En definitiva, le doy dos estrellas por algunas perlas escondidas a modo de frases geniales, porque hay cosicas en alemán (obvio ya que la historia sucede en Munich) y una servidora lleva años estudiándolo (o intentando estudiarlo) y por último, pero no menos importante: porque es de David Trueba.
Y aunque llevaba unos 6-7 años esperando (ansiosamente) a que David Trueba publicara otra novela, he de confesar que Blitz me ha dejado un poco indiferente.
Beto es un arquitecto paisajista a quien en un viaje de trabajo a Munich le cambia la vida. Su novia le deja y ahí empieza una re-evaluación personal total. A pesar de que la sensación de estar frente a un abismo, de pérdida de rumbo o de desilusión no me son ajenas, no he podido empatizar con Beto (cosa que con otros personajes de David Trueba nunca me ha pasado). Incluso diría que Beto me ha caído mal.
En definitiva, le doy dos estrellas por algunas perlas escondidas a modo de frases geniales, porque hay cosicas en alemán (obvio ya que la historia sucede en Munich) y una servidora lleva años estudiándolo (o intentando estudiarlo) y por último, pero no menos importante: porque es de David Trueba.
February 19, 2015
Decepcionante. Una novela corta y un tanto vacío; un epílogo innecesario a la fantástica Cuatro amigos. Pareciera que a Trueba le hubieran forzado a sacar algo, cualquier cosa, después de tanto tiempo desde Saber perder. Tiene talento, por eso las dos estrellas, porque incluso en lo peor de Trueba siempre hay algo que merece la pena, por lo que merece la pena haber invertido el tiempo y el dinero. Pero también porque tiene talento hay que exigirle más que esto: necesitamos que la gente inteligente -y él lo es- aparezca y nos ofrezca retratos distintos a los lugares comunes que leemos y observamos cada día. Y Trueba no lo ha conseguido: toda la novela es un lugar común con relámpagos (parafraseando el título) de lucidez. de ahí la decepción.
August 16, 2022
Desde 2008 llevaba esperando que Trueba sacara una nueva novela. Se ha hecho esperar, tras la excelente "Saber perder" (regalo de mi amiga Su; gracias, guapa).
Blitz nos cuenta cómo Beto, un joven arquitecto paisajista, acude a un congreso en Munich con su novia para presentar un proyecto de jardín diseñado por él. Nada más empezar nos enteramos (todos, incluído Beto), que Marta, su novia, le quiere dejar por otro. Con esta premisa, tan prometedor viaje se convierte en una mierda para Beto, que ve su mundo tambalearse y caer. Se deja arrastrar por el pesimismo y, en un arranque de orgullo, deja que Marta vuelva sola a Madrid y él se queda en Munich sin pasta ni nada que hacer. Le encuentra Helga, la persona que les había recogido en el aeropuerto y presentado en el congreso; Helga es una mujer cercana a los sesenta, divorciada, entradita en carnes. Lo opuesto a Marta. Helga le acoge en su casa y juntos se emborrachan y acaban en la cama. Como es previsible, él se avergüenza a la mañana siguiente de lo que ha hecho (es una mujer mayor, gordita, blablabla, la verdad es que queda como un auténtico zoquete) y sigue dando tumbos por Munich hasta que consigue volver a Madrid, encontrar otro trabajo en Barcelona y redireccionar su vida.
La verdad es que Beto es de colleja continua. Un cretino de marca mayor. Un perdedor absoluto. Y que la novela dista mucho, mucho de "Saber perder", que era una joya. Pero es una novela breve, no se hace pesada, y en algunos párrafos te saca una sonrisa.
Blitz nos cuenta cómo Beto, un joven arquitecto paisajista, acude a un congreso en Munich con su novia para presentar un proyecto de jardín diseñado por él. Nada más empezar nos enteramos (todos, incluído Beto), que Marta, su novia, le quiere dejar por otro. Con esta premisa, tan prometedor viaje se convierte en una mierda para Beto, que ve su mundo tambalearse y caer. Se deja arrastrar por el pesimismo y, en un arranque de orgullo, deja que Marta vuelva sola a Madrid y él se queda en Munich sin pasta ni nada que hacer. Le encuentra Helga, la persona que les había recogido en el aeropuerto y presentado en el congreso; Helga es una mujer cercana a los sesenta, divorciada, entradita en carnes. Lo opuesto a Marta. Helga le acoge en su casa y juntos se emborrachan y acaban en la cama. Como es previsible, él se avergüenza a la mañana siguiente de lo que ha hecho (es una mujer mayor, gordita, blablabla, la verdad es que queda como un auténtico zoquete) y sigue dando tumbos por Munich hasta que consigue volver a Madrid, encontrar otro trabajo en Barcelona y redireccionar su vida.
La verdad es que Beto es de colleja continua. Un cretino de marca mayor. Un perdedor absoluto. Y que la novela dista mucho, mucho de "Saber perder", que era una joya. Pero es una novela breve, no se hace pesada, y en algunos párrafos te saca una sonrisa.
Pero los estímulos desasosegantes de un cuerpo con imperfecciones evidentes se diluyeron cuando ella misma terminó por desprenderse del sujetador, en cuyo cierre mis dedos habían forcejeado con heroísmo paralímpico.
May 28, 2020
Pobre, no. Lo siguiente. Poco más que alguna que otra frase para el timeline de Facebook se puede encontrar aquí. Un relato superficial y en múltiples ocasiones anodino que se escuda en un costumbrismo de plástico y en una todavía más falsa sensibilidad.
No le pongo menos puntuación porque en el fondo Trueba cae majete y quiero pensar que sabe escribir más y mejor que esto. Y porque Goodreads no me deja, claro.
No le pongo menos puntuación porque en el fondo Trueba cae majete y quiero pensar que sabe escribir más y mejor que esto. Y porque Goodreads no me deja, claro.
April 29, 2015
Lo siento... Lo siento porque David Trueba me cae muy bien, porque me encantó "Cuatro amigos", y además porque esta novela ha sido una de las que me ha regalado Silvia por Sant Jordi. Pero es que "Blitz" no me ha aportado nada, a excepción, eso sí, de unas pocas frases geniales.
February 16, 2015
Mientras Trueba cuenta, por boca de Beto Sanz, su relación con Marta y la ruptura, nos atrapa totalmente y lo cuenta de una manera magnífica, concisa pero precisa, comparando, en cierta manera, el fin de la relación con la crisis actual en España, con el fin de sueños e ilusiones en toda una generación.
El final del liro, en cambio, pierde garra e interés; parece algo incloncluso, como a medias, con prisas por acabarlo. Los sentimientos encontrados de la relación con Helga hubieran dado, sin duda, para mucho más.
El final del liro, en cambio, pierde garra e interés; parece algo incloncluso, como a medias, con prisas por acabarlo. Los sentimientos encontrados de la relación con Helga hubieran dado, sin duda, para mucho más.
June 15, 2015
Floja, muy floja. Esperaba más. Beto, el antihéroe, me cayó mal desde el principio. Sólo salvaría al personaje de Helga, y algunas frases que brillan. No sé qué pretendía contarnos el autor, aparte de una ristra de tópicos y inmadureces reiterativas. Parece más un esbozo de novela, una venganza, un despecho inconcluso.
December 5, 2016
This nifty little book opens with a few lines from a poem by Emily Dickinson entitled "Tell All the Truth But Tell it Slant" which is a directive to the reader that seems to frame the poem as instructions for writing poetry. Dickinson says to only tell the truth, and to tell all of the truth (“Tell all the truth”), but to come at it from an angle, not directly (“but tell it slant –“). “Success” in presenting the truth only comes when it is done circuitously (“Success in Circuit lies”).
Why? Dickinson says, the surprising quality of "the truth" (“The Truth’s superb surprise”) is too overpowering for people’s weak perceptions (“Too bright for our infirm Delight”), thus they either would not understand it or would be overwhelmed by it. Thence, as the magnificent but fearful lightning is explained to children, to lessen their fear and awe (“As Lightning to the Children eased / With explanation kind”), so too should people be presented with indirect presentations of the truth, before they can see the truth itself (“The Truth must dazzle gradually / Or every man be blind –“).
In "Blitz" the main protagonists are nearly on opposite ends of the age spectrum. On the one end is Beto, a youthful, once vibrant but professionally failing landscape architect from Spain, and on the other is a quiet, wise elder divorced German retiree, Helga, who volunteers her time translating for visitors to her fair city. What draws them together is a landscape competition in Munich, German, to which Beto is invited. Beto receives a text message from his only employee and live-in girlfriend of four years, Marta, who traveled to Munich with Beto informing him she is about to dump Beto unceremoniously for her former boyfriend who is an Uruguayan romance singer and recording artist. Whether Marta's text was sent accidentally or deliberately is never firmly answered. Nevertheless, the damage is done and Marta's text starts a cascade of disorienting incidents causing Beto's life to come crashing down around his ears during his brief stay in Munich at the invitation-only landscape convention. Think John O'Hara's "Appointment in Samarra." We've all been there, right?!
Beto unintentionally ends up in bed with his assigned translator, Helga, who rebuilds Beto's fragile male ego all the while patiently teaching him about growing old and unwanted with grace, style and élan. Think "Harold & Maude" without all the May-December romantic tenderness and visual slapstick that made it so endearingly charming. The bedroom scene flows more like a Jerry Lewis comedic bedroom romp than a grand seduction where all the frenetic energy of Beto literally spills out onto Helga's bulky, fallen breasts.
Someone asked Bernard Shaw what, in his opinion, is the most beautiful thing in this world.
“Youth,” he replied, “is the most beautiful thing in this world—and what a pity that it has to be wasted on children!”
In 1904 Shaw crafted the comedy “John Bull’s Other Island”. The youth of one of the characters was described as wasted; however, the remark was particularized to one individual and did not reflect the full meaning of the adage, "Youth is wasted on the young" wherein he said:
"The real tragedy of Haffigan is the tragedy of his wasted youth, his stunted mind, his drudging over his clods and pigs until he has become a clod and a pig himself—until the soul within him has smouldered into nothing but a dull temper that hurts himself and all around him." Beto is, to some extent, a modern-day Haffigan whose soul is simply beyond redemption.
While he has many irredeemable qualities, the villain in this tragicomedy is not Beto but rather the thief of time quietly stealing away our precious vigor, vitality and dreams. Jennifer Egan wrote about it in her excellent and original Pulitzer Prize winning novel, "A Visit From the Goon Squad". But lest you think this short novel lacks originality with its structure and themes, think again. Throughout this book are nuggets of wit and wisdom about the inevitable and eroding tidal waters of aging and change, the failing European Union -- "old" Europe corrupting "new" Europe --and the effect time and our hurry-up "modern" world with all its fancy electronic toys and gizmo's has on our human and oft inhumane psyche as we watch Beto's life shatter and dreams unravel. The events in this twelve act play take place over the course of one year in Beto and Helga's life. Beto thinks he is firmly in control of his emotional destiny, but it really is Helga who is pulling all the right heart strings bringing the two together on New Years Eve to Helga's former family vacation condo in Mallorca. Pressed together under a plush camel hair blanket at the beginning of a chilly early New Years Day morning, Helga turns to Beto and says to him, "In German, we call this cove Blitz. Lightening."
The circle is now complete and Beto's horrible, no good year comes to an end. While his "education" and journey of self-discovery at the hands of a thick-set ancient, but wise German "Mutti" with dour, pendulous breasts may be over, Beto's enlightenment is just beginning. For in the end Beto's and our childish souls are redeemed when we learn "the Truth" in this "moderne age" that it really is far more important than ever to savor every dying moment and "embrace intimacy when luck allows it", no matter from whence it cometh.
Curiously, this book was poorly received in Europe because of the author's outstanding debut novel, "Learning to Lose". This would make a great movie. I hope the author decides to revisit the characters in this book ten years hence to see how much farther Beto travels on his road of self-discovery with the endearing, elderly Frau Helga.
My heartfelt thanks go to the film director, screenwriter and novelist, David Trueba, and for John Cullen for translating Trueba's work, Other Press of New York for this beautifully designed publication replete with colorful prints that add credence and relevance to the story and, most important, for my "Goodreads" friend Trish for discovering and turning me on to this author and this nifty little treasure.
If this badly critiqued work is any indication of his talents, I simply must read his allegedly "better" book, "Learning to Lose" and see his movie, "Living Is Easy with Eyes Closed" which was long-listed for the Academy Award for Best Foreign Film in 2015. Yep. Trueba truly's got talent.
'Tis a GREAT reading life made that much more interesting by novelists like David Trueba, by books like "Blitz" and by you, my "Goodreads" Friends.
Why? Dickinson says, the surprising quality of "the truth" (“The Truth’s superb surprise”) is too overpowering for people’s weak perceptions (“Too bright for our infirm Delight”), thus they either would not understand it or would be overwhelmed by it. Thence, as the magnificent but fearful lightning is explained to children, to lessen their fear and awe (“As Lightning to the Children eased / With explanation kind”), so too should people be presented with indirect presentations of the truth, before they can see the truth itself (“The Truth must dazzle gradually / Or every man be blind –“).
In "Blitz" the main protagonists are nearly on opposite ends of the age spectrum. On the one end is Beto, a youthful, once vibrant but professionally failing landscape architect from Spain, and on the other is a quiet, wise elder divorced German retiree, Helga, who volunteers her time translating for visitors to her fair city. What draws them together is a landscape competition in Munich, German, to which Beto is invited. Beto receives a text message from his only employee and live-in girlfriend of four years, Marta, who traveled to Munich with Beto informing him she is about to dump Beto unceremoniously for her former boyfriend who is an Uruguayan romance singer and recording artist. Whether Marta's text was sent accidentally or deliberately is never firmly answered. Nevertheless, the damage is done and Marta's text starts a cascade of disorienting incidents causing Beto's life to come crashing down around his ears during his brief stay in Munich at the invitation-only landscape convention. Think John O'Hara's "Appointment in Samarra." We've all been there, right?!
Beto unintentionally ends up in bed with his assigned translator, Helga, who rebuilds Beto's fragile male ego all the while patiently teaching him about growing old and unwanted with grace, style and élan. Think "Harold & Maude" without all the May-December romantic tenderness and visual slapstick that made it so endearingly charming. The bedroom scene flows more like a Jerry Lewis comedic bedroom romp than a grand seduction where all the frenetic energy of Beto literally spills out onto Helga's bulky, fallen breasts.
Someone asked Bernard Shaw what, in his opinion, is the most beautiful thing in this world.
“Youth,” he replied, “is the most beautiful thing in this world—and what a pity that it has to be wasted on children!”
In 1904 Shaw crafted the comedy “John Bull’s Other Island”. The youth of one of the characters was described as wasted; however, the remark was particularized to one individual and did not reflect the full meaning of the adage, "Youth is wasted on the young" wherein he said:
"The real tragedy of Haffigan is the tragedy of his wasted youth, his stunted mind, his drudging over his clods and pigs until he has become a clod and a pig himself—until the soul within him has smouldered into nothing but a dull temper that hurts himself and all around him." Beto is, to some extent, a modern-day Haffigan whose soul is simply beyond redemption.
While he has many irredeemable qualities, the villain in this tragicomedy is not Beto but rather the thief of time quietly stealing away our precious vigor, vitality and dreams. Jennifer Egan wrote about it in her excellent and original Pulitzer Prize winning novel, "A Visit From the Goon Squad". But lest you think this short novel lacks originality with its structure and themes, think again. Throughout this book are nuggets of wit and wisdom about the inevitable and eroding tidal waters of aging and change, the failing European Union -- "old" Europe corrupting "new" Europe --and the effect time and our hurry-up "modern" world with all its fancy electronic toys and gizmo's has on our human and oft inhumane psyche as we watch Beto's life shatter and dreams unravel. The events in this twelve act play take place over the course of one year in Beto and Helga's life. Beto thinks he is firmly in control of his emotional destiny, but it really is Helga who is pulling all the right heart strings bringing the two together on New Years Eve to Helga's former family vacation condo in Mallorca. Pressed together under a plush camel hair blanket at the beginning of a chilly early New Years Day morning, Helga turns to Beto and says to him, "In German, we call this cove Blitz. Lightening."
The circle is now complete and Beto's horrible, no good year comes to an end. While his "education" and journey of self-discovery at the hands of a thick-set ancient, but wise German "Mutti" with dour, pendulous breasts may be over, Beto's enlightenment is just beginning. For in the end Beto's and our childish souls are redeemed when we learn "the Truth" in this "moderne age" that it really is far more important than ever to savor every dying moment and "embrace intimacy when luck allows it", no matter from whence it cometh.
Curiously, this book was poorly received in Europe because of the author's outstanding debut novel, "Learning to Lose". This would make a great movie. I hope the author decides to revisit the characters in this book ten years hence to see how much farther Beto travels on his road of self-discovery with the endearing, elderly Frau Helga.
My heartfelt thanks go to the film director, screenwriter and novelist, David Trueba, and for John Cullen for translating Trueba's work, Other Press of New York for this beautifully designed publication replete with colorful prints that add credence and relevance to the story and, most important, for my "Goodreads" friend Trish for discovering and turning me on to this author and this nifty little treasure.
If this badly critiqued work is any indication of his talents, I simply must read his allegedly "better" book, "Learning to Lose" and see his movie, "Living Is Easy with Eyes Closed" which was long-listed for the Academy Award for Best Foreign Film in 2015. Yep. Trueba truly's got talent.
'Tis a GREAT reading life made that much more interesting by novelists like David Trueba, by books like "Blitz" and by you, my "Goodreads" Friends.
This entire review has been hidden because of spoilers.
July 9, 2015
CIENTO VEINTICUATRO MARAVILLOSAS PRIMERAS PÁGINAS QUE NO SE MERECEN LAS CUARENTA ÚLTIMAS.
Hay muy pocas personas que dominen dos artes, bastante complicado es ya alcanzar la maestría en una sola como para intentarlo con dos. David Trueba es una de ellas. No sólo dirige estupendas películas, sino que también es capaz de escribir novelas tan redondas como “Saber perder”. Justo por eso, “Blitz” se me queda corta, me sabe a poco; como cuando un alumno de 10 saca un 8. Está bien, incluso muy bien, pero se esperaba más.
Después de 124 maravillosas primeras páginas donde reinan por derecho propio dos personajes espléndidos, un hombre joven abandonado por su novia y una mujer alemana que le dobla la edad, de repente, como si David Trueba hubiera sufrido una de esas “pájaras” que afectan a los ciclistas, remata la historia en las cuarenta siguientes de una forma tan apresurada que me resulta incomprensible en el autor de “Saber perder”. Las últimas páginas parecen más un esquema para desarrollar que una parte acabada de la novela. Esos personajes inolvidables y su historia no se lo merecían. Y el lector tampoco. Puede que haya alguna razón estilística o alguna explicación literaria que lo justifique, quizás tenga su sentido, pero a mí nadie me quita ya la decepción de no haber podido leer el final que, en mi opinión, esa novela merecía.
Y dicho esto, no puedo hacer otra cosa que recomendaros que compréis el libro y que lo leáis, porque esas 124 páginas y los personajes que las habitan merecen mucho la pena. Las últimas, ya digo, sólo rematan la historia, pero de una forma tan esquemática que quizás habría sido mejor no incluirlas. Las primeras tienen la fuerza suficiente como para sostenerse solas. A lo mejor un día David Trueba nos da la sorpresa y remata esta novela como su talento le obliga.
Hay muy pocas personas que dominen dos artes, bastante complicado es ya alcanzar la maestría en una sola como para intentarlo con dos. David Trueba es una de ellas. No sólo dirige estupendas películas, sino que también es capaz de escribir novelas tan redondas como “Saber perder”. Justo por eso, “Blitz” se me queda corta, me sabe a poco; como cuando un alumno de 10 saca un 8. Está bien, incluso muy bien, pero se esperaba más.
Después de 124 maravillosas primeras páginas donde reinan por derecho propio dos personajes espléndidos, un hombre joven abandonado por su novia y una mujer alemana que le dobla la edad, de repente, como si David Trueba hubiera sufrido una de esas “pájaras” que afectan a los ciclistas, remata la historia en las cuarenta siguientes de una forma tan apresurada que me resulta incomprensible en el autor de “Saber perder”. Las últimas páginas parecen más un esquema para desarrollar que una parte acabada de la novela. Esos personajes inolvidables y su historia no se lo merecían. Y el lector tampoco. Puede que haya alguna razón estilística o alguna explicación literaria que lo justifique, quizás tenga su sentido, pero a mí nadie me quita ya la decepción de no haber podido leer el final que, en mi opinión, esa novela merecía.
Y dicho esto, no puedo hacer otra cosa que recomendaros que compréis el libro y que lo leáis, porque esas 124 páginas y los personajes que las habitan merecen mucho la pena. Las últimas, ya digo, sólo rematan la historia, pero de una forma tan esquemática que quizás habría sido mejor no incluirlas. Las primeras tienen la fuerza suficiente como para sostenerse solas. A lo mejor un día David Trueba nos da la sorpresa y remata esta novela como su talento le obliga.
October 25, 2016
The author, David Trueba "is a film director and screenwriter and a novelist," a blurb on the back of the book tells us. I see all three of these careers on display here. There are storyboard drawings of certain scenes and the entire book has the feel of a too-long screenplay treatment (normally a short novelization of an existing screenplay). While visiting Munich, a 30-year-old man loses his slightly younger girlfriend to her ex-boyfriend and then quickly has an affair with a woman twice his age. He returns to Madrid after only a few days, angry, lost, hurt, and basically without a career. The hourglass is an important part of the story: do we really understand time, and how we use it, and how we waste it? I wasn't much engaged with any of the characters, especially the lead character, who at one point rudely describes his older naked lover as having "tits down to her navel and that pot belly which older women have." That certainly tells us more about him than about her, as he doesn't treat the ladies well: there is no surprise he is single and lost. Most of the story takes place in the opening chapter entitled "January". February to December have their own, shorter chapters which were for me rather choppy, hence my two star rating. This 160 page bo0k would have worked better as an 80 page novella.
June 10, 2016
This bland and rather inconsequential short novel left me cold and unengaged. It tells of landscape gardener Beto, who has been invited to a conference in Munich, but whose trip turns to disaster when his girlfriend unceremoniously decides to end the relationship. Distraught Beto is taken under the wing of one of the older conference organisers, which gives the author an opportunity to write tedious descriptions of gratuitous sexual encounters which soon become very wearisome (to the reader at least, I can’t comment for the author). There are some equally uninteresting asides about gardens and gardening, presumably to add a more philosophical feel to the storyline , plus the inclusion of some photographs, presumably to give the reader a break from the uninteresting narrative. Nothing helps, though, and I feel the book is beyond redemption.
January 26, 2019
Tuve sentimientos contradictorios con este libro. Estuve a punto de dejarlo, iba casi por la mitad y la verdad es que no me terminaba de convencer, se me estaba haciendo muy pesado a pesar de ser un libro muy corto, no me estaba gustando nada, era como sí no le encontrara un sentido coherente para terminarlo, más que debía hacerlo por ser tan corto, la cosa es que me animé a continuar unas páginas más, y fue así como en cuestión de páginas me retorcí de la risa jajaja un fragmento súper gracioso que me hizo cambiar de parecer. Al final lo terminé, la verdad es que ahora puedo decir que no me ha disgustado del todo, pero no es un libro que volvería leer. Lo comencé sin saber de que se trataba, sinceramente la trama no es muy interesante, se me hizo una idea un poco vaga, en fin, no tiene mucho trasfondo.
November 5, 2016
I loved this book! It's a very short novel, and I read it in three days. Trueba's main character is a narcissistic artist, but he wrote him in such a way that I ended up caring for him. The artist has an affair with a much older woman, and I cringed at the way he described her after sleeping with her. But there is a surprise ending.
December 17, 2016
This wasn't the book i thought it was. I thought it was about london in ww2. Instead, it was a novella about a slightly jerky guy who thinks he knows what he wants, only to realize what he wants is something he never considered. There's some sex parts. Skipped over it. Book didn't need it. Great ending.
June 25, 2015
No es el mejor libro de David Trueba pero muy entretenido y con muchas verdades, como siempre. Lo mejor es su estilo, sencillo y directo.
February 22, 2025
mierdón.
primero de todo, mis gajes del oficio: no ha podido molestarme más todo lo que tuviera que decir sobre arquitectura o paisajismo. pretensión -self-aware, por lo menos- insoportable e innecesaria. encima, acompañada de unos fotomontajes feos.
lo que me lleva al uso de las imágenes, que me parece de coña mala; lo de escribir un libro pero tener la necesidad -tantísimas veces- de adjuntar visuales qué es?? un actitud derrotista en cusnto a su capacidad como escritor que es bastante triste...
por último, y menos importante, me han parecido innecesarias la de veces que ha dedicado la friolefa de tres páginas enteras para hablar de follar o hacerse una paja -no es por ser mojigata-.
y bueno el prota es un pringao así como aparte
solo me lo leí porque costaba tres euros pero creo que quiero mis tres euros de vuelta
lo único que redimo:
"Me gustan los jardines, y me gusta llamarlos jardines y no espacios verdes, y me gustan porque son una invención del hombre aliada con la naturaleza. Un pacto entre el territorio y su poblador, frente a la guerra habitual que mantienen por dominarse el uno al otro. Los jardines nos desvelan de cuajo la otra dimensión del hombre. La de la pasión por lo inútil, por lo estético."
primero de todo, mis gajes del oficio: no ha podido molestarme más todo lo que tuviera que decir sobre arquitectura o paisajismo. pretensión -self-aware, por lo menos- insoportable e innecesaria. encima, acompañada de unos fotomontajes feos.
lo que me lleva al uso de las imágenes, que me parece de coña mala; lo de escribir un libro pero tener la necesidad -tantísimas veces- de adjuntar visuales qué es?? un actitud derrotista en cusnto a su capacidad como escritor que es bastante triste...
por último, y menos importante, me han parecido innecesarias la de veces que ha dedicado la friolefa de tres páginas enteras para hablar de follar o hacerse una paja -no es por ser mojigata-.
y bueno el prota es un pringao así como aparte
solo me lo leí porque costaba tres euros pero creo que quiero mis tres euros de vuelta
lo único que redimo:
"Me gustan los jardines, y me gusta llamarlos jardines y no espacios verdes, y me gustan porque son una invención del hombre aliada con la naturaleza. Un pacto entre el territorio y su poblador, frente a la guerra habitual que mantienen por dominarse el uno al otro. Los jardines nos desvelan de cuajo la otra dimensión del hombre. La de la pasión por lo inútil, por lo estético."
July 13, 2020
Reto Editorial de Chocolate. Este mes, un libro con una sola palabra en su título. Lectura rápida, agradable y con una historia de ¿amor? bastante peculiar y con un punto haggard ;)
August 21, 2020
Tengo la impresión de haber hecho mucho daño a la persona a la que menos querría herir en mi vida.
January 14, 2021
Pocas páginas con la prosa precisa, fácil y rítmica de Trueba, así que se lee en un momento. Todavía estoy decidiendo si me pareció muy desesperanzador o justo lo contrario... Un poco como cuando ríes para no llorar.
May 10, 2020
Bueno, es un libro muy corto o un relato muy largo que ni entusiasma, ni aburre. No creo que esté entre lo mejor de David Trueba ni de lejos, pero tampoco es un desastre. Se lee rápido por su brevedad y porque Trueba tiene talento como para sacar adelante este relato sin demasiada sustancia sobre un joven arquitecto paisajista en crisis sentimental y/o laboral.
Su brevedad y alguna que otra frase de Trueba son su principal valor. No sé si lo recomendaría, pero a mi no me ha entusiasmado ni me ha disgustado. Que casi es lo peor que te puede provocar un libro.
Su brevedad y alguna que otra frase de Trueba son su principal valor. No sé si lo recomendaría, pero a mi no me ha entusiasmado ni me ha disgustado. Que casi es lo peor que te puede provocar un libro.
February 21, 2024
Volstrekt toevallig beginnen te lezen, waarna ik werd getroffen door de subtiele humor en de logica van het verhaal. Sneue landschapsarchitect krijgt liefdeslevensles tijdens congres in München.
September 14, 2024
UMA HISTÓRIA
É muito bom ler ficções que ficam ou que parecem uma droga viajando na gente dos pés à cabeça, mas às vezes também é bom ler ficções que são apenas uma história, soando quase despretensiosas — sem virar um símbolo de estilo ou de protesto, sem proporcionar universos filosóficos, sem almejar o Nobel. Blitz, do escritor e cineasta espanhol David Trueba, é isto: não tem nada de mais, mas é geralmente agradável, sem causar picos e vales de emoções.
Beto, arquiteto e paisagista, narrador em primeira pessoa, viajou com a namorada Marta pra Munique a fim de participar da edição de 2015 do congresso Lebensgärten. Ele estava concorrendo a um prêmio de dez mil euros que seria concedido ao melhor projeto de intervenção paisagística apresentado, fosse ele factível ou não:
Logo na primeira página do livro, Marta envia uma mensagem amorosa e sem sentido pra Beto — que era pra ter sido enviada pro seu ex-namorado, um cantor uruguaio. A separação ocorrerá ainda em Munique, com Marta indo embora enquanto Beto decide ficar por mais alguns dias. Ele se afeiçoará a uma alemã muito mais velha… e por aí vai a trama.
Seguem alguns trechos que falam melhor pelos bons instantes do livro (e sem dar muito spoiler do enredo):
Beto mostra um desses perigos dos protagonistas que narram em primeira pessoa: muitas vezes se explica demais e acaba parecendo pedante, fresco, vaidoso. É difícil saber se seu criador queria que ele fosse exatamente assim, com esses defeitos de discurso visíveis, ou se o próprio criador é que está transferindo pedantismo, frescura e vaidade pro personagem. Um exemplo: quando ele diz que explicou pra namorada como fruir os parados filmes iranianos. É algo que soa estranho quando dito em primeira pessoa — “Inúmeras vezes expliquei a ela que a agitação era apenas uma forma de preencher o verdadeiro vazio” (grifo meu) —, mas ficaria normal vindo do observador da terceira — “Inúmeras vezes ele explicou a ela que a agitação era apenas uma forma de preencher o verdadeiro vazio”. Como Blitz foi o único livro de Trueba que li até agora (até setembro de 2024), não sei ajuizar se esse defeito é do autor ou do personagem, de propósito.
Mesmo assim é um bom livro, e eu o recomendo.
É muito bom ler ficções que ficam ou que parecem uma droga viajando na gente dos pés à cabeça, mas às vezes também é bom ler ficções que são apenas uma história, soando quase despretensiosas — sem virar um símbolo de estilo ou de protesto, sem proporcionar universos filosóficos, sem almejar o Nobel. Blitz, do escritor e cineasta espanhol David Trueba, é isto: não tem nada de mais, mas é geralmente agradável, sem causar picos e vales de emoções.
Beto, arquiteto e paisagista, narrador em primeira pessoa, viajou com a namorada Marta pra Munique a fim de participar da edição de 2015 do congresso Lebensgärten. Ele estava concorrendo a um prêmio de dez mil euros que seria concedido ao melhor projeto de intervenção paisagística apresentado, fosse ele factível ou não:
Minha proposta era um parque para adultos. Um espaço externo urbano, simples e realista. Com bancos de leitura em que alguém pudesse parar para descansar durante alguns minutos roubados do trabalho. A principal novidade era que ele continha um bosque de ampulhetas, de escala humana, que ao serem viradas davam ao usuário um tempo de abstração.
Podia servir como aviso e como meio para quantificar o tempo, mas também como meio de evasão. É disso que gosto nas ampulhetas: elas reformulam a ideia de ansiedade ante a passagem do tempo, transformando esse processo inevitável em algo visual.
Logo na primeira página do livro, Marta envia uma mensagem amorosa e sem sentido pra Beto — que era pra ter sido enviada pro seu ex-namorado, um cantor uruguaio. A separação ocorrerá ainda em Munique, com Marta indo embora enquanto Beto decide ficar por mais alguns dias. Ele se afeiçoará a uma alemã muito mais velha… e por aí vai a trama.
Seguem alguns trechos que falam melhor pelos bons instantes do livro (e sem dar muito spoiler do enredo):
Eu estava sentado no balcão, meus dedos roçavam a bandeja verde de plástico em que o pedido pousava enquanto um cozinheiro atarefado o embalsamava em papel-alumínio. Senti o celular vibrando no bolso. Não tenho nenhum toque designado para ligações ou mensagens que chegam. Campainhas me incomodam, o modo como começam a tocar de repente. Nem campainha de porta eu toco; quando possível, dou apenas umas batidinhas.
*
Estávamos competindo na categoria Perspectivas de Futuro, o que, em alemão — Zukunftsperspektiven — soava bem menos vazio e com mais estrutura metálica.
*
Marta ria de mim, achava graça até do meu trabalho, jardineiro, dizia ela. A risada de Marta era uma recompensa. Mas ultimamente Marta ria menos comigo, e também transávamos menos. Meu amigo Carlos me dizia isso é normal, para todos os efeitos vocês estão casados, convivem há mais de quatro anos já, e quem é casado transa pouco. Não se transa toda hora com a pessoa com quem você convive dessa forma, assim como não se lava do mesmo jeito a xícara de café que só você usa todas as manhãs.
*
Helga mudava de seu idioma para o inglês com uma fluidez muito natural ao nos apresentar para o diretor do congresso, um alemão meio excêntrico, com os óculos pendurados por uma cordinha e levemente corcunda, parecendo um vilão do cinema expressionista.
*
A mensagem de Marta era dirigida a seu antigo namorado. Tinham voltado a se ver alguns meses antes e a relação renasceu sem que eu suspeitasse de nada. Na semana anterior à viagem a Munique, o novo disco dele nas prateleiras da Fnac me chamara atenção por um segundo. Na hora, nunca teria imaginado que sua música voltaria a ressoar em minha vida de maneira tão retumbante. Sempre tive ciúmes retrospectivos daquele sujeito, ciúmes de quem esteve com Marta antes que eu a conhecesse, assim como sentia ciúmes de seu primeiro amor, um colega de turma na escola de balé. O único bailarino heterossexual de toda Madri acaba justamente na sua turma, eu dizia, fingindo me indignar com esse enorme acaso, e ela rua de minha estupidez. Não me consideraria alguém ciumento e desconfiado, e sim um amante feliz que detestava os anos perdidos antes de encontrar a amada, os anos em que outros gozavam de sua proximidade e eu ainda não sabia de sua existência.
*
Quando saímos para a rua, Marta continuava chorando, mas caminhar sem ter o outro à frente tornou a conversa mais fácil. Sempre gostei, nos filmes do iraniano Abbas Kiarostami, daquelas longas conversas nos carros, com planos do caminho ou da estrada através do vidro, porque as viagens, com essa disposição dos falantes — não frente a frente, e sim ambos voltados para o caminho adiante — são propícias para confissões sinceras. Meu amigo Carlos não gostava dos filmes iranianos, fazia piada deles e tinha-os transformado num gênero à parte. Não se coloque num plano de filme iraniano, brincava. Marta concedia, às vezes são chatos mesmo, mas compreendia meu gosto por aqueles filmes, por seu tempo lento, trabalhoso, morto até. Inúmeras vezes expliquei a ela que a agitação era apenas uma forma de preencher o verdadeiro vazio.
*
O mediador do evento repreendeu minha atitude com palavras duras, que em alemão soavam como uma britadeira.
*
Deve ter sido muito bonita quando jovem, e esse pensamento me pareceu insultante. Bonita quando jovem é uma expressão infeliz, um professor de faculdade me corrigiu uma vez, numa conversa informal. Quando se é jovem se é jovem, a beleza anda em paralelo. Ou deveria andar em paralelo, explicou.
*
Quando consegui baixar seu vestido, deparei-me com a calcinha de alguém que não havia se preparado conscientemente para aquele exercício de desnudamento. Mas os estímulos inquietantes de um corpo com evidentes imperfeições se desfizeram quando ela finalmente desatou o próprio sutiã, cujo fecho meus dedos haviam forçado com um heroísmo paraolímpico. Surgiram dois seios brancos e livres, como frutas tiradas da árvore.
*
Nas estantes havia vários livros de arte, bem ordenados demais por não serem usados. Também havia romances com as lombadas arqueadas. Quase tudo em alemão, salvo uns volumes de Goya e Velázquez cujo lado acariciei com cumplicidade patriótica.
*
Caminhei até o hotel e recuperei minha mala sob o olhar suspeito do recepcionista. Olhar que se converteu em advertência incômoda quando me viu tentar abrir a porta da sala de negócios, onde pretendia checar meus e-mails e talvez navegar na internet até encontrar uma passagem barata de avião. É só para clientes, disse, num inglês estrangeiro como o meu, mas cuja solidariedade havia sido perdida em troca de um paletó azul e um crachazinho com seu nome. Senti-me expulso do paraíso que o hotel representava. Meus planos se mostraram catastróficos quando me vi na rua, com a mala de rodinhas, o telefone sem bateria, totalmente desorientado. Não podia nem mais pedir que guardassem novamente minha bagagem por algumas horas. Um ciclista quase me atropelou quando sem querer invadi a faixa exclusiva, mas me brindou com um insulto tão bem-dito em alemão que dava vontade de ter gravado.
*
Às vezes olhava uma foto da esplanada em frente ao Palácio Real que havia feito com meu celular durante um fim de tarde, antes de sair de Madri. A luz era alaranjada e recortava o edifício, fazendo com que parecesse ter sido inserido numa montagem. Tentava me sentir parte, tentava sentir uma nostalgia particular. Mas Madri versus Barcelona acabou sendo uma discussão indiferente para mim, um jogo de rivalidade extrema num esporte que não me interessava nem um pouco.
*
Achava curioso que, tanto em espanhol quanto em alemão, a expressão usada para ampulhetas — reloj de arena e Sanduhr — fizesse referência ao conteúdo, ao material interno. Por outro lado, a palavra em inglês fala do recipiente, o vidro transparente. Hourglass poderia ser traduzido por hora de vidro, uma expressão fascinante. Para os italianos e para os gregos continua valendo a expressão clepsidra, que remonta aos relógios d’água. Em uma enciclopédia encontrei a primeira representação de uma ampulheta, datada da metade do século XIV, num afresco de Ambrogio Lorenzetti. Uma rainha imaculada com sua coroa sustenta com a mão uma ampulheta, exemplo da virtude da moderação. Reunia esses dados em minha cabeça para associá-los de algum jeito numa apresentação comercial, algo tão degradante quanto festejar a chuva porque ela lavaria o carro.
*
Fui passar uns dias em Madri durante as festas de fim de ano. Na noite de Natal ceei com Carlos e Sonia e conheci a filha recém-adotada do casal. Tinha cinco anos e era muito ativa e rebelde, embora ambos os adjetivos, que seus pais usaram para descrevê-la, soassem como eufemismos diante da realidade. Quebrava os objetos mais variados da casa, chorava aos berros quando repreendida e só se acalmava na frente da tevê. […] Era maltratada no orfanato, uma psicóloga havia explicado a eles, e eles, por sua vez, se viram obrigados a explicar o mesmo a mim. Claro, e agora ela iria maltratá-los de volta, pensei, miseravelmente, presenciando a desagradável atitude ditatorial da menina e sua violência incontrolável. Nunca vi pessoas tão agradecidas pela invenção do sedativo que é a televisão como aqueles pais.
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A sombra de Marta continuava a me perseguir, e num dia das festas de fim de ano, na Fnac de Callao, eu a vira de longe com seu namorado cantor uruguaio e tive certeza de que estava grávida. Carlos disse que era uma obsessão minha, mas eu notei em seu modo de andar um gesto de proteção. Fugi dali sem cumprimentá-los, o que me fez sentir como um estudante que foge da prova porque não se preparou bem.
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Saí bastante bêbado do almoço e fui caminhando sem rumo pela cidade até chegar às ramblas. Gosto das ramblas, apesar da presença massiva de turistas. Um dia, alguém estava se queixando do grande afluxo de turistas no mercado da Boqueria e levou uma bronca de um vendedor de frutas. Por mim todos os nativos de Barcelona podem ir tomar no cu, assim só ficam os turistas, que são quem realmente deixa dinheiro e gasta aqui. Achei essa análise interessante, ajudou-me a nunca olhar para os turistas com desprezo.
Beto mostra um desses perigos dos protagonistas que narram em primeira pessoa: muitas vezes se explica demais e acaba parecendo pedante, fresco, vaidoso. É difícil saber se seu criador queria que ele fosse exatamente assim, com esses defeitos de discurso visíveis, ou se o próprio criador é que está transferindo pedantismo, frescura e vaidade pro personagem. Um exemplo: quando ele diz que explicou pra namorada como fruir os parados filmes iranianos. É algo que soa estranho quando dito em primeira pessoa — “Inúmeras vezes expliquei a ela que a agitação era apenas uma forma de preencher o verdadeiro vazio” (grifo meu) —, mas ficaria normal vindo do observador da terceira — “Inúmeras vezes ele explicou a ela que a agitação era apenas uma forma de preencher o verdadeiro vazio”. Como Blitz foi o único livro de Trueba que li até agora (até setembro de 2024), não sei ajuizar se esse defeito é do autor ou do personagem, de propósito.
Mesmo assim é um bom livro, e eu o recomendo.
February 3, 2021
Una novela corta que se lee en un instante, parece ser que no es la mejor del autor. Es un relato sobre la ruptura amorosa, sobre ese discurrir del tiempo que se vive con la ausencia de los ideales creados al tener una relación con otra persona. Habla también, explícitamente, de vivir una relación con alguien mayor y así reflexiona acerca de envejecer.
November 11, 2019
Blitz es una tragicomedia romántica sobre un hombre que pierde el amor y al final lo encuentra con una mujer mayor. La mujer en este caso, Helga, tiene más del doble de la edad que él. Al leer la contraportada del libro, esperaba ver que la relación que habría una brecha de edad, pero no estaba ni cerca de esperar que la brecha fuera más de 30 años. Esta brecha hace que la historia se sienta un poco incómoda en mi opinión personal. Dicho esto, es agradable ver a un personaje amable como Helga tomar un descanso en el amor, aunque yo habría esperado que sería con alguien más cercano a su edad.
La diferencia de edad entre la pareja no es lo único que hace que esta historia sea peculiar. Hay casi 15 páginas de este libro que están hablando únicamente de sus escapadas sexualesy otras cosas relacionadas con el sexo. Eso es casi el 10 por ciento del libro. El énfasis en el sexo en estas partes del libro quita las emociones dentro de la relación de los personajes. En algunos momentos siento como si estuviera leyendo una novela porno incómoda. No estoy segura a de si estas partes descriptivas eran realmente necesarias, como las descripciones intensas del cuerpo de Helga o los encuentros sexuales en general. Trueba tiene un don increíble con las imágenes, pero hay algunas imágenes que preferiría no tener en mi mente. Unas de esas imágenes descriptivas que no quiero en mi cabeza es la siguiente:
“Cuando posaba mis manos en su culo para ayudarla a trepar sobre mí, notaba la carne liberada que se agitaba también en su cadera, que agarré con fuerza” (65).
“Hubo algo ahí que estalló de pronto, presa de la sobreestimulación o la acumulada energía del deseo contenido durante tantos años que escapó como el agua de una presa rota”(72).
“Así que saqué mi pene sobrehidratado y me hice una paja sobre ella, corriendome esta vez sobre el ombligo y los pliegues de su vientre blando” (73).
A pesar de estos factores que contribuyeron a mi inquietud en esta lectura, disfruté del libro. Aunque la novela sigue siendo desenfadada, Trueba cubre el pesado tema del miedo a envejecer, al mismo tiempo que reconoce que a través de la tragedia de la angustia, pueden florecer nuevas cosas buenas. El estilo de escritura descriptiva de Trueba ayuda a cautivar al lector dentro de la historia. Tú simpatizas con la difícil situación inicial de Beto y lo arraigas a través de tus esfuerzos para sanar y pasar de la relación fallida a una vida mejor. Tú, internamente, te ríes, lloras y te unes a él en su viaje para encontrar lo que había perdido. En total, fue una buena lectura.
La diferencia de edad entre la pareja no es lo único que hace que esta historia sea peculiar. Hay casi 15 páginas de este libro que están hablando únicamente de sus escapadas sexualesy otras cosas relacionadas con el sexo. Eso es casi el 10 por ciento del libro. El énfasis en el sexo en estas partes del libro quita las emociones dentro de la relación de los personajes. En algunos momentos siento como si estuviera leyendo una novela porno incómoda. No estoy segura a de si estas partes descriptivas eran realmente necesarias, como las descripciones intensas del cuerpo de Helga o los encuentros sexuales en general. Trueba tiene un don increíble con las imágenes, pero hay algunas imágenes que preferiría no tener en mi mente. Unas de esas imágenes descriptivas que no quiero en mi cabeza es la siguiente:
“Cuando posaba mis manos en su culo para ayudarla a trepar sobre mí, notaba la carne liberada que se agitaba también en su cadera, que agarré con fuerza” (65).
“Hubo algo ahí que estalló de pronto, presa de la sobreestimulación o la acumulada energía del deseo contenido durante tantos años que escapó como el agua de una presa rota”(72).
“Así que saqué mi pene sobrehidratado y me hice una paja sobre ella, corriendome esta vez sobre el ombligo y los pliegues de su vientre blando” (73).
A pesar de estos factores que contribuyeron a mi inquietud en esta lectura, disfruté del libro. Aunque la novela sigue siendo desenfadada, Trueba cubre el pesado tema del miedo a envejecer, al mismo tiempo que reconoce que a través de la tragedia de la angustia, pueden florecer nuevas cosas buenas. El estilo de escritura descriptiva de Trueba ayuda a cautivar al lector dentro de la historia. Tú simpatizas con la difícil situación inicial de Beto y lo arraigas a través de tus esfuerzos para sanar y pasar de la relación fallida a una vida mejor. Tú, internamente, te ríes, lloras y te unes a él en su viaje para encontrar lo que había perdido. En total, fue una buena lectura.
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September 25, 2019
Era meglio che l’amore andasse in frantumi all'apice dello splendore, troppo rischioso sottoporlo al passare del tempo. O forse no, che stupidaggine. Chi conosce la verità?
Una storia d'amore che finisce con un sms, inviato per sbaglio...ma è stato davvero uno sbaglio???
La vita di Beto è sconvolta, si ritrova senza un lavoro, senza una casa; imparerà però che basta poco per ricominciare, l'importante è non aver paura.
La storia è molto semplice ma la narrazione in prima persona, la rende piacevole e coinvolgente; una lettura che scorre bene, una frase dopo l'altra, senza respiro, astuta la scelta di non utilizzare segni di punteggiatura per distinguere discorso diretto e discorso indiretto.
Perché a ferirci non sono le persone, ma vedere distrutti i nostri ideali, è questo che ci fa a pezzi.
Peccato per queste mezze stelline mancanti, un 3 e mezzo ci stava tutto!
Una storia d'amore che finisce con un sms, inviato per sbaglio...ma è stato davvero uno sbaglio???
La vita di Beto è sconvolta, si ritrova senza un lavoro, senza una casa; imparerà però che basta poco per ricominciare, l'importante è non aver paura.
La storia è molto semplice ma la narrazione in prima persona, la rende piacevole e coinvolgente; una lettura che scorre bene, una frase dopo l'altra, senza respiro, astuta la scelta di non utilizzare segni di punteggiatura per distinguere discorso diretto e discorso indiretto.
Perché a ferirci non sono le persone, ma vedere distrutti i nostri ideali, è questo che ci fa a pezzi.
Peccato per queste mezze stelline mancanti, un 3 e mezzo ci stava tutto!
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