Un artilugio prehistórico para estudiar los cuerpos celestes, unas 'pilas' de hace dos mil años; estos y otros descubrimientos insólitos, desconcertantes, ocupan el muchísimo tiempo libre del que dispone ahora Morgan Lafet. Tras la trágica muerte de su hermano en un yacimiento submarino, a este joven doctor en arqueología clásica, especialista en la Grecia antigua, dejó de importarle su carrera. Decidido a no volver a pisar una excavación, se recluyó en una pequeña oficina en los sótanos del Louvre, donde –gracias a los contactos y un ligero chantaje al director del museo- ha creado un departamento para estudiar expedientes arqueológicos no resueltos. Un puesto que ni siquiera él se toma en serio, pero donde no pone en peligro a nadie. Sin embargo todo cambia cuando Lafet recibe el encargo de inventariar la biblioteca y la colección de antigüedades de un reconocido historiador, muerto en circunstancias extrañas, y descubre el trozo desaparecido de un famoso mosaico romano, una espada con un sello especial… y una pista sembrada de peligros para localizar la tumba más buscada desde la Antigüedad, un sepulcro entre la Historia y la el lugar donde descansa Alejandro Magno.